Èze

A lo largo de la Costa Azul francesa hay numerosos lugares que bien merecen una postal, siendo uno de ellos Èze. Quizá haya pasado desapercibida para muchos turistas que llegan a esta zona buscando el lujo de otras ciudades cercanas, las playas o la fiesta; sin embargo, te quedarás enamorado nada más pasar sus murallas. Èze conserva su identidad medieval, situándose en lo alto de un acantilado, desde el cual se observa una panorámica única de la costa mediterránea. Para descubrir Èze hay que dejarse guiar por el instinto, fiarse del olor de un jazmín, del color rojizo de una buganvilla o encontrar inundada de sol una callejuela de paredes de la Edad Media. Sus calles generan la sensación de viajar en el tiempo, gracias a lo bien conservadas que se encuentran.  Las numerosas callejuelas empedradas parecen situarte en un laberinto, llegando a pasar por las mismas calles sin darte cuenta. Podemos afirmar que es un museo en sí mismo.

El pueblo esta rodeado por una muralla por la que se accede por una doble puerta del siglo XIV. Al entrar en la fortaleza desembocamos en la Rue Principale, principal arteria del pueblo, en la podemos encontrar varios restaurantes y exposiciones de pintura.

La fachada sobria de la Iglesia Notre Dame de l’Assomption, construida en el siglo XVIII contrasta el interior de la nave, con decorados barrocos y sus pinturas.

En la cumbre del pueblo, a 429 metros por encima del nivel del mar, se alzan las siluetas de cactus y pequeñas esculturas. El jardín Exótico fue creado en 1949 y consta de numerosas especies vegetales como agaves, aloes o cactus entre otros. Aunque yo visité este lugar en un día nublado y en las fotos no se aprecia bien la costa, este jardín ofrece una panorámica de postal.

Antes de entrar la fortaleza, se encuentra el Paseo de Frederic Nietzsche, un sendero rodeado de densa vegetación. Dicen que este famoso filósofo se inspiró en este pueblecito para escribir algunos capítulos de su obraAsí hablo Zaratustra.

Este pequeño pueblo medieval, uno de los más bonitos de Europa, se puede recorrer en un par de horas. No dudes en visitarlo, sin duda te sorprenderá, una isla medieval dentro del glamour de la Costa Azul. Esta etapa suele elegirse como punto de descanso entre Niza y Mónaco.

Buen viaje!

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