Volvamonos portuguesiños
Portugal fue el primer país que conocí luego de España en el intercambio, el primer destino fue una ciudad maravillosa, esta es Lisboa y allí empezó el momento de crear lazos con personas que en este momento son inolvidables.
El primer viaje que realicé al extranjero fue con la ESN y de hecho se lo debo a dos amigos los cuales me avisaron que existía esta organización, sino no hubiera conocido a demasiadas personas y no hubiera realizado este viaje a Portugal.
El día en que me inscribí a Erasmus fue el mismo día en que empezaría a contar los días para conocer Portugal y este país es pensar en Cristiano Ronaldo, algunos clubes de futbol y la frontera occidental de España, pero Lisboa cambiara lo poco que conocía y abriría la mente a nuevas experiencias.
El viaje fue en bus, iba con Paula una amiga colombiana y más que ella no conocía muchas más personas, solo otro colombiano Marcos con el cual me había hablado muy poco pero resultó ser uno de mis mejores amigos en todo Erasmus.
Desde Madrid hasta Lisboa, el bus salió en horas de la noche, y llegamos allá en la madrugada, en el camino nos familiarizamos con otros dos mexicanos, un peruano, una ecuatoriana un italiano y un francés, aunque los últimos dos calaban perfectamente en el parche latino.
En la noche empezamos con juegos para conoceros un poco, pero comenzando la madrugada claramente todos ya estábamos fockeados (dormidos), cuando nos despertamos ya estábamos en territorio portugués, pero qué? Y mi pasaporte? Y mi sellito? Y mi aprobación en un papel que si estaba en otro país? Bueno ahí me di cuenta de las fronteras abiertas europeas, así que sin sello ni nada, bienvenido a Portugal.
Lo primero que hicimos fue bajarnos a desayunar algo, y fuimos a un lugar místico y súper portugués, algo inimaginable, que solo se encontraría allí en esta parte del mundo, fuimos a McDonald´s! en serio? McDonald´s la primer opción? Bueno pues fue lo primero que se nos cruzó en el camino y sin poder hablar mucho de portuguesiño pedimos nuestra primer comidiña.
Recuerdo que alguno de nosotros pidió un café y literalmente era el café más pequeño que había visto en el mundo, creo que con un suspiro ya se había terminado.
Al finalizar el respetivo desayuno nuestra primera parada fue Santa María de Belem, es una zona donde se encuentran varios patrimonios entre ellos la torre de Belém.
La torre de Belem es fue construida por Francisco de Arruda y Diogo de Botaica y era especialmente para proteger a la ciudad de invasores, pero luego de esto empezó a tener otra función, era para protección de una manera diferente, luego se convertiría en una cárcel, después sería un faro y luego centro de recaudación de impuestos para el ingreso a la ciudad.
Cuando llegamos allí el día estaba un poco opaco sin embargo sería nuestra primera “atracción” en conocer así que subimos a la torre y en el camino habían etiquetas las cuales explicaban mejor lo que estábamos viendo.
Ya en la cima la vista era muy linda, pues se veían un par de casas con t, era un horizonte hermoso de ver, aunque el clima no era el mejor, la vista era perfecta.
Allí arriba alguien colocó una salsa y como buenos latinos empezamos a bailar algunos que estábamos allí, bailamos cuatro canciones seguidas, bueno no, fue un pedacito de la canción algo así como 15 segundos, pero eso demuestra que la salsa o más bien el ritmo latino cabe en cualquier lado.
Después de estar en la torre de Belem fuimos a otro de los lugares más hermosos de Lisboa, el Monasterio de los Jerónimos de Belem y wow, entrar a este lugar es maravilloso, su infraestructura es exquisita, diseñada en el año 1522 muestra una de las partes más lindas e históricas de Lisboa.
Una vez dentro la perfección del Monasterio es inigualable, las formas, el color, sus figuras, sus exteriores y su interior es magnífico, allí el grupo de Erasmus el cual éramos unas 50 personas nos dispersamos por el lugar, apreciamos la vista y en algún momento todos nos tomamos una foto en donde todos sosteníamos la bandera de ESN, ay qué recuerdos.
El jardín que se encuentra justamente en el centro, está rodeado por un camino que lleva entre varios caminos a una fuente, para que esta imagen tan bella se aprecie en estos tiempos es de agradecer a quienes imaginaron esta misma imagen hace aproximadamente quinientos años.
Luego de estar en este bello lugar esperamos a que el bus nos recogiera, luego salimos para el hostal, este hostal quedaba en una subida y el camino era de piedras lo único que pensábamos era, esto está muy difícil de subir ahora, como haremos para subir cuando sea de noche y probablemente estemos borrachos?
El hostal quedaba en el centro, una muy buena zona, era muy juvenil, tenía cosas para distraernos, una guitarra, un par de juegos, pero lo único con lo que nos distrajimos mientras nos asignaban nuestra habitaciones era con el pan, si el pan! Teníamos demasiada hambre y que bueno que nos pudimos distraer con lo mejor podíamos, con comida.
Llegó el momento de ver nuestra habitación y que bueno quedamos como 7 latinos, Remi y Tobia los cuales son francés e italiano respectivamente (pero latinos de corazón) y otras tres chicas que no recuerdo bien de donde eran pero parecían nórdicas.
Era una habitación con 12 camas, parecen muchas para solo una habitación pero no, realmente allí solo estaríamos en la noche y para dormir entonces no hubo lio alguno.
Después de la respectiva ducha (la cual demoro porque no habían muchos baños para tanta gente) salimos a conocer un poco de la ciudad pero primero lo primero, el almuerzo! Sé que sueno como un marrano, pero lo que nos esperaba lo merecía completamente.
Estábamos muertos del hambre y vimos el cielo, un buffet, un lugar que nos llamó instintivamente pues claro teníamos que ir allá, habían tantas opciones y bueno recuerdo que además de llenar nuestros platos nos sirvieron una cerveza deliciosa, no sé si realmente estaba deliciosa pero para el momento era perfecta.
Dimos una vuelta por Lisboa, conocimos lo que fue la Praça do Comércio, históricamente es conocida porque allí estaba el Palacio Real de Lisboa por nada más ni nada menos que 200 años y es conocida como una de las plazas más importantes de Lisboa, además desde allí se puede llegar a ver el estuario del Tajo el cual es el centro Neurálgico de la ciudad.
En algún momento nos perdimos del grupo y les escribimos al grupo de whatsapp pero como no hubo respuesta pues hicimos lo que el corazón nos mandó, fuimos a comprar cerveza, además nos habían dicho que allí la cerveza era demasiado económica y pues lo teníamos que comprobar.
Entramos a una tienda y una caguama, la cual es una cerveza grande (lo que en Colombia sería un pokeron) tenía el valor de 80 centimos, en realidad era muy económica, eso quería decir que era demasiado económico emborracharnos, lo que indicaba que la tarde-noche empezaba de maravilla.
Devolviéndonos al hostal paramos en una licorera para llenar la noche de alegría, cada una de las personas que estaba en la habitación compro algún tipo de licor, lo que más teníamos era cervezas y vinos.
Era un compartir y a pesar de que en el hostal estaba prohibido tomar licor o hacer ruido en ninguno momento fue alguien del personal para hacernos caer en cuenta de esto así que duramos allí más o menos unas dos horas mientras nos alistábamos para salir a conocer la noche rumbera de Lisboa.
Hay una zona en Lisboa que se llama Barrio Alto, allí la vida nocturna empieza un poco antes de la media noche, esta zona es para tomar y embriagarse no tanto para bailar, por allí pasamos y el ambiente tiene muy buena energía.
Caminamos más o menos cuarenta minutos desde el hostal, o sea cuarenta minutos en la noche y con las calles de Lisboa eso parecía una eternidad ya que algunas calles son de piedra y también hay partes que son como lomas entonces toca estar en constante subidas o bajadas.
Finalmente cuando llegamos a la discoteca básicamente se llenó ya que éramos aproximadamente cincuenta personas, el modo de funcionar de la discoteca era que daban una tarjeta a cada persona y el que quería consumir algo se le cargaba a la tarjeta y a la salida simplemente se presentaba y se pagaba con este.
La pérdida de la tarjeta tenía un costo como de treinta a cincuenta euros entonces, recomendación ¡No perder la tarjeta o al menos dos días de comidas que es lo mismo!
Ya en la discoteca nos dispusimos a encontrar el ritmo en la melodía, jaja bueno no tan así pero el trago ayudó a que el cuerpo encontrara su perreo intenso y algo que como colombiano particularmente a mí me gusta mucho es cuando suena la canción Hips don´t lie de Shakira, me recuerda mucho a mi tierra y estando lejos no hay mejor motivación para el alma que escuchar una canción que le recuerde su patria.
Estuvimos en el bar desde un poco más de la media noche hasta pasadas las tres de la mañana, en ese punto algunos ya habían vuelto al hostal y como de venida habían sido cuarenta minutos caminando pues la devuelta supongo iba a ser un poco más por lo ebrios, entonces taxi la mejor opción.
Cuando íbamos saliendo del bar pasábamos la respectiva tarjeta de la que hablé anteriormente, ya casi todos estábamos afuera sin embargo nuestra amiga ecuatoriana se quedó un poco y estaba saliendo de ultima sin embargo salió a avisarnos que la esperáramos.
Fue en este momento de la noche que pasó lo único malo de Lisboa. La discoteca tenía una seguridad estricta y a la salida había un pequeño espacio cubierto con las mismas bandas que se encuentran en los bancos para hacer la fila, no sé bien como se llama esto, peor no permitían la salida de las personas de ese espacio.
La mayoría de nosotros había salido y solo faltaba nuestra amiga ecuatoriana, cuando ella vio que no quedaba nadie de nosotros en el bar salió un segundo (sin pasar las bandas) para avisarnos que la esperáramos ya que se estaba demorando un poco para salir y fue allí cuando uno de los guardias se pensó que era el dueño de la discoteca.
Sin más remedio y siendo casi el doble de alto que ella le pegó en la cara un puño porque pensó que se iba a ir sin presentar la tarjeta, en serio? Le pegó? Como si fuera una delincuente como si se hubiera querido ir del bar sin pagar como 10 euros que había consumido.
Lo más impresionante es que solo nosotros nos movimos con la situación, el resto de guardias no hicieron absolutamente nada y literalmente actuaron como si no hubiera pasado nada tampoco, el resto de personas que estaban viendo la situación no hicieron nada tampoco solo se quedaron mirando pero no decían nada pero por qué?
Parece ser que en Lisboa esto es muy común que los guardias de seguridad utilicen este tipo de fuerza y en que situaciones? Pues cuando a ellos se les dé la gana, simplemente no hay un control sobre esto, allí estaba el supervisor de él y no hizo nada solo nos ignoraba dando pie a pensar que la situación es más recurrente de lo que parece.
Como si la situación no estuviera de hecho muy mal mi amiga claramente reaccionó apartándose del guardia y pidiéndole una explicación de por qué la había golpeado mientras todos nosotros hacíamos lo mismo, pero a este no lo dieron muchas ganas de responder con palabras decidió hacerlo en la forma en que lo haría un guardia de Lisboa, le pegó un manotazo en la cara para apartarla más y allí el mismo supervisor nos dijo “Lo mejor que pueden hacer es irse”
No podíamos creer lo que estaba pasando, el guardia que le doblaba la estatura y la fuerza a mi amiga le había pegado dos veces ante la mirada de todos y a nadie parecía importarle, la manera en que se trataron a las personas a la salida de este lugar fue una basura completa, no podíamos creer que esto estuviera pasando en un bar de Europa.
Salimos de allí sabiendo que si seguíamos discutiendo nos iban a pegar a nosotros mismos también, o sea si ya le pegaron a una chica en frente de todos dos veces y no les importo, no les iba a importar tampoco utilizar la fuerza con el resto.
Lamentablemente así terminaría la primer noche en Lisboa, un desafortunado evento daño nuestra noche, un día lleno de tantas cosas estaba siendo opacado por este comportamiento.
Avisamos a ESN sobre esto pero sobre todo a la policía sin embargo nos dijeron que para realizar cualquier tipo de investigación y continuamente una sanción nos debimos haber quedado en ese mismo sitio y haber esperado ahí a que ellos llegaran.
Tiene sentido sin embargo el instinto del momento nos decía que nos teníamos que ir de este ligar y no solo era el instinto el mismo supervisor de los guardias nos lo había dicho, ante esto más que una recomendación parecía una amenaza entonces dispusimos a irnos lo más pronto posible.
Llegamos al hostal y le pudimos comentar del caso a algún encargado de ESN que estaba despierto, lo único que esperábamos con esto es que pudieran dar cuenta de la actitud del personal del bar y bueno esperar que el convenio con este cambie.
Después de esto nos fuimos a dormir, ya estábamos demasiado cansados del día tan extenso que tuvimos y que hayamos estado en un hostal no fue un impedimento para nada para poder disfrutar de la noche, realmente cuando se viaja esta es una de las mejores opciones.
Este viaje fue con Erasmus pero cuando es por nuestra cuenta quedarse en hostales sale muchísimo más económico que pagar un hotel, aunque se comparte el espacio con varias personas realmente uno usa la habitación para dormir y ya, el resto del día se está conociendo la ciudad.
Al siguiente día nos despertamos temprano para ir al Castillo San Jorge.
Tuvimos que caminar y pasamos por el centro de la ciudad, el centro de Lisboa está lleno de cables y es porque por la mayoría de sus calles se encuentra el tranvía que es típico de esta ciudad, en algunos lugares empinados el tranvía también presta servicio.
El medio de transporte creo yo que no es el más adecuado para una ciudad que no tiene grandes vías o un espacio muy amplio, por lo menos en el centro, sin embargo le da ese toque a Lisboa de una ciudad alternativa.
A pesar de tener esta alternativa de transportes nunca nos movilizamos en ellos y bueno tampoco tuvimos mucho tiempo, en Lisboa estuvimos más o menos dos días los cuales fueron muy agitados, bueno el caso es que casi siempre estuvimos andando a pie.
Andando a pie hay dos factores uno bueno y uno malo.
Lo malo: Las calles no son rectas, hay muchas partes empinadas entonces toca estar dispuesto a caminar largas distancias y con un camino que quizá no ayuda para esto, sin embargo con unos buenos tenis deportivos, ropa cómoda y una buena compañía, los tramos se hacen mucho más amigables.
Lo bueno: El andar a pie siempre trae nuevas perspectivas a la hora de conocer los lugares, respirar el aire de esta ciudad, ver el ajetreo de esta y sus habitantes acercan un poco más a la realidad de la capital portuguesa y eso en realidad es lo que uno se lleva, el poder sentir y vivir en primera persona todas estas experiencias.
Dirigiéndonos hacia el Castillo San Jorge pasamos por zonas como Santa Justa y Socorro que a mi parecer son calles muy de Lisboa, las edificaciones no están perfectamente adecuadas, tienen un toque de antigüedad y esto la hace mágica, la ciudad no es un palacio ni un cristal cuidado en su totalidad, tiene calles para todos los gustos, sin embargo el que más predomina para mi parecer es un toque urbanístico.
Llegando al castillo tuvimos que esperar afuera más o menos una media hora entonces compramos unas paletas y en el mismo lado donde las compramos había un aviso de venta de perros calientes pero su nombre era particular, se llamaba cachorro quente, si claro es similar pero causa gracia como según el idioma se pueda cambiar la interpretación de esta.
Cachorro y perro claramente son similares pero al momento de pedir un perro caliente creo que si lo hubiera pedido así mismo literal en Portugal hubiera sido un poco raro al igual que si un brasilero o un portugues viene a Latinoamérica y pide un cachorro para comer, pues la idea se entiende por el contexto pero creo que sería algo tierno y extraño pedir un cachorro en vez de un perro.
Nos dieron las entradas para el Castillo y era realmente hermoso, este esta situado en la colina de San Jorge y desde allí se ve una vista espectacular de la ciudad, además tiene una vista impresionante y se debe a su gran magnitud ya que aproximadamente mide 6000 metros cuadrados, aunque no solamente son los lugares que se encuentran a las alturas, también cuenta con dos patios grandes.
Aunque el castillo San Jorge se encuentra en muy buen estado cabe recordar aclarar que se debe a su fuerte estructura ya que ha sobrevivido a terremotos tales como lo data los años 1531, 1551, 1597 y 1699.
Cuenta con doce portones que en la antigüedad servían para defender a la antigua ciudad árabe y de igual manera cuenta con dieciocho torres de sustentación que refuerza y afianzan la estructura de los muros, creando una sólida edificación que en su momento ayudo de manera significativa a la ciudad.
Una vez arriba nos dispusimos a disfrutar de la vista y era realmente hermosa, estábamos apreciando a Lisboa, estaba a nuestros pies, hace unos minutos estábamos caminando por las calles sin embargo ya podíamos apreciar desde una potente edificación lo poco y mucho que podíamos apreciar con la vista.
Por qué digo lo poco y mucho? Pues “poco” porque lo que vemos es muy superficial es una ciudad, son sus paisajes, la lejanía y la cercanía que nos rodeaba pero también digo “mucho” porque en cada rinconcito de esta ciudad estaba alguien con sueños de crecer en esta enorme ciudad o simplemente estaba turisteando como nosotros.
Eso me encanta apreciar y más que apreciar imaginar de las ciudades, yo estaba allí como un turista mas tomándome fotos con la bella ciudad, pero en esta ciudad hay sueños, hay historia, hay creatividad, hay vida y de esa vida que me encanta percibir, una ciudad en constante movimiento que inhala y exhala diversidad urbana.
En una de las partes del castillo había una bandera portuguesa, que no dejaba de ondear, para mi tener la bandera en este tipo de sitios emblemáticos demuestra cierto orgullo que no es pretencioso pero es un orgullo trabajado en el que se dice implícitamente este es mi país y mi país tiene historia porque nosotros escribimos una historia continua la cual defendemos con el pasar de los días.
Qué lindo, que hermoso tener este tipo de historia y que los turistas puedan conocer un poco más de ella. Me gusta imaginar cómo era la vida en esa época, ahorita vemos estos sitios como algo turístico (Para los visitantes) y lucrativo (para el gobierno) , sin embargo es un espacio de encuentro con la historia que hay que aprovechar.
Para llegar a construir algo de tan gran magnitud es porque era necesario para el entonces, y así no me sepa las historias completas de los sitios a los que voy me gusta imaginar la vida de los que hace cientos de años pisaron las mismas tierras pero con diferentes propósitos.
Otro de los distintivos es que desde la cima del Castillo San Jorge se aprecian las casas pero su más grande y compartida característica es que la mayoría de techos sino todos son de color rojo, desde esta parte de la ciudad se ve muy bien como compactan todas las casas para crear un paisaje simplemente maravilloso.
Después de esta visita al castillo fuimos a comer algo para luego partir para nuestro próximo destino, una ciudad de la cual había escuchado lo necesario sin embargo no mucho más que Lisboa.
Para sorpresa mía el siguiente destino fue una de las ciudades que más recordare de mi paso por Europa ya que sin duda alguna me la llevaré en el corazón y no será difícil por sus paisajes, su comida y su estilo.
Fue una de esas sorpresas que no esperé encontrar pero que bella sorpresa, Porto u (Oporto como se le dice en muchos sitios) es de esas ciudades que sin lugar a duda volvería a visitar y de esta bella ciudad les contaré en un próximo blog, por ahora agradeciendo a Lisboa por ser la primer ciudad europea que me acogió como turista fuera de España.
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