Mi hasta nunca al WBK Poland: el final (101% seguro)

Va llegando la hora de contar de una vez por todas qué ocurrió en aquel cajero de lWBK y es que ya es demasiado lo que alargo esto y lo que me encanta la intriga y el suspense, y es por ello que vale ya la pena terminarlo para que todos saquemos algo de provecho de ello (sí, sí, pero sigues hablando y hablando y nada, cero contenido).

A ver, a ver, relajémonos todos que ahora viene lo importante....

¿Qué pasó en aquel cajero? ¡Suéltalo ya!

Había hecho las transacciones correspondientes y me disponía a sacar en el banco polaco todo lo que tenía en la cuenta para pagar la residencia y aguantar el mes (como ya has repetido anteriormente Antonio, sí).

Entonces noto algo en el cuello, punzante, que me estaba rasgando un poco aunque sin ser algo muy exagerado. Era un cuchillo y de reojo vi que se trataba de alguien muy alto y encapuchado. Me gritaba cosas en polaco y yo teniendo la cartera bajo mínimos se la abrí para que viera que no tenía nada. Fue entonces cuando salieron los 400 zlotys que corresponderían a aquellos 100 euros que me quedaban; y a la vez que los cogía a una velocidad pasmante ante mis ojos, me pegó un empujón que me estampó contra el cajero y se largó a toda prisa.

No era nada, me levanté lo más rápido que supe y salí a mirar dónde se encontraba. Era inútil, pues la calle en esas horas de la tarde estaba llena de gente, era oscuro y el tipo ya había salido corriendo a la velocidad de la luz. Todo era inútil, no podía hacer nada y es que a pesar de que suele haber coches de policía cerca, ¿de qué me serviría aquello? Sinceramente de nada. Denunciar por denunciar en Polonia no me serviría de mucho, primero porque soy extranjero y segundo porque en sí un robo es imposible de demostrar.

¿Cómo terminaste de aquello?

Me dolía el cuello un poco por el giro brusco que pegué y la espalda por el golpe; pero estaba a la perfección sin ningún rasguño. No me pasaba nada, pero me moría por dentro. La beca no llegaba a esas alturas (ni en muchas semanas posteriores) y me acababan de robar todo lo que me quedaba para el mes y pagar la residencia.

Prefería una cuchillada mil veces antes que un robo como ese, y es que no había cosa que más me doliera que tener que pedir a mis padres más dinero, con todos los esfuerzos que han hecho y estaban haciendo por mí. Nunca entenderé como se puede tener la poca verguenza de dar un dinero que para muchos es estrictamente necesario; cuando ya vas terminando la Erasmus o el año universitario (hablando de las generales); e incluso una vez acabado aún siguen debiéndote en parte.

Pero no voy a meterme en una crítica sobre este tema por ahora; y sí que continuaré mi historia.

¿Qué hiciste a continuación?

Me miré la cartera y en el compartimiento de dentro aún disponía de esos 25 euros. No era mucho pero juré y perjuré que me llégarían para terminar ese mes, si bien teniendo que pagar 80 para la residencia; las cuentas no cuadraban en absoluto. Solo tenia dos opciones (legales), y era o bien invertir esos 25 euros en apuestas o casino; o bien contarles a mis padres qué me había ocurrido, con lo que ello conllevaría con respecto a tener que pedirles 80 euros más para pagar la residencia.

No me podía contener por dentro, odiaba todo aquello y también me dije a mi mismo que no volvería a sacar dinero ni a meter en aquel banco ni en ninguno polaco. Odiaba Polonia, a los polacos y odiaba todo lo que conllevara aquella acción.

Uno cuando se replantea que puedan llegar a pasarle este tipo de cosas; mentalmente siempre estás preparado respondiendo con un contundente: "yo le quitaría el cuchillo rápidamente y saldría corriendo"; pero es que la realidad es otro mundo a parte. Te quedas quieto, sin aliento, con la adrenalina a tope pero sabiendo que en una posición en la que ni veía al causante de aquello; todo sería complicado. Todo pasó a una velocidad pasmante y cuando me di cuenta y quise reaccionar ya se habían llevado mi dinero.

¿Cómo arreglarlo?

Me pasé todo el camino de vuelta andando lentamente pensando entre las dos opciones: casino o la verdad. Y no estaba muy lejos del casino, por lo que podría representar una opción seria, muy seria; si bien esos 25 euros no cambiarían en absoluto nada. Algo tenía que hacer y no podía quedarme quieto.

Empecé a darle vueltas a la cabeza en pos de alguna manera de hacer dinero y hacerlo rápido. Solo eran 80 euros, pero con una inversión máxima de 25 euros y teniendo que vivir de ello completamente; todo no era tan sencillo. Por más que pensaba en aquel paseo frío de la tarde polaca; no daba con la solución como era lógico. Pero había que actuar y así lo hice. Tenía la decisión tomada cogiendo los pros y contras y ello me llevó a lo que contaré en el siguiente artículo, puesto que ya acabé por fin con la historia del cajero y el robo con el que terminó todo.....

Vamos, vamos, vamos, vamos, vamos, vamoooss, vamooooooossssssssssssss gente seguimos aprendiendo, seguimos mejorando.

 

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