Primera salida nocturna.... ¡SPINKA!

Nos volvíamos de Manufaktura, la noche ya llegaba hacía rato (17,45 o así), y era hora de poner la mente en on; o con una expresión que cogería fama y seguimos usando: había que estar "on fire". Era la primera salida para gran parte de los que estabamos allí (ya que al día siguiente empezaría el esperadísimo curso de polaco en el que practicamente todos los allí presentes en Łódź, estabamos apuntados y que como más tarde se demostraría, irían todos los dias un escaso 3% (si llegaba) de la gente).

Cierto es que hubo otra salida anteriormente de la gente que llegó primero, pero ésta era especial, puesto que ya eramos un número amplio de personas, y tras el día de descanso anterior, todos estábamos con las pilas cargadas para la inminente noche de fiesta.

La idea era sencilla: beber en la residencia 11 (donde prácticamente todos los Erasmus españoles estaban) y luego tirar hacia alguna discoteca hasta entonces desconocida. Pero claro, del dicho al hecho hay un trecho. Nada más lejos de la realidad, mientras esperaba a mi compañera de vuelo y de universidad para tirar a su resi, llegaron de camino otros 2 españoles y me dijeron que se iban a una fiesta en casa de una de sus mentoras. Que invitaban allí a cenar y eso y que luego ya tiraríamos donde estuvieran los demás. No me lo pensé un segundo, me gusta el riesgo (pros y contras), pero sobre todo lo improvisado, y por ello dije sí.

Mientras todos bebían con muchas ganas en la 11, nosotros nos ibamos a esta "fiesta", yo sin conocer a nadie, pero me daba lo mismo. Una de las cosas por las que me vine aquí era para mejorar mi inglés oral, y a cosas como ésta no se les puede decir que no; ya que no sólo conocías a gente y pasabas un buen rato, sino que al haber polacos y españoles, para comunicarnos entre todos, usábamos el inglés (que bonito me ha quedado eso de mejorar el inglés, jeje).

Llegamos allí, y la verdad es que todos eran muy simpáticos; invitando a algún plato típico, patatas y a chupitos. Yo no bebí nada, y tampoco hacía falta, pues conversación había de sobra. Entre ellos intentando hablar castellano y nosotros algo en polaco, era para pegarnos de tortas de lo mal que lo hacíamos todos. Allí conocimos a 2 chicos más de la Residencia, gallegos, (Galicia empezó muy fuerte en la lucha de Comunidades españolas de Erasmus, pero pronto los andaluces empezamos a cogerlos), y la gente iba cogiendo ya un puntillo gracioso. Llegaba el momento de largarnos y por sms me llegó que los demás estaban en una discoteca hasta entonces desconocida por todos: se llama Spinka y se encuentra situada en la calle más emblemática de Łódź, Piotrkowska, en torno al número 90. Calle por cierto que nombraré seguro muchas más veces y que al parecer es la más larga de toda Europa (supera los 4 kilómetros de longitud), repleta de tiendas, pubs, discotecas, kebabs (jamás vi tantos kebabs en una sóla calle), y por supuesto bancos (cómo no).

Spinka, hasta ese momento, simplemente era un nombre extraño con sonido a tienda de animales; pero pronto cambiaríamos de perspectiva, puesto que al llegar, sobre las 01,30 de la mañana, doy tres pasos hacia dentro y veo como toda esa gente que por la mañana y durante el día anterior parecía tranquila se había transformado: la mitad se rozaban unos con otros en plan "papi papi, papi chulo"; otros tantos estaban "regalaísimos" (expresión escuchada a gallegos aquí), que significa que tenían un puntito curioso de alcohol, y otros buscándose la vida intentando que no les pasaran la temida "polakinha" (dícese de aquella acción realizada por polacas en la que tras mucho dejarse rozar y tocar, en el momento en el que vas a besarla, te aparta la cara en plan: "¿qué haces chaval, te creías algo?". Y claro, se le queda a uno la cara de tonto preguntándose el cómo le dice que no, si le ha tocado de todo y claramente sabía que estaba allí, cómo pues ahora la consecuencia más lógica, no llega.

Consejo número 7: nunca creas que lo tienes todo conseguido con una polaca. La temida "polakinha" puede llegar cuando menos te lo esperas.

La verdad que esa transformación de mis compañeros Erasmus, puede llegar a tener sentido desde el momento en el que sí, es cierto, estamos de Erasmus. Pero, una cosa es eso, y la libertad, y todo lo que quieras y otra el escuchar por la mañana a más de alguno y alguna decir que quieren muchísimo a sus respectivas parejas, y que por supuesto aguantarían todo el año sin problemas de fidelidad; y llega la primera salida, y ¡ZAS! caen. De nuevo, repito que me parece perfecto lo que haga cada uno con su vida, siempre que no me incumba, pero por favor, atentos próximos Erasmus vayáis donde vayáis al siguiente consejo:

Consejo número 8: si aunque sea por remota posibilidad, veis que podáis poner los cuernos a vuestras parejas estando de Erasmus; no hagáis el ridículo y no sólo digáis que tenéis pareja (que si no lo dices, nadie lo iba a saber Erasmus), sino que encima la queréis y podéis aguantar sin problema. Eso se llama, "GAME OVER".

La gente se lo pasaba bien, yo me dedicaba a bailar a mi bola. La música me gustaba, tenía temas de r&b, hip hop y alguno de música electrónica, que lo hacían todo más fácil; y poco a poco la gente iba desfilando hacia sus respectivos cuartos. Cogeríamos tranvía porque nos recogimos tarde muchos de los que estabamos allí, pero es que al día siguiente empezaría el curso de polaco, y ya habría alguno que se pensaría si ir o no....

Nombrar por último, que esa noche de Spinka fue mítica para más de 1; algunos lo triunfaron más que otros (incluso consiguiendo algún poker) y ya desde ese momento, algo de cariño, pues le cogimos a ese sitio.

Por cierto, mencionar como anecdótico, que este artículo hablando de la primera salida nocturna, de ligues, etc, haya conseguido 69 puntos (número 69, por si alguien no lo pilla)....

.

Galería de fotos