Mala experiencia

Comencé mi Erasmus en Maribor en septiembre de 2018, con las mismas expectivas que cualquier otro estudiante, pero no ocurrió nada de lo que yo tenía previsto. 

Antes de nada, y si eres una persona que aún no ha encontrado alojamiento, te recomiendo, por experiencia propia, que no te alojes en MiniStudent Dorm. Esta residencia ha sido una de las principales causantes de los problemas que he tenido durante la estancia; todas las instalaciones muy viejas y sucias, las habitaciones pequeñas y en las que se escuchaba todo, sin utensilios de limpieza, los baños apestaban y tanto lavadora como secadora eran de pago... además de que todos los pagos se hacían en negro, en el momento que llegó la hora de devolvernos el dinero de la fianza (tanto a mí como a todos los que nos hemos ido, ya porque haya terminado nuestro periodo Erasmus como los que han salido huyendo de allí) aún seguimos esperando a que nos contesten, ya que allí solo funcionan bajo amenaza... literalmente. 

La gente de a pie no habla inglés normalmente, no entienden bien lo que les quieres decir y tampoco es que pongan mucho empeño en entenderte, les da más bien igual. Nosotros llegamos a tener muchos problemas en el ayuntamiento para realizar los papeles necesarios para obetener el permiso de residencia. Otro problema era que son bastante xenófobos con los españoles en general, cosa que nos generó bastantes situaciones tensas a lo largo de nuestra estancia allí.

La fiesta en Maribor era escasa y problemática: a parte de que los chicos eran muy sobones, parece que regalan las drogas porque en cualquier discoteca podías ver a mucha gente colocada, e incluso meterse en medio de la pista... he estado de fiesta por toda España y nunca había visto algo parecido. 

La universidad también fue un caos, yo estaba en la facultad de economía y negocios y la organización brillaba por su ausencia; tanto es así que a día de hoy, más de dos meses después de haber terminado los exámenes y llevando algo menos de ese tiempo ya en España, aún sigo esperando calificaciones, y ni yo ni mi universidad somos capaces de contactar con ellos ya que no responden a los correos electrónicos ni al teléfono. 

Las pocas cosas buenas que me llevo de mi Erasmus en Maribor ha sido la poca gente que he conocido y la buena lozalización para viajar por otros países de Europa. 

Mis compañeros tampoco estaban contentos con el destino, pero quizá haya coincidido que este año no están saliendo buenas experiencias.

Mucha suerte,

Marta.