Primer contacto con Łódź
Me iba a la cama, las sábanas olían algo (bastante) raras, y encima cuando me decidí a ir al cuarto de baño que había en mitad del pasillo de la maravillosa residencia VIII, me di cuenta que no había papel higiénico en ningún lado. Tenía que aguantar las ganas de... (mejor no decirlo, lo dejo en suspense), y esperar a que durante el día siguiente (Domingo), hubiera algo abierto para comprar papel.
No todo era tan malo, ya que al menos, frío no se pasaba dentro de la habitación (normal Antonio, estás dentro....). Eso si, con una sábana y una colcha tenías que decidir bien qué hacer. O bien decantarte con sólo sábana y tener que ponerte pijama abrigado y taparte bien; o por otro lado usar la colcha, quedarte casi en bolas y sudar aun así como un cerdo. A mi siempre me gustó la segunda opción, supongo que porque eso de no tener ropa aunque sean solo unas horas, no está nada mal.
He de mencionar también, que la maravillosa luz que entraba por las ventanas a las seis de la mañana era una delicia. Aquí las persianas no existen, lo cual es incomprensible pues amanece antes que en otros países con ellas y el origen de este elemento es Persa, cuyo imperio exportaba a gran parte de Europa, pues era compuesto principalmente su economía de mercaderes. Aun no se por qué no se usan aquí y mi única razón que podría encontrarle es exactamente la de despertarte (joderte muchas veces) temprano. Aquí anochece en torno a las 17,00 de la tarde, por lo que o aprovechas la mañana, o adiós al día. O es por eso, o el que monte aquí una fábrica de persianas se forra (mmm interesante).
Con todo ello, dormir más allá de las 9,00 en los primeros días mientras se acostumbraba uno a esa luz poderosa, era imposible. Así que levantándome a esa hora más o menos, comenzaba el primer problema del día: cómo ducharme. Parece estúpido lo dicho, pero es que sólo en las duchas públicas de mitad del pasillo había en la pared 2 colgantes para poner cosas; y claro, normalmente ocupados por la ducha que está justo al lado (favorita por supuesto por todos), pues o te ibas en bolas hacia allí o tenías que inventar algo. Mi decisión fue poner las cosas encima del radiador, de manera piramidal inversa, en la cual todo lo puesto estaría a un suave toque de caerse, pero que si no, no sabría como solucionar el problema. Y así, aunque la primera vez se me cayó la toalla al suelo (a la mierda la toalla limpia....), ya no se volvió a repetir porque tenía mi propio sistema para apalancarlo todo (por fin esos años jugando al tetris han merecido la pena).
Consejo número 5: cuando debas amontonar cosas de manera vertical, el truco está no en poner de grande a pequeño, sino al revés; ya que lo más grande arriba hace que todo lo demás se quede perfectamente cogido. Ahora que si se te cae lo de arriba, adiós a todo (probabilidad de éxito del sistema: 76,666 periódico puro %).
Una vez solucionado el primer problema de la ducha, y vestido por fin (no quería ni pensar en la primera vez que pondría la lavadora en mi vida, historia digna de contar en algún post posterior); me dije a mí mismo que debía explorar la zona en búsqueda del papel higiénico. Tuve suerte, encontré una tiendecita pequeña no muy lejos del edificio, abierta, y pude comprar el ansiado trofeo. Todo estaba bajo control, y tras hacer una serie de gestiones (mi compañero lo llamaría más tarde como frase mítica: "descomer") en el baño (me abstengo de comentar la situación de los baños cada día); era el momento de irme a la residencia 11 a ver a la gente del día anterior.
Fuí a la habitación de mi compañera de viaje a ver qué hacía, y me dijo que irían luego a "Manufaktura", un centro comercial, cerca del centro de la ciudad, en el cual hay de todo: desde bolera, cine, laser time, casino, y por supuesto tiendas y supermercado. Me gustó aquello, pero lo que no sabía era que iba a ir allí en los primeros 7 días, unas 6 veces.
Consejo número 6: explora, no vayas siempre al mismo lado o le acabaras cogiendo tirria.
Sinceramente, no se qué buscábamos allí, pero como era el primer día de la mayoría, pues algo había que ver y hacer y tocó aquello. Por supuesto decidimos comer en un lugar típico polaco (Mcdonalds), en el cual lo llamativo de esta tan típica comida polaca (por si alguno no se ha dado cuenta, todo es irónico), era que la hamburguesa típica que te comes en España por 1 euro, aquí valía la mitad incluso (mismas calorias a mitad de precio, ¡vamos!). También probamos otro plato muy esta vez sí polaco, las alitas de pollo del KFC (no recomendadas); y fue cuando los chicos hicimos el pacto de caballeros (el cual no comentaré, es de caballeros no hacerlo).
Pasaban las horas y era el momento de volverse, esa noche iríamos a un lugar que a corto-medio y largo plazo será emblemático: ¡SPINKA!
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Comentarios (7 comentarios)
pepe el caja hace 12 años
Jerezanos por el Mundo!! jeje espero con ansia tus próximas escrituras :D
Anthony Power hace 12 años
jajaja ni que lo digas, Jerez está muy presente aquí en Łódź! Gracias tío, mi idea es que esté vivo esto durante bastante tiempo! =)
Paqui Tarta hace 12 años
vaya sitio mas chulo ¿tienes idea de poner mas fotos de Lodz? Es que así nos enseñas realmente como es aquello, ahh y tu residencia!
Anthony Power hace 12 años
Ahh pues tienes razón, pondré más fotos en cada artículo y así todos van conociendo la ciudad, también de la residencia! Gracias por la aportación
Daniel Vall hace 12 años
y precios tio! para no darse el susto
Ethel García hace 11 años
jajajajajajaja x'D me he reido tanto con este post! jajaja intentaré leer más asi voy entendiendo como es la cosa allá
Anthony Power hace 11 años
jajajajaja me alegro Ethel! Creo que en el blog no me dejo nada sobre dudas y ciudad, así que espero que sirva y cualquier cosa me preguntas.... pásalo en grande por allí! Algún día volveré.... jeje