Mi viaje a Londres (¡...y consejos para el vuestro!)

¡Buenas, internautas!

Cinco días desde que no escribo, ¡y ya se me está haciendo largo! Pero ha sido por una buena causa: ¡me he ido de viaje a Londres para traeros nuevos consejos y sitios que visitar! 

(Bueno, vale, en realidad he ido a visitar a un amigo, ¡pero también he pensado en el blog!).

Bueno, en esta entrada voy a hablar de mi viaje a Londres y de cómo no dejarte un riñón en el intento de ver esta capital.También voy a subir una lista resumiendo los tips para ahorrar en Londres que aquí explico , así que si no tenéis ganas de leer los detalles, ¡id directamente a mi otro post!

Mi viaje empezó el sábado, con un brinco en la cama a las 6 am. Sí, la persona que más odia madrugar del mundo fue capaz de levantarse con la primera nota musical del despertador, ¡increíble! Así que os podéis imaginar mi estado de nervios e ilusión hacia ese gran viaje. Y es que era un gran viaje por muchas cosas. Obviamente, lo era en parte por el hecho de ver Londres. Había estado dos veces pero ya hacía varios años que no pisaba la capital inglesa. Pero no se trataba solo de ver Londres. Iba a ver Londres acompañada de una manifestación estudiantil. Los que no me conocéis estaréis pensando que soy una friki-hippie-revolucionaria. Pues sí, lo soy, para qué nos vamos a engañar. Y ver Londres a la vez que escucho "one solution, revolution" de la boca de mil estudiantes ingleses es algo que me hacía especial ilusión. Así que me cogí un bus que organizaba la universidad para ir a la "national demo" y en cinco horas ya estaba inmersa en todo ese ambiente de pancartas, megáfonos y protesta. ¡Y mi sonrisa no podía ser mejor!

Pero no fui solo por la manifestación, y los mejores momentos de Londres también los pasé de forma tranquila. En especial, almorzando en un banco enfrente del río Támesis. Si vais a Londres, os recomiendo hacer lo que yo hice: compraos un sándwich o bocadillo en un supermercado (os recomiendo el meal deal del Tesco: patatas fritas, sandwich y refresco por 3 libras) y sentaos en un banco de los que dan al río. Ves un puente precioso a tu derecha y el London Eye a la izquierda, además de que se está tranquilo en una ciudad que normalmente agota física y mentalmente.

Después de eso, fotos típicas con el Big Ben (aunque ya me había hecho alguna a-típica con el big ben y alguna que otra pancarta!), y poco más. Fui a London St. Pancras porque teníamos que recoger un tícket de tren, y lo que es la plaza me pareció preciosa, pero realmente no vi mucho más. El día se me hizo cortísimo, algo bastante normal en ciudades tan grandes, y a decir verdad el hecho de tener que coger tanto metro me saturó bastante. Id preparados para pasar calor (sobre todo porque yo llevaba mil capas debajo), agobio, y esa sensación de estar bajo tierra en un metro que, a decir verdad, me resultó bastante feo. Os digo esto porque creo que es mejor ir mentalizados a algo malo y luego llevarse una sorpresa algo positiva, y no al contrario. Aún así, lo recomiendo, pues es la forma más fácil de llegar rápido a donde quieras. Eso sí, es caro. Muy caro. El sábado tuve que pagar 10 libras solo por ir de Victoria a St Pancras y vuelta, y eso que tenía descuento de railcard. Lo que más merece la pena si vas a pasar el día entero allí es el ticket para todo el día. Sale 12 libras, pero renta muchísimo. También merece la pena sacarse la Oyster card, pero tienes que pagar 5 libras por la tarjeta en sí, con lo cual si solo vas para un día, no renta. Si tienes planeado ir más de una vez a Londres durante tu año Erasmus, la Oystercard merece la pena. Si tu presupuesto es muy muy reducido, siempre puedes intentar andar a los sitios, pero no esperes ver mucho de Londres, pues es una ciudad enorme, y aunque en el mapa parece que todo está al lado, las distancias son interminables.

El día del sábado lo terminé con un autobús a Colchester, donde vive mi amigo, y el domingo lo pasé entero allí. Sin embargo, de esto hablaré en otro post, y salto directamente al lunes, que también lo pasé en Londres.

El lunes llegué a Londres a las 12:30, porque no quería un madrugón excesivo, ya que no tenía especial ganas de recorrerme Londres entera. Sin embargo, si queréis aprovechar bien el día, os recomiendo ese madrugón, ya que anochece pronto y empieza a hacer frío, con lo cual no se disfruta igual. Yo me quedé hasta las 20:30 y creo que me dio tiempo de hacer bastantes cosas, así que no os agobiéis. Si queréis abarcar demasiado estando hasta las tantas de la noche no vais a disfrutar tanto la experiencia, aparte de que a esa hora ya no hay mucho que ver, por lo que terminar el día sobre las 8 o 9 de la noche está perfecto. ¡Recordad que estáis en Inglaterra, esto no es España! Y que quien mucho abarca, poco aprieta. Además, a esa hora lo más probable es que ya haga demasiado frío y termines entrando en cualquier bar a tomarte algo, y ahí sí que te clavan. El bar al que fui me cobró 2,5 libras por una coca cola (¡no me quiero imaginar si hubiera pedido alcohol!), y aún así creo que es barato comparado con otros sitios. Así que si queréis gastar poco, no entréis en demasiados bares, e iros prontito a casa. 

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