Tu rastro no se puede borrar...

Ella nunca tenía nada importante que decir. Ellos, sin embargo, siempre hablaban de aventuras y sueños. Ella se limitaba a reír. Reír a carcajadas. Ellos eran la principal fuente de su felicidad. Le gustaba alimentarse de la vida de los otros ya que consideraba la suya aburrida y carente de emoción. Ni el lago, ni la pasta del día siguiente, ni aquella canción que escuchaba una y otra vez, ni el Yogur de vainilla. Ellos.

A veces, aquella muchacha les observaba durante unos segundos para grabar en su memoria cada uno de sus gestos y movimientos. Le fascinaba lo fácil que era para ellos vivir. Y no vivir de una forma normal y corriente, ya sabéis, gente que se queja continuamente y convierte el yoísmo en un arma de destrucción masiva. No. Ellos disfrutaban de cada segundo. Hacían que el pensar se volviese algo lejano y sin sentido.

Supongo que os estaréis preguntando qué tenían de especial esos otros para que ella dedicase tanto tiempo a quererles. Os contaré pues…Bueno, no, sólo os diré algunos rasgos característicos para que os hagáis una idea. Que no quiero que se los robéis.

Vamos a jugar ser Stieg Larsson por un día:

1) La chica de las arruguitas en los ojos. Siempre con una sonrisa en la cara (causa de sus prematuras arrugas). Constantemente dispuesta a transmitir buen rollo y a echarse una siestecilla. Con un gran corazón y una sensibilidad que no suele mostrar a cualquiera. Chica de ideas claras y naricilla respingona.

2) La chica de carita angelical y cuerpo de infarto. ¿Sabéis este tipo de personas que siempre tienen algo interesante que contar? ¿Y si lo hace de una forma que siempre deja a sus oyentes boquiabiertos? En el primer cuatrimestre Ella no sigue modas era su canción preferida, en el segundo, ha hecho del Ai se eu te pego algo más que una moda pasajera. Siempre perfecta. Dulce. Guerrera. Con un fondo que no todo el mundo ve a primera vista.

3) La chica de ojos a veces verdes, a veces amarillentos y ropa brillante. De risa contagiosa. Si tienes la suerte de ser una de sus personas favoritas te hará reír hasta que te tires al suelo del dolor. Sino. Pobre de tí. Una de las personas más cultas y creativas que pasean por esta pequeña ciudad. Fotógrafa por afición, periodista de profesión. Siempre tiene algo que decir por Facebook.

4) El chico con más sentido del humor del mundo entero. No es justo que alguien se lleve todo el sentido del humor del planeta. Tanto que hace poco ganó un concurso de cierta página de Erasmus. Tanto, que se llevó a LA chica y, para que negarlo, a todos los que le rodean. Imposible de odiar. Creo que son solo mirarle te empieza a caer bien. Pepi, puto.

5) La chica de los abrazos perfectos. La persona más jodidamente genial y divertida del norte de España. No puedo describir detalladamente a esta persona (ya sabéis lo de mi bucle lacrimógeno). Sólo diré que es de ese tipo de personas que te pegan su felicidad, sus ganas de vivir, de pasarlo bien, de disfrutar al máximo, de evitar los absurdos límites que la gente amargada te impone, sus ganas de hacer feliz a la gente. Con ella, siempre podrás volver a casa montada en un león con una sonrisa de oreja a oreja (aunque con un mordisco en el trasero eso sí). La chica del nombre raro. El fantasma de las fotos.

Hoy, después de casi un mes de espera, mi amiga con la que fui a París (por fin) me ha pasado las fotos de nuestras aventuras en la ciudad de Amelie. Una de ellas fue la que hicimos después de escribir en el cristal que protege la tumba de Oscar Wilde;Tu rastro no se puede borrar;, una frase extraída de la canción Saharabbey road de Vetusta Morla. Con esa foto y esa frase me han entrado unas ganas enormes de contaros algo sobre algunas de las personas con la que vivo aquí. Ya en un post anterior os hable de mi actual roomate y de mi Marisol. Necesitaba hablar sobre el resto de personas que hacen que esto sea cada día más genial :)

Aquí la foto:

Saludos otra vez desde las aulas de informática! Estoy a un ruido extraño de ponerme a llorar de miedo...