Lisboa en Las Festas do Santo António

Lisboa es una visita obligada para cualquiera que esté interesado en historia, cultura, arte y paisajes que dejan sin aliento.

lisbon-las-festas-santo-antonio-ef177610

Es una ciudad dinámica, llena de color, música, arte callejero y, en junio, el olor del humo de las barbacoas que flota por el aire.

Lisbon for Las Festas do Santo António

En nuestra escapada de fin de semana, tuvimos suerte y no sabíamos que se celebraban las fiestas o 'arraiais' por todo Lisboa. La celebración de San Antonio el 13 de junio (Festas do Santo António) es motivo de fiestas en las calles, de música en directo, de bailes, de fado, de barbacoas, sardinas y cerveza barata.

Lisbon for Las Festas do Santo António

En cuanto llegamos, nos deslumbraron las vistas de oropel multicolor, las pancartas y las plantas de albahaca de papel que colgaban entre los edificios, dando a las pequeñas, serpenteantes y empedradas calles de Lisboa un aire de vitalidad y dinamismo. Las de Largo de São Miguel en el distrito de Alfama son las más típicas y alucinantes de todas. Pero hay más por Vila Berta en Graça y las de Rua de São Paulos en las empinadas colinas de Bica parecen ser las más populares y modernas.

lisbon-las-festas-santo-antonio-41120223

Si puedes encontrar un vuelo barato a Lisboa para el fin de semana anterior al 13 de junio, ¡resérvalo! Verás la parte más lugareña de la ciudad, lejos de las trampas para turistas, que te sumergirá en la cultura tradicional y desenfadada de Portugal.

Día 1 - ¡Hora de explorar!

Llegamos el jueves por la tarde. Puesto que era un vuelo barato de Ryanair, directo desde Glasgow hasta Lisboa, no nos sorprendió ver caras conocidas a bordo. Lisboa es una ciudad prometedora que se vuelve más popular cada año. No obstante, el incremento de turistas dificulta el tráfico aéreo. No te sorprendas si aterrizas y/o despegas tarde, sobre todo durante los meses de verano. Dicen por ahí que este estrés en el aeropuerto de Lisboa hará que se cree una nueva pista de aterrizaje con el fin de facilitar la entrada y salida de cada vez más aviones de la capital portuguesa.

lisbon-las-festas-santo-antonio-b6866a03

El descenso en Lisboa te permite ver toda la ciudad desde las ventanas del avión. Al ir tan bajos, parece que las ruedas del avión van a rozar los naranjas tejados de terracota. Sin embargo, las vistas quitan el aliento. En un día despejado, es posible divisar el famoso Ponte 25 de Abril, así como el Santuário de Cristo Rei, un monumento parecido al Cristo Redentor en Río de Janeiro.

lisbon-las-festas-santo-antonio-7c2a0e92

No esperes aterrizar cerca de la terminal si vuelas con Ryanair. Un rápido viaje en bus desde el avión hasta la terminal y un largo paseo de punta a punta del aeropuerto más tarde, habrás llegado a la entrada principal. Descubrimos que la forma más sencilla de ir a la ciudad era en metro. Puedes comprar un billete para todo el día por 6, 20 € y se puede usar en todo tipo de transporte durante 24 horas desde la hora de compra. Estate atento porque igual tienes suerte y algún pasajero que vaya a la terminal y ya no necesite su billete te lo da y te sale gratis. Planea bien tu viaje puesto que el billete para todo el día te ahorrará dinero en alguna de las atracciones turísticas, ya que algunas se consideran el transporte de la ciudad.

Lisbon for Las Festas do Santo António

Tras un viaje de 40 minutos cambiando de línea de metro, llegamos a la parada que estaba más cerca de nuestro Airbnb, Martim Moniz. Nuestro agradable anfitrión nos vio desde su ventana, probablemente debido al ruido que hacían nuestras maletas al arrastrarlas por las calles empedradas. Tras haber dejado nuestras cosas y refrescarnos un poco, salimos a ver el barrio. Aunque estábamos un poco lejos del centro, ¡la ubicación estaba genial! Estábamos a 5 minutos de Praça da Figueira, que estaba a otros 5 minutos de Rossio. Salimos y compramos unas Pasties da nata (una tartaleta con crema pastelera famosa en Portugal) en la primera pastelería que nos encontramos y no nos decepcionaron en absoluto.

Tras este aperitivo, decidimos coger el famoso Tranvía 28 desde Martim Moniz hasta Campo de Ourique. Esta ruta atraviesa muchas de las atracciones y barrios de Lisboa. Nos aventuramos en los distritos históricos de Graca, Baixa, Chiado, Alfama y Sao Bento antes de desembarcar frente la impresionante Estrella Basilica. Decidimos bajarnos en Portas do Sol para ver la ciudad desde el mirador de 'Mira Douro'.

lisbon-las-festas-santo-antonio-ffb634be

Llegamos a Praça Luís de Camões a pie y pedimos unas cervezas para llevar en una Cervejaria en la esquina. Al venir de Glasgow, una ciudad donde es ilegal beber una pinta de £ 3. 50 en la calle, ¡nos sorprendió mucho que pudiésemos disfrutar al sol de una rica cerveza por solo 1€! Después, estuvimos paseando un par de horas por las calles y plazas, cervezas en mano, disfrutando del ambiente de la ciudad.

Expo '98 en Lisboa:

Esa tarde bajamos a la zona de la Expo, justo a las afueras de la ciudad. Visitamos a un amigo que tenía un restaurante italiano; ¡merece la pena ir si estás a la caza de gastronomía italiana buena y fresca! Fue una buena manera de ver otra parte de la ciudad, así como de ponerse al día con amigos. La Exposición Especializada tuvo lugar en 1998 y ahora se puede ver cómo esa zona se ha transformado en oficinas, alojamiento y restaurantes. Es un lugar metropolitano, muy diferente del centro de la ciudad, más tradicional, pero merece la pena visitarlo si tienes tiempo.

Día 2 - Belém

Nos levantamos temprano, billete de un día en mano, y salimos hacia Belém. Cogimos el Tranvía 15 desde Praça do Comércio y viajamos por toda la costa hasta el distrito donde anteriormente había vivido la élite para evitar la perversión del centro.

lisbon-las-festas-santo-antonio-7a107d0b

Entramos al gran Monasterio de los Jerónimos. Se puede acceder al monasterio de forma gratuita. No obstante, si quieres ver los balcones y el interior del monasterio, debes pagar 10 €. Merece la pena pagarlos.

lisbon-las-festas-santo-antonio-a4f0ee2b

Si estás en Belém, tienes que pasarte por la famosa panadería Pasteis de Belém, donde puedes comprar los aclamados pasteles de crema.

Durante el viaje, sobrevivimos a base de 3 o 4 pasteles al día; los de esta pastelería eran sin duda los mejores: calentitos, con azúcar glasé y canela y con una masa extra crujiente.

lisbon-las-festas-santo-antonio-8d4fb85d

Más tarde, nos dirigimos al paseo marítimo del río Tajo. Desde allí se puede ver el Padrao dos Descobrimentos, un monumento que conmemora la era del descubrimiento y los exploradores de Lisboa. Al fondo, se puede ver el magnífico puente colgante Ponte 25 de Abril, que cruza el río Tajo y conecta los distritos de Almada en el sur y la orilla norte de Lisboa. Este puente se parece al Golden Gate de San Francisco; es gracioso porque, de hecho, los construyó la misma empresa. Se construyó para conmemorar la Revolución de los Claveles de 1974, que provocó la caída de la dictadura de Salazar el 25 de abril.

lisbon-las-festas-santo-antonio-351e4588

A unos 10 minutos puedes ver la Torre de Belém, construida sobre el agua, que solía servir de defensa. Hay bastantes museos en Belém que, por desgracia, no pudimos visitar; lo hubiéramos hecho de haber tenido más tiempo porque merecen mucho la pena.

lisbon-las-festas-santo-antonio-9ab380b8

Cogimos el Tranvía 15 de vuelta al centro, pero decidimos ir temprano para poder explorar la zona de Bica. De camino allí, nos bajamos en el Time Out Market, un enorme hall lleno de puestos de comida para llevar que estaban repletos de alimentos de diferentes gastronomías, así como de bebidas. Disfrutamos de una comida típica portuguesa: el Prego. Todo estaba riquísimo y el ambiente estaba muy animado; gente de todas partes del mundo, así como lugareños, compartían espacio en este hall tan grande mientras comían y charlaban los unos con los otros. Definitivamente merece la pena visitarlo un par de veces.

Desde allí, esperábamos subir al tranvía funicular para subir una calle empinada, Rua da Bica. Sin embargo, tuvimos que ir andando debido a una avería de la línea. Tras subir aquella cuesta con todo el calor (un verdadero sufrimiento) por fin llegamos al Mira Douro y a la famosa Pharmacia, una vieja farmacia convertida en museo-bar. Allí, disfrutamos de unas tapas de marisco riquísimas y de agua servida en viejos botes de medicina. Nos trajeron la cuenta en una botella de prescripción, lo que fue bastante gracioso dada la temática del restaurante.

lisbon-las-festas-santo-antonio-035e536b

Visita guiada gratuita a pie:

Desde allí, volvimos a Praça Luís de Camões, el punto de partida del original, gratuito, Lisbon Chill-Out Free Tour. Llegamos temprano, de modo que decidimos bebernos otra cerveza y comernos otro pastel bajo el sol. Siempre he ido a estas visitas guiadas a pie gratuitas en las vacaciones, porque son una forma muy buena de conocer la ciudad, su historia y su cultura, contado por un lugareño.

lisbon-las-festas-santo-antonio-f4c8cc16

Investigué por mi cuenta y descubrí que el Chill-out Tour era el original y que una empresa más grande le ha hecho competencia; empieza en el mismo punto y a la misma hora. Así que, para asegurarte de escoger el original para ayudar a los guías locales a mantener su negocio, busca el guía local auténtico, que tendrá 'una bolsa de plata reciclada con el logo de un tranvía'. Inés fue nuestra guía, una portuguesa local que se graduó en arquitectura. El tour fue muy relejado y para nada apresurado. Nos adentramos en las calles traseras de Lisboa, descubriendo los tesoros escondidos y los tesoros de la ciudad que tan solo un lugareño puede explicar. El tour duró 3 horas y estaba basado en los donativos. Definitivamente recomiendo hacer un tour por cualquier ciudad, pero los gratis suelen estar organizados por estudiantes o lugareños. Prefiero darles dinero a ellos en vez de a las grandes empresas.

lisbon-las-festas-santo-antonio-22f9a4c8

Estuvo genial y no estorbamos a la gente que vivía allí, aprendimos muchas cosas sobre la historia de la ciudad, detalles sobre las estatuas y la cultura, así como consejos para moverse por la ciudad y sobre las festividades de junio. La guía también habló al grupo de Ginginja, un licor portugués ¡que se bebe en un vaso de chocolate! Fuimos a un restaurante local en Alfama donde, según dicen, la familia prepara el Ginginja en una bañera en el segundo piso; ¡definitivamente una versión más local y auténtica del licor!

lisbon-las-festas-santo-antonio-bbf7fdbf

En el tour aprendimos las variables historias de la ciudad. En 1755, hubo un devastador terremoto que destruyó la ciudad. El distrito de Baixa se reconstruyó al completo como una red de manzanas; nos dijeron que fue una de los primeros centros de ciudad en diseñarse de esta forma.

Después, paseamos hacia la gran Praça do Comercio. Aquí, los comerciantes solían vender los productos procedentes de las exóticas y desconocidas tierras de Asia, cuyas expediciones costeaban las colonias y los financiadores. Las calles de esta zona suelen llamarse como los productos que se traían de las expediciones, como cebollas y tomates. ¡Fíjate bien a ver si los encuentras!

lisbon-las-festas-santo-antonio-65ec03fe

Otra de las zonas aclamadas es el antiguo distrito de Alfama. Es una selva de pequeñas calles que suben desde la ría del Tajo hasta el castillo. ¡Era mi zona favorita, sobre todo por las Festas! Con muchas boutiques modernas y auténticas cafeterías y bares familiares, se crea un sentimiento de pertenencia a la cultura local y a la tradición. ¡Tienes que verlo! Alfama se situaba originariamente fuera de las murallas de la ciudad y se consideraba una de las zonas más pobres y desfavorecidas de la ciudad. Hoy en día, se le ha dado una nueva vida a Alfama y se ha convertido en una zona chic y moderna de la capital. Recuerda, si te pierdes en el laberinto de Alfama, sigue las calles que bajan hacia el agua y acabarás cerca de Praça do Comercio o del paseo marítimo.

Disfrutando de las fiestas de Santo António:

Después de una ducha rápida y tras cambiarnos de ropa, volvimos al laberinto de Alfama para formar parte de las concurridas fiestas de Santo António. Es fácil sentir que formas parte de las fiestas gracias a los escenarios llenos de artistas que cantan canciones portuguesas y al olor a sardinas y carne en las barbacoas. La tradición es la siguiente: una rebanada de pan y una sardina, ignorando las espinas, uno debe comerse la sardina, coger otra y ponerla en la misma rebanada. Después de unas 12 sardinas, por fin puedes comer el pan empapado de aceite. Además de las sardinas, también puedes coger una típica Bifana (cerdo) o un sándwich Prego (chuleta) de las barbacoas ¡solo por 2 €!

lisbon-las-festas-santo-antonio-5df45a55

Aconsejo a cualquiera que quiera participar en las fiestas que lleven calzado cerrado para evitar que te pisoteen, así como ropa que no te importe mucho manchar, ya que apenas podrás evitar las bebidas y las manos aceitosas. Verás las plantas y los adornos de albahaca; estas plantas suelen estar acompañadas de un poema algo ñoño. También me dijeron que, para oler las plantas, no metiese la nariz en ellas, sino que frotase la mano y después me oliese los dedos. No sé muy bien cuál es la tradición, ¡pero huele genial!

lisbon-las-festas-santo-antonio-352045e5

Desde Alfama subimos al Mira Doura de Graça (un mirador genial de día), donde la fiesta continuó hasta la madrugada con gente de todas las edades y procedencias. El ambiente es muy bohemio y relajado ¡y el hecho de que puedes beber y estar de fiesta en el exterior es increíble!

Lisbon for Las Festas do Santo António

Día 3 - ¡Excursión a Sintra!

El sábado cogimos un tren desde la estación de Rossio hasta Sintra, un pueblo a 40 minutos de Lisboa. Un billete de ida y vuelta cuesta 4, 50 €.

lisbon-las-festas-santo-antonio-f42ece45

¡El tiempo que pases en Sintra depende de ti! Nosotros tan solo estuvimos allí unas pocas horas porque no teníamos mucho tiempo. Nuestro tren salía a las 10:22, así que tuvimos tiempo suficiente para comprarnos unos pasteles mañaneros. Llegamos a la estación de Sintra justo antes de las 11. Compra un billete de bus que te lleve por todo el pueblo por 5, 50 € para que puedas ver el centro histórico, el Castillo de Sintra y el Palacio de la Pena. Si tienes tiempo puedes hacer el recorrido a pie, pero ten en cuenta que hay muchas colinas.

Lisbon for Las Festas do Santo António

Las vistas son espectaculares y los pasillos del interior te dan una idea sobre la vida de la realeza que pasaba allí las vacaciones.

lisbon-las-festas-santo-antonio-1460c874

Una vez nos fuimos del castillo, nos perdimos en un laberinto de pequeños caminos en el bosque y los jardines de alrededor. Había estatuas y miradores por todas partes, ¡fueron unas 2 horas bien empleadas!

lisbon-las-festas-santo-antonio-ad3a0d26

Después, cogimos el bus de vuelta al centro de la ciudad. Decidimos no visitar las ruinas del Castillo de Sintra debido a la falta de tiempo.

lisbon-las-festas-santo-antonio-2033db6d

En el pueblo, comimos en uno de los restaurantes, Bacalau (bacalao) y un plato de cerdo acompañado de cerveza. Después de comer los dos estábamos llenos y cansadísimos. Nos sentamos a la sombra en uno de los escalones del Palacio y, en consecuencia, nos quedamos dormidos al sol. Por suerte nos despertamos a tiempo para coger el tren; perdimos el bus de vuelta a la estación, pero aún así tuvimos tiempo de sobra para hacer una parada y comprar pasteles y café. ¡Llegamos al tren con 2 minutos de antelación!

lisbon-las-festas-santo-antonio-393c560b

Tardes en la ciudad:

De vuelta en Lisboa a las 17:30, decidimos caminar hacia el castillo. Mala idea, puesto que solo podíamos ver las murallas del castillo en la cima de la colina. Más tarde descubrimos que había un ascensor que te lleva al castillo desde las calles de abajo, para ahorrarte la caminata. Sin embargo, fue un paseo agradable bajo el sol a pesar de lo inclinadas que estaban las calles. Volvimos a casa para refrescarnos un poco y salimos de nuevo a las fiestas callejeras.

Queríamos ir a cenar a la aclamada Cervejaria Ramiro, pero la cola era tan larga que, en su lugar, encontramos un bar de tapas local al otro lado de la calle, donde pedimos algo para picar y una Caipirinha (¡un cóctel brasileño que debes probar! ) durante la hora feliz, antes de correr al Skybar a ver la puesta de sol.

lisbon-las-festas-santo-antonio-a79c7e60

De nuevo, nuestra noche estuvo llena de cerveza barata, sangría y comida de barbacoa, rodeados de altísima música Fado y gente bailando.

lisbon-las-festas-santo-antonio-e85f2a47

Pero estábamos faltos de energía y decidimos volver a casa a la 1:30; no obstante, la música continuó hasta las 5. Ten en cuenta que, cuando te quedas en Lisboa, la gente sale de fiesta hasta tarde, ¡así que ten ciudado con las calles ruidosas cuando busques alojamiento!

lisbon-las-festas-santo-antonio-ebdac1e1

Día 4 - Pueblo bajo tierra, LX Factory y la Calle Rosa:

¡Día de volver a casa! Nuestro vuelo no salía hasta las 20:55 de la tarde del domingo, así que dejamos preparado nuestro equipaje y fuimos al Pueblo bajo tierra.

lisbon-las-festas-santo-antonio-eb15c2a0

De nuevo decidimos comprar un billete para todo el día, puesto que lo necesitábamos para coger el metro hasta el aeropuerto. Cogimos el Tranvía 15 y nos bajamos justo debajo del puente colgante, Ponte 25 de Abril, y nos pusimos en busca del Pueblo bajo tierra.

lisbon-las-festas-santo-antonio-1e4669c0

Es un tesoro escondido que se encuentra detrás del Museu da Carris. ¡Mereció la pena buscarlo! Un subterráneo sucio, una comunidad artística compuesta de viejos buses y contenedores de transporte pintados; es una zona artística acompañada de una cafetería. Parece que se celebraron algunos eventos aquí, raves y DJ que tocaron debajo del doble del Golden Gate. También puedes encontrar viejos tranvías inutilizables alrededor de la parcela de tierra, lo que te da una idea de cómo era la Lisboa antigua.

lisbon-las-festas-santo-antonio-4a8c3904

lisbon-las-festas-santo-antonio-f56a556c

Desde allí encontramos el LX Factory Market. Es una zona llena de puestos, cafeterías y la famosa exhibición de librerías y cinética.

lisbon-las-festas-santo-antonio-e9e523d5

Definitivamente merece la pena visitarlo si estás interesado en productos vintage únicos. Ten en cuenta que el mercado solo abre los domingos de 11 a 14, así que asegúrate de llegar a tiempo. Es un lugar ideal para tomar algo y comer un Prego.

lisbon-las-festas-santo-antonio-4e40e382

Volvimos a coger el Tranvía 15 y fuimos al Time-Out Food Market. Es un hall interior de comida con muchos puestos donde escoger. Nos decantamos por el puesto Prego Tradicional, bastante más moderno que la comida callejera de las barbacoas de las fiestas. El bullicio del mercado es animado pero cómodo. Ojalá hubiésemos tenido más tiempo para probar aún más variaciones de los productos locales. Merece la pena volver.

lisbon-las-festas-santo-antonio-5ef55675

Después, nos encontramos con la Calle Rosa, una calle llena de bares y discotecas, donde el ambiente de fiesta empieza a partir de la 1. La calle está literalmente pintada de un rosa brillante, que concuerda perfectamente con el ambiente fiestero de la capital. Desde allí volvimos a nuestro Airbnb.

lisbon-las-festas-santo-antonio-13b3dbae

Con nuestro billete para todo el día pudimos subir al Elevador de Santa Justa. Este ascensor de acero de la era industrial es uno de los puntos de referencia más queridos de Lisboa, pero tan solo se convirtió en un monumento nacional en 2002.

Lisbon for Las Festas do Santo António

Conecta la Rua do Ouro con la plaza que se encuentra al lado del Convento do Carmo que está justo encima. En el piso más alto, tras una escalera en espiral, se encuentra un mirador con vistas de 360º, pero que tiene un coste extra. Ten en cuenta que se puede acceder al mirador a pie, así que no malgastes tu dinero a no ser que tengas un billete para todo el día. Los lugareños se ríen de la larga cola que se forma, ¡es una trampa turística!

Después de esto, fuimos a Praça da Figueira, donde hay un mercado que abre todos los días. Allí puedes encontrar productos hechos con corcho, carnes, quesos y mucho más. Compré muchos de mis regalos allí.

Te percatarás de la existencia de muchos quioscos por todo Lisboa; son lugares de descanso para los que suben las colinas, ¡algunos llevan allí años! Ofrecen snacks decentes, zumos, café e incluso cerveza y cócteles que solo cuestan un par de euros. Decidimos pasar nuestras últimas horas con una cerveza en un quiosco al sol antes de volver al frío y lluvioso Glasgow.

lisbon-las-festas-santo-antonio-48b3247e

A pesar de que no teníamos ninguna gana de volver a casa, nos despedimos con una puesta de sol preciosa desde el asfalto... Otra de las razones para volver a la increíble capital de Portugal.

lisbon-las-festas-santo-antonio-db066f85

Algunos consejos para la comida y la bebida.

Cuando estés en Lisboa asegúrate de probar:

Prego - bocadillo de chuleta

Bifana - bocadillo de cerdo

Bacalau - bacalao

Pasteis de nata - pasteles de crema pastelera

Sardinhas (en verano) - sardinas con pan

Cóctel Caprinha - bebida brasileña, parecida al mojito

Licor Ginginja - licor con base de cerezas que se bebe en un vaso de chocolate

lisbon-las-festas-santo-antonio-acf6b744


Galería de fotos



Contenido disponible en otros idiomas

Comentarios (0 comentarios)


¿Quieres tener tu propio blog Erasmus?

Si estás viviendo una experiencia en el extranjero, eres un viajero empedernido o quieres dar a conocer la ciudad donde vives... ¡crea tu propio blog y cuenta tus aventuras!

¡Quiero crear mi blog Erasmus! →

¿No tienes cuenta? Regístrate.

Espera un momento, por favor

¡Girando la manivela!