Excursión a Nancy

Cogimos un bus de la compañía Flixbus por unos 10€ ida y vuelta a eso de las 11 de la mañana. ¿Duración del trayecto? Aproximadamente dos horas. 

Nos llevamos unos bocadillos para el viaje ya que estamos bien adaptados al ritmo de comidas francés, y a eso de las 12:30h ya nos van rugiendo las barriguitas.  Además, entre bocadillo, pataticas, fotico por allí, video por allá, jijís y jajás, el viaje se hizo mucho más ameno. 

Aunque sabíamos desde bien temprano que el tiempo no nos iba a acompañar ese domingo, no esperábamos que hiciera tanto frío. A pesar de ir bien envueltos y enrolladitos en capas y capas de ropa, el fresquito se metía por cualquier sitio para congelarnos los huesos.

Al bajar del bus, lo primero que nos encontramos fue esta maravillosa (xD) puerta de Sainte-Catherine en la que no nos paramos más de 30 segundos porque entre el frío y lo sosica que era, el cuerpo nos pedía seguir moviéndonos. 

Y na', solo hay que andar unos cinco o diez minuticos para llegar a la famosísima plaza de Nancy, también conocida como la Plaza Stanislas. En la plaza está el Museo de las Bellas Artes, el Ayuntamiento, el Hotel de la Reina, el Teatro de la Ópera y este maravilloso arco. Este sí, un poco más maravilloso que la puerta del principio. Y bien, pues esta fotico nos la tomó un simpático viandante portugués que se ofreció amablemente a inmortalizar el momento delante del arco. Tras un rato hablando con el hombre, (en portugués, porque a él se le metió en la cabeza que sabíamos portugués por ser españoles), nos dimos cuenta que no nos hizo la foto tan de gratis, sino que aprovechó para soltarnos una charla bastante "spam" sobre una exposición de energía o algo así que estaba organizando en la plaza. También nosotros muy amablemente, le dimos largas y continuamos nuestra maravillosa (xD) excursión por el Parc de la Pepinière.

Y bueno... ¿qué puedo decir de un parque? Era bastante grande, sí, y bastante bonico. Había puestos de crêpes y gofres por todas partes, y un restaurante de comida rápidilla bastante caro, en el que nosotros, por supuesto, entramos para que nos sacaran un riñón ya que vamos muy bien de dinero jeje. Todo sea por refugiarse de la lluvia. 

Después de dos horas o así en el restaurante de lujo, decidimos salir a dar una vuelta, más que na', por ver algo, porque "ya que hemos venido"... Y así fue como llegamos a una maravillosa (xD) bola espejo que estaba en el suelo, y ¿cómo no? pues me hice un selfie, igual de maravilloso que la bola.

Además, encontramos una iglesia y sitios random que os dejo en las fotos abajo.

¿Lo mejor del día? Yo diría que una librería gigante que encontramos abierta, en la que pasamos casi más tiempo que en ningún otro sitio. 

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