La vida lyonesa. Residencia André Allix

La vida lyonesa. Residencia André Allix

Al igual que el último artículo sobre la residencia André Allix, este artículo está dividido en diferentes secciones como:

• La recepción
• La lavandería
• Otros aspectos importantes de la residencia

La recepción

La primera visita que hice a la recepción no me dio precisamente una buena impresión. Fue irritante y lo peor es que no ha sido la única ocasión. La recepción la llevan unas mujeres que suelen estar de mal humor y que no se prestan a ayudar a los estudiantes, por lo que el trato con la administración es difícil. Todo lo hacen en papel y cuando fui tuve que esperar un buen rato porque tardan bastante con cada persona.

Después de una hora esperando en una sala pequeña y tras rellenar todos los formularios, me tocó. La mujer que estaba allí no me ayudó demasiado cuando tuve dificultad con algunas palabras. No paraba de resoplar, pero comprendí que lo que le producía estrés eran los papeles. No entiendo por qué no utilizan ordenadores. Podrían solucionar más rápido el tema papeleo, sobre todo con la cantidad de estudiantes extranjeros que hay. Supongo que aquí las normas administrativas son diferentes.

Lo bueno es que se puede elegir el edificio donde quieres tener la habitación. Aunque no estaba muy seguro de la ubicación de cada uno, elegí al azar y estoy bastante contento. Como me faltaban unos cuantos papeles, tuve que volver más tarde con otros formularios que le entregué a otra mujer.

La siguiente vez que tuve que ir fue para el seguro. Quería saber si este incluía o no la responsabilidad civil, obligatoria para la universidad, antes de ir al banco para pedirla allí. Fui a la recepción bastante temprano así que no tuve que esperar demasiado, pero al final esperé una media hora. La mujer de la recepción no tenía ni el tiempo ni la paciencia de buscar mi dossier, así que tuve que volver otro día.

Más tarde, esa misma semana, lo volví a intentar. Cogí número y espere a que me llamaran. Esta vez era una mujer diferente y le pregunte por mi dossier. Se puso a buscarlo durante bastante tiempo, así que tuve esperanza, pero después de diez minutos, me dijo que no había seguro y que habían perdido algunos papeles. No puedo describir la frustración que sentí en ese momento. La ayuda y el servicio que te dan en la recepción me decepcionaron muchísimo.

En la página web de la residencia, hay una sección que dice que los estudiantes pueden utilizar el fax de la recepción. Como tenía que enviar unos documentos a Londres y se acercaba la fecha límite, fui a preguntar. Me dejaban utilizarlo hasta que dije que era para enviar al extranjero. Por alguna razón el fax, o no enviaba documentos al extranjero, o estaba prohibido, no estoy muy seguro.

La vez que tuve que ir a la recepción para pagar el alquiler no hubo ningún problema. Es rápido y fácil de hacer. Esta vez el personal era distinto y el ambiente era más tranquilo, pero aún así dudaré de ir a la recepción cada vez que lo necesite. A veces soy reticente a volver por los problemas que tuve las otras veces.

La lavandería

Las primeras dos veces que tuve que lavar la ropa fue como una pesadilla. La única lavandería que conocía era la que estaba enfrente de mi edificio, en el G. La lavadora de la derecha estaba estropeada así que metí toda mi ropa blanca en la de la izquierda. Más tarde me dí cuenta de que la estaba metiendo en un charco de agua negra. Era asqueroso. Me puse nervioso y metí la ropa en la secadora, pero al rato me di cuenta de que había cosas que podían encoger así que tuve que parar la máquina. Por fortuna, en ese momento ya había descubierto que había una lavandería libre en el viejo fuerte así que pude lavar la ropa.

La segunda vez que fui, probé de nuevo con la lavandería del edificio G. Ahora era la lavadora de la izquierda la que no funcionaba. Todavía estaba el charco negro con arañas y telarañas. Pude lavar la ropa, pero salió con un olor raro, como a humedad o algo así. Fue bastante difícil disimular el olor.

Después de esas experiencias, no he tenido más problemas en la lavandería. Voy pronto por la mañana porque suele haber una lavadora libre. Sin embargo, una mañana, me levanté temprano para poder utilizar las dos lavadoras. Cuando abrí la puerta de la lavandería, que nunca está cerrada, me encontré con una escena impensable: un vagabundo estaba afeitándose en un lavabo pequeño con espejo. Así que supuse que había dormido allí.

Las lavanderías están en:

• Edifico H
• Edificio G
• Edifico K
• El viejo fuerte
• Arches d’Agrippa

Otros aspectos importantes de la residencia

En lo que se refiere al aspecto social, hay bastantes diferencias entre los que residen aquí y los de las residencias de Roehampton donde cada planta tiene una persona encargada de guiar y acoger a los nuevos estudiantes. En Lyon, no conocía demasiado a la gente de mi planta porque preferían quedarse en su habitación en lugar de socializarse e integrarse con los otros, aunque la verdad es que somos demasiados.

Además hay muchos extranjeros así que algunas veces es difícil integrarse con gente que habla otro idioma, pero está bien para conocer gente de países exóticos. Creo que el hecho de que haya personas de diferentes universidades hace que el ambiente no sea muy sociable ya que falta algo específico que nos una. Aun así, la residencia es muy grande y siempre encuentras estudiantes que van a tu universidad.

El precio de mi habitación estaba bastante bien. Pagaba muchísimo menos aquí en comparación con el alojamiento que tenía en Londres, que era más del doble de dinero, así que no puedo quejarme.

Otras cosas buenas son el comedor y el gimnasio, donde hacen cursos de baile, aunque aún no lo he probado. Si consigo saber cosas nuevas, lo añadiré al artículo. Para utilizar la sala de música o la sala donde está el piano, hay que escribirle una carta al director de la residencia.

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