Nantes. Primeras impresiones

Este sábado me acerqué por primera vez a conocer Nantes desde Saint Nazaire. Era simplemente una vuelta de reconocimiento por la ciudad, para visitar los puntos más conocidos y saber la impresión que me causaría, y era solo así que no tenía que hacer más caso que a mis piernas. Fui con una mujer que había puesto un anuncio de “covoiturage”, a eso de la 13h de la tarde, y estuve allí hasta las 19h, que cogí un tren de vuelta a Saint Nazaire. A mi llegada, lo primero que hice fue acercarme al centro de la ciudad, para darme una vuelta por las principales calles y ver el ambiente en le que se movía la ciudad. Me acerqué a la “Place du Commerce”, a la “Place Royale” y a la “Place Graslin” y puede comprobar que hay mucho movimiento por todo el centro, las principales calles comerciales estaban hasta arriba de gente y aunque el día no era ni mucho menos soleado, la gente parecía que se había tirado de cabeza a la calle. Después de darme una vuelta por todo el entramado de calles peatonales del centro, me dio por irme a ver el famoso elefante mecánico, que está en la isla de las máquinas. Fui a pie, podría haber cogido el tranvía, pero no está tan lejos del centro y si vas a conocer una ciudad, que mejor manera de hacerlo que paseando por ella. De camino me encontré una especie de galería donde se rendía homenaje a los que lucharon por la abolición del esclavismo y a otros que lo sufrieron. Era como un museo donde se explicaba la historia, cusas y consecuencias de dicho fenómeno.

Una vez llegué a la isla de las máquinas y vi el elefante mecánico, estuve investigando un poco sobre lo que había allí, ya que no tenía intención de entrar a ver el museo que hay allí, lo dejo para otro día. De vuelta al centro, por supuesto a pie, me encontré con lo que parecía y resultó ser un museo, el museo de la imprenta. No es nada del otro mundo la verdad, deja mucho que desear. Se supone que es para verlo en grupo y que te hagan una especie de demostración de cómo funcionan o funcionaban las diferentes máquinas utilizadas en las imprentas de todo el mundo desde su invención. Yo llegué solo y el circuito ya había comenzado, así que me metí con el grupo que estaba allí y a los 20 minutos acabé por salirme del aburrimiento que me estaba entrando. El precio no es prohibitivo, son 3,5€ solamente, pero la verdad es que no merece la pena.

De vuelta a las calles del centro, me encontré que en frente de un famoso centro comercial de Nantes, la “Galería Lafayette”, (creo que hay más por toda Europa), en una calle muy transitada y llena de tiendas, había un grupo de música animando toda la rue. Era una especie de charanga y le daba un toque positivo a todo aquello. También entre por esa zona, en otra galería que tenía dos plantas, pero estaba llena de gente y encima estaban en obras, por lo que me salí rápidamente.

El último paseo que me di antes de coger el tren de vuelta a Saint Nazaire, fue para visitar el Castillo de los Duques de Bretaña, que está situado entre el centro y la estación, por lo que me vino de lujo. No entré al museo para no entretenerme demasiado, pero me di una vuelta por las alturas del castillo, me recorrí todas las almenas, subí y bajé escaleras y acabé con agujetas, (y esto no es broma), paro este si que mereció la pena y además está abierto al público y puedes acceder sin ningún problema.

Para la próxima que me acerque, tendré que hacerme un planing algo más detallado para seguir conociendo esta bella ciudad del noroeste de Francia a así cuando reciba alguna visita podré hacer bien mi papel de guía. ;D

Un saludo.

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