Un día de paseo en Madrid

Publicado por flag-mx Nuri Mercury — hace 8 años

Blog: Estudiar en Francia
Etiquetas: flag-es Blog Erasmus Madrid, Madrid, España

Las vacaciones comenzaron… ¡¡¡llegamos a Madrid!!! :D Para estas vacaciones, haremos un tour en España (Madrid, Granada y Sevilla), después pasaremos algunos días en París y finalmente visitaremos las mágicas ciudades italianas de Florencia, Venecia y Roma. ¡Así que les contaré lo que hemos hecho durante este primer día de vacaciones!

♬ Madrid, Madrid, Madrid ♬

Debo confesar que España no era uno de los países prioritarios en mi lista de destinos para visitar. Es más, probablemente ni siquiera figuraba en ella… Tal vez porque la cercanía que puede guardar con México, no hacía que me llamara mucho la atención ir a ese país.

Sin embargo, cuando empecé a planear estas vacaciones, al comparar las fechas, los itinerarios y los precios del trasporte, España se perfiló como un punto a visitar. Digo, si un boleto no está caro, creo que no se le puede hacer el feo a ese destino, ¿no? :P

De camino al aeropuerto…

Vi que había un boleto Lyon-Madrid que no estaba tan caro, así que lo compré. ¡Y hemos aquí en este primer día de vacaciones, en la capital española! Salimos del aeropuerto de Lyon a las 11:00 a.m.Eso quiere decir que nos tuvimos que levantar a las 7:30 a.m. más o menos para poder tomar el bus, el tram y el otro bus que nos llevaría desde mi casa hasta el aeropuerto Saint-Exupéry.

Un día de paseo en Madrid

Además, como era día festivo, había menos buses y metros que pasaban :/ Así que tuve que hacer correr a mi mamá :p (Lo siento, pero era eso o perder el avión). Afortunadamente, todo salió bien y llegamos a tiempo para tomar el metro y luego el bus que nos llevaría hasta el aeropuerto ^^

Pudimos haber tomado el famoso Rhône Express pero cuesta quince euros un boleto de ida simple… ¡demasiado caro! >.< Así que optamos por la opción más económica aunque un poco más tardada: ¡el bus TCL que nos lleva hasta ahí!

Aunque eso sí, déjenme decirles que no se emocionen con esta opción económica de transporte ya que, a partir del 1 de enero de 2016, las líneas de trasporte público que llevaban hasta el aeropuerto, desparecerán para que sólo quede como única opción (impuesta… ¬¬’) el Rhône Express… así que a partir de esa fecha uno se verá obligado a utilizar ese transporte en Lyon y el aeropuerto Saint-Exupéry :/

Consejo: antes de comprar su boleto del Rhône Express, les recomiendo que chequen en el sitio blablacar.fr si hay trayectos Lyon – Saint Exupéryque les convengan. La semana pasada una amiga fue al aeropuerto y usó ese servicio. Sólo pagó cinco euros… ¡en lugar de los quince del Rhône Express!

Por otra parte, si no les queda de otra más que comprar su boleto del Rhône Express, háganlo por internet. Les saldrá más barato (unos cuantos euros, pero bueno, ahorro es ahorro) y si tienen menos de 26 años, también tendrán derecho a una tarifa (ligeramente) reducida ;)

En fin, bueno, regresando a nuestro artículo, compré los boletos Lyon – Madrid con la aerolínea Iberia. Me salieron en setenta euros aproximadamente (sólo ida y cada uno). No me pareció mal el precio porque era raro encontrar boletos de menos de ese precio, sobre todo en esta época de vacaciones de diciembre.

Llegamos: ¡al fin en Madrid!

Pues llegamos a Madrid a la 1:00 p.m. y de ahí, tomamos el metro hacia la estación Goya, que es donde se encontraba el lugar donde pasaríamos la noche ^^ No nos tomó mucho tiempo el ir desde el aeropuerto hasta el centro de Madrid. Además, puedo decir que fue relativamente fácil. Me parece que el sistema de transporte en Madrid está bien organizado y que es eficiente.

Una vez que llegamos al lugar donde dormiríamos (un cuarto que habíamos rentado por Airbnb), dejamos las cosas, descansamos un poco (pero sólo un poco, porque queríamos aprovechar nuestro primer día aquí ^^) y después salimos a comer algo… Desde en la mañana no habíamos comida gran cosa, salvo un chocolate caliente y un pan, así que… ¡¡¡ya teníamos mucha hambre!!!

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¡Tengo hambre! La Taberna de la Daniela

Cerca de donde nos hospedamos se encuentra la Taberna de la Daniela. La persona que nos hospedaba (una chica Venezolana… ¡viva América Latina!) nos dijo que es un lugar famoso aquí en Madrid y que, aunque algo caro, cualquier cosa que pidiéramos valdría la pena. Pues fuimos ahí ya que, además, era uno de los pocos lugares abiertos ese día (yep, llegamos a Madrid el día 25 de diciembre… ¡día feriado!).

Ah, por cierto, la Taberna de la Daniela quedaba justo debajo del edificio donde nos estábamos quedando, así que nos quedaba de paso. Nos ahorramos eso de estar caminando y buscando dónde comer.

Entramos a la famosa Taberna de la Daniela, nos dieron una mesa y ordenamos un “cocido madrileño”, que es una de las especialidades de la casa. Un cocido madrileño es un guiso cuyos principales ingredientes son diferentes carnes, tocino de cerdo, garbanzos, zanahoria, papas...

Para acompañar nuestro cocido, bebimos un vino rosado. No recuerdo el nombre, pero vaya que estaba rico. Además, el precio de la botella no se me hizo caro: diez euros (en Francia, diez euros es lo que cuesta en los restaurantes una garrafa de vino… ¡no una botella completa!).

Respecto a la comida, la porción era abundante, tanto que tuvimos que pedir que nos pusieran para llevar lo que no nos pudimos acabar (¡más de la mitad!). Pero bueno, la ventaja fue que así teníamos ya listo el desayuno para el día siguiente :P

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El inicio del tour…

Una vez satisfechas, empezó nuestro recorrido turístico. En el aeropuerto, yo había tomado un mapa de la ciudad así que gracias a él pude identificar los puntos principales que queríamos visitar. Y es que además, antes de venir no tuve mucho tiempo para informarme más sobre la ciudad >.<

La puerta de Alcalá

Nuestro primer punto fue… ¡la puerta de Alcalá!♬ ♬ Ahí está, ahí está, ahí está viendo pasar el tiempo… la Puerta de Alcalá ♬ ♬ Pues, seré sincera: no se compara al Arco del Triunfo de París, pero es un punto que vale la pena visitar. Hay que reconocer que sí tiene su belleza y su mérito. Además, nada como poder decir “¡Ya estuve ahí y la vi con mis propios ojos!” :p

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La fuente y el palacio de Cibeles

Después de eso, caminamos sobre la misma calle Alcalá para llegar hasta la Fuente y el Palacio de Cibeles. ¡El Palacio de Cibeles vaya que es hermoso! Con sus bellos detalles, es un edificio imponente que resalta desde lo lejos. Creo que sin saber que se trata de uno de los monumentos principales de Madrid, uno no podría pasar derecho sin tomarse un tiempo para verlo y admirarlo.

Sin embargo, la famosa Fuente de Cibeles no se puede apreciar correctamente ya que… ¡no es posible acercarse a ella! >.< Y es que semejante belleza se encuentra en medio de una rotonda donde circulan coches, coches y más coches pero no hay ningún acceso o modo para que los peatones puedan admirarla desde cerca :( ¡Qué decepción!

En la ciudad de México, más específicamente en la colonia Roma, hay una reproducción fiel de la Fuente de Cibeles en Madrid. ¡Y vaya que ésta sí puede ser apreciada de cerca! Así que tal vez no debimos haber viajado taaaan lejos para verla, si en México tenemos nuestra propia Fuente de Cibeles :p

Por cierto, pequeño paréntesis histórico: tal vez se pueden preguntar: “¿Y qué hace una Fuente de Cibeles en México? O.o” Pues resulta que fue este monumento fue donado por la comunidad española en México en 1980 como símbolo de fraternidad entre los dos pueblos, el mexicano y el español.

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Caminando por la Gran Vía

Continuemos con nuestro artículo. Seguimos caminando para llegar a la Gran Vía, una de las calles más concurridas, más transitadas y más famosas de Madrid. Nos detuvimos por algunas tiendas de recuerdos y admiramos los edificios de esa calle. Me llamaron la atención dos en especial porque eran grandes y tenían muchos detalles en sus fachadas y balcones.

El mercadillo del… ¡gato! =(^.^)=

Más adelante, vimos también un lugar que se llama… ¡el Mercado del Gato! Imposible no atravesar la calle para sacarnos fotos delante de ese lugar :p Claro, siendo amante de los felinos, ¿cómo no podía hacerlo? Lo contrario habría sido casi, casi pecado jajaja

Aunque estaba cerrado(y que no sé exactamente lo que vendan x) ), pues como me gustan mucho los gatos, me hizo sonreír el saber que existe un lugar que lleva ese nombre ^^ De hecho… ¡me gustaría saber la historia que hay detrás de él!

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Seguimos sobre la Gran Vía…

Continuamos caminando sobre la Gran Vía y vimos las vitrinas de las tiendas que están ahí (sí, sólo las vimos porque para comprar no… ¡como es 25 de diciembre, prácticamente todo estaba cerrado! Y qué lástima porque bien me habría gustado pasar a algunas tiendas para ver y probarme ropa :3

Después, llegamos hasta la Plaza San Martín (creo) y nuestro siguiente punto a visitar era la Catedral de la Almudena.Como no sabíamos exactamente cómo llegar hasta ahí (y que las calles del centro de Madrid no son completamente derechas, contrariamente a las del centro histórico de Puebla >.<), nos acercamos a un policía para que nos orientara.

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Justo en ese momento, cuando nos iba a empezar a explicar cómo ir, un señor que iba pasando y que escuchó la conversación, nos dijo: “Vengan conmigo, yo voy para allá, me queda de paso”.

Debo decir que tanto el policía como el señor que nos ayudaron fueron muy amables y simpáticos…¡creo que en Francia no habrían hecho algo así! En Francia tienen tendencia a ser más bien fríos y secos… En cambio, los españoles han sido más acogedores. Ya entiendo eso de que tienen la fama de ser más abiertos y amistosos.

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La Catedral de la Almudena…

Pues el señor nos llevó por las calles hacia la Catedral de la Almudena y al mismo tiempo, nos iba dando pequeñas explicaciones sobre los lugares por los que pasábamos. Nos mostró por ejemplo el edificio de la Ópera, la Plaza de Oriente y el Palacio Real. ¡Todos esos edificios son muy bonitos, por cierto! Bien me daban ganas de detenerme cada dos metros para sacar fotos y observar mejor su arquitectura.

Recuerdo que había mucha gente en las calles. Tanta que incluso el señor nos dijo que cuidáramos bien nuestras cosas, porque en esa zona los carteristas aprovechan para hacer de las suyas, entre la multitud, los turistas y los distraídos.

Cuando al fin llegamos a la Catedral de la Almudena… ¡fue otra bella sorpresa! No tenía ninguna expectativa en particular y resultó ser mejor porque así pude apreciar mejor la hermosura de ese lugar.

Llegamos justo cuando el atardecer comenzabay desde la explanada principal de la Catedral de la Almudena (que queda frente al Palacio Real), se podían apreciar los colores rojizos y morados en el horizonte… ¡amo los atardeceres! :) Lástima que no nos quedamos más tiempo en esa explanada, me habría gustado mucho permanecer ahí un rato más para observar el fin del día.

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El interior de la catedral… ¡cuántos colores!

Entramos a esa catedral y fue otra agradable sorpresa. Buscando un poco de información al respecto, había visto que el edificio era de estilo gótico y pensé: “¿Gótico? ¡Pero ya he visto este tipo de iglesias en Francia! Y más de una…”

Pero cuando entramos y miré el techo… ¡me quedé sin palabras! El techo y el interior de las cúpulas de la Catedral de Almudena están cubiertos de colores vivos con patrones particulares. Además, cada sección tiene un diseño diferente.…

¡Es uno de los techos más hermosos y coloridos que haya visto en toda mi vida! (Quiero uno así en mi casa jajaja :P). Debo decir que este colorido puede sorprender al interior de una iglesia y es que generalmente los colores son más bien sobrios que invitan a la reflexión y a la meditación.

Pero en el caso de la Catedral de la Almudena, uno tiene ganas de estar todo el tiempo mirando hacia arriba para descubrir los detalles y los coloresque decoran lo alto de ese templo. Creo que si viviera en Madrid, tal vez iría seguido ahí y terminaría con una tortícolis de tanto ver hacia arriba :p

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Por cierto, justo cuando llegamos al recinto, la misa estaba por terminar. Gracias a eso, pudimos disfrutar de la música de órgano que estaban tocando en ese momento. Una vez que la misa terminó, pudimos recorrer la Catedral, tomar fotos y apreciar mejor su interior. Pues yo que al principio no tenía muchas ganas de ir ahí, como siempre, ya ni quería salir después x)

Pero tuvimos que salir… así que salimos del lugar por la puerta lateral (la principal estaba cerrada) y antes de irnos definitivamente, nos detuvimos a ver el nacimiento instalado en el atrio de la Catedral. Era un nacimiento con figuras muy grandes.

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De nuevo afuera: la Plaza de Oriente y el Palacio Real

Después de eso, fuimos a caminar un poco delante del Palacio Real. Vimos que en su explanada había un carrusel… ¡había varios niños subidos en él! ¡Casi hasta a mí también me daban ganas de ser chica otra vez y subirme a él! :D Había mucha gente, familias, turistas, parejas. El ambiente era muy animado.

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Por cierto, el Palacio Real se veía muy bonito de noche. La iluminación que tiene, hace que resalten sus numerosos motivos y detalles arquitectónicos. No lo pudimos ver con la luz del día, pero apuesto a que también a esa hora debe ser magnífico.

¡Tengo ganas de un churro!

Como después de toda esa larga caminata, ya empezábamos a tener hambre, decidimos ir hasta la célebre churrería “San Ginés”. Y es que cuando íbamos camino a la Catedral de la Almudena, pasamos por una tienda de churros y el señor que nos guiaba, nos dijo que, si de churros se trataba, lo mejor era ir a la San Ginés.

Bueno, tal vez en realidad no teníamos tanta hambre, pero es que a mí se me habían antojado unos churros con un rico chocolatito. ¡Me dije que no podía venir a España sin comerlos! (Además, ahora que lo pienso bien, en el fondo tenía la esperanza de reencontrar el sabor de los ricos churros de la Catedral, en Puebla :’( ).

Así que ahí fuimos, por el churro que tanto quería yo. Caminamos hasta esa famosa churrería sólo para darnos cuenta de que, si en verdad queríamos comer ahí, habría que armarnos de pacienciay esperar un bueeeeeen rato en la larga fila de espera…

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De regreso a casa…

Como ya era noche, y que además ya estábamos cansadas, decidimos que lo más sensato era irnos a casa. Antes de eso, pasamos por otro lugar, otra churrería, (no perdí la esperanza tal fácilmente :P ) pero aunque había menos gente que en la famosa San Ginés, había también una larga fila de espera :/ Así que mejor nos seguimos de largo para el metro Callao.

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Tomamos el metro de regreso a casa y, justo saliendo de la estación final… ¡nos topamos de frente con otra churrería! Estábamos a unas cuantas calles de la casa y no había mucha gente en ese sitio. Así que esta vez no nos resistimos y entramos ^^

En cuanto entramos, nos atendieron muy rápido y nos asignaron una mesa. Ordenamos unos churros y un chocolate francés (sí, de Francia x) De visita en España, pidiendo un chocolate francés :p). En realidad, la única característica que lo hace “diferente” es que le agregan un poco de leche para que chocolate clásico español sea menos espeso.

(Por cierto, el chocolate español es más espeso, como el italiano. No me gusta mucho así .-. Prefiero el típico chocolate Abuelita mexicano :3 )

¿Y el veredicto de los churros? ¡No son como me los imaginaba! :( Bueno, pienso que era de esperar… pero bue, no me quedé con las ganas de probarlos y el chocolate sí que estuvo rico. Además, le cayó bien a mi pancita, una rica cena antes de ir a dormir ^^

Salimos de la churrería, llegamos a casa y… ¡a dormir! ¡A prepararnos para el día siguiente de nuestro viaje de Navidad! :D

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