El Parque de Madrid Río.
El parque de Madrid Río es uno de los lugares de Madrid que más he visitado a lo largo de los últimos años. Madrid pasó mucho tiempo en obras por la creación de este parque, con carreteras cortadas y un ruido que no terminaba nunca, pero al final todo mereció la pena. Es un lugar perfecto para pasar tiempo tanto sola como acompañada por familia y amigos, y como es tan grande, siempre es fácil descubrir algo nuevo que hacer cada vez que vas allí a pasar el día entero o la tarde. Además, es un lugar que puedes recorrer andando tranquilamente, en bici, patines, corriendo...Y siempre verás a gente haciendo deporte, es un lugar con mucha vida, y lo más importante de todo, vida sana.
Lo bueno de este parque es que es tan grande (casi diez kilómetros) que abarca muchísimos puntos importantes y conocidos de Madrid, por lo que si vas a visitar algún lugar de los alrededores y tienes algo de tiempo, siempre puedes acceder a él desde cualquier punto del centro histórico y pararte por allí para dar una vuelta.
Uniéndose casi con el Parque del Oeste, entre Moncloa y Ciudad Universitaria (otro parque precioso, por cierto), puedes llegar recorriendo Madrid Río hasta Príncipe Pío, donde se encuentran los famosos Jardines del Campo del Moro, la sala de conciertos de La Riviera o la propia estación-centro comercial de Príncipe Pío. También muy cerca se encuentra la estación de Pirámides, a escasos minutos andando del Rastro los domingos por la mañana, y la Casa de Campo. Esto hace que su situación sea prácticamente perfecta.
Puentes para hacer muchas fotos
Uno de mis principales hobbies es la fotografía. Me gusta pasar tiempo fotografiando lo que veo y haciendo fotos con mis amigos. Ya estábamos cansados de escoger siempre los mismos lugares para hacer sesiones fotográficas, así que hace un par de años decidimos que por una vez íbamos a innovar. Fue entonces cuando decubrimos realmente este parque. Yo ya había estado paseando con mi familia, pero nunca antes me había adentrado en él lo suficiente como para saber que tiene rincones realmente chulos que piden a gritos ser fotografiados.
A primera vista, un puente es eso, simplemente un puente. No tiene nada de especial. Es solo un lugar que sirve para cruzar de un lado a otro, en este caso, para cruzar al otro lado del río Manzanares. Pero caminar por los puentes de este parque cuando el sol entra por sus huecos y ver las formas que se crean con las sombras resulta algo bastante interesante. Además, las estructuras de estos puentes son diferentes, tienen ese estilo modernista que caracteriza muchos de los elementos arquitectónicos de este lugar y que lo hacen tan especial.
Zonas infantiles
A lo largo del parque hay numerosas zonas con espacios dedicados a los niños, aunque muchas de ellas son tan llamativas que no puedes evitar considerarte también niña cuando decides que es hora de subirte en alguno de sus columpios, tirarte por uno de sus toboganes gigantes, lanzarte en tirolina o adentrarse en alguno de sus parques de cuerdas. Si no hay niños a los que molestemos, podemos llegar a disfrutar de la misma manera que ellos y tirarnos una hora balanceándonos en los columpios.
Fuentes
¡Por fin un parque en el que puedes pasar las tardes de verano sin deshidratarte! Y es que en este parque se agradece enormemente encontrar gran cantidad de fuentes para beber agua por el camino, así como fuentes situadas en el suelo donde en verano se puede ver a un montón de niños bañándose y quitándose de encima el calor.
Zonas de relax
Este parque también es perfecto para relajarse. Las innumerables zonas verdes te permiten encontrar el lugar adecuado a lo que busques, ya sea leer, escribir, dibujar, pasar el rato jugando a las cartas y sentarte un rato a hablar con tus amigos. Hay zonas más tranquilas que otras, por supuesto, como en todos los parques, y más los que están destinados en su mayoría a familias. Por eso es muy recomendable perderse por el interior del parque para encontrar el sitio que prefieras, tu sitio.
En definitiva, es prácticamente imposible que no encuentres algo que hacer, aunque lo que más te guste sea no hacer nada, porque hasta eso se puede conseguir aquí. Las vistas son maravillosas, y pasear por allí te permite sentirte como si estuvieses en medio del campo (además, todo está muy limpio, algo que se agradece enormemente en un lugar como ese) y, en definitiva, es un parque que te abre todas las posibilidades posibles que un parque puede ofrecer.
Galería de fotos
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