Nuestro segundo día en Madrid (¡y el útlimo!)

Nuestro segundo día en Madrid transcurrió relativamente más tranquilo que el primero. Nos levantamos a las 9:30 a.m., más o menos, y desayunamos los restos del cocido del día anterior… ¡nos había sobrado tanto, que no fue tarea fácil el terminarlo! X) Pero bueno, más vale que sobre a que falte :p

Para comenzar: ¡un poco de shopping!

Salimos de casa para tomar el metro hacia nuestro primer destino del día: el Museo del Prado. Pero antes, en una de las calles por la que pasamos para ir hacia el metro, vimos una tienda de bolsas, collares y otros accesorios para mujer. Mi mamá y yo no pudimos resistir la tentación ante tantas cosas tan bonitas :3

Así que entramos, empezamos a ver e, incluso, compramos algo ^^ No recuerdo cómo se llama esa tienda, pero vaya que tenía cosas muy bonitas y originales. Como única seña, les puedo decir que queda en los alrededores de la calle General Pardiñas.

Siendo sinceros: ¿acaso ustedes habrían podido resistirse ante esos accesorios? Bueno, bueno, tal vez ustede sí... ¡pero nosotras no! Jajaja :p

Y para seguir: ¡música! Para comenzar bien el día :)

Después de haber hecho un poco de shopping (pero realmente, sólo un poco eh :p ), cuando nos dirigíamos al metro Goya, pasamos enfrente del almacén El Corte Inglés. Afuera, había un dúo de músicos, un hombre y una mujer: ella tocaba el violín, él, el violonchelo.

Algo que me gusta mucho al visitar una ciudad es disfrutar de la música callejera. Y es que me recuerda un poco a México, con su ambiente animado. Además, cada vez que escucho música, me dan ganas de bailar y me alegra el día :) Recuerdo que Torino me pasó y es uno de los más bellos recuerdos que guardo de mis viajes ^^

Pues el caso es que yo insistí en quedarnos un rato escuchando las melodías que tocaban. Para nuestra fortuna, había una banca justo enfrente de ellos. Así que nos sentamos para disfrutar de ese efímero espectáculo. No recuerdo exactamente qué canciones tocaron, pero vaya que recuerdo que interpretaron “La vie en rose”, de Édith Piaf.

Los músicos que alegraron nuestro inicio del día... ¡y seguramente el de todos los demás transeúntes! Hubiera podido quedarme un buen rato ahí escuchándolos (de no haber sido por mi mamá que casi, casi tuvo que jalarme para ir hasta el metro :P )

De camino al Museo del Prado

Después de esa pequeña pausa musical, seguimos (¡ahora sí!) nuestro camino al Museo del Prado ^^ Era más bien mi mamá quien quería visitarlo y, aunque yo no estaba muy convencida al inicio, finalmente debo reconocer que fue una buena decisión (¡muy buena, de hecho!).

Nos bajamos en la estación Banco de España y vimos de nuevo la Fuente de Cibeles. Ésta vez pudimos apreciarla mejor (bueno, sólo un poco mejor :P ) y sí que me pareció más bonita así.

Caminamos por el parque que se encuentra frente al Museo Naval y al Museo Thyssen,donde una pequeña fuente me llamó la atención. Continuamos nuestro camino y vimos a un señor que vendía bufandas, sombreros y guantes. A mi mamá le llamó la atención una bufanda y un gorrito, cada uno costaba cinco y cuatro euros, respectivamente, así que no que difícil resistir a la tentación de comprarlos ^^

Uno de los monumentos que vimos de camino al Museo del Prado. Les recomiendo que vayan a él a pie para que aprecien lo que hay en el camino, vale la pena :)

Después de eso, avanzamos unos metros más para al fin llegar al Museo del Prado. En la explanada había varios vendedores de pinturas, pero lo que más me llamó la atención fue… ¡¡¡la laaaaarga fila de gente formada para entrar!!! >.<

Pues fuimos a formarnos, resignadas a esperar un cierto tiempo para poder entrar... estábamos en la fila, pensando en cuánto tiempo nos tomaría entrar ahí :( Pero en eso, pasó una chica que trabajaba en el Museo. Escuchamos que decía en voz alta que había otra entrada, en la parte de atrás donde había menos gente y que nos aconsejaba ir ahí.

¡Al fin dentro del Museo! :)

Así lo hicimos y rápidamente nos dirigimos ahí. Aunque también había una fila de personas, no era comparable a la otra en la que estábamos antes. No esperamos mucho para poder entrar y adquirir nuestros boletos. Por cierto, a mí me hicieron descuento de estudiante, así que mi entrada fue gratis ^^ De otra forma, la entada normal cuesta catorce euros.

Evidentemente, el Museo es… ¡¡¡enooooorme!!! Un sólo día es insuficiente para poder visitarlo y recorrerlo entero. Además, como todo museo, en un lapso de tiempo tan corto no puedes apreciar todas y cada una de sus obras, aun visitando todas sus salas…

Cuando apenas habíamos entrado, una chica que era guía en el museo nos ofreció un recorrido comentadopara poder apreciar las obras principales y así realizar una visita más completa. Costaba en total cincuenta euros, pero nos dijo que, si se juntaba un pequeño grupo de cinco personas, se repartiría el costo y así sólo pagaríamos diez euros cada quien.

Una estatua a Velázquez, uno de los más famosos pintores españoles. El Museo del Prado merece ser visto y admirado no sólo por su interior, sino por su belleza exterior

Nos interesó a idea y dijimos que iríamos mientras a la sala de esculturas, en lo que se juntaba el grupo para poder hacer ese recorrido. Pues fuimos a la sala de estatuas antiguas e inmediatamente hubo una que nos maravilló.

Delante de semejante obra de arte, inevitablemente tuvimos el reflejo de sacar el teléfono para tomar una foto… ¡pero después recordé que había leído que no se podían sacar fotos en interior del museo! >.<

Además, luego, luego vino una mujer que trabajaba en el Museo para decirnos que no se podían sacar fotos, que en el plan de este estaba indicado “bieeeeen clarito” (Así lo dijo ella x) ) ¡¡¡Qué chafa!!! Sinceramente, me pareció una medida muy tonta. ¡Ni siquiera en el Musée du Louvre o en el de Orsay hacen eso! ¬¬ Pero en fin…

Pues bueno, seguimos viendo las esculturas y como la chica no había logrado juntar a más personas para hacer el recorrido más económico, decidimos visitar el museo por nuestra cuenta.

Nosotros habíamos seleccionado a algunos artistas y obras que queríamos ver y que nos interesaban más (bueno, a decir verdad, era mi mamá quien los tenía ya en mente, yo sólo la seguía x) ). Así que tomamos un mapa y fuimos directamente a ver la sala donde estaban las obras de Murillo, Goya y otros autores importantes.

Por cierto, pequeño paréntesis: en la entrada del museo hay un guardabultos. Así que ahí pueden dejar sus cosas para visitar tranquilamente el museo. Y ese servicio es… ¡gratis! ;)

Pasamos un buen rato en el Museo. Visitamos varias salas, tanto de las exposiciones permanentes como de las temporales. Recuerdo que había una, por ejemplo, sobre el trabajo de vidrio tallado de Milano.

Noooo, yo no saqué esta fotooo :p

Después de un par de horas de visita, empezábamos a tener hambre. Así que decidimos tomarnos un chocolate ahí en el Café del Museo. Aunque se me antojaba algo más, preferimos esperar más bien salir de ahí para ir a un restaurante y comer algo más consistente.

La ventaja es que el museo del Prado tiene internet inalámbrico. Es gratis para los visitantes del sitio. Así que con el wi fi del museo buscamos algún lugar económico y que quedara cerca del ahí. Después de varios minutos de búsqueda (y que yo ya comenzaba a estar de impaciente…) encontramos al fin una dirección de un sitio que no parecía mal. Así que salimos de ahí nos y dirigimos a él.

Al salir: un pequeño paseo

Al salir del Museo del Prado, antes de ir a nuestro siguiente destino, decidimos dar un pequeño paseo por los alrededores. Si ustedes visitan este lugar, les recomiendo que se tomen el tiempo suficiente no sólo para visitar el interior del museo, sino para pasear por las calles aledañas.

Recuerdo que nosotras vimos por ejemplo el edificio de la Real Academia de la Lengua Española. También vimos una iglesia que estaba justo al lado del Museo, pero que no supimos su nombre. Había creo que una boda o algún evento en ese momento porque vimos que había una alfombra roja y varias personas muy elegantes que entraban ahí.

El edificio que alberga la Real Academia de la Lengua Española... ¡toda una institución!

Caminos sobre el Paseo del Prado. Pasamos enfrente de la Plaza de la Lealtad y nos detuvimos para observar también la fuente de Neptuno… ¡simplemente preciosa!

Regresamos hasta la fuente de Cibeles. A esa hora, como ya empezaba a caer la noche, este monumento tenía una iluminación de colores que hacía que se viera aún más bella. La Fuente de Neptuno estaba también iluminada así.

Posteriormente, tomamos el metro para ir hasta la estación Tribunal, donde habíamos visto que se encontraba el restaurante al que queríamos ir.

Otra foto del Museo del Prado, de este lado se encuentra el acceso principal (donde hay muuuucha gente, por cierto... ya lo habrán imaginado)

Tengo hambre… ¿dónde comemos?

Saliendo del metro y vimos una fachada que llamó mucho nuestra atención: era la del Museo de Historia de Madrid.Su arquitectura me pareció… ¡imponente! Me gustó mucho esa fachada. Como era ya de noche (bueno, no era tarde pero ya había obscurecido :( ), no la pude apreciar tan bien pero estoy segura que si así de noche me gustó, de día debe ser aún más bonita. Además, seguramente ese museo debe ser muy interesante.

El monumento de la Plaza de la Lealtad

Fuimos hacia la Calle San Joaquín para ver el restaurante al que queríamos ir, pero cuando llegamos a él, tal y como lo temíamos… ¡¡¡no nos convenció mucho!!! :/ Por fortuna, antes de llegar ahí, sobre esa misma calle, habíamos visto un letrero de otro lugar donde ofrecían un menú completo (entrada, plato principal y postre, bebida y pan incluido). Y costaba solamente trece euros con noventa y cinco centavos.

Un menú a ese precio no se me hizo caro porque en Lyon un menú con todo eso está al menos en quince euros. Decidimos entrar a ese lugar, pero nos dijeron que estaba cerrado y que sólo dentro de treinta minutos más o menos no podrían atender :/

Pues como ya teníamos hambre fuimos a ver otros restaurantes que estaban justo enfrente del anterior. Había uno donde se veía que vendían hamburguesas y papas, tipo fast food… pero justo en ese momento, vimos que el señor del restaurante de donde apenas habíamos salido, nos hacía señas para que regresáramos. Entré de nuevo y nos dijo: “Entren, las voy a atender”… ¡yupi! :D

No fue hasta ese entonces que me di cuenta de que era un restaurante peruano. De hecho, al verlos, nos preguntó si éramos peruanas y le dijimos que no, que mexicanas. Pero al final, bueno, salió la fraternidad latinoamericana :p

Yo recuerdo que pedí papa a la huancaína y mi mamá arroz con no sé qué. Después, para el plato principal tenían cordero secocon no sé qué salsa. (Lo siento, no anoté los nombres x) ). Pues el menú estuvo a un buen precio, pero la carne no me gustó mucho :/ Y es que tenía un aderezo que no me supo tan rico. De hecho, me parecía que arruinaba el platillo.

Por otra parte, ese famoso platillo de la papa a la huancaína… mmm, tengo mis reservas al respecto :P Personalmente, no me gustó ni me pareció la gran cosa. No sé si haya sido por la forma en que lo prepararon en ese lugar o si es el platillo en sí. Pero bueno, teníamos tanta hambre que nos comimos todo, eso sí x)

Ah, por cierto, el postre ese sí estuvo un poco mejor. Mi mamá pidió un flan y yo un pay de zarzamora. El dueño, tengo que reconocerlo, fue muy simpático. Tanto que… ¡hasta hicimos skype con uno de sus amigos! Directo desde Perú jajaja

Recuerdo también que al principio entramos y él estaba con uno de sus amigos. Él era español y nos dijo que de hecho él había vivido año y medio en México, en la zona de cerca de Chetumal. Que había puesto un restaurante de comida española pero que no había funcionado mucho y que ahora vive en Perú, que estaba sólo de vacaciones en Madrid. En fin, creo que eso habla del espíritu de América Latina y de España :)

De regreso a casa, para recoger nuestras maletas e ir a la estación

Salimos de ahí y pasamos de nuevo por el Museo de Historia de Madrid y tomamos algunas fotos. Entramos también a una tienda de ropa, había algunas cosas que me llamaron la atención, además no estaban tan caras pero la calidad tampoco era súper, así que mejor nos fuimos y no compré nada.

De regreso a casa, fuimos al Corte Inglés para comprar turrón y jugos para el camino hacia Granada, ¡teníamos que hacernos de provisiones! Bueno, el jugo era la provisión, el turrón no, jajajaja Al fin sólo compramos jugo y leche. El turrón nos pareció caro y no hubo alguno que se nos antojara realmente….

Después de eso, fuimos a la casa donde nos estábamos quedando. Pero sólo para recoger nuestras maletas, porque esa misma noche tomaríamos el bus que nos llevaría a Ganada. Así que fuimos a la estación de buses llamada estación sur de Madrid.

La famosa papa a la huancaina... no me gustó realmente :/

Conclusión

Algo que me marcó de Madrid (y, en general, de España), es que a todas las personas que me acercaba para preguntarles algo, se portaban muy amables. Creo que una actitud así, no pasaría en Francia :/ Y es que aquí tienen otra forma de comportarse, son más serios. (Y sí, me gusta Francia la amo, pero debo de reconocer que la actitud de los franceses no siempre es la mejor :p).

De hecho, en España nos tocaron varias veces en las que alguien en la calle o que estaba a nuestro lado no empezaba a hacer la plática (por ejemplo, un señor en el súper cuando estábamos comprando la leche, como escuchó que mi mamá me preguntaba algo, él respondió: “Sí, yo vi eso por aquí, por algún lugar yo lo vi…”).

Bueno, pues he ahí nuestro segundo y último día en Madrid :) Aunque si hay que debo decir es que Madrid no es mi ciudad favorita de todas las que visitado hasta ahora (el gusto se rompe en géneros… les goûts et les coulerus ne se discutent pas).

Sin embargo, disfruté de estos dos días en esa ciudad :) Debo reconocer que vi lugares bonitos (¡¡¡y ya sé que me faltaron varios por ver!!!). No sé si regresaré, tal vez necesitaría venir más tiempo y estar en compañía de alguien que conozca la ciudad (¡como cuando fui a Torino con mi amiga Claudia!) para que así pueda apreciar más la verdadera y auténtica vida madrileña.

Pero bueno, Madrid se une a la lista de ciudades que he visitado y ahora tengo una opinión propia sobre este lugar porque ya he estado aquí ^^ Siguiente destino… ¡Granada! ¡Tengo muchas ganas de ver su Alhambra, su arquitectura de influencia árabe! Ya les contaré de eso en un siguiente artículo ;)

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