Mi primer Erasmus

¿Por qué elegiste Suecia?

Decidí - bastante al azar - estudiar sueco en la universidad, con la intención de explorar una nueva lengua y cultura de la que conocía poco. Me sentí preparada, e incluso deseosa de vivir una aventura en el extranjero, y solicité mi Erasmus. Lund era mi tercera opción en la lista, sin embargo terminé eligiéndola antes que mi segunda opción (Nottingham). Quería mejorar mi sueco y, honestamente, Lund parecía la opción correcta para mí en ese momento.

¿Mejoró tu dominio del idioma?

Al principio fue muy difícil hablar sueco. La mayoría de mis compañeros del Erasmus no lo hablaban, y por eso el inglés era la lengua de elección para nuestras interacciones. Además, me sentí abrumada por el acento local, y tenía dificultades entendiendo a la gente del lugar, aunque esto mejoró con el tiempo. Me inscribí en un curso de sueco en la universidad, y terminé cursando todos los niveles disponibles a lo largo del año, lo cual me ayudó mucho a aprender cosas nuevas y a hablar sueco con otra gente. Recomiendo estos cursos: no hay muchos estudiantes, los profesores nativos utilizan técnicas de enseñanza interesantes como películas, canciones, actividades en grupo y la carga de trabajo de trabajo no es demasiado pesada. Como comentario adicional, sigo prefiriendo el sueco que se habla en Estocolmo.

¿Cómo era la vida universitaria?

¡Genial! Todos los cursos eran interesantes y equilibrados, los profesores eran competentes y amables, y los exámenes estaban específicamente pensados para los estudiantes erasmus. Había una cafetería dentro de la universidad, con precios bajos e incluso un buffet con menú de almuerzo. Las mesas siempre estaban llenas a cualquier hora del día. Podías pasar por allí e inmediatamente encontrabas a alguien que conocieses para echar un rato de charla sin tener que programar un lugar y hora para quedar.

¿Qué tal la vida nocturna?

Los pubs son excesivamente caros en Suecia, pero Lund tiene una solución para eso: ¡las conocidas “nations”! Hay 13 nations en Lund y si eres miembro de una de ellas ¡puedes ir a todas las demás! Básicamente, las nations están organizadas por tipos. Las dirigen estudiantes voluntarios que organizan eventos todos los días. Por ejemplo, los viernes hay noche de pub, los domingos toca brunch, y el resto de días hay otro tipo de eventos como almuerzos, cenas, clubs y más. La participación en estos eventos es muy barata. Por ejemplo, el precio del brunch, en el que puedes comer toda la comida que quieras, es de 50 coronas suecas (5-6 euros).

También puedes trabajar como voluntario en estos eventos, ayudando en la cocina o sirviendo las mesas y limpiando cuando se haya terminado. A cambio, puedes elegir entre un vale para entrar gratis a uno de los eventos o una cena para los voluntarios que hayas participado en ese evento. Allí te ofrecen cena y fiesta. Sin embargo, sólo puedes trabajar para la nation a la que perteneces.

Solo fui una vez a un pub normal ya que las nations eran mucho mejores y más baratas, y además todos los estudiantes estaban allí. Fue una forma estupenda de salir de fiesta, comer y conocer gente nueva sin gastar demasiado dinero.

Yo era miembro de la nation Kristianstad, la cual era genial, pero la elegí al azar y creo que todas las nations son geniales, especialmente porque en realidad puedes ir a todas ellas. Todas están cerca del centro de la ciudad, así que también son fáciles de encontrar.

¿Qué se puede ver en Lund y sus alrededores?

Lund es una ciudad pequeña pero hay cosas muy bonitas que ver. Está la famosa catedral, que cuenta con un reloj astronómico y una cripta muy interesante. La otra iglesia, Allhelgonakyrkan, también es muy bonita. Ambas ofrecen eventos, como conciertos del coro.

También hay una gran Jardín Botánico, un poco apagado en invierno porque no hay flores, pero fascinante en primavera y verano. También tiene un estanque y un invernadero, y se pueden ver muchos patos y otras aves pasando por allí.

También puedes encontrar varios museos, con descuentos para estudiantes. Si te gusta la cultura, ¡te los recomiendo!

Lund está muy cerca de dos grandes ciudades: Malmö y Copenhague. Malmö está solo a unos 10-15 minutos en tren, y es una ciudad viva llena de gente. Allí puedes visitar el parque local, el antiguo castillo que ahora es un museo, o simplemente pasear por el hermoso centro de la ciudad. También hay algunas playas ya que es una ciudad costera.

Aunque Copenhague está en Dinamarca, en realidad está más cerca que muchas otras ciudades suecas. Es una capital, por lo que es grande y llena de vida, y hay muchas cosas que ver. Visité un museo histórico muy grande, gratis, y también hay muchas atracciones que puedes ver mientras paseas. El puerto nuevo es uno de los lugares más pintorescos, ya que allí está la estatua de La Sirenita del cuento de Andersen.

En Copenhague también puedes encontrar el Tivoli, un gran parque de atracciones justo al lado de la estación central. Es un poco caro, y yo no estuve dentro, pero he oído que merece la pena pagar la entrada. Se dice que es especialmente bonito durante la Navidad porque hay un mercado navideño y todo está iluminado, lo cual produce una atmósfera cálida y acogedora.

¿Qué otros lugares has visitado?

Fui a Helsingborg, en la costa norte de Lund, y desde allí cogí un barco hacia zHelsingor, la ciudad danesa que está justo al cruzar el mar y donde transcurre Hamlet, la obra de Shakespeare. Allí puedes visitar el castillo de Hamlet. Las dos ciudades son bonitas, pero el castillo me decepcionó. Estaba casi vacío y no se recreaba realmente la atmósfera del pasado.

También fui a Estocolmo, la capital, y como solo estuve allí tres días, opté por el servicio de bus turístico. Hay muchos museos en Estocolmo - yo visité el museo Junibacken, el museo de Abba y el Palacio Real. También hay otro parque de atracciones Tivoli en Estocolmo. Gamla Stan, el centro histórico, es un lugar pintoresco y maravilloso para pasear. Puedes encontrar muchos sitios de comida local y referencias culturales mezclados con atracciones y tiendas turísticas. Además hay un Ice Bar donde todo (mesas, sillas, vasos, paredes) está hecho de hielo. ¡Espectacular!

Más tarde fui a Kalmar, que está a medio camino entre Lund y Estocolmo. Es más pequeña y una ciudad típica sueca. Hay varios museos interesantes además de el castillo donde la familia real solía vivir hace unos siglos. Está en la costa, así que también es posible hacer excursiones en barco o ir a la playa. Kalmar está unida por un puente a Öland, una isla alargada y estrecha, famosa por sus paisajes naturales y sus numerosos faros. ¡Definitivamente el viaje vale la pena!

No llegué a ir al norte del país, pero es espectacular y realmente desearía haber visto las auroras boreales.

También está la ESN, una organización que plantea viajes y fiestas para estudiantes. Si te haces con una tarjeta de miembro, puedes participar y ¡todo está planeado para ti!

¿Qué tal la comida?

La especialidad de Suecia son los dulces. Los mejores son los rollitos de canela, pero los muffins de zanahoria también son geniales. Puedes encontrar pasillos enteros de supermercados llenos de dulces y chocolates.

La carne es uno de los alimentos más consumidos de Suecia, generalmente acompañado con patatas o alguna otra verdura, pero también es fácil encontrar muchas alternativas vegetarianas, y todos los restaurantes tienen platos veganos y vegetarianos.

¿Es difícil encontrar alojamiento?

Desafortunadamente, lo es. Hay algunas páginas web con anuncios, pero los propietarios reciben tantos correos electrónicos que no siempre responden. Las residencias de estudiantes son muy caras, al menos en mi opinión, y a menudo es difícil conseguir una habitación porque las colas para conseguir una son largas. ¡Muchos padres suecos registran a sus hijos desde su nacimiento!

Recomiendo que busques una habitación por los alrededores de la ciudad, aunque parezca que está lejos de Lund. Al principio conseguí una habitación en una casa en un pueblo a unos 30km de Lund. Era grande y acogedora, y un autobús pasaba por allí cada hora así que la distancia no me preocupaba. Sin embargo, seguí buscando y dos meses después encontré una habitación en el centro de la ciudad por más o menos el mismo precio, y tuve la posibilidad de visitarla en persona en lugar de solo responder al anuncio. Y no hubo la prisa de todos los estudiantes en busca de alojamiento, ¡así que fue más fácil!

¿Recomendarías la experiencia?

¡Sí! Conocí a gente de todo el mundo, aprendí un idioma nueva y aprendé cómo ser independiente mientras me encontraba en un entorno seguro. Me encantó mi experiencia y lo haría de nuevo si pudiera. ¡Sé valiente, sé curioso y prepárate para extender tus alas!