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Lisboa


¡Hola a todos!

En este artículo os hablaré de la ciudad de Lisboa, capital de Portugal, que cuenta con alrededor de 510 000 habitantes.

He estado en Lisboa al menos una docena de veces, ¡así que la conozco bastante bien! Es una ciudad preciosa, que bajo diferentes puntos de vista, me recuerda un poco a mi Nápoles.

¿Cómo es el clima en Lisboa?

Lisboa tiene un clima marítimo, con inviernos suaves y veranos moderadamente cálidos, pero con muchas brisas. Las precipitaciones son abundantes, sobre todo en otoño, mientras que los periodos de sequía son muy comunes en verano.

¿Qué hay para visitar en Lisboa?

¡Lisboa es una ciudad llena de encanto y tiene muchas cosas bonitas para visitar! Vuestra visita podría empezar desde el distrito de la Baixa, considerado como el corazón de la ciudad y se extiende desde las orillas del río Tajo hasta la Avenida da Liberata. El terrible terremoto de 1755 destruyó completamente esta zona. Por suerte, se reconstruyó de manera impecable y por eso representa el símbolo de la esperanza, además de ser un magnífico ejemplo de arquitectura neoclásica.

Empezad el recorrido en Praça do Comercio, una de las plazas más grandes del mundo. En el centro, puede contemplarse la preciosa fuente Dom Josè.

En frente de la plaza, encontraréis un arco, el Arco da Via Augusta, construido de acuerdo con el modelo de los arcos triunfales romanos. Cruzando el arco, llegaréis a la Rua Augusta, la calle principal de la Baixa, completamente peatonal e invadida por vendedores ambulantes de todo tipo, turistas y habitantes que se dirigen al trabajo. Os recomiendo que comáis en uno de los bares históricos de la ciudad, por ejemplo la Casa Pereira da Conceição, São Nicolau Cafeteria o la Casa Brasileira.

Casi al final de la Rua Augusta, encontraréis el imponente Elevador de Santa Justa, un ascensor que conduce a las ruinas de la Iglesia del Carmo, también conocido como El Grasciaro. Encontraréis la taquilla detrás de la torre, bajando por la Rua do Carmo. Por lo general, siempre hay mucha cola. Además, la entrada es bastante cara. Cuesta 5, 15 euros y el viaje dura unos 10 segundos, así que tal vez deberías caminar y pagar solo 1, 5 euros para llegar a la terraza donde podréis disfrutar de la vista más bonita de la ciudad.

Si continuáis caminando por la Baixa, llegaréis a la Praça do Rossio, un lugar muy querido por turistas, artistas, intelectuales y ciudadanos. Reconstruido, después del terremoto, por los internos del Castello di São Jorge y pavimentado con piedras blancas y negras, que le dan un particular efecto de movimiento. Aquí encontraréis la estación, que es una verdadera obra maestra construida en estilo neo-manuelino, con la característica entrada de doble herradura.

En cambio, si cogéis el ascensor (o subiendo a pie), como dije antes, llegaréis a la Iglesia de Carmo, o más bien a las ruinas de lo que una vez fue la iglesia gótica más imponente de todo Portugal. La Iglesia, cuyas obras empezaron en 1389 y terminaron en 1423, fue destruida por el terremoto de 1755 y el incendio que lo siguió.

Podréis contemplar el precioso portal gótico, para luego quedaros inmediatamente impresionados por el contraste entre la estructura que queda en pie y el cielo que entra a la iglesia con el techo ahora derrumbado. ¡Es un espectáculo fascinante! Vale la pena visitar la Iglesia de Carmo, aunque no hay mucho que ver dentro de la iglesia, a excepción de algunos bustos en las capillas laterales y un pequeño museo. Podéis visitarla todos los días excepto los lunes. De octubre a abril se puede entrar desde las 10:00 hasta las 17:00, mientras que de mayo a septiembre es se puede entrar de 10:00 a 18:00. La entrada cuesta 3 euros.

Si continuáis, llegaréis al barrio de Chiado, donde podréis sumergiros en cafeterías históricas, lugares de culto y estatuas de famosos poetas portugueses. En Rua Garret, la elegante calle que separa el Chiado en dos partes, tenéis muchas tiendas de lujo, bares, librerías, y podéis haceros una foto cerca de la estatua de bronce de Fernando Pessoa sentada en la mesa del bar A Brasileira, que les recuerda a los visitantes que el poeta pasó allí la mayor parte de sus días leyendo y escribiendo.

En la foto de arriba, salimos mi hijo Pietro y yo, durante su primer viaje a Portugal, con solo dos meses. En ese momento, nos recibió una conocida escritora portuguesa llamada Luisa Costa Gomes, sobre la que estaba escribiendo mi tesis y con quien había contactado para obtener información. En la foto de abajo, en cambio, estamos también mi hijo y yo, tres años después.

La siguiente parada, un poco más arriba, es Praça Luís de Camões, también conocida como Largo Camões, que marca el final del barrio de Chiado y el comienzo del de Bairro Alto (Camões es el mejor escritor portugués, comparable con nuestro Dante). Esta plaza es un lugar histórico muy importante para los portugueses, ya que desde allí, en 1974, comenzó la Revolución de los Claveles que condujo al fin de la dictadura de Salazar.

El Bairro Alto es un barrio muy bonito, otra alternativa de barrio muy bonito es el de la Alfama. Si el Alfama tiene una arquitectura particular, informal, espontánea, las casas adosadas... el Bairro Alto es concienzudamente ortogonal, el resultado de un verdadero proyecto de organización urbana. Si Alfama es el barrio popular... el Bairro Alto es el barrio creativo. Si el Alfama es el barrio de las visitas diurnas de los turistas... el Bairro Alto es la opción preferida de quien ama sobre todo la vida nocturna. Hay dos formas muy especiales de llegar al Bairro Alto: o Elevador da Bica, que comienza en la estación Cais do Sodré, y o Elevador da Glória, que comienza en la Praça dos Restauradores. Una vez arriba, podéis visitar el Museu do Vinho do Porto, el Jardín Botánico, la Iglesia de São Roque y el precioso Miradouro de São Pedro de Alcântara.

El Castillo de San Jorge es sin duda una de las cosas que no podéis perderos durante vuestra estancia en la capital portuguesa. Con su antigua e imponente silueta, con vistas a Lisboa desde el barrio de Alfama, que se considera el más auténtico de la ciudad, rico en historia y folclore. Digamos que sus habitantes destacan. Los callejones son estrechos y poco luminosos y las casas están construidas una sobre la otra. Hay muchas subidas. El Castillo de San Jorge, el monumento más emblemático de Lisboa, se encuentra en la parte superior del barrio. Podéis contemplar: las paredes externas, construidas con varios elementos típicos de los edificios islámicos; la ciudadela dentro de los muros, donde se encontraba el Palacio Real y una fortaleza con 11 torres, en la parte más alta del castillo. Se puede visitar el castillo todos los días, excepto los días 24, 25 y 31 de diciembre, el día 1 de enero y día 1 de mayo. Del 1 de noviembre al 28 de febrero, se puede acceder al castillo desde las 9:00 hasta las 18:00. Del 1 de marzo al 31 de octubre, de 9:00 a 21:00. La entrada cuesta 8, 50 euros para adultos y 5 euros para menores de 25 años.

Bajando por la Rua da Saudade, el camino por debajo del castillo, llegaréis hasta una obra maestra medio humana y medio natural, el Mirador de Santa Lucía. ¡Podéis haceros una maravillosa foto de recuerdo! Aquí está la mía, que por desgracia no es nada del otro mundo:

La pared del belvedere está decorada con hermosos azulejos de colores, llamados azulejos, característicos en todo Portugal. Detrás del paisaje, en la fachada de la Iglesia de Santa Lucía, hay dos mosaicos de azulejos preciosos: uno muestra cómo era la actual Praça do Comércio antes del terremoto que destruyó Lisboa y el otro representa a los cruzados reconquistando la ciudad.

Sin embargo, el monumento más importante de Lisboa es el Monasterio de los Jerónimos, protegido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. Fue construido en 1505 para celebrar la vuelta de Vasco de Gama, que acababa de descubrir la dirección para llegar a la India por el mar. Dentro del monasterio, en una hermosa iglesia llamada Iglesia de Belén, está la tumba del explorador portugués y la de su mejor cantante, el poeta Luís Vaz de Camões; dentro de un claustro, se guarda la tumba del muy ilustre escritor Fernando Pessoa. Se puede visitar el monasterio todos los días excepto los lunes, sábados y domingos, el 25 de diciembre, el 1 de enero, el 1 de mayo y el 13 de junio. De octubre a mayo, se puede entrar al museo desde las 10:00 hasta las 17:30; mientras que de mayo a septiembre, podéis entrar desde las 10:00 hasta las 18:30 y la entrada cuesta 10 euros.

Cerca del monasterio, encontraréis una conocida pastelería, abierta desde 1837, llamada Pastéis de Belém. ¡Tenéis que ir allí sin falta! La reconoceréis fácilmente gracias a la cola larguísima que se forma en la acera en la entrada.

Por suerte, la cola fluye bastante rápido, pero os recomiendo que vengáis y os sentéis en una de las casi 200 mesas, para evitarla. De esta manera, también apreciaréis el interior del edificio, que es muy antiguo. El personal es amable, el servicio es rápido, pero sobre todo, ¡los productos están deliciosos! Tenéis que probar sin duda el famoso pastél de Belém, un dulce de hojaldre relleno de crema a base de huevo, cuya receta, guardada en secreto, fue creada por los monjes del Monasterio de los Jerónimos. Los pastéis de Belém, también conocidos como el pastél de nata, se han convertido en un postre típico portugués hecho de hojaldre, huevos y canela. Los encontraréis en todos los bares y pastelerías, incluso en los supermercados. Pero os aseguro, como gran experta en pastéis de nata, que no los probaréis así en ningún otro lado. ¡No podréis decir que habéis comido los pastéis de nata, si no son los de la pastelería Pastéis de Belém!

¡En cuanto clavéis los dientes en la masa caliente y probéis esa deliciosa crema envuelta en esa masa crujiente, os transportaréis a otra dimensión! Entre las otras especialidades que tienen, os recomiendo que probéis el bolo inglês y la mermelada de Belém y, en Navidad, el bolo-rei y el bolo-rainha.

En el mismo barrio, podéis admirar la espléndida Torre de Belém, también declarada "Patrimonio de la Humanidad" por la Unesco. Fue construida en memoria de los grandes tiempos de las conquistas portuguesas, justo en el punto de la playa desde donde comenzaron las expediciones de Vasco da Gama. La Torre Bélem sirvió como faro, fortaleza y punto de pago de peajes para los barcos que querían atracar en el puerto de Lisboa. Incluye elementos arquitectónicos venecianos y árabes, que la clasifican como uno de los mejores ejemplos del estilo manuelino. La riqueza de la fachada contrasta tanto con la sobriedad del interior y como también con la función puramente militar que realizaba la torre. Se puede visitar la torre todos los días excepto los lunes, el 25 de diciembre, el 1 de enero, el domingo de Pascua, el 1 de mayo y el 13 de junio. De octubre a mayo, se puede acceder a la torre desde las 10:00 hasta las 17:30; mientras que de mayo a septiembre, se puede entrar desde las 10:00 hasta las 18:30 y la entrada cuesta 6 euros. Tenéis la posibilidad de comprar una entrada acumulativa que permite el acceso tanto al monasterio como a la torre, por solo 12 euros.

Si seguís paseando, a lo largo de las orillas del Tajo, encontraréis parques preciosos, bonitos bares pequeños, restaurantes con muchas especialidades a base de pescado y, finalmente, el majestuoso Monumento a los Descubrimientos, o Padrão dos Descobrimentos, construido en 1960, bajo el régimen del dictador Salazar, para celebrar la época de los descubrimientos realizados por navegantes portugueses entre 1400 y 1500. Representa un barco listo para navegar con las icónicas figuras históricas. El monumento actual, sin embargo, no es el original. La primera versión se construyó en 1940 y se demolió posteriormente en 1958, ya que estaba en malas condiciones al estar hecha con materiales de mala calidad. El actual está hecho de piedra blanca. ¡Y es realmente precioso! Se puede acceder al interior y llegar, con un ascensor, hasta una escalera que conduce a la cima del monumento, desde la que hay una vista panorámica del maravilloso barrio de Belém y del río Tajo. La entrada cuesta 4 euros para adultos y 10 euros para una familia de 2 adultos y 2 niños de 12 a 18 años. Generalmente una visita dura entre 30 y 45 minutos. La Lisboa Card ofrece un 30 % de descuento en la entrada para esta y otras atracciones, así como viajes gratuitos en transporte público y entrada gratuita para 28 museos y lugares de interés de la ciudad. ¡Deberíais comprarlo, también porque os evita hacer todas las filas!

Cruzando el Puente 25 de Abril, llegaréis al otro lado del río Tajo y podréis visitar el Cristo Rey, una estatua de 28 metros de altura colocada en un pedestal de 80 metros, inspirado en el Cristo Redentor de Río de Janeiro, construido por deseo del dictador Salazar, en 1959. Realmente tiene un significado religioso, pero también le encanta a los que no son creyentes (como yo) por la majestuosa y magnífica vista de la ciudad que se puede disfrutar desde la imponente estatua. Más que un monumento, es un complejo de edificios dentro del cual se invita al turista a realizar un viaje espiritual. Se sube a la cima con un ascensor circular y se para en las 14 estaciones de la Cruz, antes de llegar al pie de la estatua de Cristo Rey, para transmitir la idea de un movimiento hacia Dios, de una vocación celestial. La visita al Santuario de Cristo Rey es gratuita para los titulares de la tarjeta Lisboa, de lo contrario cuesta 5 euros.

Otra cosa agradable para visitar, especialmente si viajáis con niños, es el Oceanario de Lisboa, que es uno de los acuarios más grandes del mundo. Está en la parte oriental de la ciudad, más concretamente en el barrio de las Naciones, caracterizado por una arquitectura futurista en marcado contraste con los barrios históricos del centro. Visitar el Oceanario es una verdadera experiencia de buceo bajo el agua, una experiencia inolvidable, ¡especialmente si os gusta el mar! El acuario está dividido en cuatro enormes tanques, en los que se reproducen los cuatro ecosistemas oceánicos principales del planeta, separados por paredes invisibles, dando la impresión de que los animales nadan en las mismas aguas. Puedes admirar más de 500 especies diferentes de animales marinos, incluidos tiburones, rayas, pingüinos, nutrias marinas, peces payaso, dragones marinos, mantarrayas, peces luna, peces león, pólipos gigantes, medusas australianas, anémonas, estrellas de mar, salamandras, anguilas, sapos, ranas, urracas, frailecillos, etc. Dentro del Oceanario, también hay exposiciones interactivas disponibles en todos los idiomas, que describen el desarrollo y la evolución de la vida en los diversos océanos. Puedes visitar el Oceanario todos los días. En verano está abierto desde las 10:00 hasta las 20:00 (la última entrada es a las 19:00). En invierno, sin embargo, está abierto desde las 10:00 hasta las 19:00 (la última entrada es a las 18:00). El 25 de diciembre está abierto desde las 13:00 hasta las 18:00 y el 1 de enero está abierto desde las 12:00 hasta las 18:00. La entrada es gratuita para niños de hasta 3 años, cuesta 10, 80 euros para niños de 4 a 12 años, 16, 20 euros para personas de 13 a 64 años y, por último, 10, 80 euros para los mayores de 65 años.

Os aconsejo que evitéis ir allí los fines de semana, especialmente en verano, porque la zona del Parque de las Naciones está muy abarrotada. Os aconsejo que, una vez estéis en esa zona, hagáis un pequeño recorrido y veáis: la Estación de Oriente moderna; el Pavilhão de Portugal, que desafía las leyes de la gravedad; el Pavilhão Atlântico, la arena en forma de ovni; el Pavilhão do Conhecimento, la Torre Vasco da Gama y el Puente Vasco da Gama.

¿Cuánto cuesta la Lisboa Card? ¿Cómo funciona exactamente? ¿Dónde puedo comprarla?

El precio de la Lisboa Card depende de su duración: 24, 48 o 72 horas. La primera cuesta 19 euros para adultos y 12 euros para niños de 4 a 15 años, la segunda cuesta 32 euros para adultos y 18 euros para niños de 4 a 15 años y la tercera cuesta 40 euros para adultos y 21 euros para niños de 4 a 15 años. La tarjeta está acompañada de una pequeña guía de bolsillo y una lista de atracciones con descuentos relacionados. Lo copio aquí para que podáis organizar mejor vuestro itinerario:

    Monumento de los Descubrimientos - descuento del 20 %

    Centro histórico de Lisboa - gratis

    Arco de triunfo de la Rua Augusta - gratis

    Monasterio de los Jerónimos - gratis

    Torre de Belén - gratis

    Red ferroviaria Carris - gratis

    Centro interpretativo Mitos y Leyendas de Sintra - gratis

    Museo Nacional de los Coches- gratis

    Museo Nacional de Arte Antiguo - gratis

    Palacio Nacional de Mafra - gratis

    Ascensor de Santa Justa - gratis

    Transportes públicos Carris - gratis

    Zona metropolitana - gratis

    CP Sintra Cascais - gratis

    Fertagus - descuento del 25 %

    Panteón Nacional - gratis

    Palacio Nacional de Ajuda - gratis

    Monasterio de Batalha - gratis

    Monasterio de Alcobaça - gratis

    Convento del Orden del Cristo de Tomar - gratis

    Monumento de los Descubrimientos - descuento del 30 %

    Quinta da Regaleira - descuento del 20 %

    Palacio real de Queluz - descuento del 15%

    Palacio Nacional de Sintra - descuento del 10 %

    Palacio da Pena y jardines - descuento del 10 %

    Museo Nacional de Arqueología - gratis

    Museo Nacional del Azulejo - gratis

    Museo Nacional de Etnología - gratis

    MAAT (Museo de Arte, Arquitectura y Tecnología) - gratis

    Museo Nacional del Traje - gratis

    Museo del Chado - gratis

    Museo de Lisboa/Teatro romano - gratis

    Museo de Lisboa/Museo de San Antonio - gratis

    Museo Nacional del Teatro y de la Danza - gratis

    Museo de Lisboa/Palacio Pimenta - gratis

    Casa-Museo Dr. Anastácio Gonçalves - gratis

    Museo Rafael Bordalo Pinheiro - gratis

    Museo de la Música - gratis

    Museo colección Berardo - descuento del 30 %

    Museo del Aire - gratis

    Fundación Arpad Szenes-Vieira da Silva - descuento del 50 %

    Museo del Agua - descuento del 50 %

    Museo de Historia Natural y de la Ciencia - descuento del 50 %

    Museo del Centro Científico y Cultural de Macao - descuento del 50 %

    Museo de las Comunicaciones - descuento del 50 %

    Museo de S. Roque - descuento del 40 %

    Fundación Medeiros y Almeida - descuento del 40 %

    Casa Fernando Pessoa - descuento del 40 %

    Museo del Fado - descuento del 30 %

    Museo de la Marioneta- descuento del 30 %

    Museo Carris - descuento del 30 %

    Museo della Marina - descuento del 33 %

    Museo Calouste Gulbenkian - descuento del 20 %

    Centro de Arte Moderno - descuento del 20 %

    Museo de Oriente - descuento del 20 %

    Museo de la Farmacia - descuento del 20 %

    Museo Arqueológico de Carmo - descuento del 20 %

    Museo de Artes Decorativas - descuento del 20 %

    Estufa Fria - gratis

    Planetario Calouste Gulbenkian - descuento del 50 %

    Museo del Sporting de Lisboa - Estadio José Alvalade - descuento del 40 %

    EVOA - descuento del 30 %

    Centro cultural de Belém - descuento del 10 % para los espectáculos, descuento del 20 % para las exposiciones

    Acuario Vasco da Gama - 20 % de descuento para las exposiciones

    Pavilhão do Conhecimento - descuento del 20 %

    Teatro São Luiz - descuento del 20 %

    Oceanario de Lisboa - descuento del 15 %

    NewsMuseum - descuento del 30 %

    Parques de Sintra Monte da Lua - descuento del 15 %

    Museo Benfica - Cosme Damião - descuento del 15 %

    Teleférico de Expo - descuento del 10 %

    Culturgest - descuento del 10 %

    KidZania - descuento del 10 %

    Fundación José Saramago - descuento de 1 €

    Lisbon Walker - descuento del 33 %

    Naturway - descuento del 20 %

    Lisbon Eco Tours - descuento del 30 %

    Vertente Natural - descuento del 10 %

    Tuk Guide Portugal - descuento del 25 %

    Cityrama - descuento del 15 %

    Selection Tours - descuento del 20 %

    Nosso Tejo - descuento del 20 %

    Cooltour Lisbon - descuento del 15 %

    SadoArrabida - avistamiento de delfines - descuento del 15 %

    Zoo - descuento del 15 %

    GoCar - descuento del 20 %

    Vertigem Azul - descuento del 10 %

    Autobús turístico Hop-on Hop-off - descuento del 25 %

    HIPPOtrip - descuento del 15 %

    Lisbon River Side - descuento del 15 %

    Bussoloceano - descuento del 10 %

    Carristur Aerobus - descuento del 25 %

    Yellow Boat - descuento del 10 %

    Yellow Bus Hop-on Hop-off - descuento del 10 %

    Lucas Bus - descuento del 15 %

    Sailing Lovers - descuento del 15 %

    Carristur - Palmayachts - descuento del 15 %

    Caravel on Wheels - descuento del 25 %

    Lisbon by boat - descuento del 15 %

    Inside Lisbon - descuento del 10 %

    ViniPortugal - descuento del 20 % para la Enocard, 10 % de descuento para la figurita

    Emel - 3 bonos con un 50 % de descuento

    Fado in Chiado - descuento del 10 %

    Lisbon Shop - descuento del 10 %

    Freeport - descuento del 10 %

    Amoreiras Shopping Center - descuento de 1 € para Belvedere

    Fábrica Sant'Anna de la mayólica y del azulejo - descuento del 5 % en la tienda

La Lisboa Card se compra en Internet y es válida por un año completo, a partir de la fecha de compra. Al reservar, puede elegir dónde recogerlo entre las siguientes opciones: en el Aeropuerto de Lisboa (Oficina de Información Turística en el área de Llegadas), abierto de 7:00 a. m. a medianoche o en el Centro de Bienvenida de Lisboa, en Praça do Comércio, abierto de 9:00 a. m. a 8:00 p. m. Obviamente, deberá mostrar el recibo recibido por correo electrónico y una identificación válida.

¿Qué hay para ver en los alrededores de Lisboa?

¡Hay tantas cosas que ver en Lisboa y sus alrededores!

Entre los que se encuentran en las inmediaciones, está Sintra, declarado Patrimonio Mundial por la Unesco. Es un centro importante en la región histórica de Extremadura. Puedes contemplar preciosas villas con exuberantes jardines y enormes paredes de roca. También podéis visitar el Palacio da Pena, el Castelo dos Mouros, el Palacio Nacional de Sintra y la Quinta da Regaleira.

Otra hermosa ciudad cerca de Lisboa es Cascais. Llena de parques, casas majestuosas, museos gratuitos, hermosas playas y mucho más. En la ciudad se respira un ambiente muy agradable. En el corazón de Cascais se encuentra el encantador casco antiguo, que mantiene su aspecto tradicional y está orientado hacia el puerto deportivo. Si os alejáis de la ciudad, podéis dar bonitos paseos escénicos a lo largo de los acantilados, hasta el Cabo da Roca, que es el punto más occidental de Europa. O podéis llegar a Estoril, siguiendo el paseo marítimo.

¿Cómo es la comida en Portugal?

¡La gastronomía portuguesa os reserva muchas sorpresas! Para probar los platos típicos, os aconsejo que vayáis a las llamadas tascas, modestas cafeterías familiares, en las que, normalmente, se come muy bien y se paga lo mismo. En cuanto os sentéis, junto con el menú, os traerán sabrosos entrantes como aceitunas negras, fiambres, quesos, camarones, lupinos, etc. Solo los pagaréis si os los coméis.

El plato típico portugués consiste en un poco de arroz, acompañado de un filete de carne o pescado fresco, huevos, ensalada y/o patatas fritas. Lo segundo puede variar, pero el resto es siempre el mismo. En cualquier caso, ¡me gusta la cocina portuguesa! Me encantó ir al restaurante a comer. Con solo unos pocos euros, comí muy bien, me sirvieron y me trataron muy bien.

¿Qué sitios aconsejarías para comer en Lisboa?

Comí muy bien en Cantinho Lusitano. Dejaros llevar inmediatamente por el pão de Mafra (pan producido en la región de Mafra), con manteiga de alho (mantequilla de ajo) y azeitonas temperadas (aceitunas), todo a solo 1, 75 euros. Continuad con quesos, ¡que son muy buenos! Os recomiendo probar el queijinho curado com doce abóbora (queso de calabaza, por 4, 90 euros), el queijinho semi-curado de ovelha (queso de oveja, a 5 euros), el queijinho de Azeitão (queso de ovejas producidas en la región de Azeitão, a 5, 75 euros), el queijo de cabra gratinado com mel y alecrim (queso de cabra con miel y romero, a 6 euros), que encontraréis entre los "petiscos".

Como plato principal, si sois amantes de la carne, pedid un mini tábua de enchidos de porco preto, por 8, 50 euros, o un chouriço grelhado con moscatel, a 6 euros, o una farinheira de porco preto grelhada con doce de pimentão, a 6, 90 euros, o incluso un pica-pau de vitela con batatinha doce frita, a 7, 50 euros. Muy bueno y con un sabor muy particular, los rolinhos de carne con molho de iogurte grego y hortelã, a 6, 50 euros y ovinhos mexidos com farinheira ou alheira, a 7 euros. Si sois amantes del pescado, os sugiero que probéis el polvo à cantinho, por solo 7 euros, o las pataniscas de bacalhau con arroz de feijão, por 6 euros.

Para acabar, de postre, o mejor, como "sobremesa", os recomiendo que probéis el bolo chocolate com bola de gelado (una porción de pastel de chocolate con una gran bola de helado, a 3, 25 euros). ¡Realmente delicioso! ¡Todo!

Otro lugar al que os aconsejo que vayáis a comer es el Mercado de Ribeira, una serie de puestos y restaurantes, donde te cocinan los platos que compras en el momento.

Otro lugar auténtico, pero nada turístico, donde comeréis mucho y gastaréis muy poco es la Granja Velha, en la Baixa de Lisboa. ¡Os recomiendo que probéis el pescado a la parrilla, servido con muchas patatas fritas!

¿Qué sitios aconsejas para alojarse en Lisboa?

Por desgracia, no podría aconsejar dónde dormir en Lisboa porque siempre me han invitado a casa de alguien.

La primera vez un amigo mío de la Universidad de Perugia, Davide, que estaba de Erasmus allí, me recibió mientras estaba de Erasmus en Coímbra. Él vivía en una casa preciosa. O más bien, la casa se venía abajo, pero era muy particular, muy grande y con un hermoso jardín.

Además, vivían allí unos quince chicos de todo el mundo. También tenían un pequeño huerto. Una etapa muy bonita. Lástima que no tenía cama y tuve que dormir en el suelo sobre almohadas. Pero eso no cuenta para mí. No fue un problema en absoluto. He dormido en el suelo muchas veces. Soy de la opinión de que en la vida necesitas saber cómo adaptarte.

La segunda vez me recibió una loca y emprendedora amiga mía, Arianna, que también estaba haciendo Erasmus allí. Su casa era pequeña. Allí vivían otras dos o tres muchachas extranjeras. Por la noche siempre teníamos una cena especial, antes de ir a disfrutar de los bares de Lisboa. Incluso esa fue una buena época y esa vez también dormí en el suelo, sobre un colchón pequeño.

Otra vez, como he mencionado anteriormente, me recibió una escritora portuguesa de fama mundial, Luisa Costa Gomes, sobre quien estaba escribiendo mi trabajo de fin de Licenciatura. Me puse en contacto con ella a través de Facebook para pedirle que me dejara hacerle una entrevista. Y ella aceptó. De hecho, tuvo la amabilidad de invitarme a su casa. Incluso me hizo un pastel porque era mi cumpleaños. Fue muy buena. Esa vez tenía mi propia habitación, con una cama individual para compartir con mi hijo Pietro, que solo tenía 3 meses en ese momento. Los hizo el mismo día de mi cumpleaños: el 11 de mayo de 2012. Por supuesto, la situación era muy diferente a las otras. Allí, por la noche hablábamos de literatura, arte y política. Me sentía un poco en desventaja. No me sentía preparada para ciertos tipos de debates con alguien tan culto e inteligente. No es que yo sea estúpida, pero...

Una vez más, como mencioné anteriormente, fui recibida por una escritora portuguesa de fama mundial, Luisa Costa Gomes, sobre quien estaba escribiendo mi tesis de pregrado. La contacté a través de Facebook para pedirle que me diera una entrevista. Y ella aceptó. De hecho, tuvo la amabilidad de invitarme a su casa. Incluso me hizo un pastel, porque era mi cumpleaños. Ella era realmente muy bonita. Esta vez, tenía mi propia habitación, con una cama individual para compartir con mi hijo Pietro, que solo tenía 3 meses en ese momento. Los hizo el mismo día de mi cumpleaños: era el 11 de mayo de 2012. Por supuesto, la situación era muy diferente a la de los demás. Aquí, por la noche, se habló de literatura, arte y política. Y me sentí incómodo por decir lo menos. No me sentía preparado para ciertos tipos de discursos, con alguien tan culto e inteligente. Aunque no es que sea estúpido...

En otra ocasión, José me recibió José, un caballero portugués que había conocido en Estoril, en una carrera de MotoGP. Había comprado una entrada para ver una carrera de motos porque siempre me había gustado y en Portugal era más barato que en Italia. Fui al circuito por mi cuenta e inmediatamente me di cuenta de que, en el lado donde estaba, nunca podría tener la oportunidad de conocer a los pilotos. Así que fui a hablar con un guardia de seguridad y le pregunté si podía dejarme pasar, para conocer a Valentino Rossi, mi motorista favorito. Me dijo que desafortunadamente no podía, pero que si le daba mi número de teléfono, me llamaría si encontraba un pase para darme. Estaba un poco indecisa. Pensé que quería usar mi número para otros fines, pero, ante la duda, se lo di. Diez minutos después, me llamó y me dijo que fuera donde estaba porque había encontrado a una persona que podía ayudarme. Era José. Trabajaba en el circuito con su hermana María. Son dos personas maravillosas, con un corazón de oro. Son unos 20 años mayor que yo, por lo que me trataron de inmediato como si fuera su hija más que como su amiga. Los considero mi familia portuguesa. De hecho, las otras veces, que son muchas, me acogió María. Ese día, José, sin siquiera conocerme y sin esperar nada a cambio, cumplió mi sueño. Me acompañó al paddock y me presentó a Valentino Rossi. Además, estando allí, tuve la oportunidad de hacerme fotos con muchos otros pilotos famosos. Aquí tenéis algunas:

Con Valentino Rossi y con su moto.

Con Nicky Hayden.

Además, me dijo que también podía dejarme entrar entre bastidores de la gran final de Valencia, en el circuito de Cheste, unos meses más tarde. Todo esto, aún sin conocerme y sin querer nada a cambio. ¡Fue una experiencia inolvidable! Tres días de motos, adrenalina, rugidos y Vips. Esa vez pude conocer muy bien a la mayoría de los pilotos y, en concreto, a Valentino Rossi, Andrea Dovizioso, Jorge Lorenzo y Anthony West. Os adjunto algunas fotos.

Andrea Dovizioso.

Marco Melandri.

Marco Simoncelli.

Valentino Rossi.

Marco Melandri.

Loris Capirossi.

¡Me encontré también con el simpatiquísimo Claudio Bisio!

¿Hay ambiente para salir de noche en Lisboa?

¡Diría que la vida nocturna en Lisboa es muy, pero que muy juvenil! Hasta el punto de recordar muy poco de mis noches en la capital portuguesa. Sin embargo, tengo algunas fotos que muestran una gran cantidad de personas y algunos recuerdos vagos que me llevan a hacer esta afirmación. Recuerdo, por ejemplo, que incluso el metro estaba muy lleno. Íbamos unos encima de otros, peor que durante el día. Y cientos y cientos de chicos se amontonaban en las calles.

Recuerdo que una noche me fui, de improvisto, con algunos amigos de Coímbra para ir a un concierto de The Prodigy. Fue una locura. Bailamos como locos y se nos escapó incluso un beso lésbico. Teníamos que volver a Coímbra la mañana siguiente porque teníamos un examen. Repasamos hasta el día siguiente y, asombrosamente, ¡logré sacar la máxima nota!

¿Recomendarías ir a vivir a Lisboa?

¡Sí! ¿Por qué no? ¡Personalmente, estoy enamorada de Portugal! Creo que es un país fantástico. Estuve en muchas partes y realmente disfruté cada lugar que visité. Además, los portugueses son adorables. Las personas son amables, serviciales, alegres, despreocupadas. Hice muchos amigos, con quienes siempre me mantengo en contacto. Asimismo, aprender el idioma no os será difícil gracias a las muchas similitudes con el italiano. Y no estaréis muy lejos de casa. Podéis volver a Italia cuando queráis, con vuelos de bajo coste y, por lo tanto, sin gastar barbaridades para comprar billetes de avión. La vida en Portugal es barata. Claramente, los salarios son proporcionales al coste de vida. Pero uno vive bien, sin ansiedad, sin preocupaciones. Todo es más tranquilo. Sin embargo, si tuviera que elegir a qué ciudad portuguesa me mudaría, elegiría Coímbra, donde ya he vivido casi dos años.

¡Espero que este artículo haya sido útil y solo puedo desearos un buen viaje y buena suerte en vuestra aventura por Lisboa, una ciudad maravillosa, que vale la pena visitar al menos una vez en la vida!


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