Los atardeceres de El Retiro.
Me encantan los atardeceres. Es probable que un atardecer sea una de las cosas que más me gustan en esta vida, sin exagerar. Da igual dónde estés y cómo te sientas en ese momento, porque seguro que un atardacer arregla todo lo que te pase. Y es que cuando levanto la mirada y los miro fijamente, el tiempo se para durante al menos unos segundos y nada importa más allá de esos mantos de tonos rosados y rojizos en el cielo.
Seguramente esta no sea la primera vez que hable de atardeceres en alguno de estos blogs, ya voy avisando. Y es que siempre tengo mil cosas que decir ellos. Supongo que es porque me gusta captar los momentos en atardeceres, y si un día he visto y capturado un buen atardecer, es muy probable que recuerde los detalles exactos que estaba viviendo en ese momento. Con quién estaba, dónde, qué estaba haciendo...Cualquier cosa que haya ocurrido durante esa tarde seguro que está escrita en el atardecer que he fotografiado. Claro que esto a no ser que la gente se dedique a hacer fotografías es algo que quizás no entiende nadie.
"¿A qué viene esto con el título de la entrada?" pensareis.
Pues bien, simplemente creo que en el Parque del Retiro se ven algunos de los mejores atardeceres de Madrid y quería compartirlos con vosotros. No sé si es por su posición o por el ambiente mágico que transmite el parque cuando empieza a caer la noche, pero ver un atardecer sentada al otro lado del lago, viendo el agua y el cielo teñirse de naranja al mismo tiempo y a las barcas dar los últimos paseos del día, me transmite una paz enorme.
Y hoy quería hablaros precisamente de eso. Porque todo el mundo conoce el Retiro. Quien ha venido a Madrid visita este parque aunque solo sea porque sale en todas las guías de viajes y es probablemente el parque más conocido de toda la ciudad. ¿Es posible visitar Madrid sin venir aquí? Todos lo conocéis y seguro que hay mil entradas hablando sobre él, pero probablemente esta sea la primera entrada en la que se habla del Retiro a través de los atardeceres y no a través de los monumentos que hay que ver y las actividades que se pueden hacer. Y si lo hago es porque para mí este parque es como un atardecer continuo que dobla su poder cuando además hay uno real.
Para los pocos rezagados que no lo conozcan, el Retiro es uno de los parques públicos más grandes de Madrid. Creado en un primer momento para el rey Felipe IV, actualmente está considerado jardín histórico. ¿Por qué es tan importante? Pues principalmente porque, a pesar de sus reformas, conserva arquitectura y escultura procedente del siglo XVII (esculturas de reyes de la época, fuentes, el Palacio de Cristal...), y además recoge a lo largo del parque numerosas especies de flora y fauna.
Actividades posibles
El Retiro, como los otros dos parques de Madrid de los que ya he hablado en este blog, es uno de esos parques en los que puedes hacer multitud de actividades, es imposible aburrirse. Puedes hacer ejercicio, de hecho por los grandes paseos es por donde más gente se ve corriendo, montando en bici y sobre todo en patines, ya que hay zonas donde los patinadores practican sus trucos a diario y además dan clases a patinadores principiantes.
Puedes alquilar una de las barcas del lago (cuesta alrededor de 5€ para cuatro personas) y dar vueltas durante una hora con mucho cuidado de no caerte, porque dudo que a nadie le apetezca darse un baño en ese agua, ni aunque estuviésemos a cincuenta grados, y menos todavía viendo a los monstruos a los que llaman peces que nadan por allí. Sin duda este plan recomiendo llevarlo a cabo al atardecer, para ver los reflejos del cielo en el agua y que además no te dé todo el sol de media tarde en la cabeza si es verano.
Puedes dar de comer a los peces y patos, aunque ya están suficiente alimentados. Suelen ser las familias con niños las que dan de comer a los animales. Puedes visitar el famoso Palacio de Cristal. A veces dentro hay alguna exposición, generalmente de arte moderno, y llenan el palacio de agua, luces o reflejos. También puedes visitar la casa de exposiciones que hay justo enfrente de las taquillas del lago. Casi siempre suele estar abierta y hay alguna cosa para ver.
Pero a lo que íbamos. Sin duda alguna, lo mejor es, como he dicho al principio, ver el atardecer. En Madrid hay mil sitios más altos donde verlo, pero el Retiro tiene algo especial cuando te sientas en el paseo con la banda sonora de a algún músico que está tocando en directo y ves el sol esconderse poco a poco hasta que se esconde por completo detrás de los árboles más bajos.
Así que sí, os diré que si tenéis la oportunidad de venir a ver un atardecer al Retiro, lo hagáis, porque si acabáis el día así, ya podéis iros a la cama tranquilos. Y si eso no os convence, del todo, entonces volved en otoño, cuando todo el parque se cubre con un manto anaranjado y el atardecer es todavía más colorido.
Galería de fotos
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