Patio de Maravillas

El Patio de Maravillas es un centro social independiente. ¿Qué significa eso? Es lo que se denomina una casa "okupada" o "okupa". En muchos sitios las casas okupas son viejas, edificios abandonados ocupados por gente que vive ahí ilegalmente. Los edificios tienen otros propietarios que no se preocupan por ellos. Hay un gran movimiento "okupa" en España. Debido a la crisis, muchos ciudadanos han perdido sus hogares. A menudo se debe al hecho de que estas personas pidieron préstamos a sus bancos para poder pagar sus pisos o casas. Tras el comienzo de la crisis en 2008, mucha gente perdió su empleo y no fueron capaces de pagar esos préstamos. Por eso, los bancos les quitaron sus casas. Este es solo uno de los muchos problemas que los ciudadanos españoles están atravesando a nivel social. Así es cómo las actividades sociales comenzaron a aparecer, junto a numerosas protestas y huelgas. Unos cuantos valientes crearon el movimiento "okupa" y empezaron a vivir en casas vacías que los bancos habían quitado a la gente. Hay muchos otros lugares en los que tienen lugar actividades sociales. El Patio de Maravillas, la Tabacalera y muchos otros son buenos ejemplos. El Patio de Maravillas existe desde hace mucho tiempo ya. Se encuentra situado en el centro de Madrid, en la calle del Pez 21, y por dentro es un gran edificio antiguo. Hay un bar en la primera planta, junto con un pequeño vestíbulo donde tienen lugar ciertas actividades. En el segundo y tercer piso puedes encontrar más vestíbulos y más actividades. Hay clases de salsa en el primer piso, yoga y tango en el segundo, un taller de bicicletas en el primer piso también, etc. El Patio de Maravillas tienen su propia página web y una página de Facebook donde puedes ver todas las actividades y talleres que tienen lugar en el centro. Como es un lugar social, ofrece todas sus actividades de manera gratuita. La idea es que si quieres asistir a clases de salsa o yoga, ofrezcas tu ayuda a cambio. Puedes limpiar alguna parte del edificio o trabajar algún turno en el bar. En otras palabras, puedes disfrutar de las cosas geniales que ofrecen y echarles una mano cuando lo necesiten. No estás obligado a hacer nada, es voluntario, pero lo más justo es que los estudiantes de todos los talleres contribuyan de una manera u otra. Hay una pequeña habitación en la que puedes consultar algunos temas legales o familiarizarte con tus derechos. De vez en cuando hay debates sobre temas sociales, tales como los cambios que están produciéndose en el sistema educativo español. El Patio de Maravillas promueve otras ideas sociales, como la posibilidad de comprar productos ecológicos de granjeros locales de Madrid.

En mi caso, he asistido a dos talleres en el Patio de Maravillas. Uno de ellos era un taller de salsa. Se imparte todos los martes de nueve menos cuarto a nueve y media por la tarde para principiantes, y de nueve y media a diez y cuarto para nivel avanzado. Los profesores son dos voluntarios, una chica española y un chico de Sudamérica, que explican y enseñan los pasos. Es básicamente como una clase normal. Lo bueno de las clases de salsa es que conoces a gente fantástica. Hay algunos españoles, pero también muchos extranjeros. Sueles conocer a la gente antes de clase, mientras esperas a que empiece. Después de la clase puedes quedarte en el bar tomando algo y charlando con gente interesante. Lo malo de esta clase es que mucha gente viene una vez y no vuelve, por lo que es complicado hacer amistades. Otro problema es que viene mucha gente a clase y no hay suficiente espacio. Es difícil ver todos los pasos que enseñan los profesores. En cualquier caso, es una muy buena clase y la recomendaría a cualquiera que esté interesado en aprender un poco de salsa.

La otra clase a la que asistí es la de yoga. Me encantó. Se imparte en el segundo piso de ocho a diez de la noche. Por desgracia, hay plazas limitadas disponibles y si quieres asistir tienes que ir un poco antes (quince minutos antes o así). Trae ropa cómoda y una esterilla de yoga. No hay calefacción, así que lleva un jersey en invierno. No hace demasiado frío en el vestíbulo pero debes ir preparado. La clase es para principiantes pero al contrario que en el curso de salsa, hay más participantes que vienen a menudo y saben lo que tienen que hacer. Comienza con unos ejercicios más sencillos y continúa con otros más complicados. Necesitas ser un poco flexible para hacer los ejercicios y posturas. El profesor les dice a los nuevos participantes que se relajen y que no fuercen sus cuerpos en ningún caso. Si eres nuevo debes tener cuidado con no lesionarte. Hay clases más avanzadas. Creo que una de ellas es el mismo día (lunes) y la otra es los miércoles. Solo he estado una vez en la clase para principiantes porque no he hecho yoga antes, así que no puedo comentar qué tal las otras dos clases. Si no eres principiante podrás seguramente asistir directamente a las clases de nivel más avanzado. La clase para principiantes finaliza con veinte minutos de relajación. Todo el mundo se tumba y relaja sus cuerpos. El profesor dice de empezar por los tobillos, continuar por las piernas, estómago, parte superior del cuerpo, brazos y manos. Al final relajas los órganos internos y el cerebro. Es un buen ejercicio y me siento mucho mejor después de hacerlo. Tienes que olvidarte de tus problemas y preocupaciones. Al final de la clase puedes ir al bar y conocer a los otros estudiantes también.

Las clases a las que asistí en el Patio de Maravillas no requieren inscripción previa. No tienes que firmar nada con antelación, tan solo vas y disfrutas de ellas. Como en el caso de las clases de salsa, los participantes de la clase de yoga deben colaborar en el bar, limpiar o ayudar de cualquier otra forma. Ese es el propósito del Patio de Maravillas: participas, disfrutas y ayudas a cambio. Creedme, es mejor que ir a una clase típica y pagar por ello.