Viaje Exprés: Amsterdam

Sigo sin creérmelo, hemos vuelto sanos y salvos de Ámsterdam! Todo el mundo creía que íbamos a liar alguna, pero hemos sobrevivido! Hemos vuelto con bastante menos dinero del que nos fuimos y con bastantes kilos de más.

1. Ámsterdam como ciudad es preciosa. Los canales, las calles, los edificios, el ambiente que da la gente, los tranvías, la locuras de tooodas las bicis (no sé cómo no nos pillo alguna). La arquitectura es genial, simplemente el edificio de la estación ya nos encanto.

2. Museos. En Ámsterdam hay muchísimos museos diferentes y de todo lo que puedas imaginar desde el Museo de Van Gogh, el Rijksmuseum (el museo nacional, arte), de fotografía, sobre historia de judaísmo, del sexo, del vodka, de tulipanes, de ciencias.... Todo el mundo recomienda el museo de Van Gogh, pero tampoco lo veo tan especial.

En cambio la Casa de Ana Frank sí que esta más interesante.

3. Coffee shops. Nada que añadir que no te puedas imaginar, tipos y tipos de maria, diferentes nombres, efectos, blablabla. Súmale mushroom, brownies-muffins-cookies mágicos (aunque a veces no funcionan mucho…) etcétera. Ahora están intentando cerrarlos poco a poco, no creo que lo consigan, trae demasiado turismo.

4. Tour gratuito por la ciudad. Sale de la plaza Dam todos los días a las 11 y a la 1. En español, haces un recorrido por todo el centro de la ciudad y te van contando la historia y cosas curiosas de Amsterdam. Bastante recomendable si vas sin guía y sin saber a dónde ir.

5. El barrio Rojo. Unas cuantas calles con cabinas y muchachas dentro de ellas. También hicimos un tour y nos explicaron el origen del barrio: Ámsterdam era una ciudad portuaria, con marineros necesitados y la Iglesia apoyaba estos trabajos ya que después iban a confesarse pagando dinero.

Ha sido como un sueño, algo paralelo. El hotel era super pequeño, agobiante y con unas escaleras estrechísimas, pero sobrevivimos a ellas. Vamos que repetiría el viaje!