Coato de Totana

Recuerdo cuando en un punto de esta travesía mal narrada que es mi blog, creí que tenía una oportunidad de ganar el concurso, porque al final uno siempre hace las cosas esperando algo a cambio, aunque luego diga que no. Yo esperaba, pues, publicar cientos de entradas, tener miles de lectores y ganar así de fácil el dinero del premio. Ahora me hace gracia toda esa avaricia, sobretodo porque mi última entrada fue hace meses; desde entonces he viajado a Granada, Londres, (Bedford) y Oxford, pero no es de eso de lo que quiero hablarles sino de Totana.

No es que en Totana con sus 2600 habitantes y sus 3 mil hectáreas de territorio (datos inventados) haya mucho que ver, pero está Coato, una cooperativa que procesa productos hortofrutícolas de la región, traducción: hacen almendras tostadas, pimentón y aceite de oliva ¿Hay algo más español que eso? 

La gente de Coato amablemente nos mostró sus instalaciones y nos dejó meternos, como el dicho popular, hasta la cocina. Ahí pude ver la maquinaria con la que hacen el aceite de oliva  y los tanques de 50 mil litros donde se guarda ese oro líquido, también nos explicaron cómo se hace el pimentón, que es un pimiento seco y molido que se usa como especia y es bastante común aquí. Es fácil volverte fan del aceite de oliva extra virgen porque no es como ningún otro, su elaboración no requiere solventes ni químicos agresivos como otros aceites refinados, para obtenerlo básicamente hay que aplastar las aceitunas y eso es todo, claro que hay algunas operaciones adicionales para lograr la apariencia del aceite que conocemos, pero pueden confiar en mí cuando les digo que es un producto totalmente puro. Incluso uno de los expertos que nos habló sobre él ,dijo que le parece una grosería llamarlo aceite y clasificarlo con los demás de oleaginosas (como el aceite de girasol), para él la forma más correcta de llamarlo sería "alimento de oliva". 

El pimentón también es algo básico en la gastronomía española, en esta planta reciben exclusivamente el pimiento seco de productores de la región de Murcia porque tienen la denominación de origen, a estos chiles (yo le digo chile al pimiento) se les elimina parte de las semillas, se trituran y después se muelen entre dos piedras circulares que giran, pero lo sorprendente es que deben pasar 6 veces por ese molino para que quede al final un polvito muy fino.

Yo no podía sentirme menos que en un capítulo de "así se hace" de Discovery Chanel, aunque he de decir que no es mi primera vez en una fábrica de este tipo, en México me llevaron a varias visitas junto a mis compañeros de carrera y pude ver cómo se hacen los productos de pollo, los cítricos envasados, los vegetales ultracongelados y hasta el tequila.

No sé en el resto del mundo, pero en mi país se acostumbra pensar que más allá de nuestras fronteras, todos son mejores. Creemos que como país en vías de desarrollo es casi un deber sentirse inferior respecto a los países desarrollados. Así que como ingeniero en alimentos, cruzas el océano esperando que tus compañeros de clase sepan seguir las normas de seguridad para entrar a una planta, que entiendan la importancia de ponerse bien la cofia para evitar contaminar los alimentos, que respeten a la persona que está hablando, que no vayan riendo y parloteando durante todo el recorrido, que no se coman una almendra de la línea de producción.

Lo de la almendra fue como la gota que derramó el vaso, por sentido común sabes que no debes tocar nada cuando te dejan entrar al área de producción, ni acercarte más allá de lo que te indican, mucho menos tomar con tus manos sucias y maleducadas un alimento que se está procesando. Pero aquí el sentido común debe ser diferente, lo sé porque tampoco fueron capaces de callarse mientras los guías nos daban la explicación en distintas áreas de la empresa.

Aun con esos disgustos traté de disfrutar lo más posible mi visita y lo logré. Salí maravillada de las cosas tan deliciosas que hacen en Coato y que por supuesto llevaré a México como un rico souvenir. Un consejo: si algún día van a Totana o a Lorca (aunque lo dudo porque como dije no hay nada que ver) tienen que comprar una torta de pimentón, de verdad es la cosa con más sabor que he probado en un buen tiempo y sólo de pensar en ella se me hace agua la boca.

A lo mejor hubiera sido más interesante contarles sobre Londres o sobre Granada, ciudades para las que la palabra asombro no es suficiente, pero ahora que me he resignado a permanecer en el lugar 200 del ranking de este concurso, puedo escribir con libertad acerca de lugares que aunque menos atractivos, forman parte del día a día de un estudiante de intercambio.

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