Cosas que sorprenden

En varias ocasiones he sido sorprendida con cosas que nunca he visto. Los primeros días, no sé si lo he contado anteriormente, me bebí un chupito con mis compañeros de piso. ¿De qué era el chupito? Lo podéis ver en la foto. Es una bebida típica en Alemania según me han dicho y la beben mucho los jóvenes. Os puedo asegurar que beber eso y beber líquido de enjuague bucal es lo mismo. 

Otra cosa que me dejó con la boca abierta, aunque sea una tontería, fue encontrar dos pantallas para una misma torre. Recuerdo que al iniciar el ordenador yo misma estaba preguntando por qué había dos pantallas y que parecía que las dos se estaban encendiendo. Luego, seguí con mi trabajo en el ordenador, solo en una pantalla porque la otra se veía negra, y cuando el puntero del ratón se me va para una esquina de la pantalla me doy cuenta que está en la otra pantalla. He ahí cuando uno se queda asombrado y empieza a agrandar las ventanas (como se muestra en la foto). Esto es una gran ventaja a la hora de hacer trabajos porque no es necesario minimizar y maximizar ventanas, sobre todo si como yo te dedicas al mundo de la traducción. 

Y ya una cosa que me remató fue escuchar el "pío" de un cuervo si eso se puede llamar píar. Nada más verlo me santigüé, porque es un poco chocante ver un cuervo sabiendo que es de tan mal augurio. Una cosa que me pasó esperando el tranvía fue que un cuervo no paraba de mirarme y rodearme, se fue volando y volví a mirar y allí estaba posado mirándome de nuevo, baja al suelo y viene para mí..cuando me doy cuenta tenía migas de pan detrás de mí y eso era todo lo que quería el pobre pájaro, comer.

Espero seguir sorprendiéndome más y más de esta pequeña ciudad y de este gran país. Cada detalle es un recuerdo más para contar en mis experiencias.

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