Comienza la aventura: Bélgica y Holanda 3º part (Desviación positiva)

Publicado por flag-es Anthony Power — hace 11 años

Blog: Tramas experience in Lodz
Etiquetas: flag-pl Blog Erasmus Łódź, Łódź, Polonia

Me quedé hablando en el último post de mi llegada in extremis al tren que se dirigía hacia Varsovia, y es que hay que respirar tranquilo porque afortunadamente el tren al que me subí era el correcto, y al ver a todos mis compañeros sentados, la verdad es que me alegré y resoplé satisfecho. Había salvado ese "all in" airoso, y ahora ya se tendrían que tornar las cosas a mi favor, pensaba con ese optimismo que me corroe por dentro.

Pero claro, aun tenía un problema que no era otro que el de no tener las tarjetas de embarque correspondientes a los dos vuelos que tomaría tarde o temprano. Si bien había algo bueno y es que en ese momento eran las 9,30, mientras que el vuelo de Varsovia a Bruselas no saldría hasta las 14,30 de la tarde, por lo que aun quedaban una vez montado en el transporte correspondiente, exactamente cinco horas para la partida a tierras belgas. Si quitamos dos horas y media que tarda el tren de Łódź a Varsovia, pues ya simplemente quedarían otras dos horas y media de tiempo para partir.

Pero es que a ese tiempo había que quitarle también el hecho de que hay que estar al menos media hora antes para pasar la maleta de mano, por lo que ahora el tiempo se quedaba en dos horas y sumado a unos treinta minutos entre que se coge el tren de la estación de Varsovia hacia el aeropuerto de Chopin, trayecto y tiempo perdido para facturar la maleta; pues tan sólo me quedaba hora y media "free" para solucionar el problema. Si encima le ponemos una media hora de margen para no tener que llegar todo a lo justo y jugarse de nuevo un "insert coin", pues da como resultado, que tendría una hora para sacarme las castañas del fuego y hacer que todo lo malo se convierta en normal.

Cierto que el mayor de los problemas estaba superado, que no es otra cosa que el haberme montado en el tren, pero es que no podía permitirme el pagar 72,50 euros por no tener una tarjetita que no sirve prácticamente de nada, pues ellos lo tienen todo informatizado y con el DNI debería valerte, que para eso te lo miran también junto con el papel mencionado. La razón por la cual no simplemente piden el DNI es obvia: sacar dinero a aquellos a los que se les ha olvidado imprimir el documento; y la verdad es que lo consiguen casi en cada vuelo, pues siempre hay alguien o bien con prisas como yo que se lo deja en cualquier lado, o bien olvidadizo o despistado, y si a eso le sumas que han subido la "multa" hasta esos despiadados 72,50 euros, pues pueden "hacer el Agosto" sin ningún tipo de dudas contigo y ganar mucho más por este despiste que por el propio vuelo en sí.

Había por tanto que pensar en algo, y de manera rápida, y lo primero que me dijeron mis compañeros de tren era que intentara hacerlo por el móvil porque habían visto a alguna que otra persona el que le miraran por ahí la tarjeta de embarque. Parecía sencillo y con sentido, pues en la época de tecnología que estamos, esa función debía de existir. Y así es, y es que numerosas compañías ofrecen a día de hoy esa aplicación por la cual simplemente al tenerla en el móvil descargada e instalada, podías bajarte ese dichoso documento para solucionar cualquier problema en cuestión.

Pero claro, si bien en todas las compañías esta función es gratuita, en Ryanair no es así, porque claro, ya que ofrecen unos vuelos muy baratos qué menos que cobrar a parte por todo lo que puedan para intentar sacar más dinero (en palabras de su dueño "el que quiera disfrutar de un servicio por su utilidad, lo pagará sin dudarlo"). Pues así es, había que pagar para descargarla y yo claramente pasaba de hacerlo; por lo que esa idea que parecía la mejor en el momento, quedaba descartada.

No cundía el pánico igualmente, y al irme a mi vagón solo, (pues no cabíamos todos en el que estaban los demás), estuve pensando y calculando que tenía esa hora de libertad para poder buscar algún lugar donde imprimir el billete, tenía claro que o bien en la estación de trenes o bien por las cercanías tenía que haber alguien que me lo pudiera hacer, por lo que del todo no andaba preocupado y confiaba en esa pizca de suerte que me estaba faltando ya en la ida y siendo tan pronto desde que empezara el viaje. Lo bueno del asunto es que las tarjetas las tenía en el pen drive, por lo que simplemente tenía que ser un poco rápido y todo estaría bajo control.

Y así fue como al llegar a la estación, empecé a preguntar a todos los que estaban trabajando por allí y a alguna que otra persona polaca de la ciudad, que finalmente sería un chaval de estos el que me diría que si salía por una puerta y avanzaba una calle por allí me encontraría el ansiado "xero" o reprografía en castellano. No mintió y aunque fui corriendo porque los demás esperaban mientras algo nerviosos debido al retraso de todo por mi culpa, pronto encontré esa reprografía que me explicó el chaval y pude imprimir ambas tarjetas sin problemas. Quizás fueran las fotocopias más caras de mi vida, 0,50 céntimos de euro cada una, y aunque sabía a la perfección que me la estaba colando el anciano que llevaba aquello, sinceramente me daba igual porque me ahorraba 72,50 euros, que al lado de la copia pues la verdad es que cambia bastante.

Tranquilo al tenerlas conmigo, de nuevo fui corriendo donde estaban mis compañeros y nos movimos a la vía correspondiente que nos llevaría de manera directa desde la estación de Varsovia de trenes hasta el aeropuerto de Chopin. Decir que Varsovia tiene dos aeropuertos, uno que se llama Chopin y otro Modlin, siendo éste último el que está más lejos y que hay que coger dos trenes para llegar hasta él desde la estación de tren principal en "Centralnia". En cambio, para Chopin sólo haría falta un tren y en tan solo unos quince minutos, se llegaba al destino que buscábamos.

Parecía al fin que todo se iba tornando a la normalidad, pues tras los problemas anteriores, ya las cosas estaban calibradas y podíamos hacer el proceso normal hasta llegar a Bruselas, es decir, pasar el equipaje de mano, subirnos al avión y esperar que tras dos horas de trayecto llegáramos al destino mencionado.

Explicar que si bien Ryanair opera siempre con Modlin, debido al cierre que se produjo días después de mi vuelta por Navidad (qué recuerdos aquellos, no demasiado buenos por cierto), hacía imposible hasta dentro de algo más de un mes, la salida de aviones desde allí (a saber cuál es la razón verdadera de toda esa trama); por lo que mejor para nosotros y para todos en general saldríamos desde el aeropuerto principal, el ya nombrado Chopin.

El trayecto de tren hasta el aeropuerto transcurrió sin problemas, y de hecho llegamos allí sobrados de tiempo, con casi hora y media para que saliera el esperado avión, por lo que tras las sucesivas "gestiones en el baño", pasamos las maletas de mano de nuevo sin ningún altercado, y ya esperábamos a subirnos en breve. Pudimos hacerlo, y cogiendo los sitios que podíamos, algo alejados los unos de los otros, pasó el vuelo en un "pis pas" durmiendo la mayoría, hasta que llegamos a Bruselas.

La primera duda que teníamos durante el trayecto era si en Bruselas haría más o menos frío que en Polonia, y es que si bien el termómetro decía que casi diez grados más, lo cierto es que sentíamos un mayor frío allí en Bruselas que en nuestra ciudad del centro de Polonia. La razón es bien sencilla, y es que mientras que en la ciudad donde vivimos este año de Erasmus, el frío que encontramos es totalmente seco con casi nada de humedad; por el contrario en aquellos países con la costa a unos kilómetros, pues era un frío totalmente húmedo, que a pesar de su mayor temperatura, hacía que el cuerpo lo notara aun más que en otro sitio sin estas características. Nos recordaba a Berlín, que a pesar de que entrábamos en distintos sitios para resguardarnos del temporal, tenías que dejarte el chaquetón porque te "calaba".

Ya daba igual, habíamos llegado todos sanos y salvos (que no era para menos el alegrarse tras lo que me había ocurrido) y nos adentrábamos en la terminal del aeropuerto en búsqueda del que sería el transporte utilizado para salir de allí hasta la ciudad centro, que se encontraba a unos sesenta kilómetros de distancia. ¿Cuál fue nuestra elección? Pronto lo sabremos.

Continuará.....

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