Ir o no ir al casino de Lodz

Publicado por flag-es Anthony Power — hace 10 años

Blog: Tramas experience in Lodz
Etiquetas: flag-pl Blog Erasmus Łódź, Łódź, Polonia

En este artículo no hablaré de una descripción amplia del casino de Lodz, o mejor dicho, de uno de los casino de la ciudad; sino que lo que ahora trataré es continuación directa de lo que he ido contando en los últimos posts y espero que todos aquellos que vayáis a viajar en general a otro país del mundo y con razón a Polonia; aprendáis de mi experiencia.

¿Qué se puede aprender de lo que he contado hasta ahora?

Pues la primera cosa que diría fundamental de esto que me ha pasado es que ni en sueños os saquéis un banco en otro país ajeno, y menos si sigue existiendo la cuenta de Evo Banco que te permite sacar dinero en cualquier cajero del mundo sin comisiones.

La segunda moraleja es que si tienes que ir a sacar dinero; vayas preferiblemente acompañado; y si no es posible, que sea en una calle con gente y que el cajero esté fuera; es decir, en contacto directo con la calle.

Y por último que siempre tengas cuidado de la cantidad que sacas y el no ir con mucho dinero en la cartera; pues robar te pueden robar en todos lados y también en tu país; pero al ir a uno extranjero y no conocer las zonas o personas conflictivas; lo mejor es prevenir y nunca ir con mucho dinero en el monedero.

¿Qué hiciste tras el suceso del robo?

Me encontraba desolado y furioso. No podía entender cómo me habían robado en la calle con más gente de Lodz; cerca de la policía y que encima no pudiera ganar nada ni denunciando ni de ninguna manera. El hecho de decirle a mi banco que me han robado es precioso si, pero ¿cómo se demuestra? Ellos a priori disponían de una cámara justo fuera del cajero, pero es que el individuo en cuestión se quitaría el pasamontañas una vez salía; por lo que en las cámaras era una persona más como otra cualquier y no se podría demostrar que me había robado nada. Como siempre el ciudadano perdía y el malechor ganaba.

Deseando la cuchillada y no el robo y ya habiendo explicado el porqué; la primera decisión que tenía que tomar era si iba al casino de Manufaktura a unos escasos 15 minutos andando desde donde me encontraba; o bien me iba a mi casa a pensar o llamar a mis padres y contarles todo. Tenía 25 euros y las opciones estaban claras:

- Arriesgar los 25 euros para poder perderlos o llegar a 100: si llegaba a 100 objetivo cumplido y me darían igual los otros que me robaron (igual entre comillas claros); mientras que si perdía los 25, tendría que pedirles 100 a mis padres para pagar la residencia y aguantar con "economía de subsistencia" en el último mes.

- Guardar los 25 euros y pedirle 80 a mis padres: con ello pagaría la residencia, no arriesgaría nada y viviría con esa "economía de subsistencia" hasta el fin del mes.

Cualquiera en ese momento se iría a su casa a contárselo a sus padres, amistades y demás; pero yo era y soy un hombre discreto. Soy de los que si me puedo comer un problema solo, me lo como y lo intento arreglar como sea. Si se puede bien y si necesito ayuda seré igualmente discreto y la pediré en la mínima expresión.

¿Casino o no casino entonces?

Tenía que ir al casino y tenía que recuperar aquel dinero como fuera. 25 euros eran 100 zlotys, y siendo la apuesta mínima en juegos como la ruleta o el blackjack de 5 zlotys, disponía de unas 20 unidades de apuesta para intentar la machada. Ahora tenía que planear bien todo para que encima no saliera perdiendo aún más que lo que llevaba aquel día maldito y de primeras taché la ruleta en vivo con el crupier; y es que era lenta y cara.

El poker caribeño, ruso y el Texas Holdem los taché también con ese capital y ya por eso solo me quedaban dos opciones: blackjack con 20 unidades que conllevaba mucho riesgo, pero que una buena racha me haría ganarlo todo de una manera sencilla; o bien la ruleta automática que por aquel entonces no controlaba.

Las cartas estaban echadas y opté por el blackjack.

¿Cómo fue la jornada de casino?

La mesa de blackjack estaba cerrada como de costumbre, y mientras seguía encendido y furioso por dentro; pedí que la abrieran amablemente mientras me pedía un chocolate caliente espectacular allí. Empecé a coger tantos cacahuetes como podía hasta que mi barriga dijo basta. Todo era poco hasta recuperar aquellos 100 euros robados por Polonia como fuera; hasta que ya por fin el dealer acabó de barajar y de colocarlo todo y pronunciara las palabras míticas: "Put your bets please".

Había cambiado mis 25 euros y tenía 100 zlotys, 20 unidades de 5 zlotys cada una y comencé como era lógico con la apuesta más baja. Normalmente uno cuando juega a este tipo de juegos; se lleva series en las que gana y pierde muchas veces pudiendo estar mucho tiempo sentado y estar casi igual; pero aquel día era totalmente distinto.

Lo recuerdo como si fuera ayer, pues esa adrenalina y odio interior no eran medibles de ninguna manera; y en la primera apuesta tuve que abrir 4 veces y doblar dos de aquellas cuatro opciones. Para los que estén algo verdes, decir que si te tocan dos cartas del mismo número, como era en mi caso los 7-7, puedes abrir y poner otra vez tu inversión en una nueva mano. Y es que las manos fueron como sigue:

7-7 vs 6: Abro en consecuencia encontrándome con:

7-7, 10-7: el 17 me planto y abro de nuevo los 7:

73, 7-7: doblo con el 10 y me toca otro 10 más = 20; los 7 los abro por última vez:

72, 10-7: me planto en el 17 de nuevo y doblo el 9 obteniendo un 19.

Las manos por tanto eran de 17, 20, 17, 19 contra un 6 del dealer y recordando que el dealer tiene que pedir con 16 o menos y plantarse cuando llegue a 17; yo respiraba tranquilo porque tenía una ventaja con todas de en torno al 70 hasta el 90%. Solo una debacle podría hacerme perder aquellos 30 zlotys invertidos (al doblar en una carta, se dobla la apuesta); y al dealer le salió lo siguiente:

6 + 2 + 4 + 9 = 21

Todo perdido y empezaba con un 30% de mi capital perdido en una mano. No me lo podía creer y es que me había hecho la supermítica de Manufaktura, aparentemente un juego trucado totalmente en aquel casino, cosa que ya trataré más adelante en otros artículos.

Seguí jugando pero el destino me lo había dejado claro; había muerto a 0 no habiendo ganado ni una sola mano y en cambio perdiendo hasta 20 seguidas de sopetón. Matemáticamente eso pasa una vez de cada 100.000 veces y sí, me había ocurrido a mí. Era más probable que me robaran a que me ocurriera eso y en aquel día magnífico que siempre recordaré; me habían pasado ambas.

¿Cómo podía ser posible?

Ni las mayores desviaciones positivas anteriores del mundo podían hacerme todo eso que me estaba ocurriendo y que por supuesto no me meecía y por ello aquí vieen otro consejo Erasmus que hay que tener en cuenta:

Consejo: no arriesgues aquel dinero que no te importa perder. Si el dinero te es necesario, no tienes que arriesgar a perderlo o lo perderás. El miedo te podrá y no jugarás igual que si te sobrara o fuera "gratuito". Ahorra tiempo y esfuerzos y espera otra ocasión para invertir. No merece la pena, porque no te irás bien a tu casa.

Yo me iba totalmente hecho polvo, con 0 zlotys en la cartera y con 0 zlotys en el banco; a algo más de la mitad del mes y con mucho que pagar y vivir. Buscar maneras de sacar dinero gratuito eran posibles pero yo no tenía ni fuerzas ni ganas de pensar en ello. Quería luchar, pero me sentía derrotado por el destino, la suerte, Dios o llámalo X. La clave era que estaba totalmente "busto" y que algo debía hacer y fue entonces cuando eché valor al asunto y coger al toro por los cuernos.

Vamos, vamos, vamos, vamos, vamos, vamoooss, vamooooooossssssssssssss gente seguimos aprendiendo, seguimos mejorando.

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