La organización en Niza: esa gran desconocida... y otras anécdotas.
Ayer, cuando llegamos a la universidad Sophia Antipolis en Niza para recibir nuestra primera clase, nos llevamos la sorpresa de que todavía no estaban puestas las aulas para esa clase. Así que decidimos que, ya que estábamos allí, seguiríamos buscando a nuestro coordinador, que está fuera de combate. Cómo no, no le encontramos. Todo el mundo parecía haberle visto hacía unos minutos, pero nunca nadie sabía dónde estaba. Era como buscar a Wally.
Así que, después de recorrernos la universidad de arriba a abajo y de esperar colas interminables sentadas jugando a juegos del móvil, decidimos volver a casa, ya que teníamos invitados a cenar: tres alemanes y un mejicano. Así que decidimos, orgullosas como estamos de nuestra cultura, cocinar algo español. Tortilla de patatas, ensaladilla rusa (que sí, que es comida nacional) y aceitunas. Vale, tampoco nos matamos, pero en fin, somos estudiantes y encima de Erasmus, así que a callar. Compramos una bagette, les explicamos cómo se hacían las tapas, y ellos cenaron tan alegremente.
Y hoy, pues más de lo mismo. Yo me he levantado a las 9 de la mañana (y digo levantado porque ya me había despertado a las 7 de la mañana gracias a los gritos de un niño al que parecía que le estaban despellejando vivo...), porque tenía una clase a las 11 y quería ir con tiempo para buscar el aula (y que no me pasara lo de ayer). Tenía clase de italiano, así que me he preparado y para allá que he salido. Hemos llegado a tiempo, he buscado el aula y cuando la he encontrado, la puerta estaba cerrada. He llamado, y he preguntado: "C'est ici, le course d'Italien?" o algo parecido. "Oui, oui", total, que entro y me siento. La profesora empieza a hablar en italiano. Sí, lo entiendo todo pero, wtf? Se supone que estábamos en un nivel O, un nivel para principiantes. Así que le pregunto a la chica de mi lado en qué clase estamos. "Le niveau 3" me dice amablemente. Ah, ahora lo entiendo todo. Total, que para no molestar, me quedé hasta que la clase terminó, y luego le expliqué a la profesora la confusión.
Así que bueno, me senté en el mismo sitio, ya que la clase siguiente sí se suponía sería la mía. El profesor, que debió verme una cara de Erasmus que tiraba para atrás, me preguntó que si era de su clase. Hablamos, y llegamos a la conclusión de que no debía de ser de esa clase tampoco, ya que no estaba en su lista. Así que, muy amablemente, me dijo que tenía que ir a inscribirme a su clase a secretaría, y que debía hacer eso con todos los cursos que quisiera seguir. ¡Bueno, por algo se empieza!
Bastante molesta, debo admitir, me dirigí a la oficina de relaciones internacionales, para pedir explicaciones sobre esta falta de información. Así que entré y nada, allí estaba Étienne, el que lo lleva todo, el mandamás. Que ya me tiene más vista que el tebeo... Total, que yo, amablemente, le pregunto que cómo es eso de que me tengo que inscribir. Y, todo sonriente, me dice: "Sí sí, te tienes que inscribir en cada departamento". ¡Gracias, pero me lo podrías haber dicho el primer día, cabrón, que vine hace una semana! Así que nada, también decidió que era oportuno informarme de un examen de francés que tendrá lugar mañana, para optar a un curso de francés.
Así que avisé a mi compañera, que tenía clase una hora después y que, por supuesto, no estaba inscrita en esa asignatura, y juntas nos fuimos de departamento en departamento, inscribiéndonos en todas las asignaturas que habíamos elegido. Cuando por fin terminamos, cuadramos los horarios y vemos que los jueves nos coinciden como tres asignaturas en una misma hora. ¡Toma ya, lo que nos faltaba!
Así que, desesperadas ya, decidimos que hablaríamos de nuevo con relaciones internacionales, pero como iban a cerrar, lo dejamos para mañana. Y también hablaremos con cada profesor, a ver si se puede arreglar de alguna manera, con trabajos extra o pidiéndole los apuntes a los compañeros. Ya veremos qué pasa.
Esta noche vamos a ir a ver salsa open air en Place Masséna, y a hacer muchas fotos. Necesitamos relax. Y luego, volveremos, cenaremos y veremos "La piel que habito", que nos la hemos descargado. Una noche de relax, bien tranquila.
Mañana sólo tenemos una hora de clase (eso sí, a las 10 de la mañana, para fastidiar bien), y después de preguntar todo lo que tenemos que preguntar, nos vamos a ir directas para la playa. A relajarnos y tomar el sol, y quizás saquemos alguna que otra foto también, que narices :)
¿Como conclusión de esta entrada? En Francia, todos los Erasmus con los que he hablado están de acuerdo, les dan igual tus problemas. Sobre todo, si no eres francés. Así que cuando lleguéis a la universidad, enteraros bien de todo lo que tenéis que hacer, de las asignaturas, de cómo tenéis que inscribiros, DE TODO. Porque si no, os va a pasar como a nosotras, que parecemos tontas, todo el día de un lado para otro porque nadie tiene la decencia de decirnos las cosas claras de una sola vez.
(Con deciros que un amigo alemán fue a pedir información a un sitio y le dieron TODA la información mal, os lo digo todo. TODA LA INFORMACIÓN ESTABA MAL).
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