Un paseo sabatino en Lyon... ¡lleno de sol! :)

Publicado por flag-mx Nuri Mercury — hace 8 años

Blog: Estudiar en Francia
Etiquetas: flag-fr Blog Erasmus Lyon, Lyon, Francia

Este fin de semana una amiga de París vino a verme. Yo había ido a visitarla en enero pasado (ya les había platicado sobre ese lindo fin de semana ^^). Y ahora fue ella quien vino a Lyon. Así que les platicaré lo que hicimos el día de hoy. Tal vez les sirva de inspiración para un próximo paseo en esta bella ciudad :)

Comenzando el día…

Fin de semana equivale a… ¡levantarse tarde! Así que nos levantamos hasta las once u once y media de la mañana. abrimos la persiana y nos llevamos una muy agradable sorpresa al ver que… ¡el día estaba soleado! :D

Viendo que el día estaba así de bonito, inmediatamente quisimos salir… pero entre el ver qué íbamos a desayunar, arreglarnos y todo, pues cuando nos dimos cuenta, ¡ya era mediodía! Así que comimos tranquilamente. Como ya era algo tarde y que nos habíamos saltado el desayuno, nos preparamos unos huevos revueltos que acompañamos con un croissant. Además, ella había traído una quiche lorraine que había preparado, así que completamos la comida con eso.

Después de eso, lavamos los trastes, me fui a bañar y en lo que me arreglaba y me secaba el cabello, cuando vi el reloj… ¡ya eran poco más de la una de la tarde!Así que nos apuramos para salir y poder disfrutar al máximo de este bello día soleado.

Un paseo sabatino en Lyon... ¡lleno de sol! :)

Una parte de las numerosas escaleras que subimos ese día... ¡vaya que hicimos ejercicio! Pero bueno, con las bellas vistas panorámicas que teníamos de la ciudad y con ese hermoso sol que hacía... ¡fue un verdadero placer ese paseo! :)

Al fin afuera: ¡viva el sol! :D

Al vestirme, estaba pensando en ponerme mi abrigo (¡soy friolenta!), pero como vi que había sol, decidí mejor tomar solamente una chamarra. Cuando salimos al fin a la calle, me di cuenta de que había sido una muy buena decisión porque la temperatura era muy agradable… ¡como hacía tiempo que no la sentía! :D

Pensé en que podríamos ir hasta Fourvière y después bajar la colina para visitar el Viejo Lyon y Bellecour. Pero para ello, debíamos tomar un bus. Viendo que el día estaba así de bonito, no tenía caso subirnos al camión o ir al metro… ¡teníamos que disfrutar del buen clima y caminar!

Una buena caminara: ¡subir un montón de escaleras! :O

Así que le propuse que subiéramos una de las muchas escaleras que conducen a lo alto de la Croix-Rousse. Subimos por la Montée Bonafous,que una calle que usualmente no tomo. Quise que ese paseo fuera también una oportunidad para mí de descubrir (o bueno, de redescubrir) Lyon.

Un paseo sabatino en Lyon... ¡lleno de sol! :)

De vez en cuando, nos deteníamos mientras subíamos para admirar la ciudad de Lyon desde lo alto... ¡es una de mis perspectivas preferidas! :) ¿Alcanzan a reconocer algunos edificios? Lyon tiene muchos puntos desde los cuales podrán tener vistas muy bonitas... ¡deben explorar la metrópolis para deleitarse con ellas! ;)

Aunque ya había pasado una que otra vez por ahí, no lo había hecho tranquilamente, durante un día soleado. Había olvidado que es un bello rincón de Lyon. Eso sí, ¡hay muchas escaleras que subir! No las conté pero si de por sí cada día tengo que subir muchos escalones para llegar hasta mi casa, ¡mi dosis de ejercicio se vio aumentada con las escaleras de hoy! :P

Por cierto, para ese punto, mi amiga me dijo: “Nuri, ¿recuerdas que soy una old lady? ¡Ya me siento cansada!” Lo dijo bromeando, pero disminuimos el ritmo y nos detuvimos a observar la vista que teníamos del Rhône. Cuando íbamos subiendo esas escaleras, vi una placa del número de una casa que me llamó la atención: era de cerámica y tenía unos bonitos detalles en amarillo y azul. Creo que debería venir por este camino más seguido, hay lindas cosas por descubrir.

Un paseo sabatino en Lyon... ¡lleno de sol! :)

La plaquita de la cual les hablaba más arriba :) Me recordó un poco el trabajo de talavera típico de Puebla, mi ciudad. ¡Yo quiero una placa así para mi casa! :D

La place Gros Caillou: una piedrota... ¡grandooota, grandototoooota!

Seguimos subiendo y llegamos hasta la plaza llamada “Gros Caillou”. Este lugar lleva este nombre porque hay una graaan piedra en medio (en español, “gros caillou” es “gran piedra” … lo sé, muy originales para los nombres :p ).

En la plaza Gros Caillou hay unas bancas y pasto. Había muchas personas ahí, comiendo, platicando… ¡disfrutando del sol! En ese momento, me di cuenta de que había varias personas con camisetas de manga corta, sin chamarra… ¡me sentí taaaan contenta! ¡Porque me di cuenta de que no tenía frío, de que el buen tiempo de la primavera había llegado!

Por cierto, desde la explanada de Gros Caillou, podrán tener una bella vista panorámica de Lyon. En los días despejados, se puede ver incluso desde aquí el Mont Blanc. Nos quedamos un pequeño rato ahí, tomando fotos y disfrutando del sol ^^

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La famosa explanada "Gros Caillou". Al fondo, si observan bien ( muuy bien :p ) podrán ver la piedra que da nombre a este lugar (sí, ya sé, muy creativos lo que bautizaron este sitio xx) )

Cuesta abajo: el Jardín de la Grande Côte y otra vista panorámica

Continuamos caminando para llegar hasta la entrada del metro Croix-Rousse. Mi amiga quería ver el mercado, pero le dije que lo mejor era ir mañana más temprano porque para esa hora, ya no encontraríamos nada más que los vendedores recogiendo su mercancía…

Un paseo sabatino en Lyon... ¡lleno de sol! :)

Tal como lo dije: cuando llegamos los vendedores ya estaban recogiendo su mercancía y limpiando todo para irse

Doblamos a la izquierda, para tomar la Rue des Pierres Plantées. Bajando esa calle, vimos tiendas que nos llamaron la atención: una pequeña galería de arte, una chocolatería, una librería, etcétera… llegamos hasta la explanada que precede el Jardin de la Grande Côte.Noté que, en ese espacio, había una carpa y dos o tres stands. Me parece que se trataba de un evento de información sobre movimientos ciudadanos.

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Ésta es la rue des Pierres Plantées. Si la bajan toda, llegarán hasta el Jardin de la Grande Côte. Si continúan, llegarán hasta la Montée de la Grande Côte (¡y eso fue justo lo que nosotras hicimos ^^ )

Desde esa explanada, se tiene también otra vista panorámica de Lyon. De hecho, es un punto muy visitado tanto por turistas como por locales, ya que desde aquí se puede ver le Rhône y una parte de la ciudad.

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Esta galería de cuadros, joyas y postales nos llamó mucho la atención: había pinturas muy bonitas. Y buena parte de las piezas se inspiran en la ciudad de Lyon, en sus edificios y sus calles :) Me gustó mucho que sus obras están llenas de color, me parecen muy alegres :)

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¡Chocolates y huevitos de Pascua! :D En esta época, hay varios modelos muy creativos. Están muy tiernos esos huevitos con caritas de animalitos :3 Desde una gallina hasta un pequeño tigre jijiji Un recorrido por las chocolaterías de Francia, en Pascua, es muy recomendable ^^

Había varias personas en ese espacio y hay unas escaleras que bajan en dirección a Hôtel de Ville (o que suben a la Croix-Rousse, según el sentido en el que vengan :p). Vi que había familias, grupos de amigos, personas platicando y uno que otro que estaba haciendo ejercicio (¡una chica hacía una especie de sentadillas por cada escalón que subía! :O Me imagino que debe ser un muy buen ejercicio porque sólo de verla me cansé x) ).

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Una de las varias tiendas del quartier de la Croix-Rousse. En este caso, una librería de ejemplares usados. Cuando uno pasa, siempre está tentado a detenerse y curiosear entre sus numerosos libros que tienen afuera...

Bajamos al fin al Jardin de la Grande Côte y mi amiga notó que había un árbol con unas flores rosas. Nos hizo pensar en los árboles de cerezo de Japón. Nos acercamos para ver mejor sus flores rosas (y tomarle fotos, claro está :p ).

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La plaza al final de la rue des Pierres Plantées, justo antes de llegar al Jardin de la Grande Côte

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En la plaza, había música: ♪ ♫ ♩ ♬♪ ♫ ♩ ♬"Nada detiene a un pueblo que baila" ♪ ♫ ♩ ♬♪ ♫ ♩ ♬

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La vista panorámica desde lo alto del Jardin de la Grande Côte. Hacía tiempo que no venía aquí... este es uno de los primeros lugares que exploré cuando llegué a Lyon pero al cual había regresado desde entonces... Este paseo fue... ¡la ocasión, la oportunida perfecta para hacerlo! :D

Seguimos bajando y llegamos hasta la Montée de la Grande Côte. Pasamos enfrente del famoso grafiti de elefante y también por el café J’adore (el dueño de este lugar es mexicano y fue aquí donde organicé el primer Café Mexicano :D).

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El lindo arbolito que floreaba en el Jandin de la Grande Côte :) ¡La primavera llegó! :D

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Uno de los grafitis en la terraza que se encuentra arriba del Jardin de a Grande Côte. El dibujo no me gustó, sino la leyenda: "Relájense, la vida es demasiado corta para eso"

Un edificio misterioso: una iglesia que nunca antes había visto...

Al llegar a la esquina de la Montée de la Grande Côte y de la rue Neyret, hubo un edificio que llamó mi atención. Nunca antes lo había visto (o no había puesto suficiente atención…), así que le dije a mi amiga que fuéramos a ver de qué se trataba. Parecía ser una iglesia… y no me equivoqué.

Sin embargo, algo que me pareció muy particular es que era un templo que parecía haber sido abandonado…tenía una puerta que estaba ubicada a unos tres metros del piso… sin escalera alguna para acceder a ella… ¡me pareció como si estuviera en un lugar misterioso y no en Lyon, la ciudad que conozco desde hace poco más de un año!

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Éstas son las escaleras que suben hacia lo alto de la Croix-Rousse... bueno, ¡una de taaantas que suben! ;) Fue aquí donde vi que había una chica que estaba haciendo ejercicio y que, con sólo verla, me cansé x)

Su fachada me llamó la atención: había partes que estaban ennegrecidas y parte de los relieves de la entrada principal, tenían hasta musgo amarillo… me causó mucha curiosidad este lugar porque era muy extraño el que no hubiera acceso a él. Además, quise saber cómo se llamaba… pero no estaba indicado en ninguna parte.

Tomé foto de la iglesia, así como del nombre de la calle para que una vez que regresara a casa, pudiera buscar si se encontraba en Google Maps. Me di cuenta también de que este templo estaba justo enfrente al ’École Nationale de Beaux Arts de Lyon.

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La iglesia, ese edificio que me pareció sumamente enigmático... ¡y que nunca antes había visto! Cuando estaba enfrente de él, sentí como si me encontrara en una ciudad completamente desconocida, como si no estuviera en Lyon...

Pequeño paréntesis: Una vez que llegué a casa, busqué este lugar en Google Maps y así supe que se trataba de l’Église du Bon-Pasteur de Lyon. Investigando un poco, me enteré de que de este lugar ha estado abandonado desde ya hace varios años. Aunque un tiempo fungió como sala de exposición de la Escuela de Bellas Artes de Lyon, fue abandonada definitivamenteen 2007, 2008. Me parece una lástima porque apuesto a que, si su fachada es tan bella, el interior debe serlo también.

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Foto del frente de la iglesia... ¿a ustedes no les dan ganas de entrar? ¡A mí sí!

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La fachada de la Escuela Nacional de Bellas Artes de Lyon, que queda justo enfrente de la iglesia du Bon Pasteur de Lyon

El anfiteatro des Trois Gaules y el Jardin des Plantes

Regresamos sobre la calle Neyret y decidimos seguir una calle desde la cual se veía un camino de dejaba apreciar Forvière a lo lejos. Cuando llegamos ahí, no sólo tuvimos la bonita vista de esa Basílica a lo lejos, sino que, al pie de esa calle, se encontraba el Amphitéâtre des Trois Gaules.

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La calle Neyret, ¡le tomé foto para no olvidar que ahí estaba la iglesia que tanto llamó mi atención!

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Cuando vimos esa calle, no dudamo mucho antes de decidir tomar ese camino. Imaginamos que tendríamos una bella vista de la ciudad... ¡y no nos equivocamos! :) ¿Ya reconocieron a Fourvière al fondo? ;)

El Amphitéâtre des Trois Gaules es un vestigio de la época en la que Lyon no era Lyon, sino Lugdunum, la capital de Galia… ya saben, en la época galo-romana.

Descendimos esa calle para llegar hasta un jardín: le Jardin des Plantes. Se trata de un gran espacio verde que, en sus orígenes, era un Jardín Botánico. Además, leí que este lugar era el jardín más antiguo de Lyon. Tiene una extensión de poco menos de una hectárea, así que este espacio es un importante pulmón para la ciudad.

Un paseo sabatino en Lyon... ¡lleno de sol! :)

La vista desde lo alto del anfiteatro des Trois Gaules. Recuerdo que en alguna ocasión ya había pasado por aquí pero era de noche y no había podido observar bien este lugar. En cambio, desde lo alto y con la luz del día, ¡vaya se aprecia mejor el sitio!

Vimos que había varias flores: narcisos, pensamientos, etcétera. Noté también que en medio de este jardín, había un monumento. Nos acercamos para ver a quién era dedicado, pero no encontramos indicio alguno.

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¡Más flores! :D Narcisos amarillos. ¡Hacía tiempo que nos veía flores en las calles! ¡Viva la primavera! :)

¡Casi, casi de regreso a la infancia! :p

Como esa parte del jardín está empinada, a mi amiga y a mí se nos ocurrió rodar en el pasto :DLo hicimos una vez y fue muy divertido… ¡hacía no sé cuánto tiempo que no lo hacía! Tal vez lo hubiéramos hecho de nuevo… de no haber sido porque nos dimos cuenta de que había algunas caquitas de perro en ese espacio jajaja Pero muy afortunadamente, nos dimos cuenta justo antes de rodar una segunda vez x)

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Unos bichos raros que vimos en el Jardin des Plantes .-. No sé qué insectos sean .-.

Después de sacudirnos las hojas (sí, queremos creer que eran sólo hojas, jajaja) de la ropa, bajamos por la Montée de l’Amphitéâtre. En cada lado de esa montée hay unas escaleras y, en medio, hay un pequeño jardín adornado con más flores… ¡la primavera había llegadoooo! <3

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El monumento que reina en lo alto del Jardin des Plantes... ¡con muchas y más flores a los lados! :D

Mientras descendíamos los escalones, escuchamos el sonido de una trompeta que tocaba las notas del inicio de la canción de las corridas de toros.Me resultó muy curioso escuchar eso y, aún más, el hecho de que escuché también a personas que decían en voz alta: “¡Oooooole!”. Me di cuenta de que era un chico que tocaba la trompeta desde su balcón. No sé por qué lo hacía, pero el ver eso me hizo sonreír y contribuyó a alegrar aún más el día ^^

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Otra perspectiva del Jardin des Plantes. Fue desde esa pequeña colina que nos echamos a rodar :p

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La Montée de l'Amphitéâtre. Es desde una de las ventanas que se ven a lo lejos, en donde se encontraba el trompetista... ¡¡¡oooolé!!!

La Place Santonay y una pequeña historia...

Seguimos avanzado y llegamos hasta la plaza Santonay. Hacía muuuucho tiempo que no pasaba por aquí. Y creo que las pocas veces que lo había hecho, había sido de noche. No de día ni tampoco con un clima tan bonito. Aunque tenía ganas de quedarme en casa porque tenía algunas cosas que hacer, me sentí taaan bien y tan contenta por haberme animado a salir.

Y es que con ese bello sol y con esa temperatura perfecta (justa: ni calor ni frío, simplemente agradable), fue como redescubrir la ciudad de Lyon. Sentí como si hubiera llegado apenas aquí y que estuviera dando mis primeros pasos por sus calles…

Este tipo de días me gustan mucho y me hacen sentir muy feliz. La primera vez que viajé al extranjero fue a Montreal, en Canadá. Fue durante el verano y recuerdo que la ciudad estaba llena de vida, de flores y de actividades. Cuando vine a Lyon hace ya poco más de un año, fue también en el verano: hacía calor y había flores por doquier… así que el paseo de hoy, me recordó esos bellos momentos. ¡Me sentí tan libre y feliz! :)

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Otras de las bonitas flores que vi ese día :3 Parecían unos tiernos pompones ^^

Bueno, el caso es que llegamos a la Plaza Santonay. Me di cuenta de que en ese lugar hay dos fuentes coronadas cada una, por una escultura de león.Ya antes había visto este detalle, pero nunca me había detenido a observarlo con tanta atención. Me dio la impresión de que la “carita” de esos leones tenía una expresión tierna y hasta traviesa ^^

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Un leoncito y la fuente de las escaleras de la Montée de l'Amphitéâtre

En medio de la plaza, se encuentra un monumento en homenaje al sargento Blandan, quien era miembro de las tropas francesas en África. Por cierto, leí en una de las placas que hay en esa zona, que antes en ese lugar había una estatua de Joseph-Marie Jacquard. Si se preguntan quién es, se trata del inventor del telar que lleva su nombre, es decir, del telar Jacquard.

Este invento significó un gran avance para la industria de la seda en Lyon, lo que contribuyó al desarrollo de ésta. Sin embargo, deben saber que en un inicio (como sucede muchas veces con los inventos revolucionarios), su telar fue rechazado por varios tejedores… pero finalmente, el telar Jacquard terminó siendo adoptado por los canuts(los trabajadores de la seda) y su inventor, llegó hasta a recibir la famosa y célebre medalla de la Legión de Honor.

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El monumento al sargento Santonay

Antes de terminar con este dato interesante sobre la historia de Lyon (que deben saber que la seda forma parte íntima de su evolución), les diré que la estatua de Jacquard se encuentra ahora en la plaza de la Croix-Rousse. Mi amiga y yo pasamos por ahí hoy, pero no nos acercamos a verla. Así que cuando ustedes vayan al mercado de la Croix-Rousse o a la plaza Gros Caillou, aprovechen para ir a dar un tour por la zona para que vean el monumento a Jacquard. (Además, estoy segura de que si les platican a los lyonnais todo lo que les vengo de contar, los dejarán impresionados de que un extranjero sepa tanto sobre una ciudad que no es la suya ;) ).

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Un detalle de su monumento... ¡el león está por doquier en Lyon!

En la plaza Santonay había unas personas jugando a la pétanque (ya saben, ese famoso deporte francés ^^). Ya habíamos visto varias flores y a varias personas que tenían camisetas de manga corta, pero el ver que había quienes jugaban petanque… ¡¡¡fue una señal más de que la primavera había llegado, de que el frío de invierno se había ido!!!

Y es que como este deporte se juega al aire libre, no es muy común verlo en invierno… es más bien característico de los días soleados de primavera y de verano :) A propósito, cuando vengan a Francia, tienen que jugar a la petanque… ¡al menos una vez durante su estancia! Aunque pueda parecer un deporte aburrido, cuando lo juegan con amigos franceses, bromeando y disfrutando del buen clima, no tendrá absolutamente nada de aburrido ;) (Debo confesar que a mí me gusta mucho la petanque, pero sé que de regreso a México no podré jugarla más.Y es que las bolas de metal con las que se juega son muy pesadas y ocuparían mucho espacio en mi maleta x) Así que es mejor disfrutar de la petanque mientras estén en Francia :) ).

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Vista de la Plaza Santonay. Quería fotografiar a los que estaban jugando pétanque, pero no salieron .-.

Aunque ya había pasado una que otra vez por la plaza Santonay, no había visto con atención el monumento que reina en ella. Mi amiga y yo nos acercamos y vimos que, en la base frontal, tiene un detalle de un león tallado en piedra. Ya lo habrán notado: ¡la figura del león está en todas partes en Lyon! Es uno de los símbolos más representativos de la ciudad (junto con el Rhône y la Saône, claro está). Creo que sería muy interesante el hacer un recorrido de la ciudad para descubrir sus diferentes leones: los hay casi, casi que de todos los tamaños, colores y sabores :p

La Martinière: un mercado particular y una escuela legendaria

Para continuar con nuestro paseo, bajamos por la calle paralela a la Rue de la Martinière (no recuerdo cómo se llama y Google Maps no quiso ayudarme >.< ). Llegamos hasta una pequeña plaza llamada “Gabriel Rambaud”.

En ese espacio, hay dos elementos que llaman la atención. El primero es un mercado cubierto, llamado La Martinière. Leí en una de las placas del lugar, que La Martinière fue el primer mercado techado en la ciudad de Lyon. Fue construido en 1835.

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El primer mercado cubierto de Lyon. Se encuentra a unos cuantos pasos de los bordes de la Saône

Me llamó la atención saber que hay unas calles que se llaman “Rue de la Poulaillerie” y “Rue de la Fromagerie” (“Calle del Gallinero” y “Calle de la Quesería”… no se rían de mis traducciones :p). Se llaman así porque antes de la construcción de La Martinière, era ahí donde se encontraban los vendedores de gallinas y de quesos, respectivamente. Creo que siempre es interesante saber el por qué las avenidas, calles y vías de la ciudad llevan ciertos nombres. Eso dice mucho sobre la historia y la evolución de esos lugares :)

Bueno, el segundo elemento que llama la atención cuando van a la plaza Gabriel Rambaud es el monumento que se encuentra en medio de ésta. (Sí, ¡Lyon está lleno de plazas y monumentos!). mi amiga y yo nos acercamos a verlo. Descubrimos que estaba dedicado a Claude Martin. Fue el fundador de una famosa escuela técnica que se llama justamente “La Martnière”.

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Monumento a Claude Martin. También está dedicado a otros profesores fundadores del colegio La Martinière

Descubrí que Claude Martin fue un soldado lyonnais que después de haber viajado por el mundo (y de haber amasado una fortuna considerable…), decidió legar todo su patrimonio para la creación de tres escuelas bautizadas como “La Martinière”. Dos de ellas están en India y otra más, como ya lo dije, en Lyon.

Justamente enfrente del monumento de la plaza Gabriel Ramabud, vi que se encuentra un edificio que forma parte del conjunto de escuelas “La Martinière”.

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Cuando mi amiga vio este relieve, dijo: "Oh, ¡ya en esa época tenpian iPads!" :p

La fresque des Lyonnais: arte en la ciudad

Después de aprender un poco (¡o un mucho!) más sobre la historia de Lyon, caminamos por una calle desde la cual se empezaba a ver los bordes de la Saône. Mi amiga se llevó una muy agradable sorpresa porque cuando nos dimos cuenta, estábamos enfrente de uno de los numerosos muros pintados de Lyon.

Deben saber que en la antigua capital galoise, hay alrededor de veinticinco muros decorados llamados “trompe l’oeil”. Son algo muy característico de Lyon y en ellos están representados elementos de la historia y de la cultura de la ciudad y de la región.

El muro frente al cual estábamos era el llamado “La fresque des Lyonnais”. Está dedicado a muchos de los personajes célebres de la ciudad: Antoine Saint-Exupéry (¡y el Principito! :3), Paul Bocuse (el célebre chef), Joseph-Marie Jacquard (ya les hablé de él más arriba ;) ), Auguste et Louis Lumiêre (los inventores del cinematógrafo y, que por cierto, estudiaron en la Martinière), Claude Bernard (sí, a los que vayan a estudiar en Lyon 1, ese nombre les dirá algo porque esa universidad se llama “Universidad Lyon 1 Claude Bernard”… en honor a este médico lyonnais considerado el padre de la fisiología moderna)…

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El muro de los Lyonnais célebres... ¡una treintena de personajes están representados aquí!

En fin, en ese famoso fresco des lyonnais, hay en total treinta personajes célebres. Cuando vayan ahí, ¡traten de identificar a todos! Y si no pueden (no, yo sólo identifiqué a cinco o seis), pueden hacer trampa: en la parte inferior izquierda del muro, pueden ver un croquis con los nombres y funciones de cada uno de los personajes representados ;)

Por cierto, este fresco está dividido en dos partes: una sobre la rue de la Martinière y otra sobre el Quai Saint Vincent. Algo que me admiró al ir ahí, es el ver que el muro estaba en excelentes condiciones… creo que, si estuviera en otro país, lamentablemente no sería respetado y ya estaría todo grafiteado. Me da mucho gusto que este mural sea respetado y preservado porque es una parte importante de la ciudad :)

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Paul Bocuse, el chef más reconocido de la región

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La otra parte del mural, sobre el Quai Saint Vincent. La persona que está sosteniendo una especie de alfombra, en el primer balcón, es Jacquard, el que inventó el famoso telar que lleva su nombre

¡Tengo hambre! Una rápida merienda de pan dulce :D

Recuerdo que cuando mi amiga y yo nos dirigíamos hacia ahí, vi pasar a una familia que iba comiendo pains au chocolat y croissants. Como ya eran casi las cuatro de la tarde, ya empezábamos a tener hambre (en Francia se acostumbra merendar justamente a las 4:00 p.m.). cuando los vi, no dije nada. Pero se me antojó lo que estaban comiendo y me pregunté dónde los habrían comprado…

Pues mi amiga y yo seguimos caminando y, por fortuna, no tardamos mucho tiempo en obtener la respuesta a mi pregunta: justo detrás del muro de los lyonnais, sobre el Quai Saint Vincent, hay una panadería muy pequeña y coqueta. Así que, sin pensarlo dos veces, ¡entramos ahí! :D

¡Algo que me sorprendió mucho fue la amabilidad de la chica que atendía el lugar! Como mi amiga y yo entramos y nos quedamos viendo los pasteles y panes, temí que hiciera algún gesto de desagrado, pensando “Ash, ya que se apuren a elegir… ¬¬’ ”. Pero no fue así ^^

Un paseo sabatino en Lyon... ¡lleno de sol! :)

Otro de los muros pintados de Lyon: se encuentra justo enfrente del Mur des Lyonnais. Pero tienen que ser un poco observadores para verlo ;)

Como nos tardamos en elegir, llegó un señor después de nosotras y le dijimos que pidiera antes porque nosotras aún no sabíamos lo que queríamos. (Bueno, tal vez sí sabíamos: ¡queríamos todo! Jajaja pero bueno, no podíamos gastar todos nuestros ahorros en ese pequeño paraíso… o tal vez sí, ¡pero no era para nada sensato! :p).

Cuando al fin nos decidimos, la chica seguía igual de sonriente que al inicio ^^ Mi amiga compró una especie de chausson au citron (es como una empanada que lleva crema de limón y encima, una capa de azúcar morena, así la mezcla de ácido con dulce es muy rica). Yo en cambio, pedí un… no sé cómo se llama, es una especie de brioche con chispas de chocolate.

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La boulangerie Saint Vincent... ¡se las recomiendo al cien por cierto! :D Es muy pequeña, por cierto ^^ Ahora que me fijo bien en la imagen, tiene etiquetas de que es recomendad por la guía Le Petit Paumé y Le Petit Futé

Vi que vendían también otros pasteles. Había unas mini tartas por un euro. Se me antojó una de arándanos con azúcar glass. Me dije que un euro no era nada y que bien podía darme ese gusto extra. Cuando la mordí… ¡wow, estaba riquísima! Aunque eso sí, me la comí muy lentamente jajaja que de por sí estaba chica, entonces, tenía que darle mordidas pequeñas. Si no, desaparecería en un abrir y cerrar de ojos.

Creo que tengo que regresar pronto a ese lugar para comprarme esa misma tarta… ¡pero en versión grande! :D Vi que no estaban muy caras, costaba alrededor de doce euros. Con un sabor tan exquisito, ¡pago esos doce euros con gusto! Y además, con ese buen servicio, hasta más ganas dan de regresar (¡he ahí la importancia de la calidad en el servicio! ;) ).

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¡Nuestras delicias de la merienda! :D Regresaré definitivamente por un pastel más grande de myrtilles :3 ¡Creo que he encontrado mi postre preferido! (Bueno, otro de taaaantos :p )

Les Quais de la Saône: los patitos, los cisnes, el sol y el río :)

Como el sol seguía embelleciendo el día, decidimos ir a sentarnos al borde de la Saône para ir a comer nuestros pastelillos. Había mucha gente en ese lugar, sobre todo jóvenes :) Hacía mucho tiempo que no veía este tipo de escenas… ¡y cómo! Con el frío del invierno, evidentemente no daban muchas ganas de ir a sentarse al lado del río.

Estuvimos ahí un buen rato, disfrutando del sol, platicando, comiendo nuestro “goûter” y viendo a los patitos y cisnes que se paseaban por el río.Intenté alimentar a uno que pasó cerca, pero ni caso me hizo (bueno, tal vez fue porque sólo le di las migajas de mi pan, pero… ¡hey, no pongan en duda mis cualidades filantrópicas hacia los animales! :P).

Un paseo sabatino en Lyon... ¡lleno de sol! :)

No éramos las únicas que habíamos decidido disfrutar del sol sabatino ^^

Los vendedores de libros de la Saône... ¡legendarios!

Después de un rato, decidimos pararnos y seguir paseando por la zona. Paseamos un poco al lado del río antes de subir las escaleras que llevan hacia el quai. Quise subir porque vi que había una especie de “casetitas” de metal. Recordé que en Lyon también hay vendedores libros como en París, al borde de la Sena. Pero estos se encuentran en los bordes de la Saône.

Un paseo sabatino en Lyon... ¡lleno de sol! :)

Los venderores de libros... ¡hay más de un puesto! Creo que los apasionados de la literatura serán felices aquí, ¡se sentirán casi, casi en el paraíso! ;)

Mi amiga y yo fuimos a ver los libros. Había varios puestos y había de todo tipo: novelas, libros para niños, tiras cómicas, libros antiguos, etcétera. Nos detuvimos en uno que otro puesto, pero al final no compramos nada.

Continuamos sobre el quai de la Saône para llegar hasta la pasarelle du Palais de Justice. Había mucha gente en ese puente. Aunque nosotras no lo atravesamos para ir a ver ese edificio, si ustedes van a esa zona, les recomiendo que lo hagan. Le Palais de Justice me gusta mucho. Sus altas y blancas columnas me hacen pensar en un edificio romano. Además, hace algunas semanas estuvo iluminado con los colores de la bandera de Francia: azul, blanco y azul. Creo que este edificio es uno de los más característicos de Lyon.

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Algunos de los numerosos libros que vimos ese día. Me gustaron las portadas de esos rojos, con todos los detalles que tienen :)

Una iglesia que había visto antes... ¡pero no con tanta atención!

A propósito, lo estaba olvidando: antes de ir a pasear entre los puestos de libros en el borde la Saône, le dije a mi amiga que regresáramos algunas calles porque había un edificio que quería ver. Se trataba de la Iglesia de Notre Dame de Saint-Vincent. Casi no voy por ese lado de la ciudad, pero ya había visto antes ese edificio… ¡y nunca me había detenido a verlo! Me llamaba la atención porque su fachada es una especie de bóveda algo “hundida” entre los dos edificios que la rodean.

La primera vez que la vi, creí que era una cueva jajaja Pero al fin ayer pude tomar algunos minutos para observar mejor esa fachada. Creo que ahora que haga buen tiempo, iré de nuevo a esa iglesia para entrar a visitarla. De buena gana lo hubiera hecho en ese momento, pero estaba cerrada :(

Por otra parte, decidí investigar un poco sobre este lugar y supe que este templo no sólo ha sido iglesia. A través del tiempo, ha sido también bodega (en la época de la Revolución) y hasta anexo de hospital. Recuerdo que cuando visité Montreal por la segunda vez, conocí por casualidad a un señor que formaba parte de la asociación de historiadores de la ciudad. Me comentó de broma que algún día escribiría un libro sobre los monumentos “paseantes” de la ciudad, ya que había varios que habían cambiado de lugar en más de una ocasión.

Un paseo sabatino en Lyon... ¡lleno de sol! :)

La iglesia que siempre me había causado curiosidad pero que nunca había visto con tanto detalle. Es más... ¡que nunca me había tomado el tiempo de detenerme a ver!

Les comento esto porque cuando investigo sobre algún lugar de Lyon, encuentro muchas veces que se trata de un edificio cuya función ha cambiado a lo largo del tiempo. También hay ocasiones en que hay monumentos o estatuas que son cambiados de lugar (como por ejemplo, ¡aquel dedicado a Joseph-Marie Jacquard!).

Cerca de Bellecour... el Puente Bonapart y unas callejuelas desconocidas

En fin, respecto a nuestro paseo, después de curiosear entre los libros, seguimos caminando. Ya estábamos cerca de Bellecour. Hubiéramos podido tomar la calle que conduce directamente hasta ahí, cuando uno atraviesa el Puente Bonapartedesde el Viejo Lyon. Sin embargo, vi un pasaje que llamó mi atención y que nunca antes había notado…

Un paseo sabatino en Lyon... ¡lleno de sol! :)

El pasaje que tanto llamó mi atención... ¡pero que nunca antes había notado! :O

En una de las esquinas de la Plaza Antonin Gourju (un político lyonnais), vi un arco sobre el cual había una escultura en piedra de la Virgen María. A pesar de haber paseado más de una vez por esa zona (¡y decir que el año pasado el bus que me llevaba a casa pasaba siempre por ahí!), nunca había notado ese detalle. Así que mi curiosidad hizo que pasáramos por debajo de ese arco…

Nos condujo a una calle estrecha, llamada “Rue des Templiers”. Creímos por un momento que era una cerrada (o cul-de-sac, como se dice en francés… no me pregunten qué hace la palabra “cul” en esta expresión x) ), pero no era así. Doblamos a la izquierda para llegar hasta la rue Ambroise. Caminamos a la derecha y después nuevamente a la izquierda (sí, dimos un poco de vueltas :P).

Un paseo sabatino en Lyon... ¡lleno de sol! :)

La calle a la que salimos al atravesar ese pasaje... ¡nunca había pasado por aquí!

Tal vez mi amiga empezaba a preguntarse a dónde la llevaba, porque estas calles no son tan conocidas como las otras. Sin embargo, no tuvo tiempo de preguntarme porque cuando se dio cuenta, enfrente de ella había varios árboles llenos de flores blancas.

El ver eso, la sorprendió genuinamente porque estaba a punto de decirme algo, pero la frase que había empezado fue interrumpida por su expresión de asombro. Recuerdo que dijo: “Oh my Gosh! It’s beautiful! :O” (Sí, mi amiga es australiana, así que durante este fin de vista pude practicar mi inglés :D ).

Le théâtre des Célestins

En cuanto vi esos árboles, supe en dónde estábamos: habíamos llegado a la place des Célestins… donde se encuentra el famoso teatro del mismo nombre. Usualmente, se puede entrar a esta plaza. Pero no en esta ocasión: todo el jardín estaba rodeado de una malla en metal porque estaban haciendo trabajos de renovación para cambiar el piso de madera que hay en este espacio.

Aun así, no nos quedamos con las ganas de ver la hermosa fachada del teatro que se encuentra ahí ^^ Le expliqué un poco sobre la historia de este lugar (y es que aprendí al respecto durante mi visita por les Journées du Patrimoine :D ¡hasta escribí un artículo al respecto!) y admiramos los detalles que decoran este edificio.

Un paseo sabatino en Lyon... ¡lleno de sol! :)

¡El teatro! Uno de los más antiguos de Francia... Su explanada con los árboles me gusta mucho. Es un buen sitio para irse a tomar un pequeño respiro del bullicio y del tráfico de la ciudad :)

Hacia Bellecour: un ambiente distinto...

Después de eso, tomamos la rue des Archers y doblamos en la rue Émile Zola (sí, lo adivinaron bien: este calle se llama así en honor al célebre escritor y periodista, considerado el fundador del naturalismo ;) ).

En este punto de la ciudad, nos dimos cuenta de que el ambiente era diferente. Las tiendas, el tipo de gente no era el mismo que aquellas como las que habíamos visto en el quartier bohemio de Lyon, en la Croix-Rousse. En esta zona no encontrarán las librerías ni los cafés alternativos ni los grafitis artísticos ni el ambiente “décontracté” (relajado) de la colina que trabaja…

Esta zona es más bien “chic”.Aquí vimos tiendas de marca, con aparadores muy “nice” y elegantes… ¡y con precios más bien altos! :P Pasamos por ejemplo, delante de la tienda Marionnaud (de cosméticos). Vi que tenían una promoción del treinta por ciento de descuento en el segundo producto comprado. Me dieron ganas de entrar a ver, jajaja pero preferí que camináramos hacia nuestro destino final…

Un paseo sabatino en Lyon... ¡lleno de sol! :)

La calle Émile Zola, ¿ya vieron a las personas con todas sus bolsas de compras? ¡Shopping!

¡Llegamos al fin a la famosísima Place Bellecour! :D Vimos su gran explanada y su estatua de Louis XIV, a caballo, con las dos alegorías al Rhône y a la Saône a sus pies. Había también varias personas ahí: unas estaban platicando, otras tomándose fotos… había también varios niños jugando y vi incluso, a dos adultos que estaban en patines de ruedas.

Me llamó la atención (y a mi amiga también), el que en la calle Victor Hugo hubiera todo un mar de gente. Hasta me preguntó que qué había ahí, por qué se veía tan llena .-. ¡Parecía que estaban regalando algo! Jajaja No supe qué contestarle, salvo que como era sábado y que como había buen clima, pues que las personas se animaban a salir para disfrutar del día. Además, como en esa calle también hay varias tiendas (¡de hecho, está llena de ellas en toda su longitud! Desde tiendas algo caras, hasta dos boutiques de cosméticos discount y un McDonald’s), pues me imagino que era por eso… aunque tal vez sí regalaban algo, finalmente haha

Una vez ahí, vi que ya eran poco más de las cinco de la tarde. Esa misma noche, teníamos una invitación para cenar con una familia francesa de la asociación Lyon Internacional. Esta asociación existe desde 1979 y se encarga de poner en relación estudiantes extranjeros en Lyon y familias francesas. Éstas últimas, los invitan a compartir una comida y pueden así descubrir sus culturas respectivas.

No era tan tarde, pero yo estaba algo cansada (no había dormido bien la noche anterior :( ) y además tenía algo de trabajo pendiente. Así que le propuse a mi amiga que regresáramos a casaun rato, antes de ir con la familia que nos había invitado esa noche.

Un paseo sabatino en Lyon... ¡lleno de sol! :)

En la Plaza Bellecour, la famosa estatua de Louis XIV. El lugar de muchas citas y manifestaciones

De regreso a casa...

Por suerte, vimos que el bus que nos llevaba directamente a casa… ¡estaba en la parada! :O Eso puede ser una buena señal… o no jajaja :p Y es que a veces uno ve el bus y dice aliviado: “¡Ah, qué bueno, ahí está!”. Así que uno va caminando tranquilamente hacia él y cuando faltan algunos metros para llegar… ¡Bam, arranca y los deja! >.<

Es por ello que ya aprendí que cada vez que veo mi bus en la parada de salida, lo mejor es apurarme :p (Claro, siempre siendo prudente y fijándome bien al cruzar y a mi alrededor). Y es por ello también que mi amiga y yo corrimos hacia el bus :p Al final, llegamos y nos subimos a él cuando faltaban como dos minutos para que arrancaran, pero más valía llegar un poco antes… ¡que perderlo!

Cuando ya íbamos en el bus, pasamos enfrente de la Place Antonin Poncet, ya saben, ese espacio donde se encuentra el famoso “Flower Tree”(un gran árbol de flores). En esa plaza hay un área de pasto… ¡ideal para hacer picnics en los días soleados, como hoy! Recuerdo que, de hecho, había muchas personas ahí: jugando, platicando, comiendo un sándwich… ¡disfrutando del sol! :)

Un paseo sabatino en Lyon... ¡lleno de sol! :)

Uno de los grafitis más famosos de la Croix-Rousse

Me arrepentí un poco por haber querido regresar a casa :/ Me dije que debimos habernos quedado otro rato afuera e ido a sentarnos en el pasto de la Place Antonin Poncet :(

Ah, otra cosa que me gusta mucho de ese lugar es que hay unos chorros de agua. En un lugar en el cual se puede ver a muchos niños jugando en verano… ¡y a mí en más de una ocasión me han dado ganas de unírmeles! Jajaja :P Con el calor que luego hace, es muy tentador el ir a refrescarse con el agua de esos chorros y luego secarse al sol en el pasto de al lado ^^ Tal vez cuando el clima esté mejor, lo haga :p (Sólo espero que no me vayan a multar, jajaja x) )

Aunque tomamos el bus y que creí que una vez que arrancara, no tardaríamos nada para llegar a casa, ¡oh, sorpresa! Pues resultó que había un embotellamiento >.< Así que pasamos como cinco o diez minutos sin avanzar, en el bus lleno.

Cuando al fin el semáforo se puso en verde y que pudimos avanzar, éste siguió su camino sin muchas pausas. Pasamos el Pont de la Guillotière, el Pont Churchill y llegamos a Cordeliers, donde se encuentra uno de mis puentes favoritos de la ciudad: le Pont Lafayette.

El Pont Lafayette se llama así justamente en honor al héroe de la Revolución Francesa: le Marquis de Lafayette (cuyo verdadero nombre era Marie-Joseph Paul Yves Roch Gilbert du Motier… ¡así o más cortito su nombre! :p ). Además, este gran personaje peleó también al lado de las tropas estadounidenses, cuando ese país luchaba por su independencia de Inglaterra. Jugó un rol tan importante en esa guerra que terminó siendo muy amiguis, amiguis con Georges Washington (el primer presidente de Estados Unidos de América).

Bueno, dejando de lado esta pequeña cápsula de historia, este puente me gusta mucho por su arquitectura.En sus pilares podrán observar dos estatuas (¿de metal, tal vez? No estoy segura .-. ), una de una mujer y otra de un hombre. ¿A quién creen que representen esas figuras? Pues nada más y nada menos que a la Saône y al Rhône, esos dos ríos tan emblemáticos de Lyon.

Un paseo sabatino en Lyon... ¡lleno de sol! :)

El puente que conduce al Palacio de Justicia de Lyon. Éste es otro de mis lugares preferidos de la ciudad :)

Antes de continuar (¡al fin! :p ) con mi relato, les contaré que ese puente fue el único que se salvó de ser destruido cuando la ciudad de Lyon fue ocupada por los alemanes, durante la Segunda Guerra Mundial. ¡Así que este lugar está lleno de historia! Tanto por su nombre, como por sus detalles y arquitectura. Quién lo diría…

Una manifestación curiosa: ¡súper héroes en bicicleta! :O

Nuestro bus siguió avanzando, pasamos Cordeliers y después llegamos a la parada Hôtel de Ville. Vimos que el tráfico en el sentido contrario estaba momentáneamente detenido: había una caravana de personas en bicicleta. Pero no eran unas cuantas: eran muchas, tantas que ningún carro podía pasar.

Además del gran número de ciclistas, lo que más me llamó la atención fue que la mayoría estaban disfrazados. Unos tenían capas de súper héroes, otros pelucas… ¡vi a uno que montaba una bicicleta muy original! Evidentemente, todos los pasajeros de nuestro autobús, así como los demás automovilistas y transeúntes, se quedaron viendo a ese extraño y particular grupo de personas…

Al llegar a casa, no pude aguantar mi curiosidad e investigué en internet (¡bendito internet! :D ) de qué evento se trataba. Supe que era un “Veloparade” (un desfile en bicicletas ^^) organizado por la coordinación lyonnaise  talleres de bicis participativos y solidarios (¿así o más largo el nombre? :p). El tema era precisamente los súper héroes: ¡he ahí la explicación de por qué vi a un Súper Man en una bicicleta extraña! :P

El cortejo “bicicletero” salió de Charpennes y, tal y como nosotras lo vimos, pasó por Hôtel de Ville para después continuar y terminar en la Doua. Creo que una de las características de Lyon, es que hay muchas personas que usan la bicicleta en lugar del carro. La ventaja es que la ciudad está muy bien adaptada para la circulación en bicis. Además, he notado que los ciclistas sí son respectados.

Un paseo sabatino en Lyon... ¡lleno de sol! :)

Pues aunque iba en el bus, ¡no pude resistir la tentación de sacar la cámara y fotografiar ese momento! :D Aunque pensé que qué suerte de no ir en el sentido contrario porque si no, habríamos tenido que esperar en el tráfico x)

Comida de nuevo: ¡palomitas y salsa Valentina! :D

Bueno, pues al fin llegamos a casa. Teníamos un poco de hambre, así que preparé palomitas de maíz para comerlas con salsa Valentina (los que son mexicanos… ¡saben que es una de las cosas más deliciosas del mundo! :D). Me puse a trabajar en lo que tenía pendiente… pero en realidad no trabajé tanto porque me distraje en Facebook :(

Cuando nos dimos cuenta, ¡ya era la hora de salir! La cita era a las siete de la noche en la entrada del estacionamiento Opera, muy cerca de Hôtel de Ville. Hubiéramos podido quedarnos otro rato más en casa, pero queríamos llegar a tiempo al lugar acordado.

¡Afuera una vez más! ^^

Tuvimos suerte porque cuando salíamos de casa, vi que el bus que nos dejaba justo en Hôtel de Ville iba pasando. Así que corrimos y lo pudimos alcanzar (bueno, no, no corrimos, sólo que justo cuando vimos el bus, nos dieron ganas de hacer un poco de ejercicio… en anticipación de tooodo lo que íbamos a comer esa noche jajaja :p).

Llegamos muy rápido a Hôtel de Ville, antes de la hora prevista. Así que nos sentamos en el pasto que está a los pies de la estatua “Le patineur”, mientras llegaban por nosotras. Dieron las siete de la noche y veía a la señora que debía ir a recogernos .-.

Creí que tal vez nos estaba esperando en otro lado o que no nos había visto, así que le mandé un mensaje diciéndole que ya habíamos llegado. Por cierto, mientras estábamos esperándola, me di cuenta de que debí haberme llevado algo más abrigador :S Aunque la mayor parte del día había hecho sol y calor (¡tanto que hasta tuve que quitarme la chamarra y el suéter durante nuestro paseo de en la tarde!), a esa hora la temperatura ya había bajado >.<

Un paseo sabatino en Lyon... ¡lleno de sol! :)

La passarelle Saint Vincent, cerca del muro de los Lyonnais famosos y de la panadería que descubrí en ese paseo ^^

Así que no me quedó de otra más que desear que Christine, la señora que nos había invitado, no tardara para que dejara de congelarme :p Y justo antes de salir de casa, pensé en ponerme algo más, un suéter o cambiar la chamarra por un abrigo… ¡pero no lo hice!

Lección: a principios de la primavera, aunque haya hecho calor y sol durante el día, es mejor que si salen por la noche, se lleven algo más abrigador ;)

Tal vez me comuniqué telepáticamente con Christine porque no pasó mucho rato después de que llegó :p Nos subimos a su carro y nos dirigimos a su casa. A propósito, había mucho tráfico en dirección a Bellecour, no sé por qué. Pero había un embotellamiento. Afortunadamente no nos tomó mucho tiempo salir de él.

La casa de la familia francesa que nos invitó esa noche, queda a las afueras de Lyon. La pequeña ciudad en la que viven forma parte del agrupamiento llamado “le Grand Lyon”. Es decir, incluye a la ciudad de Lyon y a las comunidades de los alrededores, de la periferia. La ventaja para esas otras ciudades, es que gozan del transporte en común que los comunica fácilmente con el centro de Lyon.

Una vez en casa de nuestra anfitriona...

Su casa es muy bonita. Como se encuentra en las afueras de Lyon, las casas de esa zona tienen la ventaja de ser más espaciosas que las del centro. Todas tienen jardín y hay algunas que, incluso, tienen piscina. Además, como no hay mucho ruido ni circulación, es un área muy tranquila.

La cena…

Christine me


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