Cosas que voy a echar de menos
Ya sé que no me voy para siempre, pero cuando te acostumbras a estar las 24 horas del día con alguien, no es difícil notar su ausencia.
Mis compañeras de piso en Barcelona. Ellas han hecho que estos últimos dos años me haya convertido en quien soy, y gracias a cada aventura que paso con ellas, tendré muchas historias que contar a mis hijos sobre la Universidad (jajajaja). Otra de ellas es la comida de mi abuela. ¿Qué haríamos sin las abuelas? Es ir a comer a su casa y engordar los 2 kilos de gimnasio que te has currado durante toda la semana. Mis amig@s, familia, mis perros, MI CAMA (¡Como en casa, en ningún sitio! ). Si es que por muy aventurera que me sienta, ¡A mí también me gusta estar en casa! ¿Qué más? Puestos a decir, la fiesta en Barcelona, la gente del gimnasio en Vic, EL VERANO; tengo ganas de irme ya a Lugano, pero nadie vive mejor que en verano. LA TELEVISIÓN EN ESPAÑOL (Jajaja), menuda voy a liar con el italiano, yo creo que voy a preguntar si puedo hacer los exámenes en inglés (ESTOY MUY ASUSTADA CON EL TEMA DEL ITALIANO, ya lo comenté en el post anterior), etc.
Son muchas las cosas que voy a echar de menos, pero también son muchas las cosas nuevas que me esperan al otro lado; así que, voy a dejarme llevar, porque las palabras sobran cuando la ilusión habla por sí sola.
Son muchas las cosas que voy a echar de menos, pero también son muchas las cosas nuevas que me esperan al otro lado; así que, voy a dejarme llevar, porque las palabras sobran cuando la ilusión habla por sí sola.
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