Como ya sabemos, Montreal es una ciudad llena de diversión y entretenimiento. Museos, parques, cafeterías y fiestas. ¡Solo de pensar en todo eso me canso! Siempre que voy a Montreal, salgo de fiesta. Además, fiesta de la buena. Dicho esto, necesito un día de paz y calma. Necesito dormir, relajarme, sacar todo el alcohol de mi cuerpo y volver a la normalidad.
Os estaréis preguntando todo se consigue hacer todo esto de una. Bueno, ¡no os preocupéis! Yo tengo la respuesta. Dos palabras, Bota Bota.
Sinceramente, este es uno de los mejores balnearios de Canadá a los que he ido. Me encanta. Siempre que voy a Montreal paso un día o una tarde en Bota Bota.
Está situado en el precioso e histórico Viejo Puerto de Montreal. Incluso llegar al sitio andando por este antiguo lugar es relajante. Se tarda un poco en llegar si vas andando, pero tampoco es para tanto.
El balneario está en el agua, así que es mejor llegar andando por el muelle.
Se supone que Bota Bota tiene que parecer un barco, ¡incluso los empleados llevan camisas a rayas! ¡Es súper mono! Los recepcionistas son muy amables. Registrarse es fácil y rápido. Los precios no están nada mal. Un circuito acuático de una duración de tres horas cuesta cincuenta y cinco dólares canadienses (38 €) durante los días de semana. Los circuitos por la tarde de los días de semana son incluso más baratos. Los precios suelen aumentar los viernes, sábados y domingos, pero no suelen sobrepasar los sesenta y cinco dólares canadienses (44 €).
Ese precio solo incluye los circuitos acuáticos. Pero, también puedes añadir un masaje o un facial por un coste adicional si quieres. ¡Hay paquetes para todos los gustos! ¡Qué no te de miedo darte un capricho!
El precio también incluye una toalla, un albornoz y una taquilla para guardar tus pertenencias. El balneario tiene cuatro plantas.
En la primera planta están las taquillas.
En la segunda planta están los sofás y las zonas de descanso. Además, también hay un restaurante y un bar, con unas maravillosas vistas al agua, al Viejo Puerto y al centro de Montreal. En esta planta, también hay una habitación de cristal con hamacas colgadas del techo. Es el lugar perfecto para echarte una siesta con vistas al agua. Aunque me encanta Bota Bota, te recomiendo no comer ni beber allí. Las porciones de comida y las bebidas son muy pequeñas y muy caras.
En la tercera planta empieza la diversión. Hay un jacuzzi al aire libre, con vistas al centro de la ciudad. Al lado hay sillas para tomar el sol. Dentro hay una sauna gigante con una ventana con vista al centro. También hay una sala de vapor. Hay una bañera de agua fría, es una parte importante del circuito acuático. Está helada, ¡pero después te sientes genial! También hay unas pequeñas ventanas redondeadas donde puedes sentarte, disfrutar de las vistas o dormir. También hay hamacas.
La cuarta planta es más pequeña, con menos gente, pero igual de divertida. Hay otro jacuzzi al aire libre con vistas a Habitat 67 y a Longueuil, Quebec. Pero está más alto, así que hay mejores vistas. También hay una sauna y un baño frío.
Intenta pasar un día o una tarde en el balneario, vale muchísimo la pena. Te vas de allí totalmente descansado.
En el balneario tienes que estar en silencio o como mucho susurrar. Esto ayuda a mantener un ambiente de calma. Hay una música tranquila sonando por todo el balneario. El lugar en sí huele a incienso de menta y lavanda, para calmar los nervios.
Ir a este balneario es una gran experiencia, tanto durante el día como por la noche.
Si nunca antes has estado en Montreal o en Bota Bota, te recomiendo que vayas durante el día, para disfrutar mejor de las vistas.
Si ya has visto el maravilloso horizonte de la ciudad de Montreal, deberías ir por la noche, justo antes del atardecer. La ciudad es preciosa de noche. Los jacuzzis están iluminados con luces LED que van cambiando de color. Es una experiencia increíble.
Bota Bota está abierto durante todo el año, para poder disfrutar del balneario en distintas épocas del año. De momento, he estado en Bota Bota en invierno y en primavera. ¡Y ambas han sido unas experiencias maravillosas! En invierno, verás la ciudad cubierta de un manto blanco de nieve. Además, se está mucho más a gusto en el frío después de haber pasado por el jacuzzi.
Después de tu día de balneario, te recomiendo tomarte un café y algo de comer en el Viejo Puerto.
¡Relájate y disfruta!
Qué hacer Montreal,
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