DIA 1 - comienza el viaje. Para hoy tenemos previsto visitar:
- La fábrica del queso Gruyères.
- El pueblo de Gruyères.
- El castillo de Chillon.
Última parada del primer día de viaje, el castillo de Chillón.
Continuamos el viaje hacia este espectacular castillo, en el lago Lemán. Nosotros no teníamos mucho más tiempo ya que queríamos llegar a Täsch para pasar la noche (y a las 17:00h ya apenas hay luz en esta época del año).
Desde Gruyères hasta el castillo de Chillón hay unos 45 Km y se tarda unos 40 min por autopista. En vista de que acabamos mucho antes de lo esperado, había leído que ir por nacional era mucho más bonito, y desde luego no defrauda. Cogimos el primer tramo de autopista y llegando al lago Leman, nos desviamos para recorrer la orilla por nacional hasta llegar al castillo. Toda la zona de Montreux, a orillas del lago, es súper bonito. Y eso que nosotros solo lo vimos de pasada.
Por esta zona, la gente habla fenomenal de Lausana. Si tenéis tiempo, quizá podríais interesaros por ella, parece que verdaderamente merece la pena.
Dicen que este castillo de Chillon, es el más espectacular de Suiza, y la verdad es que no defrauda. Incluso para mí, que tengo cero idea de arquitectura, la visita interior es preciosa, pero la palma se la llevan las vistas desde el islote en el que se encuentra el castillo. O incluso las vistas desde la carretera, dese donde se ve el edificio adentrándose en el lago.
HISTORIA:
El castillo de Chillon, se ubica a orillas del Lago Leman, en el cantón de Vaud.
Este castillo es la suma de reformas durante muchos años, cambios que aún perduran hoy en día, buscando la mejor restauración posible del castillo (como ellos indican, tratando siempre de conservar lo más fielmente los planos originales). A veces por cambio de propietarios y a veces tras accidentes que estropearon la infraestructura. Se dividen en tres periodos principales desde la época medieval, entre los siglos XII hasta hoy: el periodo saboyano, el periodo bernés y el periodo valdense. Cada uno de los cuales tiene diferentes salas dedicadas en su interior a explicar el porqué de su importancia y sus puntos más característicos (costumbres del día a día, características artísticas…).
Debido a su situación tan característica, su proximidad a la ciudad de Montreux y a las constantes labores de restauración, todos estos factores se suman para darle la popularidad de la que goza hoy en día: ha llegado a recibir más de 300.000 visitantes en la actualidad. Y es que el buen estado en el que se conserva, permite trasladarse en el tiempo e imaginarse el estilo de vida de la época medieval.
Es interesante saber, que además de residencia en los diferentes periodos, el castillo fue conquistado por los suizos de Berna en 1536, y por más de 260 años, esta fortificación sirvió no solo como fortaleza, sino también como arsenal y prisión.
A pesar de no estar situado en el punto más alto, su situación le permite igualmente estar protegido, ya que se ubica en un islote rodeado por agua: un islote ovalado de 100 por 50 metros aproximadamente, y donde el punto más alto del castillo se ubica a 25 metros de altura. Además, esto mismo le permitía ser un punto estratégico para controlar el tráfico entre distintos puntos de Europa (debido a su situación entre la frontera con Francia y la posibilidad de controlar el tráfico por agua).
Por otro lado, un conocido poeta británico, Lord Byron, se inspiró en este castillo y sus interiores para algunas de sus obras, como “Le prisonnier de Chillon”. Quizá esta sea la obra más famosa, pero el castillo sirvió de inspiración a muchos otros artistas del periodo romántico como el conocido novelista Alejandro Dumas, el escritor francés Víctor Hugo y Gustave Glaubert.
EVENTOS.
El castillo además brinda la posibilidad de celebrar eventos privados, ambientados en una época antigua: actuaciones, trajes, escenarios… Justo cuando nosotros finalizábamos la visita, vimos como dentro se estaba preparando todo el espectáculo: la gente vistiéndose de época, preparando el gran comedor, ambientando los lugares públicos del castillo… y ya cuando nos íbamos llegaba un montón de gente vestida de celebración. ¡Tenía muy buena pinta!
Además, el castillo de Chillón tiene muy próxima una playita que es pública durante el día pero a partir de las 21:30 h y hasta media noche, pasa a ser de uso exclusivo para celebrar cualquier evento. Supongo que eso era lo que había cuando nos íbamos, una celebración privada cuyo escenario era el maravilloso castillo (lo único que les fallaba un poco era el tiempo nublado y lloviznoso).
ACCESO.
El castillo está rodeado por un foso, como si una continuación del lago se tratase. Sin embargo, tiene una comunicación directa por tierra a través de un puente, donde se conservan restos de la maquinaria que anteriormente servían para el funcionamiento del puente levadizo.
Si vais en coche, no podréis entrar dentro, ya que es zona reservada para los trabajadores del castillo. Sin embargo fuera, siguiendo la carretera que lleva a la entrada del castillo, puede verse durante todo el recorrido en frente del castillo, zona azul de aparcamiento, por lo que si teneis el disco azul del que os hablé, podéis aparcar gratuitamente y sin problema. Incluso si quisierais salir porque la visita dura mas de una hora, no habría problema ya que está justo en frente (consultad únicamente si podeis volver a pasar la entrada).
La visita desde luego merece la pena. Y eso que yo no soy gran fan de ver el interior de los edificios ya que no esntiendo mucho de arquitectura. Pero éste esta verdaderamente bien conservado y con paneles muy explicativos para trasladarte a la época que te muestran.
Si no quisierais pagar la entrada, podéis entrar igulamente por el puente que comunica el islote con la carretera. A la entrada del castillo hay una perqueña cafetería y ujna tienda de souvenirs, por supuesto dedicda a suiza y al castillo. Además, podeis descender hasta las pasarelas de madera que hay a nivel del lago, desde donde las vistas son brutales (y para los amantes de las fotos y el postureo, es un escenario fantástico. Sobre todo si vais al atardecer, os ofrece unos juegos de luces muy interesantes).
Después de esta fantástica visita, nos dirigimos hacia Täsch para pasar la noche en el Alpen Hotel, situado a 1h 45 minutos aproximadamente. Elegimos este pueblo para poder aparcar el coche y desentendernos de el, para pasar el próximo día en Zermatt. Cuando salimos del castillo ya era completamente de noche, asíque de camino a Täsch no pudimos apreciar mucho el paisaje.