Carnavales de Dessenheim y Rustenhart

Los carnavales de Dessenheim y Rustenhart son dos de los más famosos del sur de Alsacia. En sus salas de fiesta se reúnen miles de personas cada año para celebrar el evento. No empieza hasta las ocho de la tarde, pero hay que estar antes de las siete en la puerta para tener la suerte de comprar la entrada ¡y la cola es larga! Los precios del primer día de Carnaval oscilan entre los 4 y 6 euros pero los siguientes cuestan 9 euros. Parece caro, sí, sobre todo sabiendo que las bebidas se pagan aparte, ¡pero merece muchísimo la pena! Por lo general, los fiesteros vuelven más tarde tras haber comido y un poco achispados, cuando hay más gente y la fiesta ha empezado de verdad.

Todo el mundo se disfraza, sin excepción (y si alguien no lo está, lo mirarán mal). Están los disfraces clásicos de abeja o mariquita. En el mundo de los dibujos animados, Blanca Nieves es una opción recurrente y, algo más moderno, Mérida de Brave (si eres una bonita pelirroja). Si vas en grupo con tus amigos, podéis elegir un tema común, como hicimos nosotros. Yo iba de Falbalá, una amiga pelirroja de Astérix y un amigo que está un poco rellenito de Obélix.

Aunque participamos en el concurso de disfraces, no ganamos. Hay mucha competencia con los Daltons, los Minions, los M&Ms y los pingüinos. Lo más original que he visto en los últimos cuatro años de carnavales, han sido los ambientadores de pino. Ya sabéis, esa cosa que se cuelga en el coche para que huela bien, ¡pero en gigante!

Al mirar los disfraces, piensas que todo es posible, imaginable y realizable. De los más prácticos a los más estrafalarios para poder resaltar en la multitud, algunos realmente piensan en el precio y el honor de pasar un breve momento en el escenario. Además, no hay que olvidar la elección de Miss Carnaval. Muchas chicas jóvenes se presentan y son elegidas por el público, pero una vez más, es difícil pasar con el papelito del voto por toda la gente que hay, y suele ganar la que tiene un club de fans más grande y muchos amigos.

Las elecciones fueron un detallito de la noche, ya que solo piensas en bailar todo el rato gracias a los grupos "chorus" o "challenger" que incendiaron el local hasta las 3 de la madrugada. Pasé de la abeja Maya a una colegiala, a un jardinero o incluso a un hawaiano, con un solo deseo: estar de fiesta la noche entera para conocer gente. Si vives por la zona o estás de visita por estas fechas, ¡no te puedes perder la fiesta!

Por otra parte, como he dicho antes, la mayoría van borrachos y es una noche de alcohol por un tubo. Beber o conducir, hay que elegir, hay policías en la puerta haciendo controles y vigilando por si hay peleas (que por desgracia, hay) pero los más listos atraviesan el descampado para que no les pillen.