Fado portugués

Hoy es el primer día en que nos vamos a acercar a la música portuguesa y no he podido resistirme a dedicarlo al Fado. Esta forma musical, arraigada en la tradición portuguesa, tiene una fuerza impresionante y es capaz de transmitirnos el sentimiento (generalmente triste) del intérprete o el compositor, sin apenas instrumentos, casi exclusivamente con la voz.

(Foto: absolutlisboa.com)

La primera artista con la que me he topado al interesarme por el Fado es Amália Rodrigues. Con el sobrenombre de “La Reina del Fado”, esta cantante ya fallecida es considerada por muchos la más importante intérprete de Fados del siglo XX. Una voz característica unida a una gran presencia en el escenario dieron sin duda a esta mujer su merecido apodo.

Si seguimos acercándonos al Fado, nos encontraremos con Dulce Pontes, artista igualmente muy conocida, con una dimensión más internacional (hay que tener en cuenta la diferencia de época, Dulce Pontes está presente en la escena musical actual). Me llamaron la atención sus colaboraciones con Ennio Morricone (famoso compositor de bandas sonoras) o Andrea Bocelli, que sin duda la han ayudado a acercar su música a países donde el Fado no es tan conocido como en la península ibérica.

La última artista que vamos a señalar hoy es Cristina Branco. Esta cantante portuguesa tiene unas raíces un poco más tradicionales que Dulce Pontes, siguiendo la estela de Amália Rodrigues, encargándose con éxito de que el Fado no solo no desaparezca, sino que gane adeptos.