Dinant es ese pequeñito pueblo del sur de Bélgica pero con un encanto sobrenatural que para pasar una tarde por sus calles y conocer un poco de su historia, no está nada mal. Tiene 12.500 habitantes y es una ciudad histórica situada espectacularmente a lo largo de impresionantes acantilados de piedra cerca de la confluencia del río Mosa y el río Lesse. La región de Dinant es el corazón turístico de Valonia, con Dinant sirviendo como su eje principal.
Dinant era la ciudad natal de Adolphe Sax (1814-1894), el inventor del saxofón y por ello la ciudad ha tomado bastante renombre a nivel mundial. Se cerveza local es la Leffe, que lleva el nombre de la Abadía de Leffe en Dinant, es una de las cervezas belgas más conocidos en todo el mundo y muy consumida habitualmente por nosotros los estudiantes erasmus. Para llegar allí debemos tomar el tren en cualquier de las 3 estaciones de Bruselas y tardaremos aproximadamente hora y media. Mucha gente aprovecha, como hice yo con unos amigos, en visitar Namur y Dinant el mismo día ya que están a muy poca distancia de separación.
A pesar de su pequeño tamaño, Dinant tiene una historia muy varraigada. Vamos a conocer un poquito más de ella...
Dinant lleva en pie desde la prehistoria, desde la división del Imperio Carolingio, y durante los siguientes 900 años, Dinant fue un enclave del Principado de Lieja acostado justo en el medio de lo que se convertiría en la Borgoña, entonces Habsburgian en los Países Bajos. Esta posición estratégica fue la fuente de innumerables conflictos con el Marquesado de Namur y el Condado (más tarde Ducado) de Luxemburgo. Por esta razón, la región de Dinant tiene más fortalezas medievales que cualquier otro lugar. El nombre de la ciudad proviene de la palabra celta "Divo-Nanto" que significa valle sagrado.
Durante la época romana, la región de Condroz donde se encuentra Dinant tenía la mayor densidad de las villas galo-romanas en Bélgica. San Materno, el primer obispo de Colonia, estableció un oratorio en Dinant a principios del siglo IV.
Los francos acuñaron monedas en Dinant desde el siglo VI, una actividad que fue perseguida hasta bien entrada la Edad Media. San Monulph (549-597), séptimo obispo de Tongeren-Maastricht y fundador de la Iglesia de Lieja, nació en Dinant.
En 870, el Tratado de Meersen dividió el Imperio Carolingio entre Carlos el Calvo de los francos del oeste y Luis el Germánico de los francos del este, dividiendo Dinant en dos partes: una destinada a la provincia de Namur, y la otra al Obispado de Lieja.
Bajo el emperador Otón III (980-1002), Dinant estuvo exento del impuesto sobre los bienes vendidos en los mercado. La ciudad aprovechó este momento y se especializó en la producción de cobre, conocida a este día como dinanderie. Los caldereros de Dinant se convirtieron en los más famosos en el valle del Mosa.
Los vikingos daneses invadieron y saquearon la región en el siglo IX, lo que provocó la creación de las primeras fortificaciones. La primera mención escrita del castillo en el acantilado por encima de la ciudad (donde la ciudadela se ubica actualmente) data de 1040, cuando fue reconstruido por Nitard, príncipe-obispo de Lieja.
El emperador Enrique IV (1050-1106) confirió la mayor parte de los derechos sobre Dinant al Principado de Lieja, pero el condado de Namur mantuvo algunos de ellos. Dinant se convirtió en uno de los 23 Bonnes Villes ("Buena Localidades") del Principado de Lieja.
El viejo puente de Dinant fue destruido por una inundación en 1573 y reconstruido al año siguiente. La peste y el hambre acabó con la mayoría de la población local en la década de 1500. Fueron muy malos tiempos para esta localidad.
La Contrarreforma trajo una nueva ola de órdenes religiosas en la ciudad: los Carmelitas en 1605, los jesuitas en 1608, los capuchinos en 1613, y las ursulinas en 1625. La economía se vio seriamente perturbada por la situación política en los Países Bajos en el siglo XVII. Las ambiciones de Luis XIV expansionistas condujeron a la captura de Dinant en 1675, y su incorporación a Francia por el Tratado de Nimega (1678). El Tratado de Rijswijck (1698) volvió a incorpoar Dinant al Principado de Lieja.
En 1789, los ciudadanos del Principado de Lieja comenzaron una revolución a gran escala contra la dictadura episcopal. Los revolucionarios franceses fueron recibidos como hermanos, y el territorio de la Bélgica moderna anexado a Francia en 1792. Los franceses reorganizaron la región, y Dinant se convirtió en una capital de distrito dentro del departamento de Sambre-et-Meuse, precursora de la actual provincia de Namur.
En agosto de 1914, la división del ejército imperial alemán marchó por encima del valle del río Mosa, a fin de romper las líneas francesas. El presidente francés de la posguerra, Charles de Gaulle, que era un subteniente de la época, fue herido en la batalla de Dinant, su primer enfrentamiento militar. De Dinant, 674 habitantes fueron ejecutados sumariamente por las tropas imperiales alemanas.
Entre sus lugares de atracción rutística destacan la Colegiata de Notre Dame, la cual en 938, Richer, obispo de Lieja, la transformó en abadía. Después de varios años de destrucción, entre 1228 y 1467, La Colegiata de Nuestra Señora fue finalmente reconstruida en 1471-1472 y su techo de bulbo se añadió en 1566.
Otro de los atractivos es la ciudadela de Dinant, situada por encima de la ciudad y construida en 1820, aunque las fortificaciones anteriores que datan de 1051 fueron destruidas por los franceses en 1703. Esta Ciutadella jugó un papel muy importante en la lucha contra las tropas invasoras alemanas en 1914. Son 420 escalones tallados en roca los que se han de subir hasta llegar a la cima para poder contemplar una panorámica del pueblo desde arriba. Sin embargo para los más perezosos, también existe el teleférico.
La fábrica de la cerveza Leffe como mencioné antes, es otra visita imprescindible en Dinant. La cerveza fue elaborada por los monjes desde 1240. Por supuesto, es producido industrialmente en la actualidad para hacer frente a la demanda internacional.
La abadía de Leffe fue fundada en 1152 por los Norbertins Fiars, discípulos de San Agustín. Fue reconstruido en los siglos XVII y XVIII, saqueado por los revolucionarios franceses en 1794 y restaurada a partir de 1931. Está abierta solo los miércoles, sábados y domingos de los meses de verano junio, julio y agosto y las visitas comienzan a las 15:00.
La "Grotte La Merveilleuse", es un verdadero espectáculo de cueva en plena Bélgica. Magníficas cascadas y estalactitas se contemplan en su interior. La entrada de la cueva se encuentra a unos 500 metros de la estación de tren de Dinant y está abierto de abril a mediados de noviembre y cuesta 5€.
Si esto os parece poco, otras ofertas del pueblo son "Les Bains de Dinant", un nuevo centro de spa abierto recientemente, los clubs nocturnos de Jazz donde se aprecia la música en directo con el instrumento que lleva como insignia la ciudad: el saxofón, o una excursión por el río Mosa que se puede hacer previa reserva en barco o en kayak.
Y ¡como no! Obligado probar la galleta "couque" de Dinant, elaborada con harina de trigo, miel y azúcar. La cocción se realiza a temperaturas muy altas, lo que permite alcanzar la caramelización de la miel en muy poco tiempo, cuando se enfría, la galleta se endurece como un caramelo, y eso es lo más curioso de la galleta... vais a tener que realizar un gran esfuerzo para morderla y masticarla!! Pero está riquísima. El mejor sitio para adquirirlas es la pastelería Jacobs, donde además las podréis encontrar en distintos tamaños y con distintos dibujos tallados en ellas, una tradición familiar más de Dinant.
Además, Dinant acoge cada cuatros años la "Competición Internacional de Adolph Sax", un concurso donde músicos de todo el mundo participan con sus saxofones para llegar a la final que tiene lugar en la Colegiata.
Seis de ellos los finalistas, a punto de ser galardonados, realizará dos conciertos, acompañados por Het Kamerokest de Brujas. Uno de los dos conciertos es una obra del repertorio existente; la segunda es una obra encargada especialmente para la competición por la Asociación Internacional Adolphe Sax.
Precisamente, la ciudad que vio nacer a Adolphe Sax y la capital belga le rindieron homenaje cuando se cumplieron, el pasado año 2014, 200 años de su nacimiento, con una agenda de actividades que revelaron las múltiples facetas de este músico y que se prolongaron hasta finales de año. Es por ello que en mi visita a Dinant pude observer como absolutamente todo estaba decorado con figuras de saxofones. Las luces de las calles y sobre todo el puente, con saxofones decorados por obras de artistas de diferentes países. Por supuesto no faltaba el saxofón decorado con la bandera de España.