El DF, la capital del mundo

Creo que la idea de este viaje fue algo ‘inquietante’ para la mayoría de mi familia, pues si bien ya le había cogido (por muy mal que me siga sonando esa palabra) cariño a la ciudad donde había pasado 4 meses –Mérida, en Yucatán-, y según varios artículos que leí,  se encontraba en una de las zonas más seguras DEL MUNDO, nada menos; el viajar a la capital del país, al DF, ¡A la CDMX! con sus casi 9 millones de habitantes siendo la segunda ciudad más poblada del mundo (después de Tokio) y su ‘smoke’, no les pareció nada atrayente. Dejando a un lado las historias que todos conocemos sobre criminalidad y peligrosidad de aquella zona…

Pero para nosotros era lógico, ¿Cómo visitas un país y vives en él como nosotros lo hicimos sin visitar su capital? Si muchas veces es lo único que se visita de un país…

Pues bien, ahí vamos, 3 españoles y un francés a sumergirnos en el caos chilango, por suerte, a casa de unos ‘autóctonos’.

Contra todo pronóstico, llevaba pocas ideas preestablecidas de esta ciudad. Creo que las había agotado todas con Cuba, y los esquemas que podía tener de México antes de vivir allí también se me habían roto hace tiempo. Aun así, lo primero que confirmé ya desde el avión fue la enormidad de la ciudad, que se extendía como un manto de hormigas y madrigueras hasta donde alcanzaba la vista, y en efecto una espesa neblina blanca la envolvía. Si no supiera bien lo que era, aquello le hubiera dado cierto misterio o tinte fantasioso. La verdad es que pese a estar construida sobre la antigua Tenochtitlán, la ciudad erigida donde los mexicas encontraron la tan buscada escena profética del águila comiendo a la serpiente sobre un nopal, cosa que ocurrió sobre una islita en medio de un lado; la impresión que me dio fue de estar descendiendo aun desierto, quizá fuera la época (finales de mayo) aunque hacía fresco en las noches, el paisaje se veía árido.

, por ello esta escena aparece en la bandera mexicana.

A.      La ciudad:

Gracias a la amabilidad de una familia que residía allí, conocimos más de cerca los encantos de aquella ciudad, pues hasta nos hicieron un tour en coche (carro), antes de dejar que nosotros mismos nos sumergiéramos en su inmensidad.

1.       Día 1

Lo primero que vimos fue la Basílica de la virgen de Guadalupe, tanto la nueva con su arquitectura vanguardista (en mi opinión, de discutible encanto exterior pero bella y curiosa por dentro) y la antigua, en la que había que andar con ganas pues si no te caías hacia la entrada, ya que se hunde (recordemos que sus cimientos descansan sobre un lago) como ocurre con muchas otras zonas y edificios de la ciudad. Para nuestra sorpresa y agrado, había un servicio de comidas gratuitas para peregrinos en aquel lugar, un comedor solidario llevado por los voluntarios de la parroquia y totalmente gratuito para aquellos que peregrinaran hacia la Virgen de Guadalupe.

, esta es el segundo santuario católico más visitado después del Vaticano.

Pasamos en carro por el famoso en su desgracia e indómito Mercado de Tepito, en el que cada día se cuentan varios muertos como consecuencia de balaceras (tiroteos) la mayoría por rencillas familiares y de territorio. Por lo que, no recomendamos entrar a los extranjeros tan campantemente, a no ser que sea con alguien que conozca el funcionamiento de Tepito, o a gente que tenga puestos allí, ya que todos se conocen y ‘respetan’ en ese ámbito pero no es así con los foráneos.

Después paseamos por el Zócalo (o Plaza de la Constitución formalmente, llamada así en honor a la Constitución de Cádiz firmada en 1812: ‘La Pepa’), símbolo por excelencia de la ciudad, donde se yergue su bandera de 200 kilos de peso con 20X30 metros soportada en un mástil de 60 metros de altura; levantada y recogida cada día a las 6 am y 6 pm respectivamente por los soldados y guardada en el Palacio Nacional sede del Poder Ejecutivo Federal de México, Patrimonio de la humanidad y situado al costado del Edificio de Gobierno (sede del Gobierno de la Ciudad de México); en la terraza del primero, fue donde el 15 de septiembre de 1810 se proclamó la independencia mexicana del Gobierno español, que se había visto debilitado por la invasión francesa de España en 1808. Según me enseñó una mexicana (la enseñanza de historia en los institutos mexicanos me parece estupenda, no hay mexicano que no conozca su historia, desde la antigua –prehispánica- hasta la moderna de cabo a rabo), los españoles tenían el dominio de México en un modelo de Virreinato conocido como la Colonia con el que los insurgentes querían acabar. Miguel Hidalgo convocó a estos a luchar como bien hemos dicho, el 15 de septiembre de 1810 y Vicente Guerrero e Iturbide encabezaron el movimiento cuando un día después el ejército trigarante entra a la Ciudad de México. La guerra acaba 11 años después, con la victoria insurgente, un 27 de septiembre de 1821

, plancha del Zócalo y la Catedral Metropolitana de fondo

, el Palacio Nacional, a un costado del Zócalo.

Finalmente, ese día lo acabamos visitando el Palacio de Bellas Artes, con su librería inmensa y en la que pasamos bastante tiempo (su museo lo dejamos para ese domingo, que era gratis para los estudiantes en universidades nacionales), y la Torre Latino, desde la que se vislumbra gran parte de la ciudad y se puede admirar su extensión. Recomiendo totalmente visitarla, y es más, subir hasta arriba del todo donde ya no hay cristales sino vallas. En realidad el DF se compone de 16 delegaciones que se pierden en el horizonte, lo bueno es que la comunicación de metro es extensa y buena.

, vistas desde la Torre Latino, y vista del Palacio de Bellas Artes:

La propia Torre Latino:

, las 16 delegaciones de la CDMX.

2.       Día 2

Creo que este viaje, en proporción con el tiempo que estuvimos, fue aquel en el que más museos visitamos o por lo menos, durante más tiempo. Al día siguiente, después de desayunar quesadillas (con queso, para aquellos defectuosos que lo duden) fue de obligada visita el Museo de Antropología, para el que dicen que hay que invertir al menos 15 días para verlo completo y bien (es decir, leyendo todo). Nosotros sólo vimos parte de la planta baja, pues estaba lo que más nos interesaba, los misterios de los mayas, los mexicas, los olmecas (desarrollados en el Golfo de México), toltecas (también del centro de México como los mexicas) y las luchas de poder entre ellos. Pues queríamos conocer más sobre los inicios de aquella ciudad, nación y Teotihuacán.

, áreas culturales de mesoamérica.

El tema de la cultura en México está muy bien, aunque creo que eso a la vez lo hace más insostenible, en el sentido de que estudiantes en universidades nacionales no pagan, y los zoológicos por ejemplo son del gobierno, por lo que son gratuitos. Hagan sus apuestas, pues creo que esto puede ser un arma de doble filo, al igual que allí tenía mala y buena prensa.

Para llegar al Museo de Antropología pasamos por el exterior del bosque de Chapultepec, enorme, con el Castillo de Chapultepec, sede del Museo Nacional de Historia, al que no entramos por exceso de gente en la puerta gegege, pero había una exposición de fotografía en su vallado, por el Paseo de la Reforma, que era espectacular, de temática retrato y naturalista. Muy bonita.

, el Castillo de CHapultepec visto desde abajo.

Allí cerca estaban el Museo de Arte Moderno y el Museo Rufino Tamayo. Al último no tuvimos tiempo de entrar, por el contrario sí pasamos por el Auditorio y más tarde el Estadio Olímpico Universitario, que está decorado por un mural de Diego Rivera (a veces llamado Estadio de México 68 o Estadio de CU). El segundo estadio más grande del país (después del Azteca), siendo sede principal de los Juegos Olímpicos del 68, y el único estadio de su categoría (Olímpico) situado en una zona Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Aprovechamos para pasear por el campus o ciudad universitaria de la UNAM, conocido como CU, digno de ver pues es extraordinariamente grande, algo norteamericano (según yo me lo imagino) y hay cantidad de estudiantes con sus animales por allí, todo muy idílico para mí. Esta Universidad fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO Además, el famoso mural de la Biblioteca general de la UNAM es monumental:

Pero no es el único mural que hay allí, pues también está n los de David Alfaro Siqueiros, los llamados, ‘Brazos universitarios’:

, y el de José Chávez Morado:

, somos unos enamorados de los murales y la verdad que allí, y en México en general había muchísimos.

Nosotros nos movimos por la ciudad con unos tours de Turibus que estaban muy bien (aquí os dejo su página web: http://turibus.com.mx/#4 ), hicimos los tres más grandes, que son los que más nos interesaban:

Ese día paseamos por la Alameda Central, cerca de la cual hay una réplica de un mural de Diego Rivera (‘Sueño de una tarde dominical en la Alameda”, en menor escala a la original ubicada en la calle Doctor Mora), pero que al final no tuvimos tiempo de ver.

,, la lameda central vista desde arriba y su Hemiciclo a Juárez:

, mural de Diego Rivera.

Acabamos la tarde, con una visita al barrio de Garibaldi, para ver y oír a los famosos mariachis.

3. Dïa 3

Al día siguiente, hicimos una excursión a Xochimilco primero y el Museo Diego Rivera después, el Museo Anahuacalli en el que además de los Xolos (de la palabra náhuatl Xoloitzcuintle: ‘perro extraño’) descendientes de aquellos que Diego Rivera regaló a Dolores Olmedo, no vimos nada más de él o de Frida sobretodo, que era lo que íbamos buscando. Si había en cantidad bocetos de Diego Rivera, y cosas de su colección de antigüedades, pero nada de Frida, ya que toda su colección estaba en Milán, así, de viaje. Así que sí queréis ver algo de Frida de verdad, tendréis que ir a la Casa Azul, como nosotros hicimos donde se exponen hasta algunos de sus trajes y accesorios.

, estas son las barcazas por las que te mueves en Xochimilco, llamadas trajineras.

, la Casa Azul

Y los descendientes de los Xolos de Diego Rivera en su Museo:

, Xolo zoom in, jajaj tienen su gracia, tal cual la película de Coco con su Dante.

Aprovechamos la zona para ir a la casa-búnker en la que Trotski vivió hasta su muerte tras salir de su refugio en la Casa Azul con Frida y Diego (los rumores de triángulo amoroso e idilios románticos no faltan nunca en esa pareja, además del poliamor casi declarado de Diego Rivera por toda mujer viviente).

Finalmente vimos en el Museo del Palacio de Bellas Artes, con su exposición temporal algo bizarra y los murales de Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, Jorge González Camarena y José Clemente Orozco, de los que os dejo fotos aquí:

También había murales de Diego en el Palacio de Gobierno, pero nunca lo pillábamos abierto (lo malo allí eran los horarios, todo cerraba muy pronto)

Pasando a la vida nocturna, por donde más nos movíamos era por la Avenida de Francisco I. Madero que comunica la Torre Latino y el Zócalo, no sólo era la más movida y turística, sino según nos decían, la más segura. Aunque también son conocidos y hay muy buen ambiente en las Colonias Roma- Condesa y La Zona Rosa conocidos como barrios juveniles y bohemios.

4.       Día 4

Al día siguiente, fuimos desde bien temprano con nuestra familia a Teotihuacán, donde disfrutamos gratuitamente de una visita al Museo de la obsidiana, roca volcánica con el que los artesanos hacen verdaderas virguerías, incluidas máscaras funerarias (típicas de otras zonas con otros metales o piedras como en Monte Albán- Oaxaca).Y más tarde, aunque en el mismo sitio, el Museo del Tequila, Pulque, Mezcal y un algunas otras bebidas como el licor de Café y de chocolate que al final nos dejaron un poco contentos de más, lo que nos vino muy bien para las subidas a las pirámides del Sol y la Luna de Teotihuacán; y admirar todo desde un punto de vista más espiritual.

, hombre obteniendo el jugo del ágave o maguey del que se preparan varias bebidas mexicanas. Y la planta en una mezcalería (fábrica de Mezcal):

, el mezcal es especialmente conocido por ser de buena calidad cuando el gusano del maguey está en la botella.

, Teotihuacán y la Pirámide del Sol, zoom in. Cómo no, nosotros cuál vaqueros en su Hasienda Norteña conociendo más sobre este maravilloso y sobrecogedor lugar:

Ya por la tarde entramos a la Catedral Metropolitana (de la Asunción de la Santísima Virgen María a los Cielos) en el Centro Histórico de la CDMX -Delegación Cuauhtémoc, al formar parte del mencionado conjunto arquitectónico en esa área de la ciudad, es en consecuencia Patrimonio de la humanidad desde 1987. Así que, como dos de nuestros integrantes estaban en un hotel en el mismísimo Zócalo, nos dedicamos a entrar a ella pues habíamos pasado por su puerta miles de veces y aún no lo habíamos hecho.

5.       Día 5

El último día fuimos al Museo Soumaya, caminando por la zona de Polanco, muy tranquila y la verdad bonita de pasear (nosotros fuimos para allá desde el metro del Auditorio, y aunque hay que andar bastante mereció la pena). Queríamos más tarde ir al museo acuático pero al final, optamos por dar un paseo por aquella zona vanguardista y comer en el centro comercial que hay al lado del Soumaya, en la Plaza Carso. Este museo está considerado de los 15 más importantes de arte del mundo. Cuenta con una colección de más de 60,000 obras de arte en exhibición distribuidas a lo largo de 6 magníficas salas, todas pertenecientes a la colección privada del empresario mexicano Carlos Slim.

Y finalmente, pasamos el tiempo en la calle de la música como nosotros la llamábamos, buscando una ’vihuela’ para un amigo con alma de mariachi. La primera vihuela que se había comprado tuvo un final trágico por culpa de una funda en mal estado con la que venía, pero tuvimos solución gracias a que aún nos quedaba una mañana en la ciudad.

, un puesto de vihuelas, lejos de la calle de la música, pero que nos llamó la atención.

B. La comida

Si vas a la capi, no puedes dejar de probar platos típicos de allí, pero aviso, son pan, sobre pan, sobre tacos. Y es que a los chilangos les encanta meter cosas en panes, lo que ellos llaman ‘tortas’, hacen tortas de todo, hasta de tamal.

1-      Torta de tamal, (que no es más que otra masa de harina con especias y que puede llevar carne u otras cosas dentro), típico además el tomarse esta torta con una bebida llamada atole, bebida a base de maíz (se remoja este toda una noche y luego se cuece) y se le añade generalmente  leche y canela y se endulza con piloncillo, que es el jugo de la caña de azúcar el cual es secado y pasado luego por un proceso de purificación que permite convertir el jugo en azúcar moreno.

El mejor sitio para la mayoría de ellos es un mercado típico, aunque lo mejor es estar bien sano, y no es broma, pensar en desparasitarse. A mí no me hizo falta (que yo sepa), sobretodo porque me había vacunado de la ‘Salmonella tiphimurium’.

, el piloncillo usado para endulzar el atole entre otros platillos mexicanos.

2-      Las gorditas, son más masa frita que se abre y a la que se le introduce luego rellene diverso, desde pastor, carnitas… os dejo aquí una página de recetas mexicanas donde te explica cómo hacerlas: https://www.mexirecetas.com/recetas-de-antojitos/gorditasmaiz.htm

3-      Quesadillas de huitlacoche, el huitlacoche es una variante del maíz en la que ha crecido un hongo dentro del grano. Es un hongo de la familia Ustilaginaceae, comestible y considerado un manjar en México mientras que en otros países se considera una plaga. Es un buen ejemplo de la capacidad de aprovechamiento y adaptación increíble d elos mexicanos.

, las quesadillas con el huitlacoche (y queso ;p)

4-      Los tlacoyos, se trata (cómo no, perdón mis mexicanos, yo os quiero) de tortas de maíz en este caso negro (aunque también lo llaman morado en algunos sitios),  que comimos en un mercadillo cerca del Auditorio, de camino al Museo de Antropología pasando por el Paseo de la Reforma. Os dejo de nuevo, una receta aquí: https://www.mexicodesconocido.com.mx/receta-de-tlacoyos.html , lo que normalmente se necesita para prepararlo es masa de maíz negro, relleno de frijol negro cocido, frito en manteca con diferentes ‘topings’ poosibles. El que yo comí y que creo típico es el que lleva queso fresco desmoronado, cebolla picada y chiles serranos.

5-      Tacos de canasta o suadero, probarlos surgió a raíz de un famoso vídeo de una mujer vendiendo tacos de canasta con una voz muy varonil. Además la familia que nos acogía nos recomendó un sitio en concreto donde comerlos, de camino a la Torre Latino, así que eso hicimos. La verdad es que las condiciones de preparación no nos parecieron muy higiénicas a ninguno, pero sobrevivimos.

Para prepararlos, se colocan remojados en aceite caliente, todos juntos, en una canasta en la que se cierran las capas de papel y plástico y se dejan reposar de media por 1h y media según nos dijeron. Me gustaron menos que los tacos normales, pues son bastante correosos, pero estuvo bien probarlos, estaban buenos en sí.

, tacos de canasta en su forma de preparación, y ya sobre le plato:

, lo bueno es que los hay de rellenos muy diferentes, así que para todos los gustos: chicharrón, adobo, asado… incluso vegano (papa o frijol). Os dejo recetas con diversos rellenos aquí: https://www.cocinavital.mx/recetas/comida-rapida/como-hacer-tacos-de-canasta-receta-original/

6-      Sopa de tortilla: el principio es simple, se introducen en un caldo de pollo y tomate tortilla frita (dicen que mejor que sea del día anterior), con chiles, aguacate, queso fresco, cebolla y puede llevar aún muchas más cosas. Os dejo una receta ejemplo por aquí: https://www.kiwilimon.com/receta/sopas/sopa-de-tortilla-tradicional

7-      Hay muchas cosas buenísimas que me dejo por el camino, pero aquí sólo he puesto las que probé, aunque nos recomendaron y vimos muchas más. Aquí os dejo una foto de nuestra última cena con nuestro francés favorito y en la Ciudad de México:

La verdad, con estos compañeros de viaje fue una forma muy agradable de conocer la CDMX, y me resultó un lugar muy limpio y tranquilo para lo que había escuchado sobre él. Es una capital digna de ser visitada como cualquier otra y con una riqueza cultural inmensa, combinación de todas las regiones que componen México. Otro punto para México y su gente, ¡Cada vez me gusta más este sitio oye!

, un viaje inmejorable con esta gente, como siempre.

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