Viaje de medio día a Londres

Durante el viaje a Reino Unido con mi amiga tuvimos la oportunidad de visitar la capital del país. A pesar de que no podíamos pasar mucho tiempo allí estaba bastante emocionada por poder ver por fin esa enorme ciudad y el Palacio de Buckingham.

Londres es una ciudad bastante antigua y fue fundada por los romanos en torno al siglo I. Los primeros asentamientos romanos estaban alrededor del río Támesis para que la gente pudiera cultivar y tener una fuente de agua fresca. Sin embargo, en torno al siglo V los romanos abandonaron la ciudad y los vikingos la tomaron e hicieron allí su propio asentamiento. Durante la Edad Media los ingleses la ocuparon y se convirtió en una de sus ciudades más desarrolladas.

Hoy en día Londres es una ciudad enorme llena de cosas que hacer y visitar si dispones de mucho tiempo. Por eso nunca te aburrirás en Londres. De hecho, no sabrás que hacer primero.

Qué visitar en Londres

A continuación compartiré contigo mi viaje de medio día a Londres y lo que conseguí ver en ese tiempo. También incluiré alguna información de utilidad sobre los monumentos.

El famoso Big Ben de Londres

Llegamos a la estación principal de Londres, la estación de Victoria, que se encuentra en el centro de la ciudad, por lo que pudimos llegar a los monumentos a pie con facilidad. En media hora estábamos en el Big Ben, que se encontraba cerrado porque lo estaban reconstruyendo.

Un dato curioso es que el nombre real del Big Ben era la Torre del Reloj (Clock Tower) y, más tarde, le pusieron el nombre de la torre de Elisabeth (Elisabeth Tower) en honor a la reina. La construcción de la Torre del Reloj finalizó en el siglo XIX y tenía el mayor reloj del mundo, que utiliza el mecanismo victoriano para contar el tiempo. El Big Ben es el símbolo de Londres, ya que aparece en todas las postales y anuncios de viajes a la ciudad.

Sinceramente, el famoso reloj no se veía, pero la torre era fascinante y enorme en comparación con cualquier otra torre que hubiera visto recientemente. Se había construido en el estilo arquitectónico gótico que se puede ver en los edificios ingleses y que se aprecia desde lejos.

Más tarde continuamos hacia el puente Westminster, construido en el siglo XVIII para conectar los dos lados de Londres. Desde ahí podíamos ver el London Eye, una famosa atracción turística, pero decidimos no visitarla porque no teníamos tiempo.

La Abadía de Westminster

A continuación nos dirigimos a la Abadía de Westminster, la iglesia más famosa de Londres. Esta se construyó en torno al siglo X en un estilo arquitectónico gótico que se puede ver desde su exterior. En la parte exterior tiene muchos pilares y columnas, así como estatuas de santos en las paredes. Además de eso, tiene tres puertas principales pero la puerta más grande suele abrirse cuando hay procesión.

Un dato interesante sobre la Abadía de Westminster es que es el lugar en el que los monarcas son coronados cuando llega el momento. También es el lugar en el que se entierra a los monarcas de Reino Unido. Además, la mayoría de las bodas de los miembros de la familia real se celebran en ella, como por ejemplo la boda de Catalina y Guillermo, duques de Cambridge.

Parque de Saint James en Londres

Caminando un poco más encontramos el parque de Saint James, también llamado parque de la realeza debido a que está cerca del palacio de Buckingham. Fuimos allí para dar un paseo por el lago, en el que se habían reunido muchos pelícanos. Mientras comíamos frutos secos se acercaron algunas ardillas para pedirnos comida.

Sinceramente, al principio pensaba que venían con buenas intenciones pero más tarde empezaron a rodearnos intentando robarnos los frutos secos. Aún así les dimos unos cuantos porque parecían hambrientas. Esas ardillas son los animales más monos que me he encontrado en mucho tiempo.

Palacio de Buckingham

Tras caminar un poco más llegamos al Palacio de Buckingham, que se encontraba justo al lado del parque de Saint James. Para llegar hasta él tuvimos que cruzar el puente que cruzaba un pequeño río y que nos hasta un enorme jardín.

A la derecha estaba el VictorialMemorial, un monumento construido en honor a la reina. A la izquierda estaba el enorme palacio de Buckingham cuyo estilo arquitectónica se asemejaba al de los palacios de Viena. El palacio estaba protegido por unas vallas de hierro enormes para vitar que la gente entre en él decorados con unos ornamentos dorados.

A pesar de que no pudimos ver a ningún miembro de la familia real, mi experiencia explorando Londres y sus monumentos fue muy agradable, a pesar de ser muy breve. Estaba un poco triste por no haber podido ver gran cosa, así que me aseguraré de volver pronto para poder visitar más cosas.

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