StreetXO
Es el momento perfecto para hablar de uno de los mejores restaurantes de toda la ciudad de Madrid, reconocido internacionalmente y cuyo chef principal, David Muñoz, es ampliamente reconocido tanto local, como nacional y también en el extranjero debido a sus numerosas estrellas michelín de sus diversos restaurantes en todo el mundo. En este caso hablaré del “StreetXO” (que a saber cómo verdaderamente se pronuncia), si bien desde entonces le diré simplemente el Street.
Localización:
Se encuentra en la famosa Calle Serrano de Madrid, conocida por sus innumerables tiendas de ropa y de todo tipo de productos en general, que nos hará poder perdernos de manera sencilla durante horas disfrutando de las vistas y de las variedades que nos encontraremos en la misma. Para ser más concreta, el restaurante está justo en el Corte Inglés, en el número 52 de Serrano, teniendo que subir varias plantas hasta dar justo con el restaurante.
Para llegar hasta la Calle Serrano, situada en pleno centro cerca de la Calle María de Molina, el Museo Lázaro Galdiano o el Museo Nacional de Ciencias Naturales; lo mejor será sin duda coger el metro de la ciudad. Cuidado porque la Calle Serrano es infinita, y por ello, si tan solo buscamos la misma en cualquier buscador medio nos dará que hay una parada a una calle de distancia que es la Gregorio Marañón, teniendo tan solo que ir por la calle María de Molina hasta el cruce que nos dará la entrada a la Calle Serrano. Pero claro, nos dará el comienzo de la calle y nosotros queremos ir hasta el número 52 de la misma donde se encuentra el Corte Inglés en cuestión. Por ello, la parada más cercana es sin duda la Serrano, disponible para la vía de metro número 4, que nos dejará justo a mitad de la Calle Serrano (bueno a unos pocos metros de la misma para ser precisa), y tan solo tendremos que doblar a la derecha y ya veremos de fondo el enorme edificio del hipermercado.
Las tiendas como Massimo Dutti, Mango, Zara y otras muchas nos cogerán de camino desde ahí, lo mejor será no cesar en nuestro camino al Street porque vamos a entender muy pronto el porqué.
Por todo ello, lo mejor será olvidarnos de coger el coche, porque será una zona muy transitada, con numerosos vehículos y atascos que nos harán ponernos algo nerviosas en nuestro camino, y no cabe duda de que será zona de difícil aparcamiento y si lo encontramos, de pago, por lo que todo redunda en dejar aparcadito el coche o la moto donde los tengamos y cesar en el intento de hacernos los héroes para así ser más eficaces.
Eso sí, no hay duda de que el autobús siempre será otra gran opción, que bien puede sernos de gran utilidad en el caso de que tengamos una parada que nos lleve hasta allí cerca de nuestro origen, con numerosas líneas del mismo que nos dejarán a lo largo de la Calle Serrano e incluso justo en la puerta de El Corte Inglés, por lo que mejor será estar atentos y echar un vistazo antes de tomar una decisión del transporte que elijamos. Si hay que elegir por rapidez, lo suyo es el metro, ya que el autobús deberá ir parándose en multitud de distintos sitios de la ciudad y además le pillará un tráfico que obviamente el metro no va a tener en la vida.
Por último, Uber funciona bien en la ciudad, es mucho más barato que un taxi convencional y lo tendremos en muy pocos minutos en nuestro punto de origen una vez reservemos el viaje desde la aplicación correspondiente. De manera sencilla puede ser de precio como un 50% inferior al del taxi, y tan solo por echar un vistazo a la misma no perdemos nada, pudiendo luego elegir otras opciones que nos compensen mucho más.
Cuidado con el horario al que vamos:
Debemos darnos cuenta de que se encuentra en el hipermercado El Corte Inglés, y con ello, sus horarios estarán limitados y no podremos ir a la hora que nos salga de nuestros sentidos (si bien, decir que tiene horario especial nocturno por el que podremos ir más allá de las 22 pese a que el Corte Inglés esté cerrado ya). Si a ello le sumamos, que, el Street tiene varias estrellas michelín, que a nadie le quepa la menor duda de que cada día va a haber cientos de personas que querrán ir allí en primer lugar porque es de muy buena calidad, en segunda partida porque es tremendamente barato para lo que podría llegar a cobrar debido a su enorme calidad y reconocimiento; y, en tercer lugar, porque está totalmente de moda desde que en la televisión están echando a su chef principal y creador de gran parte de la carta, del local, y demás como es el famoso David Muñoz.
Todo ello lo que nos quiere decir es que si nuestra idea es ir y sentarnos sin tener que esperar nada de nada, la única vía posible a día de hoy (y se ve que en un futuro cercano ello mismo tampoco va a cambiar), es la de la reserva, e igualmente saber que debemos hacerla con suficiente antelación para estar completamente seguros de que no va a haber ningún inconveniente.
Porque, si lo que hacemos es irnos por ejemplo a una hora que digamos, imposible que haya mucha gente allí como puedan ser las siete de la tarde; lo que nos encontraremos será una cola de varias horas de personas que quieren terminar cenando allí, por lo que dependeremos en exclusiva de la suerte que tengamos y de lo que esas mismas personas quieran estar en uno de los mejores restaurantes de la zona, por lo que de nuevo insisto en la posible reserva o bien ir a un horario y en un día en el que sepamos que no va a haber demasiada gente, como sí que suele pasar entre semana y a horas siempre muy tempranas. De manera genérica decir que a la hora del almuerzo habrá generalmente menor número de personas, por lo que la primera decisión sin reserva será acercarnos a esos de las 11,30 de la mañana para tener que esperar lo mínimo posible para poder llegar a disfrutar del conocido StreetXO.
Diseño y arquitectura del local:
Otro de los asuntos que tienen especialmente cuidado es el del diseño y la arquitectura del restaurante. Porque no es lo mismo que algo te lo presenten de una manera típica demasiado vista, a que lo hagan con una enorme alegría y con unos colores que no pasan desapercibidos a nuestros sentidos.
Porque, analizando el mismo nombre del local, ya nos podemos hacer una pequeña idea de lo que el mandamás tiene pensado con el mismo, ya que StreetXO viene de las palabras "street" (calle) y XO que viene a significar experiencia; por lo que lo que se pretende con el local es hacer ver al público que estamos comiendo en la calle, con el revuelo que la caracteriza y la multitud de la misma, por lo que no nos debe extrañar en absoluto que eso sea justo lo que se consigue con este restaurante.
Con una puerta que desde el primer momento ya nos llama la atencióncon un toque moderno pero a la vez con elegancia y estilo (como es todo el local en su conjunto y también su comida), pronto nos da paso a una amplia mira hacia el interior, con la barra circular que recorre gran parte del local (no por ello significa que sea demasiado grande, sino todo lo contrario, encontraremos decenas de distintos trabajadores allí dentro con un espacio muy pequeño que resulta casi claustrofóbico para algún gusto) y que muestra también unos asientos muy modernos nunca visto antes con una mezcla entre lo occidental y lo oriental muy conseguido.
Además, si miramos a los lados una vez entramos, ya veremos mesas cuadradas pequeñas de color blanco, con ese toque elegante de sus sillas a la vez que la simpleza de todo el conjunto. No hay duda de que ese choque de sentidos, texturas y proporciones está perfectamente pensado, buscado y compactado en el restaurante. El número de asientos disponibles en el total del restaurante es el idóneo entre parecer que no tiene mucha "chicha" hasta parecer que es demasiado. De nuevo totalmente proporcionado, cosa que a su vez se consigue con la velocidad con la que se sirve todo y te atienden, con esa paciencia para que la gente pueda decidir bien el plato y bebida que quiere pero sin que sea demasiado como para que aquellos que anden sentados tengan que esperar muchísimo tiempo.
Por último sobre este apartado, decir que si miramos hacia arriba veremos numerosas pantallas pequeñas con multitud de imágenes e incluso vídeos que nos hará estar en algo totalmente interactivo, siendo la barra el sitio elegido por gran parte de los comensales primero porque seguramente sea el único disponible una vez nos acercamos por allí y segundo porque no hay nada mejor que comer justo al lado de donde preparan la comida pertinente y flipar con todos los sentidos de la velocidad y precisión con la que se cocina todo (a años luz estamos las demás personas del planeta).
Antes de que se me olvide, lo cierto es que la estructura ha cambiado por completo con respecto al anterior sitio en el que se encontraba el mismo restaurante, en el Corte Inglés de Callao. Aquí, en el de Serrano, el local es más grande, más moderno, y sobre todo, no tendrás a decenas de personas detrás de ti donde se encuentra la barra deseando que termines lo más rápido que puedas para que ellos cojan tu testigo. En este caso, habrá una sala de espera (bueno, más bien, sitio donde esperar, no es en sí una sala de espera), acordonada convenientemente que te hará sentirte ya de por sí VIP o algo por el estilo, y que se agradece con respecto a la peor organización que había en el local anterior (y que como parece que fue bien la cosa, no se espera si no mejorar como es previsible y debería ser lógico).
Tipología de sus productos:
No vengo a enumerar los productos de su carta ni mucho menos a valorarlos de manera técnica porque si el restaurante es tan reconocido, es claramente por algo. Pero, lo que sí puedo decir en base a mi pequeña experiencia en el StreeXO, es daros algún que otro consejo a la hora que pedir para que acertéis de la mejor manera posible. Además os pondré fotos de los platos que yo misma me pedí y probé, por lo que mi opinión os debe valer, más aún cuando no hace ni dos meses que fui allí.
Antes que nada, contaros alguna que otra cosa curiosa que me fijé del local y que seguro os llama la atención:
- No utilizan vajillas: porque si la idea es recrear el hecho de encontrarte en plena calle y estar comiendo justo en ella, no debe haber opción a la duda en este sentido, puesto que obviamente lo que te darían en ese tipo de puestos es cubiertos de plástico. Aquí justo pasa eso mismo, con la diferencia de que no te los dan, sino que los tienes que coger tu mismo de unos recipientes que encontraremos fácilmente en las mesas o en la barra. Además, la mayoría de los productos te los pondrán en una especie de hoja que se podrá enrrollar fácilmente una vez terminemos con todo y así tirarla sin desperdiciar ni ensuciar ningún plato. Si bien, hay que decir a esto, que si tienes la mesa reservada te pondrán platos y cubiertos correspondientes haciendo las veces más de restaurante en sí que de puesto callejero; por lo que todo dependerá de nuestros gustos determinados y así podremos elegir una u otra opción al respecto (con la cosa de que para la reserva lo mejor será como dije anteriormente el mirarla con la suficiente antelación, que en este caso nunca será poca). Con respecto a los vasos, ya sea que te pones en la barra, ya sea que estás en una mesa, sí que serán vasos de toda la vida y no habrá ese estilo más callejero del que hablaba en líneas más arriba.
- Se ve lo que cocinan: porque siempre me llamó la atención esto mismo de los mejores hoteles en los que estuve en mi vida y me gustaba. Me agradaba eso de que prepararan todo delante mía, no solo por lo fastuoso del asunto, con la velocidad y precisión que atestiguan de manera aparentemente sencilla; sino por el hecho de saber perfectamente lo que te vas a comer e incluso saber el cómo se hace. Esa transparencia que debería existir no solo en el mundo de la cocina, sino en general en absolutamente todo lo que hacemos y nos sirven, para que nos de una mayor confianza que sin duda se consigue en el StreetXO. Sí que es cierto, que si justo estamos en la barra donde preparan toda la comida y hay decenas de trabajadores distintos; puede haber un momento en el que nos agobiemos un poco, porque lo cierto es que es todo tan rápido, tan estricto, tan exigente, donde podemos ver esa cara de concentración de los mismos, diferenciando aquellos que disfrutan de lo que están haciendo de otras tantas caras que se ve que están realmente exigidos y presionados. Hay que saber llevarlo porque tampoco es fácil estar ahí dislumbrando todo, ya eso quedará en cada uno de nosotros si preferimos mesa o barra.
- Ruido que puede ser demasiado para algunas personas: porque si hay otra característica que se repite en la calle, o mejor dicho, si estuviéramos comiendo en uno de esos puestos de la calle; sería el ruido amplio y grave que existe. Ya sean de voces, de altavoces, de coches, motos o lo que sea, no hay duda de que ruido habría y mucho. Porque no solo hay que meter lo dicho antes de que los camareros y cocineros están justo a menos de un par de metros de distancia nuestra y con ello, los gritos y voces de los mismos será fácilmente escuchable, sino que, por supuesto la cocina en sí crea mucho efecto sonoror ya sea de distintos cacharros chocando, ya sea de la propia plancha, de las ollas, o en general de cualquier artilugio utilizado para llevar a cabo los platos. Si encima le sumamos que la música estaba puesta muy alta, no sé si para tapar todo lo que he ido diciendo, o bien para incrementar más aún ese efecto sonoro por el que a uno le entran ganas de irse lo más rápido posible (lo cual le permite al propio restaurante tener mayores turnos de comida, mucho más veloces y al final todo ello redunda en mayor número de clientes que terminan depositando su dinero en los platos servidos y disfrutados). La cosa está en que si nuestra idea es comer en un restaurante elegante, tranquilo, lejos de la "muchedumbre alborotadora", lo tenemos en el StreetXO verdaderamente crudo.
- Organización muy curiosa: porque si en un restaurante en general lo que más tenemos son camareros que te guíen, te lleven, te traigan, te escuchen, te sirvan y un largo etcétera; lo cierto es que en este restaurante hay muy pocos de ellos, solo un par al principio en la entrada que te dan la bienvenida de manera muy cortés y poco más. La clave del restaurante es obviamente los cocineros y son ellos los que te dan una especie de cartel pequeño donde te apuntan los platos, van tachando los realizados y servidos y van continuando con la tarea hasta el momento en el que cesas de pedir, acabas todo lo que ya te sirvieron y te vas a la barra correspondiente a pagar. Lo cierto es que jamás había visto una organización tan curiosa que no te va a dejar indiferente, de hecho, parece que todo está pensado a las mil maravillas para aumentar la eficacia, la productividad, aminorar costtes, aumentar la velocidad con la que nos sirven y comemos y al final, que deje el restaurante mucho más dinero de lo que podría llegar a parecer de un comienzo.
- Carta muy muy corta: es otra de las cosas que me sorprendieron pero que en el fondo tienen mucho sentido. Si nos ponemos a pensar en el bar medio de cualquier barrio cercano a donde vivimos; nos daremos cuenta de que sus cartas son enormes, interminables y que suele pasar muchas veces por ello que los mismos del bar se queden sin determinados productos y platos que poder hacer, valorando unos más que otros, lo que lleva muchas veces al cliente a irse con mal sabor de boca en el sentido de que pidió varias cosas que estaban en la carta y no se las pudieron servir (además del mal momento que pasa el camarero en cuestión cuando ni mucho menos sería su culpa en absoluto). En cambio, en el StreetXO veremos poco más de diez posibilidades, con una letra bastante grande en su carta, y con ingredientes muchos que no nos sorprenderán en absoluto (si bien muchas veces mezclados de una manera novedosa y mágica que jamás se nos hubiera ocurrido en nuestro propio hogar). En realidad tiene mucho sentido, porque una vez se te quita esa concepción de qué poco que puedo elegir, te replanteas que más vale doce o trece platos que se hagan perfectos y estén realmente buenos, a que haya cuarenta de los que mejor no probar treinta y cinco. En el refranero español vendría definido por: "quien mucho abarca, poco aprieta", y si nos ponemos a pensar en las mayores cadenas de comida que han triunfado como Mcdonald o Burguer King, al final casi que siempre sirven lo mismo y andan especializados en muy pocos productos.
Lo que quiero decir con todo lo anterior en este apartado es que no hay que pensar demasiado con lo que vayamos a pedir, con poco más de diez platos distintos con sus posibilidades, lo mejor que podríamos hacer es llegar a probarlo todo de manera variada si no en un día porque somos pocos los que vamos, en varios distintos, por lo que en vez de recomendaros alguno en concreto, os diré que todos los que probé estaban absolutamente deliciosos, se te deshacían los ingredientes correspondientes en la boca, el sabor era realmente intenso y lo mejor que se puede hacer al ver unos platos y tapas tan pequeñitos es disfrutarlo lo máximo que podamos de la manera más lenta que sepamos; para que así nos dure más, no nos vayamos con esa idea de que no hemos comido prácticamente nada y sí con que más vale poco realmente muy bueno, que demasiado de calidad baja.
Como podemos observar en las imágenes, sobresalen los platos muy pequeños, que casi podríamos llegar a terminar de un bocado, pero si nos atenemos más a los detalles de los mismos, veremos que, pese a utilizar ingredientes muy usados por nuestra cocina habitual y tradicional, siempre tendrán algo con lo que nos quedemos fascinados y nos haga saber a la perfección que pese a haberlo visto hacer delante de nuestros propios ojos, no seremos capaces de realizarlo de la misma manera en nuestros hogares porque siempre nos faltará algo por lo que no habremos caído.
En líneas generales para que nos hagamos una mejor idea de todo, se mezcla lo ibérico a lo que estamos acostumbrados, con lo asiático, con ese mix que finalmente se consigue de buena manera y que siempre te acaba sorprendiendo (además, con un toque de salsas muy asiáticos pero también de algún país sudamericano, nunca sabremos exactamente qué nos deparará el siguiente plato pese a que los ingredientes que podemos observar nos sean muy comunes).
Decir también, que los platos, todos, son para compartir, por lo que veremos pequeñas miniaturas, muestras o como queramos valorarlos, repetidas en varias piezas para que si somos varios comensales, todos podamos probar el plato en cuestión y así viviamos de manera más completa la experiencia en el restaurante.
Además, la presentación de los distintos platos es algo que tienen en especial cuidado y se nota en cuanto te lo sirven al primer vistazo. Con esos toques elegantes pero innovadores, y siempre muy curiosos en cuanto a la forma final del producto; lo cierto es que al principio te da cosa hasta tener que partir el producto en cuestión, pero es algo que siempre se acaba solucionando con la foto pertinente y con la experiencia que quedará en nuestros recuerdos.
Precios:
Importante hablar de los precios, porque si hay alguien que haya escuchado el digamos su restaurante más conocido y famoso de todos, el "DiverXO", sabrá que es difícil irse del mismo sin gastarse al menos unos doscientos euros por comensal. La idea de David Muñoz aquí es radicalmente opuesta, ya que, pese a que de nuevo siempre usa ingredientes de primera calidad que los reconoceremos en unos pocos segundos que estén en nuestra boca (pocas personas se irán sin estar satisfechas completamente sobre la comida, otra cosa es el tiempo, la espera, el agobio de los ruidos o las personas en sí), quiere recortar gastos en todo lo posible para que cualquiera con una adquisición media pueda llegar a acercarse de manera más o menos habitual al StreetXO sin que vea afectado de mala manera su poder adquisitivo.
Hablo de que los precios de cada plato suelen superar los diez euros, por lo que al final hablamos como si se tratara de cualquier bar al que estamos acostumbrados, pero con la diferencia obvia de que si en un bar te pides un plato, te lo van a cargar hasta arriba (bueno, hablo generalmente, del típico bar de barrio que todos conocemos y frecuentamos), y posiblemente ya no tengas que pedirte nada más; mientras que aquí, obviamente por el tamaño de lo que nos sirven como se comprueba fácilmente de las imágenes que os pongo, pues habrá que pedirse al menos tres distintos para terminar de manera más o menos satisfecha (en cuanto a cantidad, no calidad que se notará como decía desde comienzos tempranos).
Por todo ello, no es raro que cada comensal se acabe gastando unos cuarenta o cincuenta euros con la bebida incluida, lo que nos lleva a evaluar seguro la comida o cena como más bien de precio alto, pese a que hablamos de un restaurante de uno de los hombres más de moda internacionalmente con respecto a la cocina, cosa que al final siempre se acaba pagando. De hecho, comparado con otros sitios en los que he estado que me han cobrado esos más o menos cuarenta euros, puedo decir que el StreetXO me aportó muchas cosas que esos tradicionales elegante que son más fachada que otra cosa, me aportaron; porque sin duda, lo que cuenta al final es la experiencia en el conjunto, y no hay duda que en la misma el StreetXO cuenta con mucha ventaja sobre sus competidores.
Algo más:
Sí, ya que si hay otro tipo de productos además de la comida que la gente suele pedirse tras haber comido o cenado es sin duda el cóctel. Porque al parecer, preguntando allí mismo al ver el porcentaje alto de personas que se terminaban pidiendo uno de estos cócteles, ya me contaron que se había contratado a un coctelero profesional de los mejores del ámbito nacional, por lo que no era ninguna sorpresa que la gente acabara con los mismos.
Lo mejor del asunto es que aquí no eliges tú directamente, sino que el que te lo va a preparar te pregunta qué tipo de sabor te gustaría tener y con ello acaba eligiendo por sí mismo el que cree te va a agradar con mayor probabilidad y de nuevo con ese toque entre lo occidental y lo oriental, siempre acabará sorprendiéndote porque ni sabes lo que te espera. Solo sé que estaba realmente formidable el que me trajeron, que todos los que estábamos allí presentes salimos encantados con el mismo y que el precio algo superior a los diez euros, dentro de lo que cabe no está tampoco tan mal ni es tan caro como podrían llegar a cobrar (ni muy barato tampoco, está en mi opinión en el punto medio exacto y equilibrado).
Sobre las demás bebidas, poco que añadir porque tampoco vi ninguna que me sorprendiera especialmente ni en mi mesa ni tampoco en las mesas de al rededor, por lo que lo mejor será pedir lo que sea y acabar con el cóctel ya nombrado que siempre nos dejará con satisfacción de toda la experiencia.
Conclusiones:
- Experiencia única: no vamos a encontrar muchos sitios en Madrid con tanta personalidad como el StreetXO. No solo por el diseño, que sin duda no sé si os va a gustar o no especialmente, pero lo que sí es seguro es que no os va a dejar indiferente. Además, ya solo por el hecho de la misma cola, con decenas de personas y con los cordones que nos recuerdan más a la espera de un avión que a la de un restaurante convencional; será otro de los puntos que nos harán especial "gracia". Si le añadimos el hecho de haber un ruido casi rozando lo esquizofrénico (o a lo mejor es que yo ahora soy un poco especialita, que pudiera ser el caso), con pantallas por todos lados en movimiento que nos dan una verdadera sensación de velocidad y ligereza ante nuestros actos y a la comida en general; no habrá duda de que pensemos lo que pensemos del sitio, nos vamos a ir recordándolo quizás de por vida y comentándolo con otras personas sobre la experiencia.
- Productos exquisitos: con esa mezcla tan buena y conseguida que realizan entre lo asiático y lo ibérico, no hay duda de que dan con el clavo, ya que unen lo más tradicional que solemos ver y comer en cualquier otro sitio de Madrid, con lo más exótico y afrodisiaco de la cocina asiática que tanto miedo le da a algunos, y que tanto amor le predican otros. Sin duda, espectacular todo lo que probé y seguro espectacular lo que no he llegado a probar pero que seguro en el futuro si tengo la ocasión iré a degustar.
- No es tan caro como nos pueda llegar a parecer: porque si pensamos en un restaurante del tres Estrellas Michelín David Muñoz, sumado a todo lo famoso que se está haciendo ahora con multitud de programas televisivos en los que o bien es protagonista o bien sale de manera secundaria; debemos llegar al equívoco de que vamos a salir totalmente escaldadas de la experiencia y no es así. Con un precio por plato que supera por poco los diez euros y una bebida que dependiendo de lo que nos pidamos puede ser de un precio parecido a cualquier pub medio de la ciudad; lo cierto es que por unos cuarenta o cincuenta euros podremos comer varios platos, tomarnos el fabuloso cóctel final e irnos soltando tan solo un billete y sin el bolsillo roto.
- Cóctel final obligatorio: debe ser obligado porque te va a dejar absolutamente a gusto. De nuevo con esa mezcla entre lo de aquí y lo asiático, con un sabor que te va a agradar llegando a obtener lo pensado, y es que el cocinero siempre acertará si es que tienes claro el sabor que deseas tomar para ese último momento final en el StreetXO.
- Recuerda reservar, evita colas: lo mejor será reservar, lo recuerdo justo al final porque se nos tiende a olvidar y es lo más importante. Porque si te vas a las 21 de la noche, lo más seguro es que o bien tengas que esperarte unas tres horas para ser atendida, o bien directamente ni consigas probar nada del restaurante; por lo que lo mejor es o bien hacer camping en las afueras del mismo (esta opción es claramente de broma, para que me entendáis), o bien reservar con días de antelación y tener una mesa. Eso sí, la experiencia en la barra será mucho más exótica y será mi recomendada, por lo que entonces lo mejor será irnos con alguna hora antes de la apertura y sin más esperar un poquito (o más bien, un "muchito"), hasta dar con el lugar soñado del restaurante.
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