La Ley SOPA

De entre los retos que tuvieron que superar mis amigas, uno fue el de jugar al pica pared en el escenario. El problema fue que cuando estábamos apunto de llegar, un chico se le acercó a ella pensando que estaba llorando o algo parecido y le empezó a ronear. Incapaz. Ponerse de rodillas y rezando durante treinta segundos. Para darle más dramatización al asunto, me puse delante haciendo ademanes de que se levantara y de que no me hiciera esto. Capaz. Pedir dos documentos de identidad en la puerta de la carpa para los dos primeros que quisieran entrar. Capaz. Perrear con chicos. Capaces. Desabrochar el botón del polo de un marinero. Capaz (aunque costó un poquito). Ponerse el sombrero de otro. Capaz. Besar en la mejilla de un desconocido. Capaz. Darle una colleja a otro. Capaz. Y creo que no soy capaz de recordar más… ¡Quizá me ayuden ellas!

Volvimos a casa carnabaldados. Fuimos incapaces de despertarnos en nuestra parada y nos pasamos de largo. Por eso se nos hizo de día, el mismo día que descubrimos las cosas que se pueden conseguir si uno se propone actuar sin más, sin miedo y sin analizar lo que puede llegar a pasar. Y lo que pasa es que suceden cosas maravillosas. De esta forma no hubiera podido conseguir el pase VIP para una de las discotecas más caras de Lugano, y quién sabe si algún día, esa pareja a la que interrumpí y se besaron apasionadamente me agradecerán mi intención de invitarla a una copa, o tal vez al desconocido que beses en la mejilla sea el chico o chica de tu vida… Nunca se sabe lo que puede pasar, sin embargo sabemos de sobras lo que pasa si no decidimos actuar.

El quid del asunto está pues, en actuar libremente y sin miedo, sin que nadie te empuje a hacerlo, sino por decisión propia y segura. Y tú, ¿eres capaz de afrontar este reto?

Be Freak. Be Free.