En Nantes pasé los últimos 4 meses, llenos de emociones, alegrías y tristezas, con altibajos, pero prefiero refrescar mi memoria con las alegrías que con las tristezas.
Como he mostrado en post anteriores, soy amante de la bicicleta, y por lo tanto me gusta recorrer los países en los que vivo, rodando, feliz. Sin embargo en esta hermosa ciudad que me lo dio todo y a la vez me lo quitó, perdí mi amada y adorada bicicleta.
esta era mi amada bici.
Cómo es posible que en un país desarrollado, de Europa, donde crees que todo es perfecto, te puedan robar la bicicleta? Sencillo: como decimos los colombianos "di papaya" y los franceses (o tal vez inmigrantes) se la comieron y me dejaron sin medio de transporte, me dejaron sin alegría, me dejaron sin un pedacito de mi.
Ese día, domingo de descanso, de tranquilidad, de clima hermoso para pasear en bici, salimos mi novio y yo con el ánimo de hacer un gran recorrido por la ciudad, por el río Erdre y luego por el río Loira, para conocer más el lugar donde estábamos viviendo y de paso pasar momentos muy agradables. Fuimos al jardín japonés, hermoso por cierto, vale la pena visitarlo en las tardes para tener un tiempo de relax.
Al medio día, habíamos llegado al centro de la ciudad y pues teníamos mucha hambre después de haber pedaleado unos cuantos kilómetros. Sin embargo queríamos algo rápido, así que decidimos entrar al amado (no) Mc donalds. no pasó más de una hora en el lugar. Este famoso "restaurante" de comida rápida queda en el centro de la ciudad, cerca de la plaza de comercio. La ciudad es muy concurrida por ciclistas por lo tanto, encontrar parqueadero no es fácil, y menos en fin de semana. Cuando encontramos un sitio para parquear (justo en frente del FNAC), yo, por pendeja, decidí que las amarraramos solo con una cadena porque no nos íbamos a demorar mucho tiempo. Pues gran decisión, BOLUDA!
La ciudad desde la torre de bretaña, otro lugar muy bonito y al que vale la pena ir. Hace un par de meses comenzaron a cobrar la entrada (1 euro) porque además de ser mirador, también es un bar. Pero la verdad el bar no es muy bueno, entonces tuvieron que sacar lucro por otro lado.
Siguiendo con la historia:
Cuando terminamos nuestra deliciosa (no) comida, decidimos tomar un desvío para comprar un café y sentarnos bajo el rico sol de primavera. Éramos tan felices, sonreíamos todo el tiempo. Hasta que se nos desaparecieron las sonrisas, cuando fuimos a buscar nuestras bicis y: DÓNDE ESTÁN LAS BICIS?
Sí, se nos robaron las dos bicicletas! la de él recién comprada y la mía con apenas 5 meses de uso. Desesperación, tristeza, dolor, impotencia, todo nos dio en ese momento. Yo personalmente me sentía morir. Me derramé en lágrimas...no sabíamos que hacer,
En un intento desesperado e inutil por recuperar nuestras amadas ciclas, decicimos ir a la comisaría de policía, donde obviamente tomaron nuestros datos pero no hicieron nada al respecto. Perder bicicletas es muy común en Europa. Y acá tienes que comprar un candado más grande, caro y pesado que la bici si no quieres que te la roben.
Después de pasada la tragedia y enterradas las tristezas, lo mejor era seguir el consejo de esta cafetería que se encuentra en la plaza de comercio: si la vida te da limones, cambiálos por café. Y eso hicimos...
