Velada Erasmus en la Embajada Sueca

¡Hola a todxs!

Hace muy poquito que nos invitaron a todos los alumnos Erasmus que íbamos a ir el próximo año a Suecia a una velada y cóctel en la embajada sueca. Hoy vengo a hablaros de en qué consistió este evento y ya de paso cómo es una embajada por dentro.

Es probable, aunque no sea lo común que, si os vais a ir de Erasmus y vivís en una ciudad grande, como Madrid, os inviten a este tipo de eventos. Sin embargo, conozco a muy poca gente que haya tenido esto.

Es por esto por lo que yo no sabía en qué iba a consistir ni cosas tan simples como puede ser cómo vestirse para ir a una embajada, que parece una tontería, pero no lo es. Así que vengo a contaros mi experiencia en este evento tan curioso.

Desde nuestra universidad se pusieron en contacto con nosotros remitiéndonos una información por parte de la embajada diciéndonos que nos invitaban a la Residencia de la Embajada de Suecia en Madrid. Nos enviaron una invitación que había que presentar y también nos pidieron que confirmáramos asistencia con algo de tiempo, para ayudarles a ellos con la planificación.

Nos decían que en el evento iba a haber información útil para nuestra estancia, así como un cóctel. Yo tuve suerte porque sabía que había más gente de mi universidad que iban a mi universidad de destino, por lo que no iba a ir sola a esto.

Como tampoco nos conocíamos de antes, aprovechamos esto para quedar un poco antes y conocernos.

Cuando por fin llegamos allí a las siete y media que nos habían citado, todavía estaba cerrado. Estaba todo lleno de gente haciendo cola para entrar. El exterior, lo que se ve desde la calle, es un edificio de ladrillo bastante feo para tratarse de una embajada y estar en la zona de Madrid que se encuentra. Sin embargo, el interior no tiene nada que ver. Había bastante gente y de edades muy distintas. Se notaba que había gente de la carrera, gente de máster y también gente que trabaja en embajadas o conocidos del embajador.

A los diez minutos abrieron las puertas y fuimos pasando de uno en uno, pues iban comprobando las listas de gente y nos pedían firmar para tener permiso para hacer fotografías, aunque finalmente creo que no hicieron ninguna.

Cuando por fin entramos, llegamos a un patio interior cuadrado muy bonito. Habían colocado unas mesas altas, había bastantes árboles y unos bancos blancos muy bonitos. Además, en el centro había un pequeño estanque japonés lleno de peces. El sitio era verdaderamente bonito. Además, daba a la fachada principal del edificio, que era mucho más bonito que la parte exterior y es que lo que se ve desde fuera son unas oficinas mucho más modernas. La embajada en sí es un palacete muy bonito, con una puerta de cristal.

En el fondo habían puesto dos mesas de autoservicio con vino blanco, vino tinto, cerveza, refrescos e incluso zumo de naranja. Estaba muy bien colocado y todo lleno de bebidas, con unos camareros que iban rellenando vasos todo el tiempo.

Todos nos creíamos que nos iban a llevar a algún sitio a darnos algún tipo de charla, pero no fue así. De repente en los escalones que daban paso al edificio principal se puso el embajador (un hombre prototipo sueco total, con el pelo casi blanco y muy pálido) y nos dio la bienvenida. Nos dijo que se alegraba mucho de tenernos allí y de haber elegido Suecia para hacer nuestra estancia Erasmus. Después se puso a bromear diciendo que no entendía cómo había gente que no quería la unión europea o a decir que el Erasmus es lo mejor que tenía Europa después de Eurovisión.

Después de esto dejó hablar a una chica que había pasado un año en Suecia de movilidad, que contó un poco por encima su experiencia con cosas como el clima o la comida.

Después de esto se acabó toda la charla. Había tanto gente que nos íbamos de Erasmus, como gente que ya había estado allí o suecos que estaban de Erasmus en España y nos podían contar también cómo era vivir allí.

En las mesas de las que os he hablado antes colocaron carteles con los nombres de las universidades y se suponía que allí íbamos a encontrar a gente que fuera allí y a gente que conociera ya la universidad. Sin embargo, aunque pasamos un rato allí no encontramos a nadie más. Aún así acabamos hablando con unas chicas que habían estado en la misma ciudad, por lo que, aunque no encontréis a gente que estuviera exactamente allí, os van a dar información útil igualmente. Aprovechad este momento para preguntar todas aquellas dudas que tengáis, todo aquello que no tiene que ver con lo meramente académico.

Es muy gracioso porque, para enseñarnos un poco la cultura sueca habían preparada una zona de césped con un juego al que por lo visto se juega mucho allí. Consistía en tirar unos palos, algo relativamente parecido a la petanca que tenemos en España y todo el mundo se animó a jugar. Al final había colas para poder participar, aunque con el tiempo la gente se aburrió.

Mientras íbamos hablando y jugando unos camareros iban trayéndonos unas bandejas de comida. Podéis cenar perfectamente con todo lo que os van dando. Empezaron con cosas de picar comocrudités o jamón serrano y pasaron después a unas minihamburguesas, croquetas de queso o merluza rebozada. Es muy curioso cómo mezclaron la comida española (jamón serrano, salmorejo, …) con la comida sueca (salmón, pescado en general, …). Después ya empezaron con los postres con unos palitos de fruta y después un montón de tipos de bombones que estaban realmente buenos.

Sinceramente, la comida fue lo mejor del evento, pudimos comer y beber todo lo que quisimos mientras íbamos hablando con la gente.

Después, dentro, solo se podía pasar a un recibidor desde el que se llegaba a los baños. Lo bueno es que habían colocado unos folletos de información sobre Suecia que eran bastante interesantes, así que me cogí varios para echarles una ojeada en casa.

Algo que me preocupaba antes de llegar y que se vio reflejado cuando llegamos es cómo vestir. Es un evento relativamente formal, luego hay un cierto protocolo. No es necesario ir en traje, pero sí es verdad que los chicos iban casi todos con camisa y pantalones formales. En cuanto a las chicas había más variedad. La clave estaba en ir un poco formal, no es una reunión de amigos, casi todo el mundo llevaba vestidos o monos y sandalias o tacones, aunque no tenían por qué ser extremadamente formal.

Es un evento muy útil porque te ayuda a conocer al resto de gente con la que vas a estar viviendo durante cinco o nueve meses, así como hablar con gente que ya ha vivido la experiencia y te puede aconsejar y resolver muchísimas dudas.

Todos los países deberían hacer esto y espero que se ponga cada vez más de moda porque es verdaderamente interesante.

Espero que esta información os haya servido de ayuda.

¡Gracias por leerme!

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