La pirámide alimenticia: El Cenayuno

La vagancia o las pocas existencias en nuestras despensas suelen causar estragos en nuestra alimentación. La dura vida de los estudiantes Erasmus hace que su alimentación se resienta a veces, cosa que por lo que sabemos, en ediciones pasadas del Erasmus, los chicos tienden a adelgazar y las chicas a engordar (tranquilas chicas, aquí os damos pautas para no hacerlo). Alex y José, en su afán por salir vivos de aquel viaje, cocinaban a diario, dos veces al día y compartiendo gastos de compras y sucedáneos. Pero llegó un momento en el que no coincidían por sus obligaciones diarias o en que estaban muy cansados para cocinar o no tenían dinero para comprar algo hecho. De esta forma se implementó una nueva comida: el Cenayuno. El cenayuno es una comida inventada antes de la llegada de Olga a nuestro seno. Dicha comida consiste básicamente en preparar un plato (a gusto del consumidor) a rebosar una sola vez al día, que se suele empezar a preparar sobre las 7 u 8 de la tarde. De esta manera recuperamos todos los nutrientes que no se han consumido en el día y nos acostamos con la barriguita llena y el corazón contento. El motivo del nombre resulta de la combinación de dos comidas: El desayuno y la cena. Hablamos del desayuno porque en principio es la primera comida del día, y la cena por las horas a la que se prepara. Sabemos que no es muy ortodoxo seguir este tipo de dieta, pero si eres un vago y sucio como nosotros al que no le importe su salud en demasía, creemos que no le harás ascos a tal manjar, que dadas las horas de su preparación y degustación, seguramente todo te sabrá a gloria aunque estés comiendo la peor basura del mundo. Dicho esto, solo nos queda decir “Bon appetite” y que Dios bendiga a las manos que lo prepararon.