Lo imprescindible en Londres
¡Hola otra vez! Hoy os vengo a hablar de Londres, una de las capitales europeas más conocidas y visitadas. La ciudad es extremadamente grande, y hay tantas cosas para ver que uno se puede volver loco/a. Por eso, en este post os traigo las 17 mejores cosas que ver de Londres. ¡Espero que os guste!
London Eye
Seguramente muchos de vosotros habréis oído o ya conoceréis este lugar turístico. Es la noria más famosa del mundo, y puede que una de las más grandes.
Traducido al español como "El Ojo de Londres", el London Eye está situado en el centro de la ciudad, al Oeste. Su ubicación es muy estratégica, ya que al estar en la orilla del río Támesis (incluso su borde está flotando en ella), se encuentra rodeado por otras célebres atracciones turísticas como el Acuario, el Big Ben o la Abadía de Westminster.
Una vuelta entera a esta noria suele costar 25 libras, pero también hay entradas más caras, en los cuales están incluidos copas de champán o chocolate. Además, existe una entrada que es válida, aparte de la noria, para el Acuario y Madame Tussauds.
Las “cabinas” de esta noria son muy especiales, ya que resultan ser cápsulas de cristal, perfectas para tener unas vistas completas a la ciudad. Cuando yo me monté tuve la mala suerte de estar acompañado por la lluvia (y eso que fui en agosto), pero no niego de que las vistas sean maravillosas, con buen o mal tiempo.
Muy cerca del Ojo de Londres se encuentran la mansión encantada de “The London Dungeon”, el Acuario y el parque de Jubilee Gardens, donde se suele celebrar un festival durante todo el verano: Underbelly Festival. Durante medio año también se suele acoger en este parque el Wonderground, una feria con atracciones y puestos de comida o de juegos.
En esta feria hay muchos bares interesantes, como The Rekoderling Cider Lodge y su amplio patio o la cafetería Just in Bean, con un patio lleno de cenadores de madera.
Estos eventos ocurren desde abril hasta septiembre, así que si vuestro viaje data dentro de ese periodo, aprovechad y visitadlo.
El Acuario
El Acuario se encuentra prácticamente al lado del London Eye. Está formado por las primeras plantas bajas de un gran edificio que pertenece al London Dungeon, varios hoteles, restaurantes y una empresa, así que ¡Que no te engañen las apariencias del exterior! El acuario no es el bloque entero. Tranquilos, yo también caí en la trampa.
Una entrada para adulto al acuario cuesta 20 libras, y para un niño un poco menos. Es bastante cara, así que me parece más económico comprar la entrada general de todas las atracciones de alrededor, que cuesta unas 40 libras.
En cuanto al acuario, es un lugar espectacular. Cuenta con pingüinos, tiburones, reptiles y muchas especies marinas. El acuario está dividido en varias zonas, ordenadas por el lugar del hábitat o por la especie animal. Por ejemplo, una zona llamada “SharkWalk” consiste en unos túneles y pasillos transparentes donde podréis contemplar los tiburones, y también hay otra zona donde se encuentran los reptiles y los anfibios.
Además de todo esto, en este acuario existe la posibilidad de tocar a los tiburones y alimentar varios tipos de animales. Puede ser un buen plan para matar el tiempo, y más que bueno si os apasionan el mundo animal y el mar.
Kew Gardens
Kew Gardens es el jardín botánico más bonito de toda la ciudad. Se sitúa un poco lejos del centro, muy al suroeste y a poca distancia de la ciudad de Twickenham. El metro desde el centro tarda unos treinta y cinco minutos, pero merece la pena conocerlo.
El barrio en el que se ubica es encantador, con las calles hechas de piedras y ausencia de rascacielos, lo que me parece perfecto. La mayoría de las casas son bajas y modestas, todas con su pequeño jardín y locales montando en bicicleta por delante.
El parque es muy grande, casi del mismo tamaño que el barrio donde se ubica, y su entrada cuesta muy poco.
Sus atracciones principales son la Casa Templada, el invernadero más grande del mundo; la casa de Palma y el Invernadero de la Princesa de Gales. No tuve el privilegio de entrar a la Casa Templada porque en aquel entonces estaba cerrada, pero los otros dos invernaderos me parecieron una locura.
En la Casa de La Palma se puede subir hasta una altura relativamente alta gracias a unas escaleras de caracol, y desde ahí se puede ver toda la vegetación. También hay una planta subterránea con peceras llenas de peces, medusas y otros tipos de animales, tanto peces como anfibios.
En cuanto al Invernadero de la Princesa de Gales, éste fue mi favorito. Dentro de él había diferentes zonas: la zona de los cactus, la zona de las plantas carnívoras… Y en medio de todo, un gran estanque con nenúfares, peces gigantes (se pueden ver a través de una cristalera subterránea) y manglares. Me parecía imposible asumir que todo aquello estaba metido en un invernadero que tenía la mitad del tamaño de la Casa de La Palma. Y desde luego, el Invernadero de la Princesa era mucho más bonito y con más biodiversidad.
En cuanto al resto de las atracciones, también hay otros invernaderos con diseños atractivos como la Casa Davies Alpine, un jardín de bambú, una pagoda, varios jardines de diferentes estilos (japonés, francés, mediterráneo, etc.), algunos palacios, un gran lago con pavos reales y The Hive, una escultura descomunal que simboliza los enjambres de las abejas.
A nosotros nos hizo falta un día entero para verlo, así que es mejor que también reservéis un día completo para estos jardines.
El Templo Hindú de Neasden
El templo hindú de Shri Swaminarayan Mandir está, al igual que Kew Gardens, muy lejos del centro, pero no al sur, sino al norte. Se sitúa en el barrio londinense de Neasden, y aunque parezca un poco peligroso y pobre, tiene una joya muy bien guardada por el cual merece la pena conocerlo.
Por las calles de Neasden, el cual se encuentra a poca distancia del Estadio de Wembley, pude presenciar una situación muy incómoda. Mientras paseábamos por la calle, nos percatamos que había postes que advertían lo siguiente: “Cuidado, te están vigilando”. La advertencia me produjo miedo, mucho miedo. Pero al final no nos pasó nada y pudimos avanzar.
Cuando llegamos al templo hindú, se nos cambió la cara: era un magnífico templo oculto en las afueras de una ciudad aglomerada. El entorno era bastante silencioso, no había tráfico ni mucha cola en la entrada, era perfecto. Mi acompañante de aquel momento ya me ha recordado varias veces que el templo fue lo mejor que habíamos visto en Londres, y yo nunca lo he negado.
El templo está dividido en dos zonas: el templo de mármol y el edificio por donde se entra, conectado con el templo mediante un túnel.
La entrada cuesta unas dos libras, lo cual está muy bien para semejante obra arquitectónica, pero la seguridad lo compensa. Tiene varias cintas y maquinas detectoras de metales en la entrada, y nada más entrar hay un gran armario para dejar los zapatos, algo obligatorio. Lo primero que se ve en su interior es la tienda de regalos y una gran alfombra con hindúes rezando, y en el lado izquierdo se encuentra un pasillo de mármol que conduce hasta dentro del templo de mármol.
La única sala del templo a donde se puede acceder está repleta de pilares y columnas de mármol muy decoradas, era majestuoso y muy imponente, al igual que el techo y las paredes. Además, en determinadas horas se abren unas cortinas que esconden unas grandes estatuas que representan algunos de los dioses y de las diosas del budismo.
Fue una experiencia muy grata.
Buckingham Palace
Éste es el palacio de la reina de Inglaterra: Isabel II. Está ubicado en el centro de la ciudad, cerca del Big Ben y del Ojo de Londres. La reina es muy querida y adorada por los británicos, pero también por muchos otros países en los cuales es jefa de Estado, como por ejemplo en Canadá y en Australia.
El Palacio de Buckingham es toda una reliquia de Londres, con una fachada muy magistral y su interior lleno de lujo y mucha historia. La entrada al palacio cuesta 24 libras, y si queréis entrar a la Galería de la Reina, la entrada cuesta el doble. Los horarios de estas visitas son limitadas; el palacio solo está abierto al público en verano, cuando la Reina viaja a Escocia.
También se realiza un cambio de guardia que es visible desde la plaza del palacio y completamente gratuito.
En frente del palacio se localiza el parque de St. James, un parque con abundancia de ardillas y un gran estanque en medio, cuya isla posee varias casas y un antiguo refugio para aves con un encantador jardín.
Desafortunadamente, el acceso a esta isla está prohibido. Me hubiera gustado entrar a la isla y pasear bajo sus árboles, sinceramente.
Big Ben
El Big Ben es, sin duda, el monumento más simbólico de Londres, y también de Inglaterra (después de Stonehenge). Es una torre del parlamento, y está situado en el corazón de la ciudad, acompañado de otras atracciones como la Abadía de Westminster.
La torre es muy conocida mundialmente por su reloj de cuatro caras; el reloj más grande del mundo, por cierto. El acceso a la torre está prohibida para los que no residimos en Gran Bretaña, así que mala suerte. De todos modos, es impresionante verlo desde el exterior, un edificio que tanta gente lo define como la estrella de Londres.
British Museum
El British Museum es un museo muy célebre por aguardar en él obras de arte como un moai de Pascua, la tumba-capilla de Nebamun o los mosaicos mayas. Es un museo mayormente dedicado a la arqueología de todo el mundo y de todos los tiempos.
El museo se sitúa un poco lejos de la orilla del río Támesis y a media hora a pie del Palacio de Buckingham. Su entrada cuesta 25 euros aproximadamente. Su fachada principal es muy identificable por tener similitud con el Partenón de Atenas, y su atrio es muy característico por tener un techo entero de cristal.
Dentro de él existen varias galerías en las que se concentran obras de arte originarias de la misma zona del planeta. Algunas de las galerías más visitadas son la egipcia, la griega y la china, con cientos de jarrones de jade. Dentro del museo también se conservan momias y trozos de la Acrópolis ateniense, entre otros.
Es, sin duda, el museo que más recomiendo de Londres, ya que es muy interesante, aunque no seáis aficionados de la historia. Yo tampoco lo soy, pero sus galerías me dejaron totalmente enamorado.
El museo también cuenta con dos cafeterías que los descubrimos llenos y sin ninguna mesa libre, pero tenían un buffet muy variado y grandes bocadillos a buen precio, teniendo en cuenta lo que cuesta vivir en Londres.
El Museo de Historia Natural
Este museo también se sitúa muy lejos del centro, incluso más lejos del British Museum. Por lo tanto, la única manera de llegar aquí es en metro.
Este museo también es muy interesante, sobre todo por su esqueleto de ballena colgado por el techo, su fachada principal, sus esqueletos de dinosaurios, sus salas llenas de animales disecados y mucho, mucho más. La entrada no cuesta nada, es totalmente gratuita, aunque no puedo decir lo mismo de los mapas del museo.
Una de las zonas que más me gusto fue la entrada principal, ya que es muy amplio y tiene un estilo románico que me fascinó en su momento. Además de conservar animales disecados y esqueletos de dinosaurios, cuenta con zonas donde se exhiben minerales, la evolución humana y muchos más secretos.
The Shard
The Shard es un rascacielos que se localiza al Este de la Ciudad, a muy poca distancia del Ayuntamiento (un edificio muy moderno con forma de huevo) y del gran Puente de Londres. Este rascacielos cuenta con casi cien plantas, albergando en ellas varias oficinas, restaurantes, un hotel lujoso y un mirador insuperable a la ciudad y al río.
Este mirador se ha convertido muy popular en los últimos años. Su nombre es “The View”, diría que tiene las mejores vistas a Londres. El acceso al mirador cuesta 25 libras, un poco caro para algo así. Sin embargo, merece la pena arriesgarse.
Observatorio de Greenwich
Este observatorio no es tan conocido entre los turistas, pero tiene su encanto. Está ubicado al sudeste de la ciudad, a media hora en metro desde The Shard.
En este observatorio se puede identificar el Reloj de Shepherd, un reloj que marca la hora exacta de Greenwich, es decir, el sistema que mide las horas de todo el mundo. El observatorio forma parte de un museo, y su entrada cuesta muy poco.
Otro de los puntos de interés del observatorio es la localización exacta del Meridiano 0, que pasa por aquí. También cuenta con uno de los telescopios más grandes del mundo y un parque colosal justo detrás, con ruinas romanas y varias zonas de descanso.
Además, en frente del observatorio se localiza el parque The Wilderness, un parque de ciervos.
Hyde Park y Kensington Palace
Estas dos atracciones turísticas se encuentran en el centro de la ciudad, muy cerca del Palacio de Buckingham.
Hyde Park es el parque más grande de Londres, repleto de jardines, lagos con alquiler de barcas y muchas especies de animales y múltiples explanadas en los cuales también hay posibilidad de alquilar tumbonas. A lo largo del año también se celebran festivales de música aquí debido a su gran tamaño. Incluso se celebran competiciones de natación en sus lagos.
En cuanto a Kensington Palace, es el palacio que se ubica justo al otro lado de los lagos. El precio del acceso cuesta unas veinte libras, y sinceramente, no tiene pérdida. Es un palacio tan modesto que puede pasar desapercibido por una casa cualquiera, si no fuera por sus hermosos jardines.
Dentro del palacio suele haber exposiciones relacionados con la realeza británica, como por ejemplo la exposición de los vestidos de Lady Di, que es a donde fuimos nosotros.
Abadía de Westminster
Es la abadía más conocida de Inglaterra. Se sitúa en la orilla de Támesis y tiene una fachada principal muy parecida a la Iglesia de Notre-Dame en París. Su exterior es fabuloso, muy detallado y de un estilo gótico muy atractivo.
En cuanto al interior, la abadía guarda un gran número de mausoleos dentro, además de estar formado por claustros, capillas, varias salas y el Trono de San Eduardo. La entrada cuesta unas 20 libras, y es una de las visitas indispensables en Londres.
La Torre de Londres y el Puente de la Torre
La Torre de Londres se localiza al Este de la ciudad, y es otra de las atracciones turísticas más visitadas. Tan visitada que se forman largas colas alrededor de ella. Por lo tanto, se recomienda estar presente ahí horas antes. El castillo está a punto de alcanzar el milenio de edad, y en él se han torturado muchas personas por rebelarse contra la monarquía.
Uno de los puntos de interés en la Torre es la jaula de los cuervos. Cuenta la leyenda que si éstos desaparecen el reino de Inglaterra desaparecerá. Siempre me ha resultado muy curiosa esta leyenda, y aunque estos cuervos sean normales y corrientes, me produjo mucha ilusión haberlos visto en persona.
Otros lugares imprescindibles que ver en la torre son Las Joyas de la Corona y la capilla. La entrada cuesta un poco más de veinte libras.
La verdad es que cuando lo vi por primera vez no me atraía para nada, ni siquiera estaba interesado en verlo por dentro, pero una vez adentrado en los pasillos del castillo me encantó. Se merece una visita digna.
Además, a pocos minutos caminando de la torre se encuentra el famoso Puente de la Torre, diferente al resto del mundo. Sus torres son espectaculares, tanto de cerca como de lejos (en barco, por ejemplo). Tiene dos torres gemelas que están conectadas por otros dos puentes de cristal, los cuales se ubican arriba de todo, en la última planta de las torres.
Aquí podéis visitar una exhibición de fotografías que explican la construcción del puente, esto todo mientras gozáis de las vistas al Támesis. La entrada a esta zona del puente cuesta diez libras, la mitad de La Torre.
También podéis contemplar el puente realizando un paseo en barco. Yo mismo lo hice, y debo decir que fue una experiencia alucinante. Gracias a este paseo, además de haber visto el puente entero desde muy cerca, he podido descubrir obras arquitectónicas que se escondían entre los edificios y no los conocía de antes.
La Catedral de St Paul y Shakespeare´s Globe
Y éstas son las obras arquitectónicas que he mencionado arriba.
La Catedral de St Paul está construida muy cerca de la Torre de Londres, en frente de The Shard, pero con el río de por medio. Esta catedral es la segunda más grande de todo el mundo, y tiene una cúpula muy parecida a la Basílica del Vaticano. Siempre me recuerda a ella. Fue aquí donde los actuales príncipes británicos se casaron.
El interior de la Catedral espectacular. Una de sus mejores partes es el techo, pintado con enormes frescos, pero sin duda alguna, la cúpula es la protagonista. En la cúpula existen varias galerías, y solamente se puede acceder a ellas subiendo escaleras. Unas doscientas en concreto, incluso más.
Al otro lado del río se encuentra el Shakespeare's Globe, un teatro donde el dramaturgo representó muchas de sus obras, incluso se puede observadas este teatro en más de una película. Pero éste no es el teatro original, sino una réplica.
Su interior es impresionante. El decorado provoca al turista la sensación de haberse teletransportado hasta siglos atrás, y puede ser una experiencia única. Tanto el exterior del teatro como el interior merecen la pena.
Aquí se pueden ver varias obras en directo, algo que recomiendo muchísimo.
China Town y Picadilly Circus
Son dos barrios muy importantes y animados en la ciudad, en medio de muchas atracciones turísticas.
China Town está lleno de cultura e historia. Sus grandes y largas calles mantienen vivas a cientos de tiendas y restaurantes chinos, en los que comí tres veces en una misma semana. El restaurante chino que más recomiendo de este barrio es el "Golden Phoenix".
En sus supermercados venden alimentos y artículos típicos y tradicionales chinos. Puede ser una oportunidad muy especial para curiosear y explorar un poco la cultura asiática.
Un punto de interés que no os podéis perder en China Town es el Mural 1888. Es una obra de arte.
Piccadilly Circus, por otra parte, es una plaza muy importante de Londres. Se ubica muy cerca del barrio chino, y se caracteriza por sus grandes pantallas en las fachadas de los edificios.
En estas calles podéis encontrar muchos restaurantes ingleses, italianos y griegos, además de muchas tiendas de regalos, cines, boutiques de marca y muchas discotecas. Aprovechad alguna noche y animaros a venir aquí para disfrutar de la fiesta londinense.
Lo más simbólico de la plaza es la estatua de Eros colocada en medio. A veces, músicos callejeros se plantan aquí para montar espectáculos que parecen de película. Yo mismo presencié un espectáculo en el que salía fuego de un trombón. Fue una locura.
El Zoo de Londres
Es uno de los mejores zoos que he conocido, después de Faunia, en Madrid.
El Zoo está situado en Regent's Park, un parque inmenso peinado de estanques y arboledas. Este zoo está, además, separado en dos lados por un canal. Por este canal suelen atravesar los Waterbus, un medio de transporte público que consiste en barco que hace paradas en el Zoo y Camden Town, entre otros.
La entrada cuesta veinte libras, y es una atraccion turística muy chula. Aquí se cuidan a miles y miles de animales de todas las partes del mundo.
El Zoo cuenta con reptilarios, un acuario, una zona muy amplia de leones, un túnel de mariposas, estanques con flamencos y muchos, muchos aviarios.
Aquí existen aviarios de muchos tipos: aviarios dentro de edificios con cascadas, pequeños estanques y humedad; aviarios con formas geométricas y colocadas en una ladera, etc. Éstos eran los que más destacaban del Zoo, y para mí eran muy placenteros. Me sentía como un niño cuando veía aves tropicales volar por debajo de mi cabeza o grullas caminando por el mismo sendero que yo.
También había grandes edificios en los que los animales estaban sueltos. Uno de los más conocidos era "Rainforest Life", una zona que trataba de una jungla, donde monos, lémures, aves y otros mamíferos no se encontraban enjaulados y todos vivian en harmonía. Incluso se acercaban a los humanos, y tal vez éstos últimos tenían la suerte de tocarlos sin que se escaparan.
Trafalgar Square y National Gallery
Y por último, Trafalgar y National Gallery. Se ubican muy cerca de Big Ben, incluso se puede divisar desde la plaza.
La Plaza de Trafalgar siempre está llena de turistas, muchas de ellas montadas en las estatuas de leones de la Columna de Nelson, la que predomina en toda la plaza.
El mejor momento del día para visitar la plaza es a la noche, pues ésta se llena de luces y los pequeños estanques de la columna brillan, junto a los coches y a las farolas.
Y en frente de la Plaza de Trafalgar se encuentra la National Gallery. Aquí se albergan cientos de cuadros y pinturas de todo el mundo, muchos de ellos con autores muy conocidos mundialmente, como pueden ser Velázquez o Van Gogh.
Sus salas tienen colores muy fuertes y potentes, con paredes ocupadas por grandiosas y hermosas pinturas. Además, la entrada es gratuita, así que si no os gusta podéis estar tranquilo por el dinero malgastado, ya que no habéis gastado nada.
Sin embargo, deberíais echarle un vistazo y pasear por sus salas llenas de arte y mucha historia, que ya os lo contarán los cuadros.
¡Pues aquí termina el post sobre Londres! Muchas gracias por leerme y espero que os hayáis divertido y a la vez hayáis descubierto nuevos rinconcitos londinenses.
¡Nos vemos en la próxima publicación!
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