First weeks. Primeras semanas.

Todo empezó el 1 de Septiembre del año pasado. Para empezar este nuevo camino sólo hacía falta un vuelo en Easyjet, una maleta con sobrepeso y unos cuantos sentimientos que se contradecían entre sí. He cambiado más de una vez de país, pero siempre lo he hecho acompañada. Esta vez no. Esta vez tenía que cerrar los ojos sola mientras el avión despegaba y reírme conmigo misma de las indicaciones de los azafatos.

De las dos primeras semanas en Lugano me vienen a la memoria risas y primeras buenas impresiones. Y aquí es importante hacer un inciso: si decidís hacer vuestro Erasmus en Lugano y os toca ir a la USI (Università della Svizzera italiana) tened en cuenta que la universidad ofrece cursos gratis de italiano a los estudiantes extranjeros. Os tenéis que apuntar antes de viajar y la solicitud podéis encontrarla en el apartado de relaciones internacionales de la página de vuestra uni de origen.

Hacedlo. No porque vayáis a aprender mucho, sino porque conoceréis a un montón de gente con la que salir, nadar, beber...De hecho, recuerdo que los primeros días nos los pasábamos tirados en la arena mientras disfrutábamos del sol y el lago. Recuerdo también que cada día llegaba algo mareada a mi cama pero, eso sí, con una sonrisa de oreja a oreja.

Creo que lo mejor de estas dos semanas fue conocer a dos de las personas que más he querido durante estos meses.

Una es líder por naturaleza. Dulce y fuerte a la vez. Siempre dispuesta a echarte una mano en los peores momentos (ya sea para poner la primera denuncia de tu vida o para ayudarte a buscar las cosas que sueles perder). Veinte años de pura energía y ganas de pasarlo bien.

La segunda es como mi segunda hermana mayor. No sólo por la profunda admiración que me inspira, sino porque es genial tener a alguien con quien no te cueste ser feliz. Creo que todos nos merecemos a una amiga como ella en nuestra vida. Ternura, bondad, inteligencia, saber estar…Si en unos años soy la mitad de maravillosa me puedo morir tranquila.

Pero también me encantó conocer a esa chica alemana tan adorable que con solo una sonrisa te alegraba el día. O a los guapísimos checos que parecían un poco serios y que resultaron ser encantadores. O al alemán guapo al que nadie entendía. A la princesa y el príncipe. Absolutely. Carlos. Qube. Lido. Limonchelo. Mojito bar. I dont understand you.

Dos semanas perfectas que marcarían el resto de mi Erasmus.

PD: NIEVE EN LUGANO!

PD: Seguimos sin Internet.