Historias curiosas

Cuando fui a Marruecos me ocurrieron un montón de cosas muy curiosas que siempre he querido contar (mis amigos se las conocen de sobra).

El caso es que una de ellas es la de la cueva de Oualidia.

Paseando por la playa llegamos hasta una zona rocosa (la de la foto) preciosa llena de cuevas y acantilados. Alli conocimos a un hombre que al principio parecia que queria ser nuestro amigo, ya que mostraba la simpatia caracteristica de los marroquies.

Nos dijo que vivia en una cueva y que si la queriamos ver, mi novio y yo que somos muy curiosos, accedimos a ir con él.

El caso esque tenía una cueva muy chula, super apañada con una esterilla en el suelo y lamparas, muy muy chula, nos hizo un té y nos invito a pasar.

El caso es que nos contó que era masajista y que habia salido en un periodico frances, nos lo enseño y todo y nos dijo que si queriamos un masaje. Porq ibamos a negarnos, total ya estabamos ahí.

Todo muy bien, hasta después del masaje, cuando nos dijo que habia que pagarlo, mi novio y yo que habiamos salido a dar un paseo y no llevabamos nada de nada por si nos dabamos un baño nos quedamos de piedra, ya que el hombre se puso muy insistente.

Al final logramos escapar pero al volver la marea habia subido y para cruzar hacia nuestro hotel tuvimos que cruzar por una entrada de agua donde nos llegaba hasta la cintura, nunca he pasado más miedo pensaba que me iba ahogar, pero al final todo bien, lo unico que pasamos mucho frío.