¡Denuncia a Pablo!
Llegar a un nuevo país tú solo es obviamente una situación complicada, sobre todo cuando tienes que buscar piso en un espacio corto de tiempo! Tuve una experiencia terrible con mi primer casero (por si no lo has adivinado, se llama Pablo) y quería avisar a la gente de que no se precipite a la hora de firmar un contrato!
Es fácil dejarse llevar cuando empiezas a buscar por Internet pisos en tu país de acogida. Es difícil quitarse de la cabeza el retrato idílico de película de Hollywood de los pisos europeos con vistas a la orilla del río decorados con sillones y armarios vintage. Sin embargo, cuando llegué a Madrid tuve que olvidarme de eso y lidiar con lo que realmente hay. No tenía mucho tiempo para encontrar un piso y solamente vi un par y ninguno de ellos nada del otro mundo. Sin embargo, como mi compañero de piso se volvía a Inglaterra dos días más tarde, estaba dispuesto a encontrar algo sí o sí, así que visitamos un piso que parecía perfecto, aunque bastante lejos del glamuroso estudio con tres balcones que tenía en mente!
Debido a las prisas que nos metía Pablo, firmamos el contrato dos días después de ver el piso, pero yo no estaba seguro al cien por cien de si me gustaba o no. Cuando mi madre vino a ayudarme con la mudanza, mis peores temores se confirmaron. Ella estaba de acuerdo en que el piso era bastante oscuro y lleno de muebles sombríos que Pablo claramente no tenía dónde almacenar pero que no quería tirar. Tras descubrir que la conexión a Internet que nos había prometido no funcionaba, y que el baño de sobra era "solo para emergencias" decidimos que teníamos que irnos de allí en cuanto pudiéramos!
Llamé a Pablo y quedamos en vernos y en que trajera el contrato para discutir las opciones. Pablo, tras mucho discutir con el casero verdadero (una mujer para la que trabaja) estuvo de acuerdo en que si pagábamos un mes podíamos resolver el contrato, y le dije que si le encontraba a un nuevo inquilino ese mes él me devolvería el dinero del resto del mes que le pagara ese nuevo inquilino. Un poco decepcionado por haber tenido que pagar, pero contento de poder irme, acepté y le pedí que escribiera y firmara una pequeña declaración del acuerdo al final del contrato, reflejando estos detalles.
Tras buscar exhaustivamente por Internet, encontré a alguien interesado en mi habitación y le mandé directo a ver a Pablo. Sabiendo que ahora la habitación estaba cogida, intenté llamar y mandé mensajes a Pablo para que me devolviese la parte que me correspondía. Después de ignorar todos mis mensajes y llamadas, me presenté en su puerta, dejándole sin escapatoria. Me puso un sin fin de excusas, diciéndome que tendría que esperar hasta el mes siguiente porque no tenía dinero suficiente para el alquiler. Esto continuó durante meses y Pablo incluso fingía ser otra persona al teléfono cuando mi profesor (Conrad) se ofreció amablemente a llamarle.
Pablo anuncia sus pisos en idealista.com y aunque he presentado una denuncia contra él, no estoy seguro de que sus pisos hayan sido retirados del portal. Tienes montones de pisos para estudiantes en Argüelles, especialmente en la Calle Altamirano.
Aunque está fue una mala experiencia al principio, ya que me quitó 390 euros, fue algo de lo que aprendí. Nunca más volveré a firmar un contrato tan apresuradamente y me aseguraré siempre de pedir referencias a los antiguos inquilinos! Por suerte nadie que lea esto cometerá el mismo error que yo!
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- English: Prosecute Pablo!
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