Visita familiar, febrero :)

FEBRERO, UN MES DE EMOCIONES :)

Hoy os voy a contar uno de los momentos más emotivos que viví en Portsmouth. Este fue cuando mi hermana y mi madre me dieron la noticia de que venían a verme. Si que es cierto que en navidades habíamos hablado algo, pero nada claro, ni si quiera sabía cuándo mi madre podía coger vacaciones para venir. Yo me encargué prácticamente de todo. Cuando estuvo claro los días que podían escaparse para venir no tarde en mirar vuelos y cogerles uno. Esto fue el 14 de febrero, para San Valentín. Se quedaron cuatro noches. Tenían muchísimas ganas de venir, de verme y de conocer todo aquello. Además tanto como a mi hermana como a mi madre les encanta viajar así que estaban deseando que llegase el día. Yo estaba super contenta, una de las mejores sensaciones que experimenté estando allí fue esa. Esa mañana me levanté super pronto (a las 6 y media) porque ellas llegarían a eso de las 9 de la mañana, así que tuve que despertarme temprano. Cogí el tren como la vez anterior que tuve que ir a Gatwick, en Fratton, vía Barnham me percaté de que no tenía que hacer transbordos y lo cogí. Es que a veces no hay trenes directos a todas horas sin hacer transbordos, y claro, con esos se tarda más. Llegué al aeropuerto de Gatwick y las esperé en primera fila para darles un abrazo nada más verlas aparecer.

Cuando estás fuera, está claro que lo que más echas de menos (a parte de la comida de la abuela y del país en general, jaja) es tu entorno, tu familia, tus amigos, toda tu gente. Aunque cuando estás en casa y no te has ido nunca fuera lo único que quieres es experimentar eso, irte fuera, conocer mundo, tener nuevas experiencias y comprobar qué es eso de vivir sólo y buscarte la vida. Como ya os conté mi comienzo no fue nada fácil, pero hay que mirar al frente, además quedándome con todo lo bueno la balanza es más que positiva.

Bueno, como os contaba, en cuanto llegaron al aeropuerto las abracé y nos dimos un beso. La verdad que estaba bastante preocupada porque el vuelo había llegado ya y la gente parecía haber salido ya del avión, parecía que sólo faltaba mi madre y mi hermana por bajar, yo ya pensaba que se habían perdido hasta que por fín aparecieron. La suerte era que mi hermana controla el inglés bastante aunque mi madre no tenga ni idea, pero bueno teniéndola a ella se podían manejar bien. De todas formas en un país como Inglaterra no es un gran problema el no saber inglés, por mucho que lo parezca. Hay tantísimos españoles y gente que sepa español que no tienes por qué tener problema. Aunque es normal que asuste, en el caso de mi madre, por ejemplo. Ella si que no tenía ni pajolera idea del idioma. Está claro que una persona que se va a un país extranjero suele irse con algo de idea del idioma porque si no puede pasarme un poco o bastante mal a no ser que tengas suerte de encontrar a alguien que hable tu idioma. Es cierto que si te paras en una aeropuerto durante cinco minutos observando a la gente pasar algún español pasa seguro, y siempre se le puede pedir una mano. Pero bueno, en este caso ese no era nuestro problema, tanto mi hermana como yo manejamos inglés así que perfecto.

Les ayudé con las maletas y fuimos a desayunar en una cafetería que había al lado. Nos pedimos algo y les conté que tenía una pequeña sorpresa preparada para ese día y noche. Había reservado una habitación en un pequeño hostal de Londres para pasar la noche allí y poder aprovechar para enseñarles la ciudad, ya que tanto mi madre como mi hermana nunca lo habían visitado antes y tenían muchas ganas aunque no me lo dijeron. Bueno, se lo conté y la verdad que se quedaron sorprendidas, no se lo esperaron para nada. Cogimos un tren rumbo Victoria Coach Station y una vez llegamos allí (con las maletas incluidas) nos fuimos a ver cosas, ya que si dejábamos las cosas en el hostal íbamos a perder mucho tiempo, y solo teníamos un día y medio para ver lo más importante de Londres y lo que diese tiempo.

El hostal estaba muy cerquita del centro comercial Harrods, no estaba mal situado la verdad. Tuve suerte de encontrarlo ahí y además no fue muy caro, lo encontré en internet, una página de hoteles y había oferta así que genial. Bueno, según os decía, no dejamos las maletas ni nada en el hostal y pusimos rumbo al Backingham, que pilla bastante cerquita desde Victoria Coach. Realmente la suerte de Londres es que todo o casi todo lo importante está muy junto, no hay mucha distancia entre medias, se puede ver perfectamente dando un paseo. Además como ya había ido antes con la familia erasmus en noviembre me conocía más o menos por dónde ir y dónde estaban las cosas, aun así alguna que otra vez tuve que preguntar. Y también estaba el móvil, así que sin problema.

Estuvimos un ratito por el Backingham Palace y fuimos rumbo al Big Ben, London Eye y esa zona. Les estaba gustando mucho todo, y yo la verdad que también lo estaba disfrutando con ellas. Nos cundió mucho el tiempo, y como íbamos a buen paso vimos muchas cosas esa mañana. Luego más o menos a las 2 fuimos al hostal a dejar las cosas y a fichar ya que teníamos la entrada para esa hora.

Comimos en el Mac Donalds del London Eye, el que hay justo al lado. Vayas a la hora que vayas a ese Mac siempre estará lleno, al ser tan céntrico simpre hay gente. Como os he dicho antes íbamos cargadas con las maletas, por lo tanto nada más acabar de comer decidimos que la mejor opción iba a ser coger un taxi e ir en él hacia el hostal ya que desde allí teníamos una tirada andando. La verdad que no fue tan caro como pensamos, fueron unas 10 libras aproximadamente. Lo cogimos muy cerca del London Eye y no tardamos mucho en llegar. El taxi nos dejó en la puerta del hostal, fue muy majo la verdad. Cuando entramos pagué la noche y la mujer nos dio la llave para la habitación, que no estaba mal. Estábamos solas en la habitación, parecía un hostal tranquilo y bastante acogedor. Dejamos las maletas, descansamos un rato y después volvimos a la carga, nos quedaban muchas cosas por ver aun y no teníamos mucho tiempo... nos quedaba esa tarde-noche y la mañana siguiente, luego ya por la tarde volveríamos a Portsmouth en un autobús directo desde Victoria Coach Station. Así que tocaba cargarse las pilas para la tarde por ver cosas que nos esperaba. Fuimos a Picadilly, Oxford Street y Tower Bridge, todo esto andando, por supuesto.

Las pilas cargadas nos duraron bastante, quien diría que esa mañana nos habíamos levantado a las 6 de la mañana... ¡somos pura energía!

De noche vimos Picadilly que les encantó, había bastante ambiente como siempre. Antes de eso estuvimos en Harrods, lo vimos por dentro y al salir seguimos andando viendo las calles cercanas. Les gustó mucho, Harrods es digno de ser visto. Después de ver esa zona, las calles paralelas y lo más importante de por ahí fuimos a Tower Bridge. Les dije que estaba bastante lejos y que quizá iba a ser una locura pero estaban bastante convencidas en ir hasta allí, sobre todo mi madre, nunca le importa andar, sea lo que sea. Mi hermana estaba un pelín más cansada cuando dije lo de ir a ver Tower Bridge, porque otra opción era verlo a la mañana siguiente, aunque no iba a ser lo mismo ya que por la noche es incluso más bonito estando todo iluminado. Al final acabamos yendo...vaya paliza, creo que mi hermana preguntó el típico: ¿cuánto queda para llegar? como 80 veces, ya se notaba el cansancio, además nos empezó a llover, menos mal que no tardó mucho en parar. Fue la típica lluvia fina londinense.

A la vuelta volvimos andando al hostal, qué auténtica paliza, fue agotador, pero lo peor fue que al llegar a la zona del hostal nos perdimos... no recordábamos bien en qué calle era. Pero lo peor de lo peor fue que me quedé sin batería, además era bastante de noche ya... Yo estaba un poco asustada por el miedo a no saber si íbamos a llegar bien al hostal, y menos mal que nos encontramos un hombre en una furgoneta parado en doble fila. Le pregunté si sabía por donde estaba el hostal y me dijo que no tenía ni la más mínima idea. Lo que se me ocurrió preguntarle después de eso fue que si me podía dejar cargar el móvil, el hombre me cayó genial y además se puso a hablar con nosotras entonces vi el momento de decirle lo del móvil. Me dijo que sí, que me dejaba cargarlo sin problema. No sabía cómo darle las gracias en ese momento... fue nuestra salvación. Realmente no estábamos lejos del hostal, solo que nos habíamos liado entre las callejuelas, encima siendo de noche no se veía ni se apreciaba igual que de día. Conseguí buscarlo en el GPS del móvil y encontramos la calle. Llegamos bastante cansadas ya, no podíamos más. Nos tumbamos en la cama y no tardamos nada en dormirnos.

A la mañana siguiente nos levantamos temprano para ver más cosas, que esa misma tarde ya marchábamos para Portsmouth. Más o menos a las 10 de la mañana. Fuimos rumbo al Backingham que esa mañana a las 11 había cambio de guardia y queríamos verlo. Llegamos justo a tiempo. Después nos fuimos al London Eye a comer por allí y ya después de comer fuimos rumbo a la estación para coger el autobús.

Fue un día y medio muy estresante y agotador pero fue genial, no voy a olvidarlo y espero poder repetir pronto :)

Qué bonita eres Londres.

(En mi próxima entrada os cuento los días siguientes en Portsmouth).

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