Hace ya un tiempo que estoy viviendo en Nitra, Eslovaquia.
Es cierto que he recorrido la ciudad más de una vez a pie, paseando por la orilla de su río (el río Nitra), investigando lugares nuevos (de los que hablo en mis entradas de blog)... Pero este sitio me pareció uno de los más bellos lugares que he visto.
Quizá sea porque soy amante empedernida de la naturaleza, y normalmente no tengo demasiado tiempo para poder disfrutarla como me gustaría, pero os puedo asegurar que este sitio es especial.
Para mí, que no estoy demasiado acostumbrada a hacer senderismo por montañas empinadas, fue todo un reto subir a lo más alto de la montaña de Zobor.
Si yo lo conseguí, cualquiera puede.
Unos compañeros de Erasmus y yo cogimos un autobús desde nuestro dormitorio y nos bajamos en la parada más cercana que encontramos a la montaña.
"Buah, pero si estamos lejísimos. No lo vamos a conseguir".
Paciencia pequeño padawan.
Ya nada más empezar, encontramos con que tenemos que subir unas cuestecillas bastante empinadas, por las que hay varias casas (la gran mayoría con perros que ladran muuuy fuerte ).
La verdad es que es un paisaje muy bonito, ver todas esas casitas con jardín, con árboles... ¡Aish, a mí me encantan esas cositas!
Tras un tiempo caminando... ¡llegamos al sendero quen os llevaría a la cima!
Nada más entrar te encuentras con un bosque que te aleja totalmente de la ciudad, que te transporta a un estado de paz y tranquilidad... Es increíble dejar atrás las casas y meterte de lleno en la montaña. Es como si cambiaras totalmente de ciudad.
Si os gustan los paisajes verdes, boscosos, llenos de pequeños pajarillos cantando alrededor, pisando un suelo mullido de hojas secas... es vuestro sitio.
Conforme caminamos, nos encontramos con una señal. Teníamos dos opciones: coger el camino fácil y más largo, o el camino difícil y más corto.
Obviamente, como inexpertos montañeros que éramos, cogimos el difícil y corto (jajaja).
No voy a mentiros, para mí fue un poco duro, porque al no estar acostumbrada a subir tantas cuestas mi piernecitas me pedían a gritos que me lanzara al suelo y no seguir.
Pero poco a poco, fuimos acercándonos más y más, y la cima estaba tan cerca...
Hicimos acopio de valor, ¡y conseguimos llegar a la esperada meta!
No os podéis imaginar cuánto, CUÁNTO, CUÁNTO mereció la pena. Os puedo asegurar que al llegar allí arriba y ver toda Nitra bajo un halo de nieblina... desde tan alto... es algo para lo que no tengo palabras.
(Os dejo una foto de las vistas cuando estaba anocheciendo)
Eso sí, muy recomendable que llevéis algo de abrigo. Yo fuí en Octubre, y durante la subida es cierto que por el movimiento con una camiseta fina íba muy bien, pero al llegar a la cima eché de menos algo más de ropa (solo me llevé un jersey más y una chaqueta finita).
Espero que no se os haya hecho muy largo el camino, y que haya abierto vuestro apetito aventurero ;)
P.D: Para los amantes del ciclismo, también es posible realizar esta ruta en bicicleta, pero tendréis que usar el camino fácil y largo, de otra manera no podréis pasar con ella.
