Sarita Colonia, patrona del pobre

¡Hola a todos! Espero que cada uno de ustedes se encuentre muy bien, hoy quiero tocarles de una personaje muy popular en Perú y sobretodo en Lima, no es una santa y no ha sido ni canonizada ni beatificada ni nada por el estilo, su culto ha ido desarrollándose a través de la sociedad limeña. Podríamos decir que caso es un caso especial ya que la mujer a la cual les quiero hablar hoy es de una chica común y corriente que vivió en pleno siglo XX pero que si bien inicialmente empezó siendo una imagen para la religiosidad de los sectores marginales, hoy podemos decir que Sarita Colonia es un personaje que ha traspasado estratos sociales y que se le rinde culto en muchos puntos de Lima y de Perú.

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Antes que todo, quiero aclararles que yo no soy católico pero como ya se han dado cuenta todo lo relacionado con la historia del Perú y de mi ciudad me fascina y lo interesante de Sarita Colonia es que fue una mujer sencilla, humana tan igual que tú y yo que estás leyendo estas líneas, que sin ser nada oficial o mejor dicho sin ser impuesta por el estado peruano, empezó a forjarse un espacio en la tradición popular peruana.

Sarita Colonia es un personaje que como vamos a ver encierra dentro de ello muchos misterios de esa Lima que quiere conquistar, que busca una nueva oportunidad de desarrollo, yo recuerdo que cuando era un niño pasaban en canal 9 una serie de la vida de Sarita Colonia o mejor dicho esta era una miniserie, hubo un tiempo en Perú es que estuvo bastante de moda estar pasando miniseries sobre grupos musicales populares y sobre personajes del fervor popular y bajo este contexto que Sarita Colonia volvió a salir en la pantalla chica para que las generaciones de niños como yo de aquel entonces, empezáramos a conocerla y a saber un poco más de su historia, combinada eso sí con un toque de ficción que se queda presente no solo en el televisor sino también en las personas que creen firmemente en los milagros que Sarita Colonia les ha podido conceder gracias a sus poderes y ayuda que siempre ha querido ofrecer al prójimo.

Cuando uno toma alguna de esas combis asesinas de Lima va a darse cuenta que hay muchos choferes que llevan estampas de diferentes santos y es precisamente uno de ellos la de Sarita Colonia.

El 01 de Marzo de 1914 en Huaraz nació Sarita Colonia, Sarita fue siempre la cariñosa y hermana mayor de una familia de escasos recursos económicos y fue por ello que decidieron emigrar a Lima en la búsqueda de nuevas oportunidades y de nuevos aires para esta familia mestiza.

Iban a la capital para poder cuidar a su madre la cual sufría de los bronquios, por lo tanto se dice que la familia de Sarita Colonia fue una de las primeras familias que decidieron emigrar rumbo a la ciudad de los reyes, en una de esas primeras oleadas migratorias.

Sarita Colonia fue empleada doméstica, vendedora fue mil oficios, por otro lado ella vivio poco tiempo casi solo 26 años y lamentablemente no existen indicios de su vida como certificados de estudios o más datos en documentos, lo que se ha podido saber es gracias a la familia de Sarita Colonia.

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Su existencia se ha ido transmitiendo de manera oral a través de todos esos rincones populares de la nueva Lima que se iban formando en esta pujante capital.

Los Colonia Zambrano decidieron vivir en el barrio alto muy cerca al centro de Lima, se dice que Sarita Colonia estudio en Lima en un colegio de monjas y que al vivir en un ambiente de religiosidad era perfecto para ello ya que ella tenía un carácter dulce y encantador.

Sarita Colonia se tomo una fotografía cuando vivía en Barrios Altos cuando apenas tenía 12 años y allí es la única imagen que se ha podido rescatar de la vida de esta santa peruana popular, la foto fue tomada como les mencioné en el centro de Lima.

Cuando vengan a Lima van a poder darse cuenta que el clima en invierno o verano es casi siempre húmedo y es por ello que a pesar de que la familia d Sarita Colonia llegó a Lima en la búsqueda para curar a su madre de los bronquios, los doctores le recomendaron que tenía que trasladarse a un destino de clima seco, fue así que la familia decidió regresar a Huaraz.

Con su madre delicada de salud, Sarita Colonia se encargó del cuidado de sus hermanos menores, se convirtió en una especie de madre para sus hermanos menores ya que ella cuidaba de sus hermanos. Ellos crecieron así en un ambiente de religiosidad ya que según se ha podido saber su vida fue rodeada de mucha religiosidad.

Don Amadeo Colonia, padre de Sarita Colonia volvió a casarse y tuve así tres hijos más, uno de sus hermanos llamado Hipólito menciona que una vez Sarita Colonia fue una vez arrastrada por la corriente de agua de un rio pero que fue sorpresivamente salvada por esa mano de dios.

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En 1930 Sarita Colonia regreso nuevamente a Lima, esto con la finalidad de seguir buscando nuevas oportunidades para mantener a sus menores hermanos, todo un ejemplo de mujer.

Sarita Colonia empezó así a trabajar en una casa como cuidadora de un niño, era una de las tantas nuevas peruanas que se iban forjando en la ciudad de los reyes, allí estuvo trabajando durante tres años y después de ello trabajo en el mercado de Callao y posteriormente como vendedora de ropa, su origen humilde y su laboriosidad fueron grandes razones para que sea icono de los diferentes provincianos que llegaban a Lima de esa nueva Lima que poco a poco iba naciendo y que van a establecer lo que hoy es Lima, una ciudad de todas las sangres.

La vida de Sarita Colonia no tuvo nada de extraordinario, pero justamente en esa sencillez radica su grandeza ya que su vida reflejaba a todos los peruanos que llegaban a Lima en búsqueda de nuevas oportunidades.

Sarita Colonia murió en el Callao con sus inocentes 26 años de edad, sobre su causa del deceso existen diferentes datos la familia de Sarita Colonia dice que su muerte se produjo por otra causa, ella murió en el hospital de Bellavista, la partida de defunción indica que ella murió por la picadura de un insecto pero su familia indica que ella murió por una sobredosis de aceite. La tradición popular también ha creado diferentes versiones sobre la muerte de Sarita Colonia.

Se dice inclusive que quiso se violada por unos pandilleros y que ella se lanzó al mar para no ser ultrajada.

Poco a poco se iba tejiendo la nueva tradición popular de Sarita Colonia. Sus restos de Sarita Colonia fueron sepultados en una fosa común en el cementerio de Callao Baquijano y Carrillo, especialmente hechas para las personas que no contaban con medios suficientes para tener un nicho.

Se dice que su padre regresó a Lima y colocó una cruz sobre la fosa en honor a su hija en lo que quizás estuvo los restos de Sarita Colonia, a raíz de ello sobre esta parte se empezaron a generar los rituales religiosos que hoy perduran en la veneración de esta santa popular.

Su devoción no surgió de inmediato, recién en los años 50 y 60 este se acrecentó debido a la fuerte ola de migración que llegaba a la gran Lima, ya que esto hizo que las personas de provincias que llegaran a Lima se sintieran identificados con ellos.

Ellos se sentían comprendidos por Sarita Colonia, no había un estatus veían a Sarita Colonia de manera horizontal haciendo que tuviera éxito en anclar de manera rápida en la sociedad, todos en un inició de sectores marginales. Allí tenemos a los jaladores de Callao y posteriormente a los ladrones ya que Sarita Colonia era para ellos una Santa más permisiva.

Con el paso del tiempo, el cementerio Baquijano empezó a cambiar de rostro y con ello fue que se cambio el cementerio a como hoy luce, sacando de un lado lo que era la fosa común y creando pabellones para los nichos de los siguientes muertos, fue así que lo único que permaneció fue la cruz traída por el padre de Sarita Colonia.

La cruz de Sarita Colonia perduró en el cementerio Baquijano del Callao y todos aquellos que se sintieron despojados de su punto de veneración se sintieron más que nunca unidos en continuar la continuidad a Sarita Colonia.

Poco a poco cada uno aportaba con lo que tenía y daba lo que tenía creando así un nuevo contexto de compartir y de veneración en este nuevo sector popular. Paso a paso la tradición iba creciendo y primero en Callao y después en todo Lima, se empezaron a tejer así historias sorprendentes, maravillosas sobre su vida.

Cuentan por ejemplo una vez que un día unos hombres de la calle quisieron abusar de ello y cuando vieron a Sarita Colonia se dieron cuenta que Sarita Colonia no tenía sexo y era como una muñeca por lo que los pandilleros tuvieron que escapar aterrorizados por lo que habían presenciado en el cuerpo de Sarita Colonia.

Indudablemente uno de los aspectos más importantes de Sarita Colonia ha sido su imagen, se ha convertido hoy en una imagen popular sin dudar a dudas, su imagen está en todas partes, en las combis, en los tatuajes, en tazas, creando así una especie aureola y de santidad, la santidad de la Sarita Colonia ha tenido un boom tan fuerte que podríamos decir que es tan fuerte hasta en nuestros días.

Las primeras estampas se realizaron en el año 70, además de unas flores rojas después su aureola alrededor de ella, por lo tanto a lo largo de los años podemos irnos dando cuenta que va cambiando poco a poco, adquiriendo poco a poco la de una mujer adulta y moderna.

La imagen de Sarita Colonia iba poco a poco a cambiarle de rostro de una adolescente de doce años a una joven, ese rostro mestizo empezó a tener un cambio y claro hasta tiene su música.

Sarita Colonia representa a esa nueva Lima, que le cambiaron el rostro a la vieja capital, por otro lado la iglesia católica no acepta su culto pero eso no es impedimento para que hoy en día la gente de Perú y especialmente de Lima y Callao siga siguiendo a esta santa Urbana.

En la década de 1980 un grupo de música chicha también le empezó a tocar las letras en honor a Sarita, una de las más conocidas es “La Sarita” de los Mojarras, una de las más conocidas por mi generación y con la que recuerdo que comenzaba la miniserie de la vida de Sarita Colonia que daba en la televisión cuando yo era niño.

Un sector de trabajadores muy vinculado con la Sarita es sin dudas los conductores de combis, de camiones, de taxis, esta especie de retablos modernos y puntos de cultos son los que van a masificar la imagen de esta Santa en sus medios de transporte y así teníamos ya a una nueva Santa que no volvería a desaparecer de la historia del Perú hasta la actualidad.

Esta gente era gente que se había convertido en una especie de motivación, como les había dicho en esa santa del ámbito informal que existe hasta hoy, Sarita Colonia premia también a todos los trabajadores y quienes laboran ella dice que no hay premio sin un previo esfuerzo, es así que Sarita Colonia da esa fuerza para que los “chambeadores” empiecen a vivir su tiempo laboral.

En el cementerio Baquijano hoy en día se pueden ver a personas celebrando la fecha de su nacimiento y de su muerte, dando música y ofreciendo cosas de manera gratuita para todos los asistentes que vayan a esta zona del cementerio en las fechas de marzo y diciembre frente a su especie de “templo”. El 01 de Marzo y el 20 de diciembre fechas en donde se juntan todos los estratos sociales y las colas para ingresar a su mausoleo son sencillamente ¡enormes!

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Una cosa que nunca se ha encontrado en este culto de Sarita Colonia van los más pobres incluso con sus bolsas de panes, y las madres con su platos de carapulcra, este asunto de la comunidad que se manifiesta con sus semejantes no se da quizás en ninguna parte del Perú.

Vienen hasta los que roban y muchas personas la consideran la santita del Perú, hoy en día su alma es venerada por empresarios emergentes y los hijos de provincianos, esa caridad de los pobres que ha ganado la Sarita Colonia es sin lugar a dudas lo que la hace diferente del resto de Santos del Perú.

Hay inclusive expresiones que se usan en Lima cuando te dicen “por la Sarita” que es un elemento de muestra de que se esta actuando con la verdad y así poco a poco Sarita Colonia es parte del imaginario popular, una mujer que se conmovía con la pobreza de sus vecinos, buscando ese sueño de la educación y desarrollo para tener un mejor desarrollo en la vida de los nuevos peruanos.

El culto de Sarita Colonia ha cruzado fronteras hoy inclusive ha llegado hasta Centro America y la comunidad hispana de Estados Unidos por los peruanos que van llegando allí, cuando vayan al cementerio de Baquijano les recomiendo que se den una vuelta por el mausoleo de Sarita Colonia para que vean la gran multitud de placas que tiene en agradecimiento a sus milagros.

Sarita Colonia paso de convertirse de icono religioso a icono popular, toda esa mezcla se ve simbolizada en Sarita Colonia con esa capacidad para dar aliento a ese país que se encarga para dar modernidad y fuerza a los peruanos que crean en él.

Hoy en día hasta un centro penitenciario lleva su nombre, es hoy en día la patrona de los pobres. Sarita Colonia forma parte como hemos podido ver del primer grupo de migrantes a Lima y hoy son quienes gracias a la vida se han convertido en ese nuevo Perú.

Espero que les haya gustado esta historia de la Sarita Colonia y para finalizar les dejo aquí la letra y un video de la canción de La Sarita Colonia hecho por los Mojarras una banda de Rock de Lima, disfrútenlo y siente la música popular peruana.

A Sarita por su milagro Con voz de piedra, comba, fuerza y sudor van doblegando al gigante piedron, golpe a golpe en un solo lugar, con la certeza que será su hogar, y el cerro, se rinde ya, a las manos del pueblo De todas la razas y de todo, con sus mil creencias y modo de pensar, van construyendo en asamblea local, fin de semana, trabajo comunal Sin dinero, para forjar agua y desagüe, pista y demás No se amilanan aunque no hay lana, se autofinancian, con fondos propios, suena un huainito, bailan salseros, gritan roqueros, piden chicha Se armo una bronca que termino, cuando un achorao saca un cuchillon Una chicha! Sarita Colonia, patrona del pobre, no quiero más pena, no quiero más llanto No se amilanan aunque no hay lana, se autofinancian, con fondos propios, suena un huainito, bailan salseros, gritan roqueros, piden chicha Se armó una bronca que termino, cuando un achorao saca un cuchillon Una chicha! Sarita Colonia, patrona del pobre, no quiero más pena, no quiero más llanto

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