La música como fuente de experiencias Erasmus

No podía ser de otra manera, y es que la música nos hace ser de otra manera distinta. Nos cambia nuestro estado de ánimo en un segundo, pasando de la más triste soledad, al mayor de los desenfrenos en un segundo.

Estudios demuestran que pacientes a los que en vez de anestesia, se les ponía música; sentían exactamente lo mismo y con ningún coste. Y es que calma el dolor, te da felicidad y te recuerda experiencias que han ido pasando a lo largo de tu vida y que posiblemente debido a esa canción que se escuchaba en ese momento o que simplemente se relaciona con la persona determinada; no podrás olvidar.

¿Qué tiene que ver con la Erasmus?

Pues muchísimo y es que no es la primera vez que escucho a alguien que escoge un sitio u otro por la música que se suele escuchar en el lugar destino. Por ejemplo una compañera de mi clase quería elegir Polonia porque decía que allí había muchísima música electrónica. Esta mujer tenía claro el sitio y posiblemente elegiría irse de Erasmus por un motivo que era totalmente musical; y es que no le costaría demasiado trabajo empezar a relacionarse con personas con sus mismos gustos musicales y con ello abrir su mira y su mundo más allá de su país y ciudad en cuestión.

Parece mentira, pero ponte a hablar con cualquier persona que conozcas de hace poco y quizás puedas llegar a notar que ninguno de los dos os sacáis temas suficiente hasta que tocas el tema música. Una vez ahí dentro, los problemas de idiomas se disipan y empiezas a darte cuenta de que si hablas de algo que te gusta y controlas, te desinhibes como si de alcohol u otra droga se tratara y todo empieza a parecer muy simple. Entablas amistad, los temas no acaban y siempre puedes recordar una canción que te gusta y ponérsela a la otra persona.

¿Cómo abrirte con una nueva cultura en el país destino?

Pues la mejor manera es con la música. Tú le irás enseñando a esos compañeros turcos que tienes música típica española y ellos en cambio te enseñarán también de la suya. Lo normal sea que de primeras ambos penséis que lo otro no vale demasiado; pero quizás también pase todo lo contrario y queráis descubrir más y más hasta puntos que nunca se podrán llegar a disipar desde esta simple escritura.

Yo mismo escucho ahora mismo música de fondo que me da la energía suficiente a las tantas de la madrugada de seguir escribiendo; de seguir colaborando con los Erasmus; y es que aunque de primeras la gente pueda llegar a pensar que lo que verdaderamente es útil para ello o para cualquier viajero sea la descripción de paisajes y ciudades; yo soy de los que prefiero leer las vivencias internas en una ciudad o país de alguien que vivió allí y desde ahí sacar mis propias conclusiones.

Por supuesto que viene bien algún lugar que otro descrito, restaurantes, bares, pubs, etc; pero es que sin esa opinión personal y psicología del Erasmus que se encuentra allí o se ha encontrado en la ciudad o ciudades en cuestión; todo sería demasiado superfluo y poco personal.

Además, ¿quién me dice a mi que la música no es parte fundamental de un Erasmus en su tiempo fuera de su casa? ¿Cuántas veces al día, o mejor dicho, cuántos minutos al día podemos llegar a escuchar algún tipo de música por pequeña que sea? Desde en el gimnasio, cuarto tuyo, el de otro compañero, por supuesto en bares, pubs, discotecas, etc; pero sin olvidar que incluso por la calle a cualquiera cantando, tarareando, silbando o de las mil y una maneras que podemos llegar a sentir el poder de la música, que traspasa fronteras y nos hace libres.

¿Moraleja?

La música abre fronteras que ni tú mismo te puedes llegar a replantear en estos momentos. Debes darle una oportunidad para conocer y para conocerte. También te motiva y te hace feliz cuando estás en esos días no tan buenos del mes por algo que te haya ocurrido.

Sea lo que sea si quieres sentir algo distinto, rápido y quieres conocer lugares y gente por ello; la música es la solución para seguir abriéndote por el mundo.

Vamos, vamos, vamos, vamos, vamos, vamoooss, vamooooooossssssssssssss gente seguimos aprendiendo, seguimos mejorando.

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