Cereal Hunters.

En Madrid hay algunos lugares para comer o tomar algo que son capaces de transmitirme un amor-odio en cuanto los piso. Además, son de esos sitios (normalmente de Malasaña, claro) que ves en las publicaciones de famosos en instagram, entonces decides hacer una captura de pantalla para pasársela a tus amigos diciendo "tenemos que ir ahí" y acabáis haciendo las mismas fotos que otros capturarán desde vuestras redes sociales para a su vez pasárselas a sus amigos y acabar yendo. El Cereal Hunters de Madrid, es uno de esos sitios en los que el postureo está presente en cada cereal que te metes en la boca pero te dices a ti misma que no importa, que una vez al año no hace daño, y que quién te iba a decir que ibas a quedar con tus amigos para tirarte una hora en la cola esperando una mesa porque está llenísimo de gente, solo para tomarte un cola cao acompañado de los cereales que comías en tu infancia o esos que probaste hace años cuando te fuiste de intercambio a Londres.

Claro que todo esto sus creadores ya lo sabían. Seguro que frecuentaban Malasaña muy a menudo antes de dar el salto empresarial y abrir su primer local en Madrid (que por cierto, por si alguien se ha cansado de esperar colas interminables en el local que está entre Alonso Martínez y Tribunal hasta encontrarse una mesa libre, han abierto uno nuevo en Goya). El caso es que a pesar de que este tipo de cafeterías ya existían en Inglaterra y Estados Unidos, aquí no existía nada similar, así que esta novedad ha sido un boom para todos los madrileños a los que nos encanta ir a probar sitios modernitos que se salen un poco de lo general.

"Pero, ¿de verdad escribes esta entrada porque te gusta el sitio? Porque parece que lo odias a muerte".

Sí, claro que me gusta. Pero también me da un poquito de tirria. Como he dicho en la primera línea de esta entrada, este lugar es uno de esos sitios a los que siempre digo que quiero volver, pero también "uf, qué pereza esperar colas, tirarme media hora para elegir qué quiero tomar y pagar casi cuatro euros por una taza de cola cao con cereales". No me gusta que un lugar se aproveche de su éxito para subir los precios y hacer que tomarte un bol de leche con cereales parezca un plato de un local con estrellas Michelín. Pero sí, me encanta el Cereal Hunters, o al menos el Cereal Hunters tal y como era cuando lo abrieron.

Hay muchísimos tipos de leche diferentes (más de veinte, creo recordar), para todos los gustos, así que eso de que a tu amigo no le gusta la leche semidesnatada ha dejado de ser una excusa para siempre. Ahora tendrá que acompañarte. Además, ofrecen leches vegetales de todo tipo, por lo que es una opción buenísima para veganos (algo a lo que realmente le doy mucha importancia, ya que algunas de mis amigas lo son, valoro enormemente su decisión y sé la desesperación que supone que no puedan tomar casi nada en ningún sitio). En definitiva, leche de vaca, oveja, almendra, soja, avena...Y además te dan la oportunidad de teñirla del color que quieras (algo que me parece un poco tontería, más que nada porque solo por cambiarle el color ya te cobran de más, pero bueno, que si vas allí solo para hacerle fotos a lo que estás tomando, también puede ser una opción).

Además, también tienen más de 160 tipos de cereales de diferentes partes del mundo (los que más se venden obviamente son los típicos americanos que tomaban los niños en las películas, como los de Matilda o el niño de Solo en casa). ¿Que si son mis favoritos? Nah, los Lucky Charms están muy vistos, y los Fruit Loops me saben a poco más que a jarabe infantil. Mis favoritos son los que tienen sabor a frutas reales (plátano, naranja, frutas del bosque). No me preguntéis cómo se llaman porque en nombres me sacas de los más comunes y ya estoy perdida, pero os dejo unas fotos para que veáis cómo son. De todas formas, me gusta probar sabores nuevos. No frecuento mucho el sitio, pero si voy, prefiero no pedir los mismos cereales que pedí la vez anterior sino unos que no haya probado antes. Esto por supuesto es un problema si eres una persona tan indecisa como yo, pero qué le vamos a hacer.

Además, por si todo esto fuese poco y cualquiera de los cereales que escojamos no tuviese suficientes calorías ya de por sí, también te dan la posibilidad de añadirle uno de sus muchos toppings, como oreos, kit kat, M&M o marshmallows, todo siempre a tu gusto y esto sí, por muy poco dinero de más, por lo que  merece bastante la pena. Precisamente por esto la leche que te ofrecen suele estar fría a no ser que les pidas que te la calienten, porque de este modo los ingredientes de más que decidas echarle (sobre todo si son galletas o similares) se conservan más tiempo sin ponerse blandos.

¿Cuánto cuesta?

Pues todo depende básicamente del tipo de leche que quieras pedir (cada una cuesta un precio distinto), el tamaño de tu bol (no estoy segura de si hay pequeño-mediano-grande o tan solo dos tamaños diferentes) y si lo quieres con toppings o no, pero aproximadamente se te van cuatro euros con cada bandeja, que incluye una botella de leche y un bol de cereales. En mi opinión sí que merece la pena probarlo al menos una vez, porque claramente no es un sitio al que puedes permitirte ir todos los fines de semana, pero si quieres darte un capricho, siempre puedes pasarte por alguna de sus cafeterías y ver qué tal.

Así que sí, por si teníais alguna duda, os recomiendo probar este lugar, aunque solo sea por ir a un sitio distinto y novedoso, con un ambiente bastante interesante y, por qué no decirlo, un ambiente también bastante sano. Además, el local en sí está cuidado al detalle, es llamativo y muy atractivo a la vista, así que solo por eso ya merece la pena.

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