I Visita por Navidad a Nantes
El 7 de Diciembre del ya año pasado, nos acercamos a Nantes algunos de mis compañeros Erasmus y yo. La idea era, que por la mañana iríamos a darnos una vuelta por el “marche Nöel”, una especie de mercadillo de navidad, que estaba situado en pleno centro de Nantes, (en la place Royal). Para por la tarde habíamos comprado entradas para disfrutar de un partido de Rugby de la Heineken Cup o lo que es lo mismo, de la copa de Europa de Rugby. Pero vamos por partes.
El viaje desde Saint Nazaire a Nates, ida y vuelta abierta, nos salió por unos 16€ a cada uno. Lo primero que hicimos nada más llegar a las estación de tren de Nantes fue acercarnos dándonos un paseo a las calles del centro de la ciudad, donde debido a varios factores había mucho más ambiente que de lo normal. Ya en las calles que desembocan en la plaza central, había gran cantidad de puestos donde se vendía de todo, pero lo que más se veía eran artesanías, libros, complementos de vestir y cosas por el estilo. Las calles estaban rebosantes de gente que seguramente llamados por “el espíritu navideño”, que a esas alturas ya empezaba a aflorar, invadieron todo el centro de Nantes. A este llamado “espíritu navideño”, había que sumarle naturalmente el echo de que era fin de semana, (sábado), y también que los aficionados de los dos equipos de rugby que habían llegado a Nantes a ver el partido estaban todos aprovechando el día para conocer la ciudad. De los dos equipos que iban a jugar el partido, ninguno era de Nantes. Uno había llegado desde París, atrayendo a numerosos aficionados desde la capital, el Racing Metro 82. Y el otro, era un club de Londres, los Harlequins. Con la afición de los Harlequins, se había trasladado hasta Nantes una banda de percusión que le daba aun mucho más ambiente a las calles de la ciudad.
El la plaza central, ya si que no había un metro cuadrado de espacio libre. La fuente que hay en el centro de la plaza, estaba totalmente rodeada de puestos en su mayoría de cosas de comer, dulces típicos, bebidas, puestos de bocadillos… Nosotros y debido a que ya iba llegando la hora de comer, aprovechamos la situación y el lugar y nos comimos unos bocadillos que estaban hechos con una especie de carne ahumada con una salsa con diferentes verduras, que según nos dijeron era típica del norte de Francia. Par acompañar la “trompeta” y hacerla pasar por el gaznate, pedimos unos vasos de vino caliente, sí, caliente no me he vuelto loco, que cosas de la vida, parece estar muy solicitado por los países del noreste de Europa, según me dijo una compañera Alemana. El caso es que todo estaba de lujo. Hacía un poco de frío pero el vino caliente nos hizo entrar en calor rápidamente y por si quedaba alguna parte fría nos compramos unos crepes con chocolate caliente.
El caso es que comimos en pleno mercado, nos dimos una vuelta por allí, degustamos numerosos dulces que ofrecían los comerciantes, castañas, galletas, bollos, caramelos, quesos… Nos pusimos hasta las botas. Una vez estábamos hasta arriba y viendo que las hinchada de los equipos que iban a jugar el partido ya no estaban por el centro, nos fuimos despidiendo poco a poco de aquel aquelarre de la gula y nos acercamos a la parada del tranvía que estaba más cercana y con un gran número de aficionados, pusimos rumbo a la “Beaujoire”, el campo del Nantes donde veríamos el partido entre el Racing Metro 82 de París y los Harlequins de Londres…
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Comentarios (3 comentarios)
Adri P hace 10 años
El mercado de Navidad merece la pena, aunque sea solo por probar todo lo que te dan a degustar por los puestos de la plaza central.
Inés Lotero hace 10 años
Y... habría muchos adornos navideños, supongo.¡A mí me encantan ese tipo de mercados con el ambiente navideño! En Madrid le hay muy bonito y supongo que en todas las ciudades europeas.Yo no podría irme de allí sin comprar nada.
Adri P hace 10 años
Lo malo son los precios!!