Ajoutez deux lettres à Paris... c'est le paradis!

Ya sé, ya sé que mi Erasmus ya se ha terminado... pero nunca viene mal tener un buen planning de viaje al visitar una ciudad, ¿no?

Bueno, pues mis amigos y yo decidimos que ya era hora de visitar París, la "ciudad el amor", que dicen.. ¡y vaya que sí! Después de haber visitado una ciudad tan grande como Roma, y de que no me gustase, tenía mucho miedo de que París tampoco me gustase... Pero ¡wow! menuda ciudad... Es increíble, y para aquellos que no la hayan visto todavía, ¡id, id rápido! Es un lugar increíble que te captura por completo, cada esquina, cada calle, cada parque... te enamora.

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Así que ahí va, lo que nosotros hicimos. Espero que os sirva, aunque he de avisar de que es un viaje de alto rendimiento, y aquellos a los que les guste pararse y admirar las cosas durante horas, ¡esto no es para vosotros!

(He de decir que fuimos seis días y éramos seis personas, así que cada uno de nosotros organizamos un día. Es bastante útil :D)

Primer día

Cogimos el avión a las 7 de la mañana, para llegar al Charles de Gaulle sobre las 9 y estar en el centro de París a las 11. Habíamos cogido un apartamento por el barrio de la Bastilla, ya sé que no está especialmente cerca... de ningún sitio, pero es que París es enorme y nada está cerca de nada. Así que sobre las 11 llegamos al apartamento, dejamos las maletas y salimos rápidamente a comer algo (en el McDonalds, así sin más). Luego hicimos la compra para el desayuno y eso, y nos dispusimos a visitar la ciudad. En primer lugar vimos la Place de la Bastille, y os recomiendo que os fijéis en las paradas de metro, que son de un estilo así muy romántico y naturalista, me encantaron. Después fuimos hasta la Place des Vosges, que al parecer es la más antigua de todo París... Luego fuimos hasta el Hôtel de Ville y el museo Pompidou, aunque no entramos, simplemente paseamos por alrededor, vimos la fuente y disfrutamos un poco del ambiente. Al terminar nos fuimos a la Cinemathéque Française, porque había una exposición de Tim Burton y todos teníamos muuuuuchas ganas de verla. Sin embargo, como probablemente para cuando vosotros vayáis ya no esté, tendréis tiempo para visitar otros lugares. Después volvimos a casa a cenar, ducharnos y dormir para el día siguiente.

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Segundo día

Este fue mi día, y todo hay que decirlo, por votación general llegamos a la conclusión de que fue el más cansado. Lo primero que hicimos fue levantarnos bien pronto para ir a visitar Notre Dame, que está en la Île de la Cité, una de las islas del Seine. Os recomiendo que os pongáis a la cola para subir a las torres, para menores de 26 sale gratis. Probablemente tengáis que esperar cerca de una hora para entrar, pero más os vale ir acostumbrandoos a esperar en colas porque es uno de los deportes favoritos de los parisinos, yo creo que he esperado más colas de lo que he visitado. Una vez hayáis visto las torres (subida no apta para cardíacos o claustrofóbicos, ya que son escaleras de caracol sin muchas paradas y bastante pequeñas), debéis entrar a Notre Dame. Es INCREÍBLE. Mira que he visto muchísimas iglesias y catedrales a lo largo de mi vida, pero wow, Notre Dame es bastante increíble. Después no olvidéis haceros una foto con el Point Zéro, en frente de Notre Dame, el punto exacto desde donde se trazan todas las distancias en Francia. Es curiosa la historia, pero se supone que en ese punto iban los condenados a pedir perdón a Dios, a la sociedad y a los hombres.

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Después, en esa misma isla, fuimos a visitar la Sainte Chapelle. También tenéis que hacer cola, pero merece la pena, es muy bonita. Luego podéis entrar también a la Conciergerie, y deberíais cruzar por el Pont Neuf, que es, irónicamente, el puente más viejo de París (antes se construían de madera).

Después fuimos a ver Saint Sulpice y los Jardines de Luxemburgo, muy bonitos aunque demasiado grandes como para visitarlos enteros. Si tenéis tiempo estaría bien pasar un día ahí. Después fuimos a ver el Panthéon y terminamos la tarde paseando por el Quartier Latin y tomando una deliciosa crêpe de Nutella. Hay cosas interesantes del Quartier Latin, como por ejemplo una librería muy bonita llamada Shakespeare&Co, o una calle super pequeña pero con unos graffitis muy chulos llamada la rue du chat qui pêche, y también la rue du Fouarre donde estudiaban los antiguos estudiantes.

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Tercer día

Este día nos levantamos pronto para ir a ver el Louvre. Os recomiendo que lo veáis rápidamente y que vayáis a lo principal, aunque ya cada uno que haga lo que quiera. Cuando salimos nos hicimos las fotos de rigor con las pirámides, hicimos un poco el tonto alrededor de ellas y luego nos fuimos a comer tranquilamente al Jardín de las Tullerías. Os recomiendo que, para ahorrar tiempo, os llevéis la comida de casa, así no perderéis tiempo en buscar una boulangerie o algún buen restaurante.

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Después de comer fuimos paseando hasta la Opera Garnier y terminamos por visitar la iglesia de la Madeleine (id tapaditas chicas…). Luego paseamos por los Campos Elíseos hasta llegar al Arco del Triunfo, subimos y descansamos arriba con unas vistas increíbles de París al atardecer.

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Cuarto día

Este día era dedicado enteramente a Versailles. Id con tiempo, porque hay una cola de mil demonios. Llevaos la comida, a nosotros nos dijeron que debíamos dejarla en consigna pero con toda la cara nos colamos con ella, así que si podéis entrar con ella perfecto, sino… pues nada. Una vez dentro vimos el palacio lo más rápido que pudimos, y luego salimos a lo verdaderamente bonito: los jardines. Si tenéis más de 24 años podéis alquilar cochecitos, lo que es bastante más cómodo ya que los jardines son enormes. Si no, os recomiendo que tengáis mucha paciencia y vayáis bien preparados para andar mucho, y de vez en cuando daos el gusto de tiraros al césped y descansar un rato.

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Cuando terminamos de ver Versailles volvimos al centro y fuimos a ver la torre Eiffel. Si subís por las escaleras es bastante más cansado pero mucho más rápido, porque no tenéis que esperar mil horas para poder subir en ascensor. Es muy cansado, pero merece la pena, puedes ir parando cuando quieras, haciendo fotos, etc. Una vez bajando, nos comentaron que iban a encender la torre y que no volvía a encenderse en una hora, así que bajamos a todo correr y nos tiramos en el césped de los jardines de Marte para ver la torre brillante y preciosa. Es una de las cosas más románticas y bonitas que he visto en mi vida, nunca lo olvidaré, al igual que no olvidaré lo que es ver París al atardecer desde lo alto de la torre Eiffel. Os recomiendo que, si tenéis tiempo y ganas, subáis a la torre cuando vaya a atardecer, merece demasiado la pena.

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Quinto día

También nos levantamos pronto para ir a visitar las Catacumbas de París. A ver, hay que verlas, aunque les dan bastante más bombo de lo que realmente deberían… Hay que esperar cerca de dos horas y pico para poder entrar, y eso es realmente desesperante, así que si podéis levantaros bastante pronto para ir, mejor para vosotros.

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Después fuimos a ver les Invalides (con la tumba de Napoleón), y el museo Rodin, para ver el Pensador y otras esculturas. Una vez hubimos terminado, bastante cansados por la paliza que nos habíamos dado los otros días, decidimos comprarnos unas cocacolas y unas galletas y nos fuimos a los campos de Marte a pasar el resto de la tarde viendo la torre Eiffel al solecito. <3 Maravilloso e indescriptible.

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Sexto día

Como este era el día que nos íbamos, salimos del apartamento y fuimos a dejar las maletas en la consigna de la Gare du Nord, que era donde posteriormente íbamos a coger el tren al aeropuerto. Cuesta 9. 50 euros por 24 horas, así que si sois varios con trolleys os merece bastante la pena, porque caben todos en una cabina grande. Una vez dejado las maletas, fuimos a ver el Sacre Coeur, al que no me dejaron entrar porque llevaba pantalón corto y camiseta de tirantes, pero había una vista tan buena de París que no me importó lo más mínimo. Además había una pareja de músicos (Presteej), que nos animó mucho la espera (porque un amigo decidió quedarse conmigo como forma de protesta, más mono…).

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Una vez visto el Sacre Coeur bajamos al Moulin Rouge, bastante menos impresionante de lo que parecía… y terminamos paseando por Montmartre y haciendo las típicas compras de turistas. Después fuimos a la estación y nos fuimos a descansar al aeropuerto, con tranquilidad.

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Y este fue nuestro viaje, la verdad, super intenso pero mereció muchísimo la pena. Me ha encantado esta ciudad y le recomiendo a todo el mundo que pueda que vaya a visitarla.

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